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Renacer por maxi anime

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Notas del fanfic:

Declaimer:

Los personajes no me pertecen

No gano dinero con el fic

Notas del capitulo:

Cumpliendo una promesa que debia, espero les gusta

Fic dedicado a los fans de la Platinum.

Nioh Masaharu

Mi amado vecino-Hermano Yagyuu Hiroshi-Lowell (amo el face y eso que uno puede poner la relacion que quiera con quien quiera, por mas que no sea verdad)

 

El viento mecía suavemente las cortinas de la puerta de vidrio de aquel balcón, la única conexión entre la casa y la calle. Las luces de la habitación estaban apagadas, ni un sonido llegaba a escucharse, solo la tenue luz de la luna que entraba filtrándose por las cortinas y la respiración del dueño de la habitación interrumpía aquel silencio. La puerta corrediza del balcón estaba entreabierta, solo podía pasar quizás una mano, la mano que abriría la puerta y el dueño del cuarto la había dejado apropósito de esa manera, no fue por falta de atención, ni mucho menos por despreocupado, él sabía que alguien llegaría pasadas las dos de la mañana a su habitación y no debía, no podía, dejarle la puerta cerrada, teniendo en cuenta el frio de la noche, la leve lluvia que azotaba y por supuesto, el gran amor que le tenía a ese despreocupado y rebelde, su compañero de cuarto desde hacía unos meses.

Recostado en la cama, Hiroshi Yagyuu, esperaba impaciente que su compañero llegara, que se trepara hasta llegar el balcón, corriera la puerta para entrar e intentara recostarse sin que él le regañara. No era la primera vez desde que el albino había comenzado a vivir con él, era algo muy común, salvo los fines de semana, que su compañero se fuera entre las ocho de la noche y regresara de madrigada, y aunque se cansara de llamarlo por teléfono para saber dónde estaba, jamás le contestaban del otro lado.

Tal como era de esperarse de pronto la puerta comenzó a deslizarse lentamente, haciendo el menor ruido, la cortina se elevó por el aires por tan solo unos segundos, segundos en los cuales la puerta se cerró completamente de nuevo y de entre las cortinas salió la figura muy conocida del albino, el cual camino en puntillas de pie hasta la cama.

-¿Se puede saber de dónde vienes?- pregunto el dueño de la habitación, prendiendo la luz inmediatamente que vio a su compañero acercarse hasta la cama.

-He…Yagyuu…yo- dijo casi temblando dando un paso hacia atrás.

-Nioh Masaharu ¿de dónde vienes?- pregunto ajustándose los anteojos mientras se quitaba las sabanas.

-Del…del café- dijo con temor.

-No te creo- exclamo cortante y se levantó repentinamente, se acercó hasta él y luego sintió su aliento- ¿estuviste fumando?

-No… sabes que no fumo, te prometí que nunca fumaría- se excusó dando un paso hacia atrás.

-Explica ese olor a cigarrillo que trae tu ropa.

-No tienes por qué saberlo…- respondió bajando la cabeza mientras miraba a un costado, sin fijar la mirada.

-¿Por qué no debería saberlo?- pregunto consternando- Masaharu, vives en mi casa.

-No vivo en tu casa, puri, solo vengo a dormir.

-Nioh- lo reto cruzándose de brazos- tengo derecho a saber, duermes conmigo, soy responsable de ti.

-Anduve por ahí.

-Estas todo mojado, tienes olor  a humedad…- dijo mientras se frotaba el puente de la nariz con sus dedos-Ve a bañarte, ahora- ordeno señalando el baño de la habitación.

-Puri- exclamo sin más caminando hasta el cuarto de baño a encerrarse.

El de lentes se encamino hasta su armario a buscar un juego de pijama y luego un par de toallas, cuando las tomo miro la puerta del baño indeciso y entro. Dio un largo suspiro al ver en la ducha el cuerpo ya de por si demacrado, muchas marcas de golpes cicatrizadas, otra en proceso de hacerlo, había marcas nuevas con sangre y otras con sangre seca, al mirar al suelo noto la ropa manchada con varias salpicaduras. Dejo a un lado la ropa y se acercó hasta el para ayudarlo a limpiar.

-Otra pelea callejera- dijo resignado mientras pasaba una esponja por las heridas.

-Puri- fue su respuesta, avergonzado.

El de lentes limpio cada herida con cuidado, mientras el otro solo miraba apenando la situación, no era para menos, habían tenido sus discusiones semanas atrás por ese mismo tema y aunque el albino siempre prometía no volver a involucrarse en una, siempre regresaba con las marcas de haber estado en una trifulca. Después del baño y sin más que hacer lo ayudo a cambiarlo y luego lo recostó en la cama. No hubo contacto, mientras se quitaba los lentes y los dejaba a un lado, sobre la mesa de luz, el otro se dio vuelta para mirarlo.

-Discúlpame- dijo apenando- Hiroshi.

-Hablaremos de eso en la mañana-  exclamo cortante mientras se daba vuelta, quedando de espaldas.

-Hiroshi, no me gusta que pelemos.

-Duerme Masaharu.

-Puri…-

El castaño sintió entonces remordimiento, por tratarlo mal cuando seguramente había una explicación lógica para aquellas marcas, quizás se había lastimado y se avergonzaba de ello, no podían ser únicamente marcas de una pelea callejera. Se dio vuelta solo para ver el cuerpo inerte de su pareja, parecía tener frío, estaba acurrucado en la cama, por lo que se acerco para cobijarlo entre sus brazos.

-Buenas noches Masaharu.

-Buenas noches Hiroshi- dijo acercándose más a él, hasta quedar su cabeza hundida en el pecho del más alto- esta tibio.

-Que descanses- finalizo abrazándolo mientras sonreía.

La mañana siguiente llego rápidamente, bueno no habían dormido mucho que se diga tras una pelea a las dos de la mañana, más el baño y la pelea antes de dormir. El primero en levantarse fue el castaño, quien se preparó para un día largo en la universidad y luego bajo hasta el piso inferior a prepararle el desayuno a Nioh.

La cocina no estaba sola, en la mesa estaban su padre y hermana menor desayunando, su padre con al típica taza de café y el diario, mientras su hermana leía su libro de notas preparándose para la escuela, su madre estaba preparándole a él su desayuno.

-Buenos días- dijo haciendo una reverencia.

-Buenos días- respondió su padre tomando un sorbo de café.

-¿Aun duerme Nioh-kun?- pregunto su madre sirviéndole el desayuno.

-Sí, anoche regreso  tarde y con frío, no quise despertarlo- exclamo sentándose en la mesa.

-Anoche llovió, debió regresar mojado- acoto la menor de la familia sin perder de vista sus cuadernos.

-Lo se…

-Cuando se despierte, dile que se quede en cama, somos responsables de él si le pasa algo- dijo el médico mirando con seriedad a su hijo.

-Padre- exclamo asombrado y bajo la mirada al ver como su padre le dedicaba una mirada seria y penetrante-are lo que pueda, pero el…

-Hiroshi- lo interrumpió mirándolo más seriamente, clavándole la mirada,- que se quede en cama.

-Si- respondió levantándose sin siquiera tomar su desayuno.

-¿No fuiste muy duro con él?- le pregunto su esposa a su marido, mirando a su hijo mayor alejarse.

-Él es su responsabilidad, no nuestra- respondió volviendo a su lectura.

Hiroshi fue directo a la cocina a prepararle el desayuno, después de tenerlo listo, regreso a su habitación con una charola en las manos, cerró la puerta de su cuarto con lentitud y dejo en la pequeña mesa de luz el desayuno. No intento despertarlo, primero tenía que estar seguro de algo, de que no estuviera enfermo por tomar frío, por lo que fue hasta su baño personal y de la gaveta saco el termómetro digital, para luego colocárselo a Nioh en la axila.

-Está frío- se quedó despertándose al sentir aquella fría punta de metal.

-Quédate quieto mientras te toma la temperatura, será solo un minuto.

-No me siento enfermo- reclamo mirando hacia el techo- mira una telaraña.

-Quieto- le recalco mientras lo cobijaba.

-¿Qué es ese olor tan rico?- pregunto moviendo la cabeza hacia la mesa de luz- ¿mi desayuno?

-Te lo acabo de preparar, pero primero lo primero, tomaste frío anoche-

-Odio esperar, el café me llama ¿Qué café es?

-Suave- respondió mientras miraba el reloj de su muñeca.

-¿le pusiste leche?

-No seas quisquilloso- le replico cuando se cumplió el minuto y un suave pitido sonó, saco con delicadeza el termómetro- tienes fiebre, te quedas en cama.

-Objeto, no me quedare en cama.

-¿quieres que te obligue?- pregunto poniéndole el desayuno sobre la cama- come.

-Oblígame- replico mirándolo desafiante.

-Nioh, no tengo tiempo, tengo que ir a la universidad, hoy tendré un largo día

-¿puedes faltar?

-No.

-Hace mucho que no pasamos tiempo juntos- reclamo mirando su taza de café- me vine a vivir contigo para pasar mas tiempo juntos…

-No, viniste a vivir conmigo porque tu padre te cerró la puerta de casa tras seis meses de llegar a las dos de la madrugada a tu casa- le replico mientras lo miraba fijamente.

-Hiroshi…

-Deja de hacer berrinche por nada, desayuna.

-No estoy haciendo berrinche por nada, desde que vivo aquí solo me diriges la palabra para sermonearme.

-Masaharu, estas haciendo una tormenta en un vaso de agua- miro seriamente- toma tu desayuno y quédate en cama.

-La ultima vez que dijiste que me amabas fue antes de graduarnos...- contesto dejando a un lado las cosas del desayuno- no tengo hambre.

-Masaharu, tienes que desayunar.

-No tengo hambre, tómatelo tú- explico dándose vuelta.

La puerta de la habitación se cerró repentinamente, el albino se quedo mirando la habitación vacía. Cerro sus ojos intentando pensar en otra cosa, pero lo único que llego a su mente fue la imagen del de lentes, años atrás, momentos antes de que se graduaran de preparatorio, sonriéndole,  diciéndole lo que sentía hacia el, un amor que se mantenía con el paso del tiempo.

Nioh siempre solía tomar decisiones apresuradas, siempre acordes a lo que el quería en ese momento, poder cumplir aquello que deseaba, jugar dobles en tenis había sido uno de ellos, cuando en primer año de secundaria él era un jugador de individuales, y uno de sus caprichos con mejor resultado, había elegido el mismo a su compañero de dobles, un chico bueno, inteligente y educado, con una gran afán lo había entrenado para que el pudiera jugar a su ritmo y así el lo venció. Las decisiones repentinas de sus deseos lo llevaron una y otra vez a ser sermoneado, a pasar malos ratos, tener deseos de tomar un café y sin dudar a la tienda de café, con el único objeto de saciar sus antojos de café, eran la razón por la cual siempre lo sermoneaba Yagyuu, peleas callejeras en las que el en un principio no quería ser participe también eran cosas que repentinamente el quería hacer y no se sentía satisfecho hasta cumplir. Su “hazaña” mas reciente para cumplir su deseos había sido irse a vivir a casa de la familia Yagyuu, solo para ver mas a su pareja, al menos pasar mas tiempo con el, ya que debido a los horarios de la universidad del de lentes era imposible que se vieran en periodo de clases y mucho menos en vacaciones, las cuales el de lentes las usaba solamente para estudiar.

Para Nioh terminar la preparatoria había sido el comienzo de la peor etapa de su vida, durante la secundaria y preparatoria el solo tenia en mente cumplir sus deseos y caprichos, cuando termino la preparatoria las cosas se volcaron, estrés, falta de tiempo para el por la universidad, sus propias decisiones e incluso dejar de ver a Hiroshi, lo llevaron a desertar de su carrera universitaria, la presión que sus padres ejercían sobre el, sus decisiones tomadas, las exigencias de que el ya no era un adolescente y debía tomar las cosas mas seriamente por su futuro, todas ellas fueron el detonante para que el poco a poco se fuera separando de su familia y finalmente cuando su padre dio la orden” doce en punto te cierra la casa, dormirás afuera si llegas mas allá de esa hora” fue lo que  conllevo a que el se fuera de su casa a vivir a casa de su novio.

No vivía propiamente dicho en casa de la familia Yagyuu, pocas veces se sentaba en la mesa a charlar o compartir tiempo con la familia de su novio, pasaba gran parte del día caminando por ahí, comiendo cosas de la calle con dinero que el ganaba en apuestas callejeras. Su vida era apostar en cosas que el fácilmente podría ganar, juego de dardos, juegos de manos e incluso apuestas sobre su capacidad de tenis, muchos de sus apostadores aceptaban su derrota ante el pero otros no tanto y así se veía en una trifulca que normalmente la detenía el sonido de la sirena de policía. El objeto de vivir con su novio no era otro que pasar mas tiempo con el, al menos durante las noches poder hablar entre ambos o decirse unos que otros te quiero, eso era suficiente, que el de lentes le dijera mínimamente una palabra al día demostrándole su cariño, pero no había nada, Hiroshi no hablaba y si lo hacia era para reprender  por las cosas que hacia, y así comenzó a vagar por las calles hasta las dos de la madrugada para volver a dormir únicamente con su pareja.

Para Hiroshi tampoco era muy fácil asimilar todo lo que pasaba, tenia que cumplir con las expectativas que sus padres tenían de el, sacar buenas notas y cumplir con sus obligaciones eran su vida diaria, pasaba largas horas en la universidad para cumplir con aquello que veía como deber, aprobar materias para recibirse de medico. Con Masaharu en su vida, viviendo con el, ahora tenia una carga de estrés, para que el albino se quedara a vivir con el le habían impuesto la condición de que este seria únicamente su responsabilidad, el debía estar al tanto de todo lo que hacia, velar por el y hacer todo con tal que Masaharu se sintiera cómodo en casa, amaba a Nioh y no tenia forma de expresárselo, pero día tras día la relación se había vuelto monótona a causa de la infantil actitud de su novio y sus extensas horas de estudio, solo se hablaban a las dos de la madrugada, Hiroshi para reprender a Masaharu y este asintiendo en todo lo que decía, su tiempo juntos eran solo las pocas horas en las que compartían cama y solo ambos durmiendo.

Yagyuu tenia claro en una cosa, estudiaría y se recibiría en tiempo y forma, si podía intentaría hacer la carrera mas rápido, su objetivo no era otro que poder encargarse de Masaharu, que ambos vivieran juntos ya independizados, que nada les faltara y  que solo se tuvieran el uno al otro. Ese objetivo era distante, quería encargarse el de todo, darle a Masaharu una casa que llamara hogar, vestimenta, comida y estabilidad económica, sentía que era su deber como novio, como el dominante de la relación y por ello estudiaba para recibirse con honores.

Estaba desayunando en el café de la universidad, después de la mini pelea con su novio no tenia otra cosa que hacer en casa, debía irse a estudiar, por lo que se arreglo, tomo sus cosas y se fue hasta la facultad para poder concentrarse en sus estudios. En la mayoría de las clases de la mañana estuvo disperso, ni siquiera tomo apuntes en las clases de Fisiología, solo se delimito a ver al vacío.

-¿Problemas en el paraíso?- pregunto Yanagi interrumpiéndolo.

-¿No deberías estar en clases Renji?- pregunto el de lentes mirándolo sentarse frente a el.

-Acabo de terminar mi clase de Estadística aplicada- dijo levantando la mano a que un mozo del lugar se acercara para anotar que tomaría- un café para mi… responde a mi pregunta ¿problemas con el estafador?-

-No…no realmente- respondió mirando su café.

-Sabes que puedo leerte ¿Verdad?- dijo alzando una ceja.

-¿Dime que lees?

-Estás preocupado por Masaharu, te dijo algo hoy que te tiene pensante mmm...

-Anoche…llego a las dos de la madrugada, lo ayude en el baño y a limpiar sus heridas por las peleas callejeras, esta mañana, cuando le tome la temperatura y hablamos, me reclamo que pasamos poco tiempo juntos, que la ultima vez que le exprese cariño fue hace ya dos años…

-No falle- dijo orgulloso el castaño- Bueno, debes admitir que tiene razón, pasas aproximadamente doce horas en la universidad, llegas a casa de noche y tu amado no esta, lo vez de madrugada cuando el llega claramente a dormir, ambos están cansados para ese momento y no pueden expresar nada ¿eso no te dice algo?-

-No.

-¿Qué te dijo sobre la razón por la que se mudo contigo?

-Porque quería pasar más tiempo conmigo- respondió tomando un sorbo del café.

-Escucha, esto lo viste en psicología de segundo año y en ciencias sociales en primer año, el ser humano es mas que un conjunto de aparatos y sistemas que actúan en conjunto para mantener la vida, el ser humano es un ser que tiene emociones, puede estar físicamente bien pero su estado de animo influye en el resto, Masaharu te ama pero necesita que tu le demuestres que lo amas, que pasen tiempo juntos ¿Por qué? Porque no está bien emocionalmente, siente abandono por parte tuya y eso repercute en su salud física.

-¿Abandono?

-No le dedicas tiempo, siente como que el amor que sentías hacia el ya se a acabado.

-¿Cómo hago para que no piense eso?- pregunto alzando una ceja- aun lo amo, demasiado.

-Demuéstrale que lo amas, haz cosas con el, pasa tiempo, el pasar tiempo en pareja es muy importante en una relación- dijo mirando con seriedad- escucha, ambos viven juntos, pero el reciente la monotonía y una disyunción de ti hacia el.

-No ha sido mi intención que el piense que quiero separarme de él, lo amo Yanagi- exclamo con enfado.

-El siente que tú te has distanciado, que tomas otros caminos alejándote de el, que ya no lo amas, si lo amas debes manifestárselo-

-¿como hago eso?- pregunto pensando mirando su taza de café, ya casi vacía.

-Existen muchas maneras, cena romántica, llevarlo presentes, regalarle chocolates y flores sin razón aparten-contó con los dedos- cuando Sanada siente que a abandonado a Yukimura le lleva plantas para mostrarle lo mucho que le ama o le compra obsequios aparentemente inútiles, son claros ejemplos, ten en cuenta que aquel quien mantiene firme la relación eres tu,  eres el serio, el educado y el que impone reglas y orden,  tienes que ser tu quien lo conquiste con acciones y demuestre el amor que siente, tienes que ser mas mmm ¿Cómo seria la palabra? Romántico, detallista, espontáneo, creativo....

-¿Cómo haces tu cuando quieres compensar a Akaya por abandono?- pregunto el de lentes interrumpiéndolo sin dejar de mirarlo con intriga.

-Le compro videojuegos y el contento, además lo veo todos los días, esta haciendo una carrera de diseño grafico en la facultad-explico mientras le traían su café.

-mmm ¿espontáneo y romántico?- exclamo pensante y se levanto de la mesa- gracias Yanagi

-De nada- dijo alzando una ceja y mirando al de lentes alejarse.

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La habitación estaba sumida en un rotundo silencio, en cama, tapado hasta la cabeza, se encontraba el albino intentando dormir, pensando y recapacitando de que había hecho el para que el castaño se alejara tanto de su lado, hasta el punto de no verse.

-Hiroshi- susurro abrazándose a la almohada.

-Julieta he aquí tu romeo-

-Pupina- exclamo asombrado y luego se saco todas las cobijas para poder ver a su pareja, quien acababa de entrar por el balcón.

-Oh Julieta- exclamo mirándolo con dulzura.

-No soy Julieta- exclamo el albino molesto- ¿no deberías estar en tus clases?

-Decidí escaparme de mis obligaciones por hoy, creo que es más importante estar junto a la persona que mas amo y que me necesita- respondió dejando a un lado su primer intento romántico, camino hasta la cama y se sentó a un lado de Masaharu, quien lo miro con sorpresa.

-Yo no te necesito…puedes irte-

-Se que no lo dices de verdad- le dijo mientras lo abrazaba- me necesitas tanto como yo a ti.

-Si me necesitaras no estarías todo el día alejado de mi- replico mirándolo con enfado.

-Masaharu, hago lo que hago por nosotros…

-¿Por nosotros? Que gran farsa.

-No…es por nosotros, en verdad- explico tomándolo de las manos mientras se sonrojaba- quiero terminar mi carrera cuando antes para que…vivamos juntos.

-Ahora vivimos juntos.

-Pero quiero que en verdad vivamos los dos solos…sin el estrés que nos provocan mis padres, solos tu y yo…tendríamos mas intimidad-

-Yo no quiero mas intimidad…te quiero a ti.

-Aquí me tienes Nioh- respondió a su pedido, terminando la distancia de ambos en un beso apasionado.

-¿Qué te cuesta hacer eso mas seguido?- pregunto mirándolo con una sonrisa picara.

-Nioh- le interrumpió volviéndolo a besar mientras se posesionaba sobre el.

-Yeagyuu…- dijo excitando mientras el de lentes tomaba su lugar sobre el- mmm

Continuara


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