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Destinado a Otro por Zapphire Inzpiration

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Notas del capitulo:

Es mi primer Fic... espero les guste ^^

En este fic utilizaré Heenim o Heechul para referirme del petalito hermoso de Heechul

En el capitulo se muestra a un Heechul escapando.. no se sabe de que, pero está escapando

PRÓLOGO

Los largos años de guerras entre los diferentes clanes quedaron en el olvido cuando el Clan Kim fue elegido para unificar a los demás clanes, pero tras un largo y glorioso gobierno por los líderes del clan Kim, el príncipe Kim Junsu fue asesinado en circunstancias extrañas. 

Con la muerte del príncipe, todo por lo que habían luchado sus antecesores fue destruido. Sin embargo, para el Clan Kim, la muerte de su líder fue mucho más terrible, porque con él todo el clan fue mermado en su totalidad. 

Aunque algunos suelen afirmar, que el Clan Kim aún persiste, que los herederos del clan Kim lograron sobrevivir a la masacre y aún se hallan con vida pero escondidos de aquellos que quieren su exterminio total. 

Tan pequeños e inocentes pero sus destinos ya se hallaban marcados, a favor de continuar con la paz. Cada gemelo estaría comprometido con los próximos líderes de los clanes más poderosos: Los Choi y los Jung. 

Sin embargo, tras la erradicación de los Kim, todos clanes pugnaron por el poder. Los Choi y los Jung dieron muestra de su poderío y tras incontables luchas, el Clan Choi se alzó como el único vencedor. Para no crear más conflicto, decidieron adoptar las normas que habían dejado los Kim pero los Jung, aunque derrotados nunca se cedieron ante la idea de dejarse mandar por otros y cada vez que tuvieron la oportunidad armaron enfrentamientos. 

Por ello el clan Jung fue exiliado, y con ayuda de otros pueblos exiliados se hicieron fuertes y fueron la oposición para la paz. 

El Rey Choi se encargó personalmente de defender la paz y aquello le costó la vida ante el líder del Clan Jung. La muerte del Rey Choi, fue otra amenaza contra la paz, pero su hijo Siwon, asumió el trono y manejó al reino con mano firme, lo cual le valió que los demás clanes confiaran en su capacidad de liderazgo. 

Sin embargo, lo que no sabían es que tras esa calmada facha del príncipe se escondía un terrible secreto que no solo le podría costar al reino la paz que tanto anhelaba. Si no que su propia raza podría perecer si él dejaba de existir. Era el constante temor del príncipe y no lo dejaba tranquilo, aún si encontrara a su prometido, él no podría… 

Para los Jung aquello significaría una gran oportunidad de lograr lo que tanto anhelaron, obtener el poder completo sobre las demás razas.

Un pacto, un error, y una profecía podrían ser capaces de culminar la guerra por el poder solo si se jugaban muy bien las cartas.

 

 

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CAPITULO UNO

|Dos horas antes de la cita|

Hangeng miró a todos lados antes de entrar al callejón y se fijó si la persona que estaba esperando había llegado. 

-Al parecer aún no- dijo Hangeng un poco aliviado, pero eso no disminuyó su ansiedad. Si Jay veía a Heechul todo estaba perdido, y él pagaría muy caro las consecuencias de haber fallado en su misión. –Por favor, que Jay no se haya dado cuenta- rogó Hangeng internamente. 

-¿Qué tal mi buen amigo?- dijo Jay mientras se acercaba y estrechaba entre sus brazos al más fiel de sus pupilos. -¿Qué novedades tienes para mí?

Hangeng trató de parecer imperturbable ante su mentor pero al parecer no lo hizo tan bien porque Jay le susurró palabras que hicieron que el corazón de Hangeng se detuviera. 

-Eras el más perfecto de todos, que mal que dejes que calor de la pasión nuble tu buen juicio. – dijo Jay mientras le daba un golpe en el estómago a Hangeng y este caía arrodillado tratando de recuperar el aire que el golpe le había robado. – Llámalo cariño, o simple egoísmo por no perder a mi mejor pupilo, pero te daré una última oportunidad. 

Hangeng se levantó y se enfrentó cara a cara con Jay. 

-Hagamos de cuenta que nada ha pasado, haz como si recién lo hubiéramos encontrado. Ya sabes que hacer- sentenció Jay Park mientras se daba vuelta para marcharse. 

Hangeng se miró las manos y luego negó con la cabeza, tratando de no procesar las palabras que su mentor y mejor amigo había dicho. 

-Lo siento, yo no puedo. – dijo Hangeng mientras una lágrima amenazaba caer.

-¡Hangeng, no seas un idiota! – dijo Jay molesto con su pupilo

-¡No! ¡No lo haré!

-¡No seas un completo descerebrado!

-¡Yo lo amo! En serio, y-yo lo amo – dijo Hangeng sabiendo que aquellas palabras no servirían de nada para retractar la orden de Jay y que solo declararían la sentencia de muerte de uno de los dos. 

- Idiota – dijo Jay mientras golpeaba a Hangeng una y otra vez sin piedad - ¡Sabias muy bien que no debías enamorarte!– dijo Jay mientras cogía por el cuello de la camisa a Hangeng y lo empujaba a varios metros lejos de él. 

-Pero estoy seguro que no es él a quien buscábamos – Hangeng dijo tratando de engañar desesperadamente a Jay, porque si Hangeng se negaba a llevar a cabo la misión Jay con toda la determinación del mundo lo haría. 

-No intentes engañarme, Hangeng. ¿Te olvidas quién soy? ¡Yo sé que tu novio es Heechul! – de pronto los ojos de Jay se tornaron de un color violeta oscuro.

-Te estoy diciendo que no es él, estás equivocándote, por eso no quise contarte, sabía que ibas a pensar que Heenim era Heechul y…

-¡Cállate Hangeng! Ya que no tienes las agallas de hacerlo, yo mismo me encargaré de Heechul

-Noooo, ¡no puedes! – dijo Hangeng embistiendo a Jay y colocando sus manos alrededor del cuello de Jay intentando asfixiarlo.

-En serio, que pena me das. Tantos años de amistad, echados a la basura por una persona que ya está muerta – dijo Jay mientras su mirada iba oscureciéndose más. 

-¡No me obligues a matarte! – gritó Hangeng mientras sacaba de entre su saco una daga, la misma daga con la cual debía matar de Heechul y así cumplir su misión para la cual había sido contratado.

-¿Lo harás? – Jay lo miró incrédulo- ¿Matarás a la persona que te acogió como un padre? ¿A la que te salvó varias veces tu miserable vida? –Jay miró a Hangeng y luego le escupió en el rostro- Será como tú lo has decidido. Yo solo cumplo órdenes y sabes que tus posibilidades son nulas contra mi.- sentenció Jay mientras en un ágil movimiento se lanzaba contra Hangeng. 

Ambos hombres sabían que ahora no había marcha atrás, uno de los dos moriría, si es que los dos no morían en el intento. 

|Tres horas después de la cita|

Heenim miraba a todos lados, mientras corría desesperado por la calles aferrándose inútilmente a una daga ensangrentada y a la idea de que pronto con ayuda de su tío Onew le encontraría sentido a las cosas de las que se había enterado. 

Hace tan solo unos segundos Onew se había presentado ante él, y por primera vez el rostro que le parecía tan familiar le mostró una faceta desconocida y con una frialdad que nunca había visto en el rostro de su tío, este le pidió que se dirigiera a la antigua casa que utilizaban para vacacionar cuando él y Donghae era pequeños. 

¿Cómo era posible que su vida cambiara en fracciones de segundos?

Heenim negó con la cabeza, tal vez era una terrible pesadilla. Era imposible que todo lo que estaba viviendo fuera real. Anhelaba fervientemente, que todo fuera una broma de mal gusto por su cumpleaños. 

No podía ser cierto que Hangeng estuviera muerto y mucho menos de que él no se llamara Heenim sino Heechul. 

| 9:00 pm – Hora de la Cita |

Heenim caminaba sonriente observando todo a su alrededor, hoy sin duda era el día perfecto. ¿Acaso era porque era su cumpleaños? ¿Día perfecto, cumpleañero perfecto? 

-Tal vez- dijo Heenim con su cantarina voz. – Que modesto soy, sin duda hoy es el día más maravilloso de toda la historia maravilloso ¿Por qué? Obvio, es mi cumpleaños y tengo todo lo que puedo desear: tengo una familia maravillosa, un novio espléndido, un trabajo de ensueño y sobre todo cumplen con todo lo que quiero- Heenim guardó un breve momento de silencio y luego agregó- Claro, a cambio de parte de mi libertad –por alguna extraña razón, sus tíos y todas las personas de su alrededor lo vigilaban y lo sobreprotegían de una manera irracional y que sacaba de casillas a Heenim. -¿Por qué me sobreprotegen mucho?- lanzó la pregunta al aire con un tono de tristeza que luego fue sustituido por un tono más optimista- Pero todo cambiará hoy día, después de tanto esperar, por fin soy mayor de edad.

Heenim esbozó una sonrisa en su rostro y comenzó a recordar sus múltiples cumpleaños que su tía Luna le había organizado. Y tal como todos esos años, su vigésimo primer cumpleaños, no había sido la excepción. Su tía Luna se había asegurado de que la fiesta fuera la más bonita de todo el clan, aunque iba a ser un poco extraña al final, ya que después de la fiesta, Onew y Luna debían discutir algo importante con él. Pero decidió escaparse a mitad de la fiesta para poder encontrase con su novio, el cual a pesar de contar con la aprobación de su familia, no era permitido entrar a casa. 

-Bueno si no quieren que lo lleve a casa, no tendrán ninguna razón para molestarse por escaparme un rato de mi fiesta para pasar tiempo de pareja con mi novio. – dijo Heenim mientras practicaba su mejor sonrisa de sorpresa para cuando viera el regalo que Hangeng le había comprado por su vigésimo primer cumpleaños. 

Heenim sonrió de una desbordante felicidad al ver el parque en el cual se había encontrado por primera vez con Hangeng y al cual utilizaban para sus demás citas, si no hubiera sido por aquel lugar jamás hubiera conocido al amor de su vida. 

Heenim miró su reloj y luego miró la banca donde Hangeng solía esperarlo. 

-¿Habré llegado muy temprano? ¿Me habré equivocado de hora?

Bueno, al parecer había llegado temprano, pues Hee no veía a Hangeng, lo cual era muy extraño pues Hangeng siempre avisaba e informaba si iba a llegar un poco retrasado, pero generalmente Heenim tenía la loca manía de llegar tarde. 

-Bueno lo mejor es no alarmarme, tal vez tuvo algún contratiempo, y no hay nada mejor que esperar mientras como un cupcake de fresa con una deliciosa taza del mejor café. - En realidad aunque Heenim no quisiera aceptarlo, estaba nervioso e intranquilo y la mejor manera de tranquilizarse era a través de la comida, y si subía de peso, culparía a Hangeng e idearía la manera de torturarlo.

Heenim salió de la cafetería con su cupcake en mano como un niño travieso. Ya había bebido su café, y se dirigía a esperar a Hangeng, pero antes de eso se detuvo a comprar una revista de modas. 

Estaba tan solo a una cuadra de la tienda de revistas cuando un ruido en el callejón llamó su atención, sabía que no debía merodear por ahí, que tal vez hubiera algún drogadicto o un perro rabioso, pero pudo más su curiosidad. 

-Vamos Heenim, no seas cobarde y vamos a echar una ojeadita. 

Heenim soltó su cupcake al piso, al instante en el que fijó su mirada en un tipo totalmente mal herido que estaba en el piso y en medio de un charco de sangre. 

-H-Han…Hangeng ¡Hangeng!- Heenim gritó frenético totalmente aterrado de ver a su novio tirado en el piso, totalmente pálido y con una daga en el corazón. Lo sostuvo entre sus brazos y sacó su celular para llamar a una ambulancia, y luego le entró un poco de miedo cuando vio una sombra moverse a unos pocos metros, pero luego su atención fue captada por Hangeng.

- Es muy tarde Heenim, ya no hay nada que hacer –dijo Hangeng mostrándole una sonrisa- no te preocupes por mí, voy a estar bien. 

-Hannie- dijo Heenim con lágrimas en sus ojos

-Tengo algo para ti, Hee- Hangeng llevó la mano de Heenim sobre su bolsillo, y Heenim rápidamente sacó una cajita. –Ábrelo- Heenim obedeció la petición de Hangeng y quedó sorprendido al ver un anillo antiguo pero elegante. – Hoy tenía planeado pedirte matrimonio, lamento no poder hacerlo Heenim. – dijo Hangeng mientras sacaba el anillo y le colocaba en el dedo anular a Heenim - Quiero que lo conserves, muy pronto te darás cuenta lo especial que es, asi como lo eres tú– dijo Hangeng mientras miraba a Heenim a los ojos.

-Hannie, silencio, no gastes tus fuerzas, no te despidas porque aún debo torturarte por hacerme esperar mucho, después de eso, si quieres muérete -dijo Heenim tratando de aparentar molestia, pero Hangeng solo pudo sonreír. Hangeng conocía perfectamente a Heenim, solo él era capaz de comprender todas las actitudes y palabras del joven. 

-H-hee, H-heechul -dijo Hangeng, mientras vomitaba sangre- t-toma la daga, llévatela

-Hangeng babbo, soy Heenim, tu Heenim– dijo Heenim mientras gruesas lágrimas surcaban su rostro- Por favor ya no te esfuerces, déjame que te lleve al hospital, ahí te van a curar, los médicos sabrán que hacer para…

Hangeng negó con la cabeza

-Heenim, ese no es tu verdadero nombre- dijo Hangeng en un suave susurro, Heechul se vio obligado a acercarse más a Hangeng para escuchar sus palabras- Tú, mi querido, eres Kim Heechul, no eres un Lee. Recuérdalo.

-H-han… 

-Te amaré por siempre Heechul

Con esas últimas palabras Hangeng dejó escapar su último aliento y en brazos de un aturdido Heenim su vida se extinguió.

Notas finales:

Oww pobre Hannie y pobre Hee :(  

¿Qué es lo que pasó??? Bueno esto lo sabrán en el capitulo 04 ^^

Siguiente capitulo el Jongkey y Jaejoong ^^

Espero que les haya gustado.. si les gustó porfavor dejenme un Review.. please 

 

*Re-editado*


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