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Siempre juntos por jackifsy

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Notas del fanfic:

Holaaa.... Yo por aquí de nuevo entre melosa y malvada wuajajaja u.u okno... Este oneshoot lo escribí porque quería conocer a un Bill tierno y protector con su hermano.

No contiene lemon... lamento decepcionarlas, pero les diré que después de este oneshot mi siguiente proyecto será el fanfic basado en el oneshot ...:::Mío:::...

Recuerden, Tom es mi uke eterno >.<

Notas del capitulo:

Wueeenooo disfruten

espero les guste

avisenme si hay algun error, es que lo subo desde el ipad y posss... Corrector ortográfico o una mala separación de dialogos...

...:::Siempre juntos:::...

Estaba en mi habitación viendo televisión, un programa sobre policías, eran cerca de las doce de la noche, pero no tenía sueño y no creo que dormiría hasta después de un buen rato. Noté que alguien había encendido la luz del pasillo porque la apertura debajo de mi puerta se iluminó, debía ser Tom. Había acordado ir con Andreas y otros amigos a beber y divertirse un rato pues era viernes, yo no fui porque realmente ese día no quería salir de casa. Seguí viendo el programa, sin embargo escuché sollozos y me levanté de la cama a ver de qué se trataba.

Abrí la puerta de mi cuarto y vi a mi hermano al otro lado del pasillo, estaba arrodillado en el suelo, con el rostro pegado a la pared y llorando desesperadamente. No solo eso, estaba hecho un completo desastre, la ropa, aparte de desarreglada, estaba algo rasgada, no traía su típica gorra y el cabello lo tenía completamente alborotado.

Me acerqué, pero cuando me escuchó se alarmó. Sus ojos inundados en lágrimas me observaron con una mezcla de dolor y súplica. Vi que tenía el labio partido y otros raguños en el rostro.

— ¿Qué te pasó, Tom?— le pregunté acuclillándome a su lado, verlo en ese estado era para asustarse.

—Bill…— no dijo nada más y continuó llorando, sentía que el corazón se me saldría por la garganta, definitivamente no me gustaba ver así a mi gemelo.

Lo abracé y dejé que llorara en mi pecho, él aceptó el gesto. Estuvimos así por quien sabe cuanto tiempo, pero Tom parecía que no dejaría de llorar nunca.

—¿Qué fue lo que pasó?— me animé a preguntar de nuevo mientras le acariciaba las rastas. No me respondió.

Le aparté un poco el cabello y en su cuello noté marcas de... mordidas y no de las que te da una chica cuando es muy juguetona, no, estas marcas eran mucho más salvajes, algunas ya se estaban tornando moradas. No quería imaginarme lo peor…

—Tom— intenté apartarlo sosteniéndolo de los costados, pero el dio un pequeño grito de dolor— Tom— lo tomé del mentón eh hice que me mirara— ¿Qué fue lo que pasó? — me puse más serio, esto no me daba buena espina.

—Bill…— suspiró desviando la mirada. Agarré el filo de su camisa y se la alcé.

—¡Por…!— me llevé un mano a la boca y cerré los ojos.

Había visto el torso de Tom lleno de marcas de mordidas y besos, además de algunos moretones resultado de fuertes golpes. Ya no me quedaba duda.

—¿Quién fue?— interrogué furioso. Tom me miró con algo de miedo, pero no me dijo nada— ¡¿Quién fue, Tom!?— grité desesperado tomándolo de los brazos.

—¡Ah! Bill, me lastimas.

Lo solté y me apoyé en la pared respirando profundamente.

—Bill… por favor… me quiero dar un baño…

Me levanté y lo ayudé a ponerse en pie. Fuimos al baño y le preparé la tina con agua tibia. Noté que no se quería quitar la ropa, por lo menos no frente a mí, me acerqué a él y lo ayudé a quitarse la camisa. Ver su estado era deplorable, mataré al maldito que le hizo esto.

—Bill, estaré bien, sólo necesito un baño.

—¿Cómo puedes decir que estarás bien? Te violaron ¿No?

Sus ojos se volvieron a inundar en lágrimas, asintió con la mirada clavada en el suelo.

—¿Quién fue?— no dijo nada— Tom ¿Quién fue?

—Bill… déjalo… ya no importa…

¿Nó importa? ¡Claro que importa!

—¿Fue Andreas?— tembló al escuchar su nombre— ese maldito— apreté los puños con fuerza. Ya tendría tiempo para encargarme de él, ahora lo único que me importaba era Tom— vamos, báñate— dije dirigiéndome a la puerta— estaré afuera.

Esperé en el pasillo unos quince minutos, Tom salió con una toalla envuelta en la cintura. Se lo veía más limpió, pero las marcas seguían ahí. Me vio y después desvió la mirada.

—¿Estás mejor?— asintió— ve a dormir, mañana hablaremos— caminé hasta mi habitación.

—Bill…— me llamó antes de entrar— ¿Puedo… dormir contigo?

—Sí— le respondí con una sonrisa.

Fue a su habitación a ponerse el pijama y después fue a la mía, se acostó en la cama a mi lado y cerró los ojos durmiéndose al instante, debía estar muy cansado. Yo en cambio no podía conciliar el sueño, ese infeliz de Andreas las pagaría muy caro por esto.

Habían pasado como dos horas, me empezaba a sentir cansado, pero Tom comenzó a moverse bruscamente y a gritar entre sueños.

—Tom— lo llamé mientras lo agitaba un poco— Tom— él se despertó de golpe, tenía la respiración agitada y un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas.

—¿Bill?— lo abracé con fuerza.

—Estoy aquí, nada malo te volverá a pasar, lo prometo.

Al rato se quedó dormido entre mis brazos. Desearía retroceder el tiempo y haber ido con ellos para que no le hicieran esto a mi hermano, a mi Tom.

A la mañana siguiente me desperté antes que Tom, en el reloj de mi velador vi que eran las nueve. Mi gemelo seguía entre mis brazos dormido profundamente, es tan tierno. Le acaricié la mejilla y le di un beso en la frente. Tom se acercó más a mí, acomodándose como un gatito.

—¿Estás despierto?— le pregunté.

—Sí.

—¿Desde hace cuanto?

—Tal vez… una hora— mantenía los ojos cerrados mientras hablaba.

—Me hubieras despertado.

—Me gusta que estemos así, me gusta… estar entre tus brazos— noté que sus mejillas se sonrojaron con lo último dicho.

—¿Vamos a desayunar?

—Ok.

Ambos nos levantamos de la cama y salimos de mi habitación rumbo a la cocina.

—¿Se lo dirás a mamá?— interrogué.

—No, por favor, Bill, no se lo digas— me suplicó.

—Pero…

—Por favor… prométeme que no se lo dirás a nadie— suspiré, que remedio.

—Igual te llevaré al doctor.

—Bill…

—Tienen que revisarte, si no vas por las buenas se lo diré a mamá.

—Está bien.

Esa misma tarde llevé a Tom con nuestro doctor, Charlie. A mi hermano le daba vergüenza porque Charlie nos conocía desde pequeños así que yo le tuve que explicar todo. A Charlie le dio mucha pena la situación de Tom.

—¿Y sus padres?— nos preguntó.

—No les hemos dicho— respondí— Tom no quiere y le agradecería que respetara eso.

—Claro, lo respeto, pero deberían decirles, poner una denuncia, para que el que te hizo esto pague las consecuencias— la habló a mi hermano.

—No… sólo… ya no quiero saber nada más de él— dijo Tom con la cabeza gacha.

—Entiendo, ven, vamos a revisarte.

Yo salí y esperé sentado junto a la puerta del consultorio. A los pocos minutos Charlie salió para hablarme.

—Pues los golpes fueron fuertes, pero no tiene ninguna fractura o esguince. Todavía sangraba un poco en su zona íntima, ya curé eso. Estará bien en lo que concierne a su estado físico, yo estaría más preocupado por su estado mental, le aconsejaría que fuera a un psicólogo.

—Entiendo.

El resto del fin de semana Tom no se separó de mí ni por un segundo, Simone sí lo notó golpeado, pero él mintió diciéndole que se había caído, le insistí un par de veces para que dijera la verdad, pero no quería.

El lunes Tom ni siquiera consideraba ir al colegio, pero yo si quería ir para encontrar a Andreas. Al final fui a clases solo. Estaba recogiendo algunas cosas de mi casillero cuando vi a Andreas caminando fresco y sonriente con algunos amigos. Me acerqué a él y le di un fuerte puñetazo que lo dejó en el suelo.

—¡Maldito desgraciado!— le grité, los que estaban alrededor nos miraron— ¿¡Quién te crees para hacerle eso a Tom!?

—Veo que esa puta de cuarta no pudo mantener la boca cerrada— me dijo mientras se ponía en pie y se limpiaba la sangre del labio.

—Mi hermano no es ninguna puta, tú eres un cerdo miserable.

—Pues mientras me lo cogía él gemía como una zorra— me lancé sobre Andreas y empezamos a pelear, nos golpeamos hasta que llegaron dos profesores que nos separaron.

Nos llevaron a la oficina de la directora. Ella nos hizo varias preguntas referentes a la pelea, pero sólo dijimos que nos enojamos por algo sin importancia, yo no podía decir nada más porque se lo prometí a mi hermano. Cuando salimos de la oficina Andreas se rió.

—Si te vuelves a acercar a Tom te mataré, imbécil— él chasqueó los dientes y se fue.

Cuando llegué a casa encontré a Tom dormido en mi cama. Me acerqué y le di un beso en la mejilla. Daría lo que fuera para que no sufra. Tom es todo para mí y verlo triste me mata.

Tom abrió los ojos y me miró para después dedicarme una tierna sonrisa. Yo también le sonreí, sin embargo él se levantó preocupado y se acercó a mí.

—¿Qué te paso, Bill?— me preguntó poniendo una de sus manos en mi mejilla,se refería a los rasguños por la pelea con Andreas.

—Nada, no te preocupes— lo abracé, él también me abrazó.

Nos mantuvimos así por un rato, luego nos separamos un poco y nos sonreímos.

—¿Cómo estás tú? ¿Descansaste mucho?— le pregunté.

—Sí, noté que tu cama es mucho más cómoda que la mía y además tiene tu olor. Bill… te amo— mientras decía eso se pegó a mi pecho.

—Yo también te amo— le susurré.

Tom levantó la cabeza, nuestras miradas se cruzaron y él se acercó hasta besarme. Me sorprendí por eso, pero no me separé, poco a poco el beso se fue intensificando más. Después de unos segundo nos separamos por falta de aire.

—Bill…— me miró preocupado.

—Te amo, Tom— dije sincero— yo borraré todo lo que Andreas te hizo porque te amo

—Siempre estarás conmigo, prométemelo.

—Te lo prometo.

Nos dimos otro casto beso y nos abrazamos.

—Siempre juntos— afirmé.

...:::Fin:::...

Notas finales:

Wueee ya saben, me dejan un coment siiiiii????

y esperen el fanfic cuyo título aún no sé...

bye bye 

besos y abrazos.


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