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El mundo de KyuHyun por A Quick Kiss

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Notas del fanfic:

Este fanfic va dedicado a nuestra hermosa Na Na escritora de "El diario del principe" 

De parte de YuleSaku. 

 

Te queremos mucho pequeña :) 

-Adiós profesor- dijo un estudiante sonriente mientras me enseñaba la mano.

-Nos vemos- dije subiendo a mi auto negro.

Conduje como siempre hasta mi casa en los suburbios, lejos de la bulliciosa ciudad. La misma sintonía de radio, 105.9 F.M. Buena música.

Dejé mi carro en el estacionamiento del suburbio y llegué a mi casa, avenida SunHo y 5 de Mayo. Saludé al señor Cho y abrí la puerta de mi casa. Coloqué las llaves en el llavero que tenía del grupo Davichi, fui por un poco de cola SevenUp y una funda de Doritos.

Tenía buena vida, no me quejaba. No estaba casado ni nada de eso, nunca me gustó no ser libre, vivía en un lugar fresco y sin ruido. Mis tortugas y nada más, la radio y el refrigerador., la única compañía que tenía.

Terminé de ver las noticias y subí a mi cuarto, tal vez para crear nuevas partituras que necesitaría para la función de verano. La melodiosa música se mesclaba con mis dedos y la suave brisa del árbol que conectaba con la ventana de la casa Cho.

Sentí que alguien me observaba, no me sentí extraño y mi curiosidad se incrementó. Alejé la cabeza de mis manos y dirigí mi vista hacia la ventana. Era el hijo de la familia Cho.

-Hola muchacho- dije colándome en la ventana para verlo mejor.

Supuse que se asustó porque enseguida corrió y salió del panorama, no lo entendía pero eso siempre pasaba, sabía que el hijo del señor Cho tenía dificultades para socializar con personas pero lo que pasaba conmigo era demasiado…explosivo, suponiendo que yo era el único a que KyuHyun miraba desde la ventana.

Torcí mi gesto y fui a mi cama para dormir un poco, di de comer a mis tortugas y me acosté.

No sé cuánto dormí pero me desperté asustado debido a un fuerte estruendo de la casa de enfrente, me levanté demasiado asustado que intenté prender la lámpara de mi buró.

-Al parecer no hay luz- dije revisando la bombilla.

También estaba lloviendo muy fuerte, después del gran estruendo que oí siguieron gritos y más gritos, otro estruendo sonó y yo no pude evitar bajar a toda prisa.

Abrí el armario de al lado de mi puerta y me coloqué el impermeable. No sé si fue por protección o porque quería que algo interesante me pasara.

Fui hasta la casa de al lado y golpeé, nadie me respondió pero al intentar golpear de nuevo la puerta se abrió por la fuerza de mi puño, entré cuidadosamente pero ya todo estaba en silencio.

-¿Señora Cho?- pregunté atravesando la sala.

Todo estaba destruido, las cosas botadas en el suelo, el televisor roto incluyendo la lámpara. Se habían llevado unas cosas de la pequeña jardinería del señor Cho, supuse que había sido un robo. Entré a la cocina y deseé no haberlo hecho.

Los dos esposos yacían en el piso, desangrados y muertos…

La señora Cho se encontraba con sangre en el pecho y sus manos con cortaduras, el señor Cho tenía una clara bala en la cabeza.

Me tambaleé un poco, ya que después de todo, esos eran los primeros cuerpos muertos que había visto. Un dolor me atravesó al pecho al pensar en que iba a pasar con su hijo.

-Kyu…KyuHyun- susurré pensando en el muchacho, corrí de lo más rápido que mis pies me permitieron. Casi caigo con algo, era la regadera de la señora Cho.

Lo pude observar, en una esquina de la cocina, abrazando sus piernas. Con sangre en las manos y cara, parecía en estado en shock (B2ST XD) Me miraba con terror.

Caminé lentamente a él pues de tantas experiencias que me había contado la señora Cho sabía que tenía que hacer para acercármele y no crear un caos cuando lo haga.

-¿Es…Estás bien?- dije colocando mi mano suavemente en su hombro.

El muchacho se separó rápidamente de mí rascando su brazo tocado mientras que con la otra abrazaba su pie. Pude divisar la sangre en este, tal vez lo habían lastimado.

-Soy…soy tu vecino de al lado, ¿recuerdas?- dije lo más calmado posible.

-Pa…padres… ¿Estar bien?- dijo para sí mirando, lo supe porque ni siquiera me miró-. Están bien.

Y rompió en llanto, lloraba tan fuerte que no sabía qué hacer. Intenté tocarlo otra vez pero me golpeó en la pantorrilla y salió corriendo hacia una dirección de la casa, supuse que sería su cuarto ya que de ahí no salía.

Me sequé las gotas de agua y busqué el teléfono de la casa, marqué el 911 pues era una emergencia verdadera, el muchacho si golpeaba duro.

Esperé afuera de la casa pues me iba a traer malos recuerdos ver los cuerpos así. Estaba desesperado ya que después de todo KyuHyun estaba herido.

-¿Usted es el señor Cho?- preguntó la rescatista con una libreta en mano, la lluvia había cesado.

-No, yo solo soy…era su vecino- dije bajando la cabeza-. Oí unos gritos y quería saber que pasaba. ¿Está bien el muchacho?

-Recién estamos revisando la escena del crimen, espere un poco. Dígame  cuántos años tenía el señor y la señora Cho- preguntó como si nada.

-Pues creo que los dos tenían 50, y su hijo 24- dije preocupado.

-Gracias- y salió del panorama adentrándose a la casa con otros rescatistas más.

No quería irme de ahí, no hasta que me dijeran que pasaría con KyuHyun pues hasta donde yo sabía  no tenía a nadie más en la vida que a sus padres, los únicos que le entendían.

Minutos pasaban y me desesperación se incrementaba, ellos hablaban y hablaban sobre especulaciones sobre quien había sido, cómo nuestras casas estaban a lo lejos ninguno de los otros vecinos se habían enterado, escuchaban que era mejor no decir nada debido al miedo de la gente pues en ese entonces había bastantes asesinatos.

-¿Sigue aquí?- dijo la misma rescatista que me preguntó esas cosas.

Me levanté de una de las sillas de verano para el porche y caminé hacia ella.

-Ya se puede ir, no le acusan de nada.

-Sí, ¿pero ya saben que pasará con el chico?- dije preocupado.

-Lo llevaremos al hospital para que le curen la herida de su pie, después lo trasladaremos al orfanato del condado de Seúl- respondió en tono frío.

-¿A un orfanato?- asintió-. Pero si ese orfanato tiene fama de un muy mal lugar.

-Mire, no me interesa lo que haya leído en los periódicos ni lo que haya por allá, nosotros solo hacemos nuestro trabajo, ahora si me disculpa tenemos más cosas que hacer.

Y caminó en dirección al camión de emergencias, después de segundos los paramédicos trajeron el cuerpo de KyuHyun, éste se movía histéricamente para soltarse de los grandulones e impacientes  enfermeros. Me quedó mirando con cara de terror, como si quisiera decirme que no lo dejara. Pegó un grito muy fuerte y logró soltarse, uno de los paramédicos, (supuse que harto) cogió una jeringa muy grande y se la enterró en el cuello de KyuHyun.

No molestó más porque se desmayó en el césped.

No soporté verlo así, mi desesperación fue tan grande que cogí de los hombros a aquella rescatista y le imploré que dejaran de hacerle eso (meter jeringas en su cuerpo).

-Es parte de la transacción, si no hacemos eso lo tendremos que llevar a un loquero.

-¡¿Es que no ven que le hacen daño?!- grité desesperadamente-. Déjeme quedarme con él.

-Muy gracioso…este joven ya es propiedad del gobierno- dijo ella en una sonrisa sardónica.

-Le daré mil wons por él- dije sacando mi chequera- sé que nadie lo va a reclamar y seguramente se despertará más adelante para propinar más golpes- extendí el cheque- ¿Negocio?

Ella torció los ojos, tomó el cheque y llamó a sus enfermeros.

-Ninguna palabra de esto a nadie, fue un asesinato múltiple y sospechamos quién es.

-Está bien, yo pagaré los entierros de la preja, no se debe preocupar, usted dígame cuanto es y yo se lo doy.

-Bueno, no sé qué trama pero si me llego a enterar que le está haciendo algo malo a ese niño tendré que meterlo  a la cárcel por soborno a la policía. Le tendremos informado de todo.

 Y salió, sin reclamar, de la escena. Cargué con KyuHyun en brazos hasta mi apartamento. Seguramente despertaría pronto y eso es lo que menos quería. Lo logré colocar en “el cuarto de invitados” que nunca había sido utilizado (no soy muy sociable que digamos) junto a mi terrario de tortugas.

Solo espero a que se levante mejor.

*Al siguiente día*

Parpadee un par de veces pues sentía el sol darme de lleno en la cara. Eran casi las 7:00 a.m. Tenía que dar clases a las 9 de la mañana. Chasquee la lengua y me levanté trabajosamente de la cama.

-Tengo que comprar un nuevo foco para la cocina, también medicina para las tortugas, también…- susurré mirando al suelo.

Alcé la mirada y vi el impermeable amarillo mojado colgado en un armario.

KyuHyun

Corrí apresuradamente hasta el cuarto de invitados y lo encontré mirando fijamente a mi terrario y contando.

-1, 2, 3, 4, 5,6,…- susurraba mientras tocaba el vidrio.

-Hola- dije desde el marco de la puerta- soy yo, Kim JoonWon. Tu vecino… ¿Me recuerdas?

El alzó la mirada  y me observó fijamente. Se asustó y corrió a esconderse debajo de sus sábanas. Me acerqué a él e intenté tocarlo, gritó y salió de las sábanas, supuse que para correr.

No lo logró ya que después sintió un dolor horrible en el pie y cayó al suelo, otra vez estaba llorando. Me había olvidado completamente de su herida.

-Deja de llorar por favor- decía con desesperación-. Déjame cargarte.

Cada vez que me acercaba unos centímetros él se alejaba, después de unos minutos dejó de llorar y se puso a observar nuevamente a mis tortugas, creo que era lo único que lo tranquilizaba, se distraía mucho con ellas.

-¿Te gustan?- pregunté un tanto aliviado, él bajó su cabeza y asintió-. ¿Quieres una?

Asintió de nuevo, sonreí y fui a coger una de las miles que tenía, era de tierra incluyendo que era muy pequeña, la dejé en el piso, miró al animal y luego a mí, era como si esperara una afirmación por parte mía, asentí y KyuHyun la cogió entre sus manos.

Se encontraba jugando con la tortuga en la palma de su mano mientras yo lo colocaba suavemente en el asiento de enfrente de mi carro, le coloqué el cinturón de seguridad lentamente, no se inmutaba.

¿Tanto te gustan las tortugas, KyuHyun?

La verdad es que no fue fácil llevarlo, tuvimos complicaciones al principio pero logré ponerlo en el auto.

Llegamos al hospital y lo bajé, la gente me quedaba mirando con terror ya que cargaba a un jovencito con una tortuga en la palma de su mano y el pie sangrante.

-Buenos días- dije amablemente-. Mi hermano se acaba de caer de las escaleras y tiene una cortadura muy grande en el pie.

-Dígame su nombre y del damnificado- dijo la enfermera.

-Kim KyuHyun y Kim JoonWoon- sí, ese iba a ser su nuevo nombre.

-Está bien, lo trataremos cuanto antes, solo déjeme llevarlo a un cuarto- dijo saliendo del cubículo, cogió de la mano a KyuHyun pero éste se la quitó de inmediato.

-Discúlpeme- dije dándole la vuelta a Kyu-. KyuHyun, escúchame, ésta señorita te llevará a un doctor para que te curen el pie, necesitas dejar esa tortuga conmigo y después te la daré- dije amablemente quitándole el animal ya que ni siquiera me hacía caso.

Me miró con ojos llorosos para después llorar otra vez, no, ya estaba harto de eso.

-¿Está todo bien?- dijo la enfermera.

-Sí, es solo que le tiene miedo a las personas- exclamé tratando de que se calamara-. Llévelo no más- la enfermera cogió el brazo de Kyu mientras éste pataleaba.

-No, no, JoonWoon, no me dejes- decía agarrándome de la camisa-. Kim JoonWoon.

Y después de cómo me llamó yo también tuve que acompañarlo, tenía que protegerlo, no dejaría que le hagan daño, puso su confianza en la única persona que estaba a su lado y ese era yo. Lo veía llorar mientras le cogían algunos puntos, si es que yo no estaba ahí solo Dios sabe que podía haber pasado, tal vez ya tendría una multa que pagar por destrucción de un lugar público.

-De aquí tendrá que venir dentro de dos meses, no deje que camine mucho- se acercó a KyuHyun que estaba algo asustado mientras comía una paleta del doctor-. Tendrás que venir de nuevo para que te saquemos esos puntos y después podrás correr mucho más rápido.

Me impresionó que no gritara o algo parecido, al parecer el doctor si sabía lo que hacía.

-¿Puedo hablar con usted un momento?- me dijo posando su mano en mi espalda-. ¿Es usted su hermano o algo así?- negué con la cabeza.

-Solo soy su hermana… Usted debe saber lo que le pasa.

-KyuHyun…él no puede socializar bien. Está demasiado retraído en sí mismo. Vive en su propio mundo pero entiende muy bien lo que los demás le dicen y es muy listo. Pero su problema se ha agravado con la muerte de sus padres.

Abrí los ojos preocupado.

-¿Acaso me está diciendo que tiene autismo?- susurré.

-¿Qué? ¡No! Solo es un chico muy listo que se encuentra confundido en un nuevo mundo. Necesita crearle un lugar seguro.

Ese doctor tenía una aura que me encantaba, tranquilizaba y animaba.

-¿Me está diciendo que tengo que hacerle su propio mundo?

-Exacto, debe dejar que sea libre a una buena distancia de las personas que no confía pero por lo que veo a usted le tiene mucha confianza.

-Sí, lo sé- dije confiado, volteé a verlo y cruzamos miradas, creo que se sonrojó un poco, yo solo sonreí-. Gracias por haberlo curado, lloraba mucho.

-De nada, nos vemos en dos meses- dijo llevándonos a la puerta.

Regresamos a la casa, estaba feliz por lo que me dijo el doctor que hasta me olvidé de que tenía que tomar examen en la escuela de música. Al minuto sonó mi teléfono.

-Profe… ¿Va a tomar el examen? Estamos esperando hace rato- dijo Kim RyeoWook, uno de mis mejores estudiantes de piano.

-Sí, tan solo espérenme uno minutos, no se vayan- dije apresurado mientras abría la puerta de KyuHyun, éste curiosamente seguía jugando con la tortuga.

Colgué el teléfono y bajé de mi carro, tomé a Kyu de la mano y lo llevé adentro, lo coloqué en el cuarto de visitas y puse unas fundas (de las muchas que tenía) de Doritos, cola SevenUp y unas cuantos caramelos para que comiera hasta que yo regresara, era dentro de 7 horas.

-Voy a irme, vuelvo a las 6 de la tarde. Te dejo un poco de comida- dije mientras tocaba su hombro-. Quédate con las tortugas y juega con ellas.

-JoonWoon…vuelve pronto- dijo sin siquiera mirarme, casi como la primera vez que hablamos.

-Lo haré- dije para luego darle un beso en la mejilla, me miró y se sonrojó un poco.

Salí de la habitación y la cerré con llave, no sin antes verlo jugar con la tortuga.

*Después de 8 horas*

-Hasta luego profesor- dijo Kim HeeChul, uno de los peores estudiantes que tuve.

-Nos vemos- dije cansado, ser director y profesor de orquesta no era fácil, pero por lo menos la paga era muy buena.

Conduje hasta a mi casa con la misma sintonía de siempre, dejé el auto en el parqueadero y enserio deseé que a KyuHyun no le haya pasado nada mientras yo estaba afuera.

Entré a la casa y estaba igual como siempre, sola y oscura. Dejé las llaves en el llavero y subí al cuarto de KyuHyun.

-Ya volví- dije abriendo la puerta.

La habitación, como lo supuse, estaba destruida, la cama volteada con una de las sábanas botadas en el suelo, mis tortugas viradas y el papel de la pared rasgado.

Busqué con la mirada a KyuHyun pero no lo veía, me acerqué al armario y lo encontré con la pequeña tortuga que le había dado (y que ya la hizo suya) Estaba cubierto por una sábana de pies a cabeza.

Le saqué la sábana y estaba comiendo una de los dulces que le dejé. El doctor tenía razón, no podía dejarlo encerrado o si no acabaría haciéndose daño a él mismo, mi KyuHyun necesitaba su mundo.

-JoonWoon…tú tardaste- susurró levantándose-. No vuelvas a dejarme solo.

-Lo siento…- dije tratando de abrazarlo pero un pude por su interrupción.

Salió del armario y fue directo a mi cuarto, entendí todo al ver que se acostó en mi cama matrimonial. La de la habitación de huéspedes era muy pequeña incluyendo el espacio.

-Tú habitación ser más grande que la mía…- dijo recorriendo todo mi cuarto.

Me saqué los zapatos y desperecé mi cuerpo para acostarme en mi cama.

-¡No! ¡Ser mía! ¡Tú dormir allá!- dijo señalando la habitación de huéspedes.

Que niño para ser más caprichoso.        

-Pero esta ser mi habitación…- dije acercándome a su cuerpo.

-¡No!- y con sus manos me empujó hasta la salida, cuando ya estuve afuera me cerró la puerta en la cara.

Tengo que hacerle un cuarto…- pensé mientras cogía almohadas y sábanas para dormir.

*A la mañana siguiente, centro comercial KangSan*

(N.A: Es un centro comercial donde solo va la gente muy rica y proveniente de Gangnam)

-KyuHyun… Tú decirme que quieres para tu nueva habitación, te compraré todo lo que quieras.

Asintió y con la cara perdida me cogió de la mano. Esperé a que estuviera feliz, después de todo en ese comercial había las cosas más buenas y caras de todo el mundo. Tuve que pedir permiso a mi trabajo solo para ese muchacho d 24 años.

Y cogidos de la mano KyuHyun empezó a pedir cosas muy caras. Pasamos por una tienda de útiles escolares proveniente de América (N.A: Papelesa para los que son de Latinoamérica)

-Yo querer eso- decía pegándome muy fuerte en el brazo-. Quiero un metro de lienzo.

Para pedir cosas hablas bien ¿verdad?

-Está bien…- si le decía que no solo Dios sabría qué hubiera pasado.

-Pinturas- eran las más caras del local-. Ser muy buenas, las quiero.

A cada rato me golpeaba el hombro, quería todo. Un celular, no sabía por qué si no tenía a nadie a quien llamar, un cama de dos plazas, solo era una persona, cómodas de eucalipto y un dispensador de chicles incluyendo toda la variedad de útiles de pinturas.

-KyuHyun… Espera un momento- le dije cansado de caminar, me senté en una banca mientras él seguía apretando mi mano muy fuerte.

-Levanta…quiero eso- y señaló un televisor de 50 pulgadas, más grande del que yo tenía-. ¡He dicho que te levantes y me compres eso!

Lo quedé viendo estupefacto por su grito que alteró a más de una pareja que pasaba por ahí, solté las bolsas de compras (las cuales eran muchas) y me acerqué a él.

-KyuHyun…sé que dije que te compraré todo lo que quieras pero eso es demasiado, no tengo tanto dinero, no voy a cumplir todos tus estúpidos caprichos- dije lo más calmado posible-. Lo siento, es mejor que vayamos a casa.

Hizo un puchero y comenzó a llorar muy fuerte, toda la gente me quedaba mirando como un abusador y los guardias ya se me estaban acercando.

-¿Ocurre algo?- preguntó uno muy grande y robusto.

-No, es solo que…- dije sin saber qué hacer.

-No pasa nada, solo que me pisó el pie- dijo KyuHyun secándose las lágrimas y pareciendo una persona muy normal, cosa que me dejó frío.

El guardia no dijo nada más y regresó a su puesto.

-JoonWon, yo lo siento, no pediré nada más que tú no puedas comprarme…- dijo muy bajito soltando mi mano.

Y al final le pedí disculpas, le compré un televisor de 44 pulgadas que me sacó un ojo de la cara. Eso que todavía faltaba las cosas que pidió por catálogos (cómodas y camas incluyendo un pequeño juego de sillones)  Pero por lo menos  quedó feliz y se aferró a mí en un abrazo pequeño.

-¿Quieres algo más?- negó con la cabeza-. Entonces vamos a hacer algunas compras para la casa- dije caminando hacia un supermercado.

Y ahí estaba, comprando lechugas para mis tortugas. KyuHyun se me acercó y sonrió.

-¿Para Naruto?- preguntó mientras picaba mi brazo.

-¿Naruto? ¿Quién es ese?- dije haciendo muecas extrañas.

-Mi tortuga, ya ser mía…- y cogió una rama de lechuga entera, era orgánica lo cual costaría más.

Estaba comprando bastantes paquetes de fideos instantáneos, era soltero así que no tenía que hacer gran cosa con los alimentos. Pero entonces lo vi, KyuHyun no podía comer eso, necesitaba comida verdadera y saludable porque yo siempre me he preguntado porque no me dio gastritis o algo parecido porque lo único que comía eran fideos instantáneos.

Compré bastantes cosas que según yo era saludables, comida que le gustaba tal parecía.

-Yo tener hambre…- dijo tocándose el estómago.

-Ven- dije cogiendo su mano-. Vamos a comer algo.

Entramos al patio de comidas, mi plan era entrar a McDonald`s pero KyuHyun fue por otro lado, se separó de mi mano  y fue hacia un puesto de Sushi.

-¿Quieres Sushi?- le pregunté mientras mi chequera ya sufría.

-Solo si no es mucha molestia para JoonWoon-hyung…

No sabía cómo pero KyuHyun siempre sabía mis puntos débiles y eso era que me tratara con ternura, con eso ya tenía su confianza y él mi dinero.

Ahora ya me dices JoonWoon-hyung

Regresamos a la casa y yo estaba muy cansado, tuve que traer todas las compras y gastar mi dinero como si fueran palillos de dientes, entonces pensé que KyuHyun era muy listo y de paso mal agradecido, gasté lo que había ahorrado para una granja de tortugas en él.

-Gracias JoonWoon- dijo dándome un beso en la mejilla para luego salir corriendo a mi habitación, toqué mi mejilla besada y creo que me sonrojé.

Salí de la burbuja en la que estaba y me di cuenta de que KyuHyun no había bajado ninguna de las cosas que había comprado, por supuesto tuve que bajarlas yo.

Notas finales:

Final del Two-Shot en 3 días. 

Espero que les haya gustado.


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