Mis colmillos en tu cuello
Hay muchas historias sobre vampiros, hombres lobos, banshee, hadas. Desde el principio de los tiempos existían estas historias que sirven como advertencia, enseñanza y sobre todo para decir que no somos solo animales y seres humanos lo que habitan en esta tierra, unos escogen ignorar esos cuentos, otros investigan sobre ellos para protegerse, pero a veces para tener contacto con ellos, tomando el riesgo a que sea uno peligroso. Pero esta historia fue al revés, como un mundo odiado por la sociedad conoció a otro, uno diferente y lleno de vida, forjando un lazo que aunque pasara los años, será eterna.
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Un chico de ojos azules estaba acostado en un sillón de su inmenso castillo, desde que se ha convertido en un vampiro ha sido monótona su ahora eterna vida, como le habían dicho, no debía salir cuando haya sol, deberá tomar sangre, pero por suerte no debía batallar ya que le daban presas para que no los atacara, cosa que no cumplía, como todo un ser No muerto
-tsk- pasó su mano por su cabello molesto
¡Como odiaba ese tipo de vida! ¡Era tan aburrida y limitada! maldecía al tipo que lo convirtió en uno, no entendía el porqué para su mala suerte no recordaba muchas cosas ni de dónde viene, el único recuerdo que tiene hasta la fecha era cuando despertó con la sorpresa de ser ahora un vampiro, ese tipo lo miraba con un brillo en los ojos, como si estuviera feliz de su cometido, le explico su situación tranquilo y sereno (como odiaba eso de ese sujeto), también recalco que ahora debía tomar sangre, antes de que dijera algo desapareció repentinamente dejándolo con muchas dudas y con un coraje. Ahora vivía en un castillo abandonado a su suerte que le pertenecía a un rey, quien murió de forma más tonta para a su parecer, se había ahogado con una espina de pescado, lo bueno es que ahora el rey tiene a alguien quien le cuide el castillo ¿no?
Ahora que tiene que tomar sangre ha conocido ciertas desventajas con el tiempo, hay mujeres con sangre que sabia horrible, cuando llegaba una con ese sabor solo las dejaba sangrar hasta morir, sería una molestia tenerla con vida ya que fue un sacrificio del pueblo al que tenia “aterrorizado”, pero siempre le daban mujeres del asco, aunque había unas de las que podía aguantar un poco el sabor pero parecía una tortura todas las semanas. Miro a la mujer que le habían entregado muerta en el suelo, hoy le había tocado sangre asquerosa, tan amarga que no aguanto ni 2 minutos para dejarla en el piso morir
Desganado se levanto de ese sillón y camino hacia la ventana para mirar la luna, que estaba escondiéndose en el cerro, pronto será de día. Suspiro derrotado y empezó a caminar hacia su habitación, ahora entendía el término “andar como un muerto” dejando a un lado su condición, sentía vacio su pecho, un vacio que ni con sangre se podía llenar, ¿Qué podía ser? Deicidio ignorar eso y entro a su cuarto, otro día para el inmortal Fushimi Saruhiko
---en el pueblo en la mañana---
La gente desde temprano ha empezado a moverse, comprar lo necesario para el día, visitar a una amiga para contar chismes, los niños salían a jugar o a la escuela, era como un día común y corriente con el cielo azul y el sol dando todo su brillo
Un chico de melena castaña rojiza salió de una casa y se fue corriendo a un lugar ya que le pidieron ayuda para ese día. Yatagarasu Misaki, conocido ya que a temprana edad ha trabajado mucho y tiene mejor rendimiento pero por ser joven también tiene sus desventajas, era muy escandaloso y muy buscapleitos, solo protegía a los más débiles de los más grandes pero por chismes y malas lenguas se ha ganado el título del chico buscapleitos que busca por donde sea una pelea, pero si lo conoces bien, te darás cuenta que solo era palabrerío de viejas
Hoy no tenía mucho que hacer, ayudo a un par de ancianos con unas cajas y se lo agradecieron con unas monedas que gasto después para comprarse un pan de una panadería que está a solo tres casas de la suya. Camino mientras disfrutaba del pan hasta que unos niños se le quedaron viendo a lo que compro, Yata entendía esa mirada, era de hambre, no era como los demás que solo los ahuyentaban como si fueran perros callejeros, partió en dos y se los dio a los niños que con un pequeño “gracias” disfrutaron el pan recién salido del horno
Camino un poco mas sintiéndose bien por hacer una buena acción por los pequeños hasta que se acordó que día es hoy, empezó a correr hacia un bar y de un portazo abrió la puerta llamando la atención del dueño
-¡hola Kusanagi-san!-grito emocionado el chico mientras se acercaba al nombrado
-malcriado te he dicho que no entres de esa manera- grito un hombre quien estaba limpiando unos vaso mientras lo regañaba por el portazo
Kusanagi Izumo, es el dueño del bar e increíblemente este era el único lugar en donde podías comer y tomar mientras disfrutabas del ambiente alegre que se daba todas las noches
-¿llego Mikoto-san?- el chico miro por todos lados buscando a una persona en especial
-¿acaso quieres que sea tu padre Yata-chan?-dijo con burla mientras dejaba el vaso para limpiar otro
-no es eso- lo miro con un sonrojo, odiaba que lo trataran como un niño- quiero escuchar sus historias, además dijo que iba a venir hoy- dijo con un puchero molesto
Como si fuera un conjuro entro un apuesto hombre de melena roja con unos jóvenes quienes entraron gritando de alegría y llamo la atención de Yata y de Kusanagi, llego HOMRA
-¡Mikoto-san!-el chico corrió hacia él con suma alegría quedando enfrente de él con un brillo en sus ojos
-hola. . .Yatagarasu- acaricio la cabeza del niño con cariño, desde hace tiempo lo conoció y claro que era un chico escandaloso, pero de buen corazón
-¿Cómo le ha ido con la caza?- dijo emocionado mientras recibía el cariño del cazador
-fue un simple asesino, nos quito mucho el tiempo- dijo aburrido mientras se fue a una silla del bar y se sentó dando un suspiro sonoro- vaya que fue tan demente para hacernos pensar que era un vampiro-
Souh Mikoto, es un reconocido cazador de vampiros y admirado por muchos, logro hacer un grupo de cazadores al paso del tiempo y no era fácil entrar, tenias que tener una cualidad especial para poder entrar. Antes era solo un simple hombre común y corriente, con sueños para el futuro e ilusiones, pero nadie sabía a ciencia cierta porque de la noche a la mañana decidió ser un cazador de vampiros, muchos dicen porque vio a su familia morir frente de sus ojos y por rabia decidió enfrentarse contra los No muertos, otro dicen que había una persona del cual se enamoro pero resulto ser un vampiro e intento asesinarlo y como venganza se volvió un cazador en busca de este, era muchas historias tratando de explicar el porqué ha hecho HOMRA
-¿enserio?- dijo impactado Yata sentándose junto a su héroe- entonces no existe tal vampiro-
-todavía hay rumores así que iré investigar en la noche- se estiro cansado por la misión
-¿puedo ir contigo?- hablo emocionado Yata, pensaba que era hora de demostrarle que podía hacer
-es muy peligroso Yatagarasu- aun con voz neutra le aclaro que no
-pero puedo, tengo 19 años y se defenderme- trato de convencerlo, tenía fuerza, podía con cosas pesadas ¿Qué necesitaba?
-Yata-chan es muy diferente ir por un vampiro que por uno mortal, además esos atacan en las noches y son como una caja de sorpresa- hablo Kusanagi dejando el vaso y uniéndose a la plática de los dos
-eso lo sé, por eso quiero unirme a ustedes, quiero que este pueblo y otros sean libres de esos malditos seres, hay uno aquí y siempre le dan mujeres para que no mate a los demás ¡pero aun así hay muertos!-
-... ¿al menos sabes cómo matar a uno?- Mikoto lo miro serio, esperando una respuesta del chico quien se tenso por la mirada
-yo... con ajos-
-hay más cosas para asesinar a uno, los ajos solo es para ahuyentarlos, no los mata-
-...- se quedo callado, solo sabía de eso
-lo lamento Yatagarasu, pero no vas a venir con nosotros, es peligroso para sí sabiendo que solo conoces los ajos- sentencio tranquilo mirando a otro lugar, en donde estaba el grupo quien hablaba de cosas sin sentido
Yata con la cabeza abajo salió del bar sin mirar atrás, sintiéndose completamente inútil y tonto, Kusanagi miro por donde salió con un poco de lastima
-fue un poco cruel Mikoto- dijo el rubio quien se fue a la barra algo preocupado por el chico
- lo sé pero todavía le falta mucho que aprender, si va contra él será el primero en caer y no quiero eso, no quiero más muertos…-
---en la calle---
Yatagarasu empezó a caminar sin mucho ánimo por las calles, se dio cuenta que empezaba a atardecer, será mejor que caminara hacia su casa, aunque sabía que nadie lo esperaba ahí. Desde que sus padres fueron asesinados por un vampiro, no apareció un familiar ni nadie que quería hacerse cargo de él, empezó a vivir solo, empezar a trabajar y dejar la escuela para poder existir, esos tiempos arduos de trabajo dieron frutos, podía vivir solo pero siempre cuando llegaba a su morada, le recordaba que estaba solo
Giro a una esquina para tomar el camino a su casa hasta que escucho un grito, por reflejo corrió hacia donde escucho el grito, empezó a buscar con la mirada a una persona que pareciera que está en problemas, no era de los que huían, no alguien quien ignorara los gritos de ayuda
-¡auxilio!-
El grito se volvía mas fuerte cada vez que se acercaba, se dirigió hacia una dirección, llego a una dirección encontrándose con una pared, un callejón sin salida
-quizás... fue en otro lado...- tratando de no perder tiempo corrió por donde vino cuando
BAAM
Sintió una fuerza sobre humana que lo aventó devuelta al callejón y que agarraban el cuello y de un brazo
-no creí que cayera un mortal tan fácil- esa voz, que antes sonaba aguda empezó a volverse áspera y tétrica, hablo orgulloso de su cometido llamándole la atención
Abrió con dificultad los ojos por el golpe y vio a un sujeto vestido como un viejo de la alta sociedad pero estaba totalmente pálido y sus ojos eran amarillos, su sonrisa era macabra y se asomaban unos colmillos puntiagudos dándole un aire macabro
-tú...-su corazón empezó a latir y sintió el aire irse, con que eso era un vampiro
-sorpresa niño, de premio serás mi cena- abrió la boca mostrando unos colmillos grandes
Sus ojos se agrandaron de miedo y empezó a moverse intentando escapar del monstruo pero este lo aventó hacia unas cajas y barriles lastimándolo con un pedazo de madera
-así dejaras de molestar, no te muevas o te dolerá mucho- rio con lo ultimo para acercarse al chico jalándole el cabello cercándolo a él y empezó a acercar sus colmillos en el cuello sintiendo al otro moverse con desesperación
---con Saruhiko minutos atrás---
Vio que empezó a caer el sol para que la noche diera su lugar, lo veía desde la sombra, dio un suspiro y empezó a caminar hacia la puerta, no le gusta en verdad estar en un lugar por mucho tiempo por lo que decidió salir para tomar aire fresco, aunque no respiraba la sensación del aire frio le agradaba
-Fushimi-sama- una voz conocida hizo que se detuviera
Saruhiko miro con disgusto a su sirviente
-¿Qué quieres?- su voz sonó grave por lo molesto que estaba
-s-solo le entrego esta invitación, es de la fiesta de Weismann-sama...- la extendió hacia su señor, pero el otro lo ignoro por completo
-como sea- salió con una capa y un sombrero de copa para evitar que se notara que en verdad es un No muerto, empezó a caminar hacia el pueblo, tenía hambre por la culpa de la mujer de ayer, así que buscar presa no habría problemas, muchos se acercan a el por ser apuesto y eso es una ventaja que no dejara de usar hasta quedarse satisfecho, también se llevo su bastón que escondía una espada dentro de ella, era mejor evitar sorpresas mientras buscara comida
Camino entre la acera, no había ninguna persona que lo trajera, al contrario, empezaba a dar una cara de asco hacia todo ser que se ponían en frente, mujer o hombre no le producía las ganas de tomar su sangre, empezó a fastidiarse de la multitud y camino por donde solo había pocas personas para no poder olerlas, vaya que cada uno era más peor que el otro, al parecer debía de aceptar la basura que le daban
Escucho de repente escucho un ruido en un callejón, como una pelea, deicidio ignorarlo hasta que un olor a sangre inundó sus fosas nasales, sus ojos abrieron de sorpresa, ese olor era exquisito, en verdad olía bien, no podía evitar tapar su boca por las ganas incontrolables de probarla, era tan especial, diferente a todas. Como si fuera un imán fue directo hacia ese callejón y vio que un chico peleaba contra un vampiro, no eran como los que usualmente ve pero podía notar que ese No muerto no había tomando sangre en días, olio la sangre que venía del chico, no dejara que ese sucio inmortal tenga la sangre de ese humano, el lo tomara, tenia años que no probaba sangre decente
Se lanzo hacia el vampiro con su bastón, desfundo la espada y con un movimiento rápido corto la cabeza del No muerto, no paso ningún segundo para su cuerpo desapareciera en polvo
-pobre infeliz- movió su espada quitando los restos del vampiro y lo guardo, miro al chico quien lo veía con sorpresa y terror, Saruhiko juro que tenía un encanto especial, por los rayos de la luna podía verlo detalladamente
Sus ojos eran grandes, cabello entre castaño y naranjado, su cuerpo se veía pequeño pero se veía que trabajaba mucho, sus ropas parecían de un chico de bajos recursos pero no llegando a ser pobre, estaban desgastadas, quizás por la pelea
Vio que en su cara había una herida, en la mejilla, se acerco hacia él lentamente, ahí era donde provenía el olor
Yata quería ver su rostro pero por la falta de visión por la obscuridad y por la luna que era tapada por nubes no lograba ver a su salvador, dejo de pensar en eso cuando este se acercaba lentamente asustándolo, gateo hacia atrás hasta que la pared de madera lo detuvo
El oji azul toco su rostro haciendo que Yata saltara de sorpresa, sus manos eran frías, sentía como esa mano que estaba en su mejilla subió un poco hacia su herida, delineaba con delicadeza su cara hasta tocar la herida
-¡Yata-chan!-
-tsk- al oír una voz llamando al chico (lo supo al momento que el miro hacia otro lado) debía marcharse ahora, se levanto de golpe y corrió rápido antes de que llegara
El viento hizo que las nubes se movieran para dejar la luz de la luna tocar la tierra, lástima que el tipo desapareció antes de que la luz dejara verlo para los ojos amarillos curiosos
Unos pasos se escucharon en la entrada del callejón unas sombras se dirigían a Yata, eran Mikoto, Kusanagi y un chico llamado Bando, quienes se preocuparon al ver que el chico no llego a su casa
-Yata-chan ¿estás bien?- corrió Kusanagi hacia él y se incoó para inspeccionarlo si estaba herido, hasta que se topo con un rasguño en su rostro- debes de tener cuidado- dijo mientras tapaba la herida con un pañuelo que traía- todavía hay rumores de un vampiro-
-m-me encontré un vampiro… p-pero una persona lo derroto- dijo mientras veía a los chicos quienes después de oírlo buscaron alguna pista del No muerto
-¿una persona? ¿Quién?- Kusanagi parecía confundido, nadie aparte del grupo de Mikoto y este era cazador
-no lo sé, no lo conozco...- trato de levantarse pero un dolor en su pierna hizo que se que sentara de repente alarmando al mayor
-¿no lo conoces?- pregunto Kusanagi, Yata conocía a todo ser viviente del pueblo, eso lo hacía más raro- de seguro estas cansado Yata-chan, tal vez mañana lograras saber quién es- lo ayudo a levantarse poniéndoselo detrás de su espalda, no era tan cruel para dejarlo caminar lastimado- debemos curarte tu pie-
-s-si...- abrazo el cuello del rubio mientras recargo su frente en la espalda, la verdad si se sentía agotado por la pelea y el esfuerzo, aunque para su vergüenza no ha hecho nada
Mikoto logro ver una montana de polvo, es lo que quedo del vampiro, pensó seriamente la situación, aunque Izumo tapo la herida del chico es posible que haya más vampiros que lograron olerlo, eso era un peligro seguro para el chico
-Yatagarasu- hablo llamando la atención de todos -es muy probable que te vuelven a atacar, es posible que han olido tu sangre…- guardo unos segundos de silencio mientras cerraba sus ojos sereno, y los abrió con un brillo especial- debes defenderte de ellos a partir de ahora-
-¿eh? E-entonces...- se aferro a la espalda del rubio, no quería pensar que fuera una ilusión lo que iba a oír
- estarás en el grupo- sentencio- pero serás principiante -
Yata podría gritar de felicidad pero por ahora se sentía muy asustado y solo trago y asintió levemente, Izumo le sonrió para tranquilizarlo
-te llevare a mi casa, por ahora no es seguro que estés solo- era lo mejor, el saber que el chico corre riesgo ahora, no quería pensar que sería la última vez que lo verá con vida esta noche, era mejor que estuviera bajo su techo para sentirse más confiado y seguro
-g-gracias Kusanagi-san-
Sujetando al chico bien los cuatro salían del callejón una sombra no dejaba de ver al pequeño cargado por el adulto
Saruhiko pensó que ese chico era un verdadero imán, no dejaba de mirarlo hasta que desapareció hacia un lado desconocido para él, miro la mano que toco la sangre de la herida, lo lamio despacio para saborearlo con cuidado, ¡era un manjar delicioso! En toda su vida inmortal ha sentido la verdadera exquisitez del elixir para su especie, ese chico es único, miro por donde desapareció con una sonrisa para marcharse hacia su “hogar” aun pensando con ese chico, el sabor de la sangre no se la quitaba de la cabeza, ese aroma, esa textura, color y el aroma, tan diferente a todo tipo con el que se alimentaba
No quería ser dependiente de un humano pero al sentir la deliciosa sangre del chico su ser pedía por mas, mas al ver la mirada de sorpresa, el tocar ese cuerpo cálido y suave no podía dejarlo pasar ni debía dejarlo, estaba seguro que había otros vampiros y estos olieron su sangre, el lo probo primero, tiene el derecho de que esa sangre sea suya, pensó seriamente lo que haría desde ahora, era una oportunidad de oro, quería mas de esa sangre, cerro sus ojos pensando, a lo que después de pensar un rato, declaro una cosa al momento que abría los ojos serio
-...serás mío- cuando vino de su boca esas palabras algo en su cuerpo se removió de placer, claro, el poder probar cada día de la sangre de ese humano lo hacía más feliz, tenía un plan en mente y estaba asegurado que tendrá un festín por toda la eternidad, no sabe nada de él pero tenía un presentimiento que ese no será el único encuentro que tendrán
Regreso y camino hacia su cuarto sin mirar a nadie hasta que una voz lo detuvo
-Fushimi-sama- el mismo sirviente de hace un rato
-¿Qué?- no volteo a verlo solo estaba de pie a unos pasos de su habitación
-e-entonces… ¿aviso que si va a la fiesta?- hablo sereno, ese sirviente de nombre Akiyama nunca se doblegaba aunque sea a su amo, era serio, molesto pero muy útil
-... ¿Cuándo será?-
-en 9 días Fushimi-sama- contesto con la misma voz
-...- suspiro- está bien, avisa que iré- se rasco la cabeza molesto, aunque dijera que no ese tipo lo hará ir
-si Fushimi-sama- hizo una reverencia para desaparecer, para ser un vampiro débil era impredecible en cuando sus acciones
Sin más entro a su habitación, una grande cama para un No muerto, se acostó sintiendo la suavidad de las cobijas de seda mientras pensaba en el chico de la deliciosa sangre, aun faltaba para el día, pero se sentía en un sueño sin fin
-…quiero conocer más de ti…-
---con Yata---
Kusanagi lo dejo en la habitación para huéspedes, lo deposito con cuidado en la cama y después reviso el pie, no tenia herida, pensó que se torció, busco un botiquín de primeros auxilios que siempre estaba en su casa, sabia de medicina aunque sabía lo básico pero fue lo suficientemente bueno para ponerle una pomada y vendarlo con firmeza para evitar movimientos bruscos
-Kusanagi-san, gracias. . .- agacho la mirada el oji amarillo, estaba apenado el que sea ahora ayudado, nadie que fuera Kusanagi le ha tendido la mano innumerables veces
-no te apures Yata-chan estas de suerte de que te salvaron- le palmeo la cabeza tranquilizándolo estaba hincado enfrente de el
-si…- también debía agradecer a Mikoto y al otro por ir por él, no deseaba saber qué hubiera pasado a no ser por el tipo misterioso que acabo con ese vampiro
-descansa- se levanto- mañana será un día ajetreado, esperamos que tu pie este bien para la mañana- le dijo animado para que dejara pensar en cosas negativas, lo conocía tan bien y cuando estaba pensando de esa manera era que estaba pensando en el “¿y si?”
-¡…! A-ah, sí- se sonrojo al ser descubierto por el mayor
Se fue de la habitación para que Yata se recostara en la cama pensando en el tipo que lo salvo por un buen rato, supuso que era de media noche porque sus ojos empezaban a cerrarse por lo cual destapo la cama para poder acomodarse para dormir
-¿Quién es él?- aun con esa duda apago la vela que tenía en el cuarto y cerro sus ojos para dormirse en un instante, aun sentía el tacto del sujeto desconocido por su mejilla, debía de encontrarlo y agradecerle