La sed del vampiro
Vida eterna…
Ya estaba harto de esas palabras, él era una criatura que se alimentaba de la fuerza vital de otros seres vivos en forma de sangre, una deidad demoniaca, un hermoso y elegante ser procedente del mismo inframundo, residente en el mundo humano, así es, era un vampiro y no uno cualquiera, un depredador chupasangres de linaje, rey entre los reyes de su familia del mal, gozaba de grandes y lujosas propiedades adquiridas, por supuesto, a lo largo de los siglos, poseedor de un encanto insuperable y amante de todo lo complicado que su mente pudiese resolver, conocía al mundo como la palma de su mano pero aun así no lo podía comprender del todo.
Humanos
Mundanos, vacios, destructivos, una plaga que consumía al mundo lentamente sin treguas ni rendiciones, era una bestia dormida que dominaba los mares, la tierra y los cielos; no tenían ningún respeto por lo que la vida les había regalado; los odiaba, a sus ojos solo eran insignificantes suspiros de vida que le daban energía y alimento.
Repugnantes...
Aquella era una preciosa noche como había visto muchas mas. Desde que recordaba, las luces presenciadas de las ciudades siempre cambiaban con originalidad: desde las velas de la antigüedad hasta los grandes anuncios chillones de la modernidad; sin duda lo único que permanecía intacto era el insuperable resplandor de la luna llena que con el transcurso de los años no había cambiado nada, al menos eso lo reconfortaba y era justo eso lo que apreciaba en ese momento.
Sabía que su cuerpo no pertenecía al mundo de los vivos pero, por una vez le gustaría sentir algo, ni siquiera recordaba lo que aquello significaba. Al mirar de nuevo a través del gran ventanal el ajetreo de la ciudad, balanceo su copa de exquisito vino varias veces y su mente se volvió introspectiva.
--De nuevo perdiéndote entre tus pensamientos, ¿me pregunto si estoy en ellos?.--se acercó un hombre galante.
--Parece que nada tiene razón de ser.
Su voz se escucho petulante pero sutilmente elegante, sus ojos nunca se posaron en los de su interlocutor y su mente prosiguió en donde se quedó. Ya había tenido suficiente de seres inferiores en su mente como para soportar la aparición de su leal sirviente.
Pero el aquel hombre no se sentía ignorado, para aquel castaño presuntuoso eso era mas como un cumplido que ya conocía de siglos; era su pareja por lo que no le sorprendía aquella insolencia. Lentamente lo abrazó por detrás pegando su cuerpo lo más que podía, acercó su endulzada voz al oído de su amo.
--el amor te une a mí. Eso debe tener una razón para ti.
Las frías orbes no se posaron en él, ningún gesto se formó en su rostro de porcelana, resopló una vez cansado por las constantes adulaciones de la persona que había elegido para la eternidad.
--Dos vampiros del nuevo mundo aferrándose a la vida de la nueva era mientras que todo lo que conocemos se pudre lentamente y desaparece. En verdad es triste.
Pero para el poseedor de una canela mirada eso tenía otra perspectiva.
--Mientras estés a mi lado que me importa si se pudre este planeta de ignorantes. Tampoco debería importarte, lo único que yo haría es disfrutar y nada más. --lamió el lóbulo de su oreja y una mano se coló entre su camisa, así comenzó a besarle el cuello marfilado.-- Somos los dueños de este mundo y poseemos todo lo que deseamos, francamente al no tenerte a mi lado siento la horrible sensación de que no existo. ¿Qué significa morir cuando puedo vivir hasta el fin del mundo a tu lado?.
Aquello no había logrado tener ningún efecto en albino, se dejó llevar por aquel beso entrometido cargado de deseo y lujuria, sus lenguas se acariciaban en sus cavidades mientras su sabor los embriagaba. Un hilito de saliva los seguía uniendo al terminar. Para Light era de total alegría, su eternidad era como todo lo que había deseado, y lo describía en una sola y simple palabra: perfección. Pero para aquel chico de piel marfilada y ojos rasgados eso no era una relación, era un infierno porque existía un infierno, y a donde quiera que fuera, él estaba en el.
-anímate, se de un lugar que te dará energía por esta noche. Lo acabo de inaugurar.
-otro club.
-me conoces bien, échale un vistazo, no hay nada en este mundo que no posea cierta fascinación.
¿Podría sorprenderle esta vez?, solo había una forma de averiguarlo…
Era lo más cercano a un loft neoyorquino, las luces moderadamente iluminaban el sitio haciendo percibir a los asistidos un ambiente clandestino, sobre las escasas ventanas colgaban cortinas negras, una banda de rock en vivo sonaba en ese momento, se notaba que desde muy temprano el habiente había comenzado, gente joven amontonada, alcohol barato y luces rojas. No era un lugar “para pasar el rato”, era un lugar a donde uno iba a reventarse con todo.
Eso era diferente a lo que estaba acostumbrado, el ruido excesivo, el sudor y todas esas desenfrenadas hormonas lo estaban incomodando. El no era un hombre muy sociable, había querido asistir solo para distraerse un poco; su amante no se apartaba de él ni un instante y veía todo sin importarle, nada de eso tenía sentido para él.
-¿no te parece un buen sitio?-Yagami alzó la voz por el ruido, recibiendo una mirada carente de emoción y de golpe el humo del cigarro en su cara cuando su amado lo expulsó. El castaño solo sonrió de medio lado y un casto beso depositó en los deseables de su señor.
Otra noche que pasaría igual, sin ninguna novedad, seguramente cuando regresaran a la mansión volvería a poseer a su celosa pareja con salvajismo, con desesperación, marcando nuevamente su cuerpo como su propiedad y hacerlo llegar al placer, ya ni eso le daba a su vida algo de emoción, solo deseaba que esa noche acabara sin penas ni glorias.
Dos bellas chicas se acercaron con la esperanza de comenzar una relación con esos dos perfectos ejemplares de hombre, una rubia algo baja, coqueta y muy animada se pegó como un adhesivo al castaño mientras que una pelinegra elegante y calmada se sentaba al lado del otro.
Ambos chicos se miraron cómplices y se sonrieron con maldad, Light coqueteo con la rubia poniendo todo su encanto en la charla, de paso esperaba provocar a su pareja, había sido muy fácil hipnotizarla con su belleza y efecto sobrenatural. Primero comenzó mordiendo su muñeca hasta hacerla sangrar, lentamente comenzó a degustarse con el caliente líquido vital y la chica con mirada perdida gemía en placer.
La dama de cabellos oscuros no había tenido un destino diferente, bajo aquel hechizo había caído ya, los colmillos del vampiro se afilaron hacia el cuello de la chica que le sonreía tontamente esperando su muerte, él solo quería hundirse en el sabor y placer de arrebatar una vida insignificante, en saber que había acabado con una peste mas del planeta, de burlarse de Dios en su cara por haberle arrebatado un alma mas de su lado, por que todos los que morían en sus manos solo tenían un lugar a donde ir: el infierno.
Estaba ahí por no tener emociones tanto en su persona como en la vida que llevaba, y que si era el vampiro principal, y que si condenado tenía que estar, se dio cuenta de que a pesar de tenerlo todo, no tenía nada.
Quería en ese momento perderse en el sabor exquisito de la sangre pensando que tal ves no debería ser tan duro con su pareja, podría intentar amarlo de nuevo, como la primera vez que lo convirtió, como la primera vez que lo amó.
Pero antes que sus colmillos se clavaran en la delicada piel algo llamó por completo su atención.
Fue como si miles de rayos estremecieran su cuerpo, toda su atención se había concentrado en un solo sujeto, soltó a la dama lentamente y apoyó sus codos sobre la mesa analizando a su atrayente.
Cabellos como el fuego, una figura envidiable, piel tan blanca que podía competir con la suya solo que esta se veía más radiante y suave al tacto, unos ojos esmeralda irresistibles y aquellos labios tan bien formados lo invitaban al deseo, no lo ocultaría ante nadie, deseaba tener a ese chico solo para él y lo deseaba ahora. Era como si estuviera solo en el limite del mundo tan distante del bullicio del lugar pero tan cerca de aquel desconocido chaval.
Algo interesante.
Light miró el cambio de gesto de su amante con total desaprobación, lo que él había deseado provocar, alguien mas lo había logrado y eso solo significaba solo una cosa: que alguien pronto moriría en sus manos sin misericordia.
Pero el despistado chico no se daba cuenta de las acosadoras miradas, una fulminante y otr interesada, continuaba su llegada como si nada- ¡Matt!-al parecer no estaba solo- perro es por aquí. –un agresivo rubio le dio una severa orden y depositó un vertiginoso beso al llamarle; vestía con una chamarra de cuero, pantalones ajustados, botas góticas y una cruz colgaba de su cuello.
-mm..-se enrollo un mechón de su descoloridos cabellos con su mano derecha-después de todo no fue mala idea venir.-sus ojos brillaron carmesí y chispeantes, aquella sonrisa macabra significaba uno mas de los caprichos del vampiro principal.
-Near-lo llamó su amante sin éxito.
Yagami su vista nunca apartó de su dueño y lo que observó no le gustó. Al parecer comenzaría un juego muy peligroso, pero el amaba a ese insensible albino mas que a su eternidad por lo que no permitiría que nadie se lo arrebatara, ¡nadie!, eso incluía a ese pelirrojo inoportuno, así tuviera que ir en contra de los deseos de su amado, no se permitiría perder, no a él, controlo toda su ira para no irlo a desaparecer en ese instante, no , ya habría una oportunidad y eso lo podía asegurar.
Mientras tanto Near miraba como la recién llegada pareja se besaba, disfrutaban del ambiente y convivían con la gente, sus ojos rojos y mente observadora se grababan cada movimiento del pelirrojo colocando esa información en un lugar muy especial en sus ilusiones, toda la noche había sido mas o menos asi, no rechazó las atenciones del castaño pero a la vez estaba pendiente de su pronta adquisición, pero primero tenía que deshacerse de los estorbos y sus ojos penetraron en la figura del rubio.
-¡ah!.- el rubio miró hacia donde una mirada lo había asechado pero al voltearse no había encontrado a nadie en esa dirección.
-¿te pasa algo Mello?.
Encendió un cigarrillo y le dio un sorbo- no fue nada, sentí un pellizco en la nuca, nada importante.
-si tu lo dices- también prendió uno. Lo que ese chico oji vede no sabía era que se había convertido en la presa de su peor pesadilla, que lo haría llorar, gemir y pertenecerle por el resto de su vida o hasta la eternidad y al amor de su vida perdería.
La música seguía tocando y la gente se estaba divirtiendo incluyendo a los dos presente que al parecer sería la última vez que pasarían juntos, por que habían pecado, cual fue su pecado que haber atraído la atención del sanguinario y cruel vampiro mas poderoso de todo el mundo ocultado bajo esa apariencia inocente e indiferente. Ahora sus vidas se veían enredadas en ese triángulo amoroso, donde lo único que se balanceaba desfavorablemente sobre un delgado hilo de destino era la fuerza e integridad de su amor, porque a partir de ese momento varias pruebas los perseguirían en el nuevo e injusto juego del vampiro que obtenía todo lo que se proponía con estrategia y donde perder no era una opción.
-Vayamos a preparar la llegada de un nuevo integrante a la familia de la noche Light. Esto se pondrá interesante.
Fin