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El amor es ciego, el final es triste…(BBXL)
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Hoy mire por la ventana, vi como el día pasaba…sabes, duele que no estés aquí, con migo. Sé que nuestra discusión fue estúpida, pero somos tan idiotas que nuestro orgullo no nos permite disculparnos.
Creo que lo hare, me disculpare contigo. Sé que fue tu culpa, pero no soporto el tenerte lejos.
El clima está muy bien, creo que saldré a caminar. Tengo que despejar mi mete un poco.
Bueno, caminar sin rumbo es bueno, te permite concentrarte en lo que estás pensando, y yo pues estoy pensando en la forma de disculparme…pero…wow, no me lo creo…¿acaso?...si, es por aquí…ahí debe estar el banco donde tú y yo nos sentábamos.
Creo que será bueno ir allá
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El mundo sí que es pequeño. ¿Acaso nuestras mentes están conectadas?...encontrarte justo aquí, sentado en nuestra banca.
¿Pero que me pasa?...este es el momento perfecto para disculparme.
Mejor me apresuro antes de que te vayas…
-Bueno, es ahora nunca. Vamos Elle…tu puedes-me dije a mi mismo, estaba todo emocionado, tengo que admitirlo, no puedo vivir sin ti.
-¿pero qué…?-me quede parado cuando él fue a verte. Mis ojos no lo creían ellos lo negaban.
Estabas justo sentado encima de nuestros nombres, lo besaste y mi cara se puso más pálida de lo normal, duele verte con él.
Vi que te levantaste y agarraste su mano, te marchaste con él, aun no podía salir de mi estado de shock, solo los vi alejarse.
Reaccione en unos minutos, camine en dirección al banco, observe que mi nombre, estaba tachado,
Lo único que nos unía ya ha sido borrado.
Sentí que me desgarraban el alma. No lo podía creer.
Me quede ahí, sentado en la banca un par de minutos…contemplaba tu nombre, el mío ya estaba borrado, ya ni siquiera se podía distinguir. Recordé cuando los escribimos, ya hace años. Éramos unos críos.
Tal vez para ti no significaba nada, pero para mí…esto lo era todo.
Ya no quiero hacerme más daño, si tú me olvidaste, tendré que aceptarlo. Pero por el momento tengo que convencerme a mí mismo de eso.
Demonios, para colmo ha comenzado a llover, será mejor volver a casa.
¿Sabes?...a veces creo que odio la memoria. Suena estúpido, lo sé, pero es verdad.
Incluso la lluvia me recuerda a ti, si, la primera vez que unimos nuestros cuerpos en, almenos para mí: algo más allá de lo físico. Esa noche llovía estruendosamente, pero entonces mis oídos eran incapaces de escucharla, solo escuchaba mis propios jadeos, y tu voz…pronunciabas mi nombre.
No me puedo creer todo lo que causas en mí, por andar recordando todo eso ni cuenta me di de que ya llegue a casa. Como sea. Mejor entro y me doy una ducha caliente, a este paso me enfermaré. Como aquella vez cuando por error nos quedamos encerrados en la bodega del gimnasio. Entonces tú y yo aún no éramos nada. Pero fue divertido aclarar nuestros sentimientos en aquel lugar. Tal vez fue apresurado lo que hicimos, pero no me arrepiento de nada. Aunque tuvo sus consecuencias, luego de haber pasado toda la noche en la bodega, mientras afuera se desataba una tormenta, sin abrigo alguno más que la ropa que llevábamos puesta que solo era una camiseta y un short. Al otro día cuando nos encontraron, estábamos a un paso de que nos diera hipotermia.
Pero bueno, ¿sabes? Ni yo mismo me entiendo…¿Qué me pasa?. Todo entre nosotros termina y a mí solo se me ocurre recordar nuestra relación. Sí que soy idiota. Pero también sé que solo es una máscara, no quiero hacer una escena en la calle, no por el que dirán, más bien porque te lo prometí una vez de niños, cuando íbamos al jardín de niños. En la época en la que éramos inseparables. Hasta que entramos a la primaria y nos alejamos, y no se diga la secundaria, se podía decir que ya ni siquiera soportábamos mirar al otro. Pero que actitud tan infantil.
-Elle…estas bien-¿qué?..oh, que idiota soy para quedarme parado en la entrada de mi casa por casi media hora. Ya preocupe hasta a la vecina.
-si, estoy bien…no se preocupe, solo….yo…yo…yo me entiendo-mejor entro antes de que me crea loco-¡ya regrese!-¿habrá alguien en casa?
-Elle…ven, te prepare tu….pero ¿Qué tienes hijo?...¿paso algo malo?-genial, tanto se me nota. O mi madre me conoce muy bien.
-nada mamá…-debo reconocer que mi voz no me ayuda para nada.
-hijo…ben mi pequeño-siento sus brazos rodearme.
Si, ella me conoce muy bien...ya no puedo más, trate de contenerme, pero…yo…yo…no puedo.
-mamá…yo…es que…lo…perdí…hoy…fui-avance a decir entre sollozos, pero mi madre me callo.
-hijo…no es necesario que me lo cuentes…pero ten presente esto siempre: el amor es ciego, el final es triste.
Entonces no lo entendí, pero hoy lo entiendo perfectamente.
Tú no sabes lo que siento por ti ¿verdad?...todo lo que significas.
Desde ese momento en mi ventana ya no se ve la luz. El cielo esta oscuro y lloro, porque no te encuentras aquí conmigo.
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Encerado en casa ya tres años pasan. En ese momento recuerdo cuando te conocí, las palabras de mi madre, aun no las comprendía en su totalidad, pero eso no importa. Quiero encontrarte.
Salgo. Se siente tan bien, pero no es momento de eso, tengo que buscarte. Y te encontrare
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Han pasado 4 horas y no logro hallarte. Tal vez ya ni vivas por acá. Pero no me rendiré, te buscare toda la vida si es necesario.
-¿Elle?...¡¡¡¡¡ELLE!!!! –escucho que alguien grita mi nombre.
-¿Light?...¿Near?...¿Matt?-pregunto, ha pasado tanto tiempo, han cambiado mucho.
-los mismos-responde con una sonrisa Light. Sigue siendo el mismo.
-¿Cómo has estado?...no te había visto hace…años-pregunta Matt en su forma tan peculiar.
Puess…¿qué le diré? ¿En qué estoy pensando? Ellos deben saber de él, almenos de su paradero.
-ustedes no saben dónde puedo encontrar a…-pero que caras… ¿acaso algo malo paso?...ni terminar me dejaron.
-venimos de verlo-dijo melancólico Near…es raro verlo así.
-¿Dónde vive?...tengo que hablar con el-dije con gran ilusión, en pocas palabras…LO ENCONTRE.
-veras Elle….el, está en el hospital. Lo que paso es que….-no, acaso era una broma de mal gusto, ¿cómo que en el hospital?...
Salí corriendo en dirección al hospital dejándolos hablando solos.
-Elle!!..-escuche mi nombre a lo lejos, no me interesa lo que tengan que decir, tengo que verte. Comprobar con mis propios ojos que lo que dijeron es cierto.
Y si es cierto, matar a ese maldito imbécil con mis propias manos, como se atreve a dejarte luego de saber lo de tu enfermedad.
Él nunca te quiso. Solo fuiste un juego. A él tú no le importas.
Corro lo más rápido que puedo.
No sé si pueda soportar el vivir sin ti. El pensar en eso me lastima.
Llego al hospital y pregunto por ti, una de las enfermeras me lleva a una habitación. Dudo un poco, pero al fin me decido y entro.
Te veo acostado en la camilla. Mi cuerpo no lo puede evitar, voy corriendo a tu lado.
Estás sedado, pero eso no me importa. Pareces dormir plácidamente.
Roso levemente mi mano con tu mejilla, sentirte nuevamente es genial.
Entonces la suave voz de la enfermera interrumpe.
Escucho como con pesar me explica tu estado. No me lo creo…solo vivirás si alguien dona un corazón.
La enfermera se retira, te miro…entonces todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos pasa por mis ojos.
Miro al cielo, pidiendo perdón a mi madre…lo que are, no le gustaría nada.
No dejare que mueras. Ya no me queda nada, solamente tú. Mi madre murió hace un año.
Quiero una vida contigo, pero a la vez sé que soy tu única salvación.
Lo que quedaba del día, y toda la noche, me quede contigo. Decidí no dormir.
Me quede reflexionando, mientras escribo en un papel todo lo que ha ocurrido, todo el mal que yo pase, lo que por ti siento desde que te fuiste.
Decidí dejarte una carta, ya que no podré decirte nada en persona.
Mire el reloj de la pared. Ya llega la hora, el final se acerca.
Respiro hondo, me levanto y camino por los pasillos del hospital, a decir verdad hay mucha gente.
Busco a la enfermera y al fin la encuentro. La saludo y le pido que luego de la cirugía, cuando despiertes te entregue mi carta.
Aceptó, hasta podría decir que sus ojos se cristalizaron. Pero tal vez fue solo cosa mía.
Vuelvo a la habitación, decido contemplarte hasta que llegue la hora.
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Tu y yo estamos encerrados en una misma habitación, escucho pasos, incluso podría jurar que también una voz…la visión se me está nublando, el anestésico o lo que sea que me hayan inyectado está surtiendo efecto.
Se encienden las luces, giro mi rostro, trato de encontrar el tuyo, y lo logro.
Mis parpados pesan. Pero no quiero dejar de verte.
No puedo más, mis ojos se cierran. Pero antes te miro por última vez. Esta es mi forma de decir adiós.
Se acabó mi tiempo. Este ya no es mi lugar
Puede ver todo, es una película de mi vida…toda mi vida. ¿Sabes? Lo que más me gusta es que en la mayoría de escenas estas tú. No pude evitar sonreír. Un día te dije “por ti aria lo que fuera”….entonces preguntaste “¿lo que fuera?...¿por ejemplo?”. No pude contestarte, y te enojaste…que te diga, tenía 6 años. Pero si no es muy tarde quisiera contestar ahora.
Aria lo que fuera por ti…incluso daría mi vida a cambio de la tuya. Por qué…
TE AMO.
Ahora todo está oscuro. Pero no tengo miedo. Si es por ti…no me importa nada. Solo quiero verte Feliz.
No olvides que estará dentro de ti el corazón que tú partiste aquel día.
Ahora tengo presentes aquellas palabras: “el amor es ciego y el final es triste”
Recordé lo que puse en la carta, me obligue a mí mismo a ser breve.
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Para que tu vivieras
alguien tenía que morir.
Preferí estar en el cielo, que aquí
y estar sin ti.
Prometo esperarte allí,
en el lugar donde empezó todo.
Nunca estarás solo,
mi corazón
estará dentro de ti.
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Aunque suene tonto…espero que me olvides pronto y que seas feliz.
ADIÓS