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The snow in the dark. por Quincy

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Notas del fanfic:

Esta es una historia mia de mi pue ¬u¬

Notas del capitulo:

(Y) Pues ya van, lean OwO y critiquen

Yo me llamo Sky, me considero una persona normal, cuerda hasta donde sé.  Hace algunos años, cuando tenía 7 de edad, mi madre asesino a sangre fría a mi padre. El doctor había advertido antes que mi madre padecía graves ataques de esquizofrenia; pero ni mi padre ni mi sensei hicieron algo al respecto; hasta que un día fue demasiado tarde. La cruel y fría sangre de aquel que era mi padre; se vio derramada.


Yo solo contemplaba como ese liquido rojo abandonaba el cuerpo moribundo de mi padre y como las manos temblorosas de aquella mujer; se acercaban a mí lentamente, acariciando mis mejillas y manchándome de esa misma sangre. Desde ese día, mi vida cambio por completo.


Decidí tomar una decisión y esa misma fue alejarme de las personas; tratar de superar ese gran capítulo de mi vida que me asechaba sin compasión alguna, día tras día, sin detenerse antes las frías noches.


En el colegia me iba demasiado mal. El niño Tuta y su bola de brabucones siempre me molestaban. No había día en el que no me buscaran para  hacerme enojar y causar que mi mal genio brotara hasta que les gritara y lloriquearan con las profesoras.  Debo decir que mi don no es la paciencia; pero repito, mi vida cambio y más cuando ese pequeño estorbo de ojos azules llego, haciendo de mi patética vida…la aventura más hermosa.


Os contare como fue aquel día que lo vi por primera vez.


En ese entonces corría el año de 1996, en Japón. Yo me encontraba calmado, un poco aturdido pues apenas habían pasado tres meses desde lo ocurrido y yo había trasladado a un orfanato. Me balanceaba de adelante hacia atrás, en ese columpio verde que tanto me gustaba. No solo por el curioso chirrido que hacía sino porque era el más alejado de patio de juegos.


Tenía mi cabeza agachada, observando lo sucio que estaban mis zapatos, cuando algo llamo mi atención. No era temporada de lluvia, sin embargo yo sentía unas gotitas muy frías chocar contra mis brazos, contra mi piel, contra mis ojos y mis labrios.


A pesar de que solo eran gotitas de agua, sentí un escalofrió recorrer a gran velocidad, todo mi cuerpo. Sentía miedo de levantar la mirada y toparme con aquellos que siempre me hacían sentir tan inferior pero una suave y temblorosa voz me llamo, diciendo las palabras más hermosas que jamás creí posible escuchar.


-Te necesito…


No sabía el porqué de esas palabras pero jamás nadie me había necesitado, jamás me habían dicho que me necesitaba…jamás me había sentido importante o necesario. Hasta ese momento. Cuando mis ojos se toparon con tal belleza; un suspiro me delato, acompaño de una cara tan asombrada que me era imposible ocultar.


El niño solo sonrió y su blanca, exagerada, piel blanca me dejo contemplar unas hermosas mejillas sonrojadas y unos labios rosados que sobre salían junto con el azul brillante de sus ojos, y ese llamativo y peculiar cabello blanco.


-Si…- Fue lo único que salió de mis labios. Entonces él me tomo de la mano y me hizo levantar del columpio pero había algo extraño, más extraños que la palidez de su piel o el color de su cabello; era la frialdad de su cuerpo. Su piel era tan fría como pálida- ¿T-tienes frio? –Me atreví a decir, obteniendo como resultado un ligero movimiento de cabeza, negando a mi pregunta. Entonces contemple su vestimenta. Un curioso pantalón negro, un poco ajustado a sus esbeltas piernas, unos tenis ya bastante maltratados y una sudadera que en algún tiempo atrás debió ser blanca pero ahora se notaba percudida y algo maltratada, como rota y con tierra.- ¿Seguro? Estas muy frio.


-¿Tienes familia? –Su pregunta no hizo más que sorprenderme pero conteste casi enseguida.


-No ¿Tú tienes familia?


-No ¿Debería tener? No comprendo para que sirven las familias, yo me puedo  cuidar y no necesito de…-Supongo que callo al darse cuenta de mi mirada que supongo yo, era muy curiosa.- Bueno, ahora si necesito de alguien.


-¿P-por que necesitas de mi?


-Porque tú necesitas de mí.


-¿Cómo puedes afirmar eso si apenas nos conocemos?


-¿Cómo es que aun no sueltas mi mano? Eso quiere decir que me necesitas.


Era verdad, después de todo ese tiempo de charla, aun no soltaba su mano y permanecía pegado a él, como si mi vida dependiera de…de él.


-Siempre estas sentado aquí, a la misma hora, todos los días, sin falta. Pero lo que más llama mi atención es que estas solo y tu mente divaga por muchas cosas tristes que terminan haciéndote llorar ¿Por qué?


-E-eso es algo que…que no debería importarte a ti. No me conoces, yo no te conozco. –De inmediato solté su mano y me di la vuelta, un tanto molesto por aquel atrevimiento tan descarado pero después mi mente se aclaro ¿Cómo era que el sabia todo eso de mi? ¿A caso me espía? - ¿Por qué me espías?


-Por eso estoy aquí, quiero conocerte y, no seas idiota no te espió, tu vienes a donde yo estoy.


-¡Como si yo supiera que tu estas aquí! >w<


-Pues no, no lo sabes ¬w¬ y ya que siempre andas de chismoso por mi escondite pues decidí hablarte.


-Ah


-No te enojes conmigo ¡Yo debería enojarme contigo!


-¿¡Tu conmigo!? Ash -¿Cómo era posible? No me quede a escuchar mas, simplemente camine hacia mi salón de clases pues el timbre había tocado.- Mañana regresare…y traeré galletas. –Aunque me molestaba un poco su actitud no podía ser malo con el único en todo el mundo que se atrevía a tratarme con un poco de respeto.- Y ponte algo más abrigador.


 


Ese día, al llegar al orfanato, me tumbe debajo de mi cama. Por más que quería no podía sacar a ese pequeño espía, de mi cabezota. Solo me daba vueltas, lo más raro fue cuando la imagen de sus labios rosados llevo a invadir mis pensamientos. Y después la fantasía suculenta de besarlos y besarlos, hasta saciar mi sed de él.


Al día siguiente, espere desesperado el momento en el que el llegara y así fue, apenas sentí esas curiosas gotitas, sabía que ahí estaba el, de vuelta a mi lado, con una sonrisa hermosa y esos labios. Sentía que me seducían con cada miraba que él me obsequiaba, era como si desearan que mis labios se estamparan contra ellos y los saboreara hasta que me saciara pero...


-¿Por qué piensas en mis labios y en el deseo que tienes por besarlos?


-OwO ¿Qué? ¿Cómo?


-Ah, pequeño y no muy importante detalle; puedo leer tus pensamientos. Ya dame las galletas ¿O acaso quieres besarme? - ¿Cómo era posible que ese niño hiciera que mi inocencia se desvaneciera y ahora me encontraba entre la espada y la pared, deseando huir de él pero al mismo tiempo besarlo? Y encima de todo actuara tan natural. – Tengo hambre y tu no me complaces con las galletas –Una suave y juguetona risa me despojo de mis pensamientos, volviendo a la realidad. – Yo no te desvanecí tu inocencia tu solito caíste en mis hermosos enredos seductores, que no hago a propósito.


-Claro que los haces a propósito, deberían de llamarte pervertido…a todo esto ¿Cómo lees la mente? ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Por qué no tienes familia? ¿Por qué estas así vestido? ¿Por qué tu piel es tan pálida? ¿Por qué…?


-¿¡Por qué haces tantas preguntas!?


-¿Por qué no me dejas terminar? Después será tu turno, ahora responde esas preguntas.


-No sé, lo descubrí la segunda vez que te vi, eres el único con el que me pasa eso…


-¿Por qué…?


-¡Ey! Déjame terminar. Me hago llamar Snow, tengo muchos años, no creo que sea importante mencionarlo. Porque no me interesa eso de las familias absurdas. Porque es la única vestimenta que poseo. Porque así naci ¿Otra pregunta?


-¿Soy especial para ti…Snow?


-Pues…un poco…¿Por qué preguntas?


Mi mente no estaba en posición de jugar por lo que termine estampando mis dulces y torpes labios contra esos que me seducían tan solo con moverse un poco. Ni si quiera me atreví a moverlo un solo centímetro, tan siquiera me quede ahí, pegado a él, saboreando ese dulce sabor de sus labios, los cuales me amenazan con su frial…solo hasta que el decidió moverlos y atrapar entre esas dos hojas rosadas mis delicados labios. Al instante me separe y cubri mi boca, sin saber porque, yo solo quería estar siempre a su lado, cuidarlo y no dejarlo jamás. Entonces el llanto se apodero de mi, y lo abrace con fuerza, deseando que jamás se fuera de mi lado.


-T-Tengo miedo…


-¿De mi?


-…A perderte


~Continuara~

Notas finales:

Espero les agrade aunque es muy corto y sencillo nwn dejen un mensaje si les gusto y sino pues también X3


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