PROLOGO
Mukuro no lograba entender del todo como es que su vida había cambiado tanto en una cantidad relativamente corta de tiempo… ¡y todo por los benditos recuerdos!, recuerdos de vidas pasadas que empezaron a surgir un día de la nada. Aquellas imágenes le habían abierto los ojos, lo habían rescatado de la más grande oscuridad. Aun así, en su cabeza rondaba una pregunta: ¿si no hubiese visto aquello, las cosas serían así ahora?
.
.
.
UN MES ATRÁS
– Despierta dame-Tsuna, llegaras tarde al colegio – Decía un bebe de chupete amarillo mientras golpeaba a su estudiante.
– Hiii, Reborn! – Respondió el pobre niño mientras salía de su cama y se vestía con prisa – ¿Porque no puedes despertarme sin tener que pegarme?
– Porque no sería divertido, ahora ve a desayunar sino quieres que te robe tu comida.
Definitivamente Reborn era muy malo con él pero aun así apreciaba mucho a su tutor. Esto era lo que pensaba Tsuna mientras bajaba las escaleras y se dirigía al comedor… lastimosamente tardo demasiado en llegar allí, ya que para entonces su desayuno había desaparecido en manos de Lambo; aquel no podría ser un buen día, y su tutor se lo confirmo cuando antes de salir de casa le dijo: “Tsuna, tu encárgate de decirle a Gokudera y Yamamoto que hoy tendremos una reunión aquí, yo me encargare de decirle a los demás”.
Eso no podía ser bueno. ¿Para que querría hacer una reunión?, la ciudad de Namimori estaba en paz, no había vuelto a aparecer ningún enemigo desde que la maldición de los arcobalenos había sido disuelta… ¿entonces?. Estaba tan distraído en sus pensamientos que apenas y se había dado cuenta de que había llegado a aquella institución llamada colegio; todo parecía estar normal: por un lado estaba Hibari mordiendo hasta la muerte a todo el que osaba portar inadecuadamente el uniforme de su amada nami-chuu, en otro lugar se encontraba Ryohei gritando “EXTREMO!” mientras corría hacia algún lugar, y finalmente en otro lugar se encontraban Gokudera y Yamamoto los cuales nuevamente peleaban entre ellos por trivialidades. Se acercó a estos últimos, los cuales lo recibieron muy cálidamente.
De este modo había trascurrido la mayor parte del día, y ahora se encontraba en la azotea, donde comunico el mensaje de Reborn. De todos modos a Tsuna aún le parecía demasiado problemático el hecho de tener que reunir a todos sus guardianes ya que Mukuro y Hibari eran los más renuentes a ese tipo de acontecimientos.
Pero claramente a Reborn poco o nada le importaba eso, ya se encontraba en Kokuyo Land dispuesto a arrastrar a Mukuro si era necesario para que fuera, y si él iba, Chrome también lo haría.
– Oya Oya, ¿a se debe el honor de tener la visita del ex-Arcobaleno? – Hablo así el ojos bicolor, quien estaba acompañado por su banda: Ken, Chikusa, Chrome y Fran.
– Ciaossu!, Tu vendrás a una reunión esta tarde en casa de Tsuna. – Directo al grano, así era el bebe.
–Oh ~ , pero tú ya sabes cuál será mi respuesta bebe. – Respondió Mukuro con una enorme sonrisa sínica en su rostro.
– No te lo estaba preguntando Mukuro, es un hecho que vendrás, y lo harás porque yo se tu secreto. – Sentencio así el tutor de Tsuna.
No puede ser, ¿acaso el ex-arcobaleno del sol sabe acerca de eso?, y si es así, ¿Cómo?… averiguare a que se refiere – Pensó nuestro chico ilusionista.
– ¿Qué es lo que crees saber bebe?
– Hmp. Debemos hablar a solas
Oya, parece que el hitman va enserio puesto que ha escondido la mirada tras su sombrero; entonces está bien, jugare su juego para ver hasta dónde nos lleva.
– Esta bien, chicos déjennos un momento por favor.
Mis queridos compañeros se veían un poco renuentes a dejar la habitación, sin embargo al final decidieron salir siendo Chrome quien me dirigió una última mirada llena de preocupación, aquella chica es a veces un poco nerviosa… en fin.
– Entonces Mukuro…
.
.
.
No lo podía creer, después de una breve conversación con él bebe, este había resuelto gran parte de la angustia que le había sobrevenido en los últimos días. Ahora sabía que aquellos sueños que eran relativamente recientes eran ciertos de alguna forma; pero la mejor parte era la oportunidad que el hitman le estaba brindando, y aunque aún no comprendía del todo él porque estaba haciendo aquello, aprovecharía los acontecimientos venideros para terminar de aclarar su corazón.
Mientras tanto en casa de Tsuna, este agradecía que su día en la escuela hubiese terminado; ya eran aproximadamente las 6 de la tarde y en aquel momento, se encontraba esperando la llegada de Reborn y el resto de sus guardianes (entiéndase por Hibari, Mukuro y Chrome). No tuvo que esperar demasiado ya que extrañamente aquellos cuatro habían aparecido en la ventana de su cuarto, puesto que usar la puerta carecía totalmente de estilo.
Claramente Hibari al ver a su eterno rival decidió que debería morderlo hasta la muerte ahí mismo, pero la manada de herbívoros y él bebe lo habían detenido en el acto, pero no importaba, luego encontraría alguna otra oportunidad para que los dos libraran su épica batalla. Y de este modo se dio inicio a la reunión:
– Debido a que pronto se acercan las vacaciones de invierno, vamos a hacer un viaje de 2 semanas al estilo Vongola – dijo así Reborn con una gran sonrisa en su aniñado rostro y agrego – la asistencia es obligatoria: o van… o van.
– P-pero Reborn, ¿que se supone que vamos a hacer en ese viaje?
– Silencio, Tsuna. Eso es una sorpresa – respondió el hitman dándole una patada en la cara a su estudiante.
– Yo no pienso andar en mandas bebe… aunque si aceptases tener una pelea conmigo puede que vaya – Dijo un Hibari Kyoya muy emocionado con la idea de tener una pelea con el tutor de Tsuna.
– Oya, ave-kun siempre está pensando en pelear… como sea, Chrome y yo iremos.
Todos se quedaron de piedra… ¿habían escuchado bien?, ¿acaso Rokudo Mukuro había aceptado ir en el loco viaje de Reborn?, ¿no se suponía que odiaba a la mafia?, ¿acaso el pobre chico había recibido un golpe en la cabeza y ahora no sabía lo que decía?, o lo que es peor, ¿era acaso una trampa que los llevaría a todos a la perdición?, ¿o podría ser que simplemente quisiera acompañarlos y ya está?... todas están preguntas se amontonaban en las mentes inquietas de los presentes, pero nadie pudo resolverlas ya que de la nada el susodicho se despidió de todos y partió junto a Chrome.
–… Yo te daré mi respuesta después bebe – rompió Hibari Kyoya el silencio saliendo así por la ventana.
¡De por Dios! ¿Qué clase de mundo enfermo era ese?, parece que no era suficiente con que Mukuro aceptara ir, ahora Hibari respondía con una especie de “veremos”, todos quedaron en un profundo shock con aquellas respuesta, pero claramente nuestro hitman no pensaba perder el tiempo dejando que los mocosos contemplaran todas las preguntas posibles para aquellos actos, puesto que hecho a Gokuredera, Yamamoto y Ryohei de la casa y a Lambo lo saco del cuarto de Tsuna.
Y definitivamente este último era el más perdido, tal era el caso que cuando echaron a sus amigos lo único que pudo hacer fue mirar con la boca abierta y acto seguido fue obligado por su tutor a acostarse para que se durmiera de una buena vez.
– Oye Reborn, ¿Cuál es tu propósito con ese viaje? – dijo ya a punto de cerrar sus ojos color miel y entregarse a los brazos de Morfeo.
– Dame-Tsuna tu solo duerme.
Y de este modo termino el día del castaño, y probablemente aquella sería una de sus últimas noches de ese tipo, ya que muy pronto sucederían cosas que cambiarían totalmente la vida de este.