El reino de Shin Makoku era un reino dividido en diez regiones distintas, Christ, Bielefeld, Karbelnikoff, Grantz, Wincott, Spitzberg, Voltaire, Roshvall, Gyllenhaal y Radford, cada una de ellas liderada por una familia de la alta nobleza. Durante muchos años las disputas entre las distintas familias, ya sea por motivos territoriales, económicos o de poder, habían creado diversas guerras civiles incontrolables sumiendo el país en una gran destrucción.
La cosa cambió en el momento en que el rey Shinou subió al trono. Este, ya en el momento de subir al trono, gracias a su forma de ser y a su inteligencia, había conseguido el soporte incondicional de seis de las diez regiones, Christ, Spitzberg, Grantz, Karbelnikoff, Wincott y Voltaire. Ya con este poder otorgado gracias a más de la mitad del país sumado a su buena voluntad y ganas de llegar a acuerdos consiguió pacificar definitivamente el país. Obviamente seguía habiendo disputas pero nunca se volvió a llegar a las armas con su reinado.
Actualmente el reino se encontraba en un momento complicada, Shinou acababa de morir sin dejar descendencia ni familiares vivos y terminando con el linaje de la familia real que había gobernado el país durante siglos.
Las diez familias que dirigían el país llevaban días enteros reunidos para intentar buscar una solución que agradara a todos, a iniciativa de Lord Günter Von Christ, pero esto parecía imposible ya que durante esos días lo único que se había logrado es aumentar la tensión existente entre las diferentes regiones que solo intentaban que alguien favorable a ellos ocupara el trono.
Básicamente había tres posibles candidatos a ocupar el trono en ese momento, estos eran Lord Waltorana Von Bielefeld, Lord Adalberto Von Grantz y Lord Von Spitzberg. Estos tres eran los principales candidatos ya que eran los dirigentes de las regiones más poderosas, los demás dirigentes apoyaban a uno de ellos según más les convenía. Todos tenían su candidato seleccionado desde antes de las reuniones. Todos menos Lord Günter Von Christ, que se aferraba a la posibilidad de que se pudiese llegar a un acuerdo entre todos y creía que para ello el gobernante más conveniente no debía pertenecer a ninguna de las principales familias.
- Tenemos que poner todos de nuestro lado.- Decía Günter ya exaltado después de cuatro largos días.- Para ello es necesario intentar seleccionar a un rey que sepa dirigir el país y que no pertenezca a ninguna de nuestras familias.
- ¿Qué está diciendo Lord Von Christ?- Dijo Lord Adalberto Von Grantz.- No podemos dejar que nos gobierne alguien que no sea de nuestras familias, que nunca haya estado cerca de su majestad Shinou.
Ese era el principal problema que se le presentaba a Günter, no podía rebatir ese argumento.- Tomémonos un descanso de dos semanas para atender los asuntos de nuestras respectivas regiones.- Dijo Lord Gwendal Von Voltaire al ver que las cosas no mejoraban.- Reunámonos de nuevo habiendo pensado en todas las posibilidades, y la próxima vez es necesario que tomemos una decisión definitiva.
---
“Dos semanas”, se decía Günter a sí mismo, “tengo dos semanas para encontrar al candidato perfecto”. En ese momento vio llegar al jardín del palacio real a un carruaje. Al ver quien salía de él se quedó boquiabierto, era Daikenja Shoukoku, sabía que era la persona que más cerca había estado del rey Shinou en todo momento.
Günter se dirigió lentamente hacia el pelinegro.- No pensaba volveros a ver.- Dijo el peliblanco. Esto lo dijo puesto a que el consejero de Shinou había desaparecido un mes antes de que el rey muriera.
- Hola, Lord Von Christ.- Dijo el pelinegro.- Perdóneme por mi ausencia pero tenía asuntos que atender los cuales le voy a contar ahora.- Dijo y sin más dirigió su mirada a su carruaje.- Ya puedes bajar Yuuri.
Del carruaje empezó a salir un joven de pelo y ojos negros que tenía una mirada que parecía indicar que no tenía una idea exacta de lo que pasaba, estaba realmente sorprendido de lo que estaba sucediendo a su alrededor.
Yuuri se situó al lado de Daikenja y Günter.- Este es Yuuri Shibuya.- Dijo el pelinegro mayor y entonces dirigió su mirada a Günter.- Este es Lord Günter Von Christ, uno de los diez nobles más importantes de este reino.
Günter hizo pasar al despacho del antiguo rey Shinou a sus dos invitados. El antiguo consejero del rey observó que el despacho seguía exactamente igual como lo dejó antes de partir, la única diferencia era la enorme cantidad de documentos que se apilaban en el escritorio cosa que le hizo saber, tal hi como pensaba, que no se había elegido ningún regente que realizara las funciones del rey ni un rey propiamente dicho.- Veo que el trabajo se está acumulando.- Dijo el pelinegro al fin, después de dos minutos de silencio.
- Efectivamente, y parece que va para largo esto. Por suerte aún hemos podido evitar una guerra pero probablemente esta estallara un día de estos por alguna tontería.- Dijo el peliblanco.- Dígame, explíqueme cual era la misión que Shinou le asignó y quien es este chico.
- Shinou se percató de su inminente muerte días antes de morir.- Comenzó a explicar el pelinegro.- Se percató de que ya no había solución, su enfermedad estaba demasiado avanzada.- Continuó con tristeza.- Lo único que le preocupaba en ese momento era la situación del país después de que él muriera y me hizo llamar para intentar buscar una solución.
--- Flash Back---
Daikenja entró rápidamente a la habitación de su majestad.- Me hizo llamar.- Dijo observando muy entristecido el estado en el que se encontraba el monarca. Estaba claro que estaba muy enfermo. Shinou intento sentarse para atender a su consejero pero ya le fue imposible.
- Mi muerte es inminente.- Dijo el rubio como pudo.- Estoy muy enfermo.
- No diga eso majestad, aún hay esperanza de que se recupere, aún es joven y seguro… seguro que se va a poner bien.- Dijo el consejero con cara de desolación. Realmente a parte del consejero del rey ambos eran muy amigos.
- No mientas por favor.- dijo Shinou.- He estado pensando en lo que va a pasar con el país una vez yo muera, las cosas no están muy bien, a parte me han llegado rumores de mis informadores de que Lord Waltorana Von Bielefeld se está preparando como si una guerra se estuviese acercando.- El rey tosió un poco y bebió un poco de agua.- No sabía cómo encontrar una buena solución a este asunto pero he determinado que lo mejor sería encontrar a una persona joven, con buen espíritu, que fuese capaz de ayudar al país y sacarlo adelante.
- Eso estaría muy bien… Si fuese posible…
- Lo es, he estado repasando la historia de mi familia para intentar encontrar remotamente mi sucesor, aún que probablemente no sería aceptado por los nobles porque no sería una persona muy allegada a mi.- Continuó Shinou.- He encontrado que una rama de mi familia se fue a vivir a Pequeño Shimaron antes de que yo naciera. Quiero que vayas a buscar a una persona adecuada para el trono entre ellos, tienes que encontrar lo que quede de mi familia allí y ver si hay alguien que cumpla con lo que ambos buscamos para este reino.- Al rubio la voz ya empezaba a temblarle.
- Si es su deseo lo haré, pero no creo que los nobles acepten como rey a un extranjero que aparece de golpe, aún que lleve su sangre.- Le advirtió Daikenja.
- Yo haré lo que pueda, mira en mi escritorio.- El rubio señaló la mesa situada en el fondo de la habitación.- Allí he hecho escribir mis últimas voluntades, dicen que tú irás a buscar a mi heredero y lo traerás.- Shinou hizo una pausa.- Ese papel que he firmado te lo tienes que llevar contigo, aquí no estará seguro si tú no estás, hay mucha gente que pretenderá gobernar cuando yo no esté.
- ¿Me estás diciendo que debo dejarte solo los últimos días de tu vida para marchar a intentar buscar lo que probablemente no encuentre?- Dijo el pelinegro decepcionado.
- Tenemos que intentarlo, ahora mismo no importa mi bienestar sino el del reino que tanto ha costado unir y consolidar.- Dijo Shinou.- Cumple con tu misión.- Dijo finalmente antes de volver a cerrar los ojos.- Ahora necesito descansar, que vaya bien amigo.- Dijo por último.
- Cumpliré con lo que me pide.- Dijo con voz entrecortada pero a la vez fríamente el pelinegro antes de salir de la habitación dejando solo al rey.
--- Fin de Flash Back ---
- Así que por eso partiste.- Dijo Von Christ.- ¿Y entonces este chico…?
- Sí, es a quien elegí, por sus venas, aún que no lo parezca físicamente, corre la sangre de la familia real que ha gobernado este país durante siglos.- Dijo Daikenja.- Pero tuve ciertos problemas en Small Shimaron…
--- Flash Back ---
Daikenja ya llevaba dos semanas en Pequeño Shimaron con su escolta personal, ocultando sus rostros siempre, y por fin habían conseguido hallar lo que quedaba de la familia de Shinou. Resultó ser una familia de la más alta nobleza del país, consiguió una cena con esa familia alegando que eran un grupo de comerciantes poderosamente adinerados de otro país.
---
Al llegar al palacio fueron guiados hasta el comedor y fueron acomodados en sus sillas correspondientes y poco después entró el que debía ser el actual noble a cargo de la familia.
- Hola, soy Lord Shori Shibuya y este es mi hermano pequeño, Yuuri Shibuya.- Dijo un moreno de unos veintidós años.
En ese momento Daikenja observó a los dos jóvenes, probablemente la última familia viva de Shinou. Estuvieron cenando, hablando de cosas sin importancia y a la vez Daikenja se iba inventando un contrato de comercio para no parecer sospechosos.
Al final de la cena el consejero del rey ya había acumulado suficiente información para tomar una decisión, vista a su ilusión por las cosas, su actitud desenfadada y lo buena persona que parecía ser, el heredero debía ser Yuuri Shibuya.
- Ha sido una velada muy agradable, pero hemos terminado hablando poco de negocios.- Dijo Shori ya en el momento de despedir a los supuestos comerciantes invitados.
- Sobre eso… Tengo que comentaros una cosa.- Dijo Daikenja preparándose, por si hacía falta, para escapar.- No somos quienes dijimos, mi nombre es Daikenja Shoukoku y soy el consejero del rey Shinou, he venido aquí a sus órdenes, quiero que Yuuri Shibuya se convierta en el nuevo heredero al trono de Shin Mazoku.
El ambiente quedó tenso y callado.- ¿Cómo se atreven a engañarme para entrar en mi propio castillo?- Dijo Shori.- Esto es una absoluta falta de respeto.
- No podíamos entrar diciendo quienes somos, compréndalo, nunca ha existido muy buena relación entre nuestros países.
- Les dejaré marchar porque no han intentado nada pero también les digo que no se van a llevar a mi hermano menor, él ya tiene planes importantes que cumplir aquí, en su país.- Dijo Shori y se aclaró la voz.- Yuuri es el prometido del actual rey de Pequeño Shimaron, ¡su majestad Saralegui!
Era la primera vez que Yuuri oía hablar de eso, su hermano no se lo había dicho en ningún momento. Estaba desilusionado y enfadado con su hermano y salió corriendo hacia su habitación.
Daikenja pensó, había encontrado la solución para el problema.- ¿Y si yo convenzo al rey Saralegui para que le deje venir manteniendo su compromiso, usted le dejaría ir?- Daikenja pensó que casi todo los reyes eran iguales, seguro que no costaría de convencerle ante la idea de que él y su futuro esposo pudieran controlar dos países.
--- Fin del Flash Back ---
- Luego conseguí una audiencia del rey.- Continuó el pelinegro.- Fue más difícil de convencerle de lo que esperaba, todo hi ser un muchacho de dieciséis años. Y luego finalmente vino la parte más fácil, convencer a Yuuri que se viniera conmigo.- Dijo mirando al heredero al trono.- Se sentía traicionado por su hermano tras haber acordado un compromiso sin comentárselo ni nada.
Lord Günter lo miró incrédulo, vio al chico y no vio ni rastro de malicia en él. Era el candidato perfecto, tal vez demasiado joven e inexperto, pero aparentaba ser un buen candidato.- Si esa es su decisión y la de Shinou, confiaré en ustedes y la apoyaré aunque parece imposible que los demás nobles lo acepten. Vendrán conmigo a la próxima reunión.
Daikenja sonrió, había elegido al noble más amable de todos y sin duda uno de los más leales a Shinou para iniciar su intento de mantener la paz en el país y de momento todo iba bien.
- Su majestad, le acompañaré a su habitación para que descanse esta tarde pero me gustaría poderle conocerlo un poco más esta noche en la cena que daremos de bienvenida.- Dijo Günter con una leve sonrisa.- Aún faltan casi dos semanas para la próxima reunión pero necesitamos prepararnos para ello, tiene que saber todo sobre todos los nobles y la situación del país, tanto actual como de antes de que el rey Shinou subiera al poder.
- Yo… No sé si serviré para esto.- Habló por primera vez Yuuri. Günter pensó que tenía una voz muy linda.
- El futuro de este país y de su gente depende de usted.- Dijo el peliblanco y ya acompañó a Yuuri a su habitación. Eligió para Yuuri una habitación contigua a la habitación real que había ocupado el rey Shinou.