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ROTO por AzraelK20

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Notas del fanfic:

Hola aqui reportandome con este nuevo fic, se que tengo algunos sin terminar pero queria compartirlo.

 

Esta obra va dedicada a dos personas muy en especial, una de ellas es mi psico-loco, el me pidio hacer esta historia y la otra es mi linda y buena amiga Alheli en serio abrsio tu gran amistad asi que te dedico tambien este fic ^u^

 

Los derechos de los personajen van reservados a sus respectivos autores el maestro Kurumada y a Teshirogi, yo solo pido prestado los personajes.

Notas del capitulo:

Muy bien, con forme balla avansando la historia ire cambiando posiblemente las advertencias, dependiendo de como se vayan dando los sucesos sera el cambio que se de.


Espero que les guste esta nueva historia, estoy trabajando demaciado duro en ella debido a lo que pasara, sin mas les agradesco leer.


 


26/04/2013 (ya pienso poner las fechas de las actualizaciones ;)

HURAÑO

Albafika a la misma hora sentado en el mismo lugar se encontraba en ese parque, parecía que tenía pocas cosas que hacer, al llegar se sentaba, miraba a los lados y se quedaba agachado en un libro, el mismo libro de los martes. Cada martes estaba en sus manos ese libro, el mismo lo leía y  releía, para las personas que diariamente hacían ejercicio en ese parque ya era rutina verlo así, sabían que libro llevaría determinado día.

-Buenos días. –Siempre le saludaban y Albafika respondía seco.

-Buenos días. –No parecía tener emociones.

Cuando el sol comenzó a ponerse Albafika se puso en pie, miro su reloj, después observo al cielo, guardo el libro y camino de regreso a su casa. Su caminar era torpe, por eso era raro para los caminantes y deportistas del parque, algunas veces se caía pero no mostraba ninguna señal más que un puchero de enojo muy leve casi imperceptible.

En su caminata entro en una florería que le quedaba de paso para entregar algo que tenía en sus manos. Paso despacio se paro en el mostrador, toco la campana dos veces y espero a que alguien saliera viendo las flores cercanas.

-Hola Alba, ¿Cómo te fue hoy en tu trabajo?

-Bien Sasha. –Albafika no le miraba, pero respondía mientras se mecía en las puntas de los pies.

-Que tengas una buena tarde Alba.

-Toma.

-Gracias Alba nos vemos otro día. –Ella tomo la flor y le despidió con una sonrisa, ella lo quería como a un hermano mayor, sabía que era muy dulce en el fondo aunque fuera huraño con todas las personas, siempre llegaba con ella y le daba una flor que ella aceptaba con todo gusto ya que por mas intentos que ella hacía por plantarlas no lo conseguía y recibirla de regalo de Alba le era grato ya que el tenia algo raro asía esa flor que lograba cuidarle fácilmente. –Cuídate.

-Adiós.

Salió del lugar dirigiéndose a casa; al llegar a casa se espero unos segundos, miro nuevamente su reloj, cuando marcaron las siete en punto saco la llave y entro a casa. Miro a todos lados, escucho un ruido en la cocina y camino hasta ahí.

-Alba ya volviste, siéntate tu cena ya esta lista.

-No. -Alba se dio la vuelta y se fue al cuarto, el recordó que así era Albafika, tenia cosas que hacer antes de cenar, se asomo al pasillo y después lo siguió, lo vio en la habitación guardando sus cosas y después poniéndose la pijama. –Me ayudas Manigoldo. –Albafika no alcanzaba su camisa, y esa no era una pregunta sino una orden.

-Toma florcita.

-No soy florcita.

-Lo que digas.

Durante la cena Albafika solo guardaba silencio, Manigoldo lo cuidaba desde hacía años, eran grandes amigos por así decirlo y para Manigoldo como un hermano pequeño también, aunque Alba siempre le tomara como saco de box cuando se molestaba.

-¿Albafika como te fue hoy? –No respondía, sin duda era muy callado pero lo tenía que hacer hablar. –Albafika… mírame a los ojos, vamos, respóndeme ¿cómo te fue hoy? –Levanto tímidamente la vista y lo vio unos escasos segundos a los ojos.

-Hoy llegaron plantas nuevas.

-Bien, y que más.

-Nada, ya acabe, me puedo retirar. –Un poco de modales, era un poco más expresivo con Manigoldo, y eso le costó mucho enseñárselo ya que casi ni hablaba cuando se conocieron.

-Ve a dormir, mañana iremos de nuevo.

-No quiero. –La vos siempre era monótona, muy pocas veces expresaba una emoción.

-No quiero tener que obligarte pero es necesario, ¿Quieres trabajar verdad?

-Sí.

-En ese caso ve a dormir, mañana iremos al hospital.

Albafika acomodo su cama, apago las luces y después se recostó quedando profundamente dormido. Manigoldo fue a revisar que durmiera, le acomodo las cobijas para cubrir a Albafika, siempre se quedaba descobijado. Por la madrugada Manigoldo sintió que alguien se infiltraba en su cama, al despertar vio a Alba dormido a un lado zullo.

-Alba arriba. –Lo movió un poco.

-Manigoldo.

-Vámonos, cámbiate y desayuna rápido.

Los dos se dirigieron al trabajo de Manigoldo, a Albafika le disgustaba ir al hospital y mostraba su desgano, pero entendía que era porque Manigoldo se preocupaba por él. Alba camino por el pasillo blanco solo, Manigoldo le envió así mientras revisaba su oficina.

“-Hola Albafika…” -Era usual no respondiera los saludos en el hospital.

-Albafika que bueno verte hoy, pensé no te traerían.

-Asmita. –Toco con su dedo índice la nariz del otro. –Hola.

-Veamos, acompáñame.

Albafika camino detrás, Asmita era quien se encargo de Albafika después de un pequeño accidente en la casa ya que fue el único que logro controlar sus desplantes y gritos sobre que no lo tocaran. Asmita lo hiso sentarse, Albafika tenía cierta obediencia y comprensión normal como todos, pero en otros parámetros era extremista y no entendía.

-Los quitare, supongo te dolerá un poco, pero te pondrás bien.

-Mmm… no qui…

-Albafika tu entiendes, no te comportes así, se que entiendes esto, que no te guste es algo distinto.

Asmita retiro con cuidado los puntos, ese no era su trabajo, el era solo un psicólogo mas pero fue el único logro inspirarle confianza a Albafika para suturar la herida. Al terminar sintió los ojos del otro sobre, él sabía que por su condición no veía a nadie a la cara, pero con él era diferente.

-----------FLASH BAK-----------

Asmita caminaba por los pasillos revisando hubiera orden, además tenía un poco de tiempo y decidió estirar las piernas. Mientras caminaba escucho gritos en un consultorio, pensó que quizá un niño no dejaba que lo atendiera por lo que se paro en la puerta para saber, era ciego, pero veía más de lo que otros pensaban.

-¡Albafika cálmate! –Era la vos de Manigoldo, sabia trataba con niños, pero por lo que se oía no podía controlar a ese pequeño. -¡Ya basta es por tu bien!

-¡HAAAAAAAA!... ¡HAAAAAA! –Esos gritos lo aturdían, tenía buenos pulmones el pequeño, decidió darle una mano.

-¿Qué pasa?

-¡Alba ya basta!... no es nada, esto es frecuente, no le agradan los hospitales… ¡ALBAFIKA!...

-¿Qué le paso?

-Tenemos que suturarle el corte del brazo.

-No quiero, eres malo Manigoldo. –No era un niño, se trataba de un joven.

-¿Necesitas ayuda?

-Si logramos calmarlo lo demás es pan comido.

-¿Albafika qué te pasa? No deberías gritar así, es por tu bien lo que quiere hacer Manigoldo, vamos, si no quieres que él lo haga yo me encargo.

-Asmita… bien hecho, calma Alba no te dolerá mucho.

Asmita suturo con sumo cuidado, tenia buen tacto para eso aun siendo ciego, Albafika tenía una mano en la boca mientras miraba a otro lado, se había quedado my tranquilo con las palabras de Asmita. Manigoldo termino vendándole ya que Alba se fastidio.

-¿Un paciente tuyo?

-No mi “hermanito”

-¿Hermano? Que interesante Manigoldo, no lo sabía.

-En realidad yo lo cuido, Albafika no puede estar solo siempre, sus padres lo abandonaron en un hospital cuando tenía tres años y yo lo encontré cuando recién comenzaba como médico...

-Manigoldo a casa.

-De carácter especial.

-Asmita.

-Es algo mandón, pero es muy amable en otras circunstancias, me sorprende te hable por tu nombre.

-Después me gustaría hablar sobre este tema contigo Manigoldo.

-Con gusto, mientras tanto yo me llevara a Alba a casa.

-----------FIN DEL FLASH BAK-----------

-Albafika, Albafika ve con Manigoldo para que te lleve a casa.

-Asmita siempre tiene los ojos cerrados.

-Así es Albafika, yo no puedo ver, estoy ciego, y entiendo que hay cosas que aunque tu si puedes ver no entiendes, podría decirse somos iguales en algo.

-Gracias.

-Ten más cuidado en un futuro.

Albafika dormía, su expresión era apacible, siendo un adulto necesitaba cuidado constante en algunos aspectos, pero si se le dejara solo se aria cargo de él mismo muy bien, ya que hasta un trabajo y estudios tenia. Manigoldo confiaba se quedaría en casa, era miércoles el único día que no salía de casa, por una razón que aun desconocía, él tuvo que arreglar en el trabajo de su “hermanito” que lo dejaran faltar los miércoles por su condición.

-¿Asmita aun quieres esa charla?

-Manigoldo, sin duda es un tema que me interesa, no sabía nada de ello, siéntate.

-Si quieres hablar será en la cafetería, aquí me sentiría como uno de tus pacientes.

-Como quieras.

Los dos tomaron asiento en la mesa más alejada, Asmita tenía poco de haber llegado al hospital por una trasferencia, era el nuevo, pero un muy reconocido psicólogo, conocido por casos perdidos que son salvados por su forma de trabajo, se decía sus métodos eran distintos, pero jamás hablaba de ellos con los demás médicos.

-Me gustaría saber sobre Albafika, no creí trataras con casos tan especiales.

-Se nota no me conoces aun.

-Pero quisiera saber de tu “Hermanito”.

-Cundo comencé como medico fue en un hospital marginado que también daba asilo a enfermos terminales y/o solos, ahí al primer día me tope con Albafika, de hecho fue un encuentro muy desagradable para mí.

-¿Desagradable? ¿Por qué razón?

-Estaba amarrado a una pared en un rincón, su cara sucia y con una expresión  tan fría e inhóspita que daba miedo, a la hora de la comida vi como lo amarraban a una silla, el casi no se movía estaba sumamente delgado, pero cuando intentaron alimentarlo fue todo un cambio, intento zafarse, estaba como loco y pateaba a donde podía, al final lo sedaron y llevaron a un cuarto.

-… es algo que no puedo imaginar, atado a una pared y completamente descuidado, también trabaje en un hospital muy marginado como tú, pero jamás vi algo como lo que dices.

-Ese no es todo, como era nuevo me dieron libertad de recorrer los pasillos para conocer mejor por mí como estaba todo, llegue e la habitación de Alba incluso tenía una marca con un letrero de advertencia, avisando que podía atacar sin provocación, estaba amarado de brazos y pies mirando a la nada en el techo perdido, pero sus labios se movían, supuse tendría sed por lo que entre y vi el agua en una mesa, pero al acercármele comenzó a gritar, no se le entendía nada…

 

Notas finales:

Muy bien la flor que le regala a Sasha es esta: http://www.gifanimados.com/blog3/DSC03977.JPG


y una pequeña foto de Alba-chan y Mani que me a gustado para la historia: https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.net/hphotos-ak-prn1/480730_361722127273588_87831494_n.jpg


Sus opiniones son vienvenidas, esta solo es una brobada del inicio, pronto actualizare, porque es una de las historias mas pesadas en mi opinion que e hecho.


Pero gracias por leer y a quienes se tomen la molestia de opinar, seran vienvenidas las opiniones pero todo con respeto pot favor.


Hasta la proxima ^w^


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