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¡Hey, my beautiful target! por A Quick Kiss

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Notas del fanfic:

Dedicado a: Ana Venecia, EXOtic de corazón. 

Nombre dela autora: YuleSaku

Nombre del oneshot: ¡Hey, my beautiful target!

Pareja: KaiSoo

Dedicado a: Ana Venecia, EXOtic de corazón.

 

POV JongIn

Me levanté ese día con una enorme sonrisa en mi cara pues como era feriado, podía “ir a levantar” personas sexys al parque.

-¡Dormir desnudo incrementa tu poder sexual!- exclamé divertido mientras me colocaba mis pantuflas de Garfield.

-No, es verdad- dijo mi hermana que se escabullía por la puerta de mi habitación-. Buenos días playboy.

Le di una mirada de odio y ella se fue mientras soltaba risillas.

¿Playboy? Yo soy incluso más bueno que los playboys.  

Era obvio notar lo guapo que era, la piel casi tostada, los ojos negros y aquella sonrisa cautivadora…todos caían a mis pies desde hombres de negocios, jóvenes de secundaria, hombres casi seguros de su sexualidad, todos caían…

-¡A los pies del  gay del encanto demoniaco!- solté una carcajada muy feliz.

Si, en realidad yo no era muy humilde...

-¡Hermano!- exclamó mi hermana mayor desde la cocina-. ¡Si ya terminaste de admirarte en el espejo, podrías bajar a desayunar!

-Un segundo- tomé un bóxer de color negro muy apretado, me coloqué una camisa blanca igual de ajustada y bajé muy apresurado a la sala.

-¡Hermanita fea!- dije mientras entraba a la cocina- Tú…

Las palabras que iba a decir se quedaron hechas un nudo en mi garganta al ver que había más personas en la cocina que no eran precisamente mi familia.

-¡JongIn!- exclamó mi hermana al borde de la vergüenza.

Las personas presentes allí eran una señora de avanzada edad que me miraba con miedo, un señor de ceño adusto y mirada muy fría y un chico de mi edad con el cabello negro igual que sus ojos que me miraba entre sorprendido y avergonzado, pude notarlo porque en sus níveas mejillas se tornaron muy rosadas.

-Soy JongIn- extendí mi mano hacia la señora que se tapaba sus ojos-. Un gusto.

-Lo mismo joven- dijo ella mirando al suelo-. ¿Puede irse a cambiar?

-Pero señora- le di una mirada al joven de la familia-. Es mejor sentir el viento en tu cuerpo, es más, mejor me quito la camisa.

Tomé el borde de la camisa travieso cuando aquel chico de ojos negros me fulminó con la mirada.

-Escucha JongIn- sus ojos negros sacaban rayos -. O te vas a poner ropa decente en este momento o clavaré mi puño justo- se acercó a mí y puso su dedo en mi frente- aquí.

Mi hermana primero tenía una cara de asombro pero luego se empezó a reír como una loca.

-Cla-cla-ro- murmuré tembloroso mientras corría hacia mi cuarto.

Aquel chico, se atrevió a desafiarme…no es ni muy guapo pero me llama la atención, es divertido.

Solté una risilla mientras me colocaba un calentador gris y una camisa roja de Iron Man menos ajustada, con aquella primera impresión de mi cuerpo y la conversación que le iba a dar en unos segundos sería otro hombre en mi cama que cae a mis pies.

-Nadie derrota, ni avergüenza a JongIn- murmuré mientras bajaba de nuevo a la cocina.

Al llegar noté que estaban conversando con mi hermana.

-Regresé- dije abriendo las gavetas para tomar mi cereal de chocolate.

-Ya te extrañaba, JongIn- dijo mi hermana con sarcasmo- Entonces- se dirigió a la mujer que parecía ser la madre del joven del cabello negro-. Sra. Do, ¿Ustedes vienen de HongDae?

-Sí, nos trasladamos acá para encontrar fama para mi niño- le acarició la cabeza al de ojos negros.

-Seúl es la capital del arte, su hijo logrará adecuarse rápido- lo señaló-. ¿Cómo te llamas?

-KyungSoo- respondió él con una sonrisa-. Eres una chica muy linda.

-Que su cara linda no te engañe KyungSoo- dije tomando un enorme waffle y comiéndolo de una-. Ella está más loca que una cabra.

-¡JongIn!- me golpeó la nuca-. Eres un atrevido.

-Golpeas muy duro hermana.

-Siento los desmanes que ocasiona mi hermano, pero él está algo mal de la cabeza- hice un puchero muy infantil-. Entonces Srs. Do espero que nuestro barrio los trate bien.

-¿Barrio?- señalé con mi tenedor a KyungSoo-. ¿Acaso ustedes viven por aquí?

-Somos tus vecinos- me respondió él girando los ojos-. Vámonos padres.

Ellos asintieron y se despidieron de mi hermana, luego se dirigieron a la puerta de mi casa y yo aproveché para hacer mi jugada.

-Yo les abro la puerta- abrí la puerta y los padres desfilaron hasta que el último en salir fue KyungSoo.

-Me gusta tu nombre- le dije antes de cerrar la puerta-. ¿Te gustaría salir algún día?- me mordí los labios como cuando estoy nervioso.

-Lo siento- soltó una risilla y puso un chocolate en mis manos-. Pero no me llaman la atención los playboys.

Y dicho esto salió caminando muy tranquilo hacia su casa moviendo su cadera de un lado al otro mientras yo lo miraba embobado.

-Al parecer este tipo de cosas no funcionan con él, tendré que sacar a la caballería pesada- tomé mi teléfono de la mesa del comedor y salí disparado a mi cuarto.

-¡JongIn!- exclamó mi hermana-. ¡No has acabado de comer!

La ignoré y marqué el número de mi pandilla conformado por los chicos más locos y fiesteros de todo Seúl o al menos eso es lo que ellos creían.

-JongIn- la voz de Sehun sonaba ronca-. ¿Son las 11 de la mañana? ¿Qué sucede?

-Código Rojo- susurré y el soltó un grito.

-¡¿Qué?! Iré enseguida.

-No te olvides de traer a Chanyeol y a Tao.

-Lo haré, adiós.

Suspiré y me tiré en la cama abrumado. Código rojo era usado para nombrar a los casos en los que el chico no caía en mis manos y era tan grave que debía llamar a mis amigos para usar nuestra técnica más oscura.

Estaba perdido en mis cavilaciones cuando escuché el sonido de una canción de Usher, Dj got us falling in love en sonido instrumental y luego una voz tan suave pero a la vez profunda que me llamó la atención.

Cuz baby tonight
the DJ got us falling in love again

Yeah baby tonight 
the DJ got us falling in love again

Me levanté de la cama y busqué al dueño de aquella magnífica voz y mi sorpresa fue grande, me asomé por la ventana y era KyungSoo  que cantaba desde su cuarto que ridículamente daba al mío. Un sonrojo se apoderó de mis morenas mejillas al verlo cantar tan sensualmente frente al espejo, aquel chico no era un cualquiera, aquel chico tenía algo.

-¡JongIn!- exclamó mi hermana desde la sala-. Los tres chiflados ya están aquí.

-Ya voy- bajé las escaleras rápido y los encontré en la puerta sonriendo y molestándose el uno al otro.

-¡Sehun, Yeol y Tao!- los abracé  fuertemente y los jalé hasta mi cuarto que después cerré con seguro.

-Luces muy alterado- dijo SeHun  mientras mascaba chicle.

-Es él...me está alterando…no responde a mis ataques- dije dando vueltas en mi cama.

-Tal vez sea porque en serio no le gustas- dijo Tao con sus aires de seriedad.

-¡Imposible!- hice avispamientos en el aire.

-¿Chanyeol?- lo señalé-. ¿Lo trajistes?

-Sí- sacó un par de botellas de color rosa y rojo-. Aquí están.

Solté una risilla por lo bajo y fui a mi librero.

-No me quiero involucrar en esto otra vez- susurró Tao mientras peinaba su cabello negro frente al espejo-. ¿Acaso no recuerdas lo que pasó la última vez?

Hice un puchero y el rodó los ojos.

-Ese pobre chico se enamoró tanto de ti que te dio un enorme peluche y apartó todo el centro de Seúl pero tú lo rechazaste.

-Yo no salgo con idols ocupados- tomé un libro café que lucía muy viejo en mis manos.- Aquí está el libro de la familia Kim que ha pasado de hijo a hijo…el libro que asegura que si sigues sus instrucciones correctamente puedes hacer que cualquiera se enamore de ti.

-Ese libro fue hecho para personas con relaciones heterosexuales- dijo SeHun mientras comía otra goma de mascar.

-Eso es lo de menos- canturrié quitando todas las revistas de mi escritorio-. Chanyeol pásame las esencias.

Tomé primero un pequeño frasco de perfume con atomizador y lo abrí, vertí el líquido rosa y dije las palabras mágicas:

-¡Rosa del sexo!- exclamé-. Dale deseo sexual hacia mi persona… te lo ordena el décimo hijo de los Kim.

-¡WAAAA!- exclamó Channie tratando de hacer sonidos de magia mientras reía.

-¡Silencio!- tomé el frasco rojo sangre y lo vertí-. ¡Dale pasión hacia mi cuerpo!

El pequeño frasco con la mezcla de esos dos líquidos empezó a sacar humo y a hacer raras burbujas pero mis amigos de tanto siempre ver el mismo evento ya no se sorprendían.

-¡Ahora solo falta un cabello mío!- cogí un par de tijeras y corté un castaño mechón-. Te lo pido yo, Diosa Afrodita- arrojé el cabello a la burbujeante fórmula.

Hice una especie de plegaria con mis manos mientras el líquido dentro del frasco dejaba de burbujear y se tornaba de color violeta.

-Ya está dije colocando el atomizador al frasco para que luciera como un perfume normal. 

-No puedo creerlo que lo vayamos a hacer de nuevo- dijo Tao estirándose-. Pero para eso están los amigos.

-Sí...- sonreí de medio lado mientras me colocaba un jean negro apretado junto a una camisa de Naruto.

-Vamos a verlo- Sehun tomó una paleta de su bolsillo y se la llevó a la boca-. Con esta formula, sé que caerá rápido y que tú dejarás de llamarnos a las 11 de la mañana.

Hice un puchero mientras salía de mi cuarto apretando fuertemente el frasco de perfume con el líquido del amor.

Mis amigos salieron después de mí ignorando a los gritos molestos de mi hermana que estaba molesta por el ruido que hice hace un rato cundo creaba la formula.

Caminé presuroso hasta la casa de a lado, la casa de KyungSoo mientras mis manos temblaban pues apenas le rociaría el líquido del amor correría muy enamorado hasta mis brazos. Toqué la puerta un par de veces y escuche su gruesa pero suave voz gritar:

-¡Yo abro!- y por poco expulsaba mi corazón por mi boca.

-Hola- dije tembloroso cuando el abrió la puerta, estaba usando un calentador gris y una camisa negra de tiras que se resbalaba por sus hombros.

-¿Qué haces aquí?- cuestionó algo aburrido mientras movía su pie.

No respondí a su pregunta y saqué de mi espalda el frasco de perfume y lo rocié en su cara mientras cerraba mis ojos, pero al abrirlos encontré su cara desencajada y con signos de molestia.

-¡¿Por qué me has rociado ese perfume?!- su cara estaba roja de la ira-. ¡¿Acaso ya te volviste loco?!

-Yo..yo- el hechizo no había funcionado y sentía mis mejillas arder de la vergüenza.

-¡Vete de mi casa!- me empujó a la vereda y me cerró la puerta.

Nunca falla el hechizo porque él…ahora está molesto conmigo y siento que el pecho me pesa mucho.

Un par de lágrimas rodaron por mi mejilla mientras apretaba entre mis manos el perfume, me sentía tan molesto por no poder gustarle que hasta incluso creí que me estaba enamorando de él.

-Esto no es justo- sequé las lágrimas que caían con el dorso de mano y salí corriendo hacia mi casa.

-¡JongIn!- escuché la voz de Sehun que estaba saliendo de los arbustos donde se había escondido.

-¡Déjenme!- entré a mi casa como una tromba, corrí hacia mi cuarto con la mirada de mi hermana en mí.

Me metí en mi cuarto y le puse seguro a la puerta.

-¡JongIn!- Channie golpeaba la puerta fuertemente-. ¡No estés así! ¡Algo debió haber fallado…lo intentaremos de nuevo!

Me incorporé molesto de la cama y abrí la puerta del cuarto.

-¡No lo entienden! ¡No le gustaré porque soy un frio y un egoísta!- y dicho esto volví a romper en llanto en brazos de mis amigos.

Estaba demasiado frustrado porque la formula no funcionó pero también estaba molesto porque noté como mi vida era un carrusel de vueltas sin sentido y cuando creo encontrar a alguien diferente no sé cómo actuar para enamorarlo.

-Calma- susurra Tao mientras acariciaba mi cabello-. Si quieres, prueba la fórmula en nosotros.

Me separé de él y asentí con los ojos llorosos. SeHun dejó su paleta a medio comer en el bote de basura y se sentó en el borde de mi cama, algo nervioso.

-Hazlo rápido- cerró los ojos mientras apuntaba el perfume hacia él.

Apenas la sustancia salió, sus ojos se tornaron brillantes y una sonrisa enorme salió de sus labios.

-¡JongIn!- se abalanzó sobre mí-. ¡Eres muy guapo! ¡Sale hoy conmigo! ¡Quiero que me la metas!

-¡Sehun, quítate de mí!- los chicos lo cogieron de los brazos mientras él pataleaba tratando de llegar a mí.

-¡JongIn!- me lanzaba besos volados. Esa era una de las cosas más divertidas que he visto en todos mis años de mi vida.

-¡Cálmalo, JongIn!- dijo Tao sudoroso pues Sehun se movía muy fuerte en sus brazos.

Me acerqué hasta su frente y coloqué mi dedo en ella.

-Love Break- susurré y él dejo de retorcerse, sus ojos perdieron brillo y se desmayó.

-Se ha desmayado como era de esperar- Chanyeol rascó su rizada cabellera-. Con él la pócima funcionó muy bien… ¿Pero porque con aquel chico no?

-No tengo idea- me dolía la cabeza-. Vayan a casa, yo me quedaré aquí.

-Está bien- tomaron a Sehun en hombros y salieron de mi cuarto.

Suspiré agotado, vi de reojo el perfume con aquella poción roja y me enojé con ella.

-Estúpida poción- susurré y la lancé por la ventana de mi casa.

-¿Kai?- una mano golpeteaba tímidamente la puerta de mi casa-. Soy yo, tu hermana.

-Pasa hermanita- me senté en un puf rosa en una esquina-. ¿Me necesitas para algo? Nunca me llamas Kai al menos que quiera que haga algo por ti.

-Sabes que me gusta llamarte Kai- puso su negro cabello rizado detrás de sus orejas-. ¿Por qué has llegado llorando?

-No es de tu incumbencia- susurré bajando mi cabeza-. No te preocupas por mí.

-Si lo hago- alzo mi barbilla-. ¿Te gusta el chico de los DO?

Asentí con la cabeza.

-¿Y supongo que has usado aquel loco libro de la familia para enamorarlo?- señaló el libro de color café en mi escritorio.

Volví a asentir.

-Debería destruirlo, muchos problemas le ha traído ya a esta familia…Escucha JongIn a las personas no se las enamora con pociones, cuerpos esculturales y conversaciones ardientes, a veces un simple detalle y una cita muy normal pueden hacer mucho.

-Entonces- susurré un poco acongojado-. ¿Debería esperar a que se le pase el enojo e ir a verlo con rosas?

Ella soltó una risilla.

-Estás entendiendo- me revolvió el cabello-. Eres un buen chico.

Se levantó del puff donde estábamos sentados y salió por la puerta prometiendo que me haría un sanduche de crema de maní y mermelada.

Dirigí mi mirada hacia la ventana que daba al cuarto de KyungSoo y suspiré.

-Nuevo chico necesita nuevas maneras-. Dije esbozando una sonrisa.

*Luego de un mes*

Ya había pasado casi un mes desde el intento fallido de conquistar a KyungSoo, todo ese mes había decidido convertirme en una mejor versión mía.  Dejé de lado las fiestas, a las conquistas de una noche y me enfoqué en mis estudios de la universidad. Y aunque al principio creí que mis amigos me dejarían al verme en mi nueva idea de convertirme en una persona más centrada  en realidad me apoyaron desde el inicio y siguieron mis pasos.

De ser los peores alumnos de nuestro curso llegamos a ser los más listos de toda la facultad pero yo por mi parte aun no me había atrevido a hablar con KyungSoo hasta este día.

-¡JongIn!- exclamó mi hermana acomodando mi corbata-. ¡Deja de moverte!

-Debemos ponerle perfume- dijo SeHun mientras comía un gusano de golosina.

-Lo traje- dijo Tao sacando un frasco de color verde y me lo roció.

-¡Eso huele a viejos!- dije haciendo una mueca mientras abrochaba los botones de mi terno.

-Ya estás- mi hermana pasó sus manos por el terno con ternura y me dio el ramo de rosas para KyunGsoo que compré ayer.

-¡Fighting!- dijeron Chanyeol, Sehun, Tao y mi hermana al mismo tiempo mientras salía de mi cuarto y me dirigía a la casa de KyungSoo.

Me sudaban mucho las manos mientras sostenía el ramo en mis manos, toqué la puerta lentamente y él salió con aquella misma camisa negra de tiras.

-JongIn- susurró asombrado al verme en ropa formal y con un ramo de rosas en la mano.

-Sal conmigo hoy, por favor- le puse el ramo en sus manos y le sonreí.

El me devolvió la sonrisa, tomó el ramo de sus manos y me plantó un beso muy fuerte en la mejilla.

-Gracias.

-No es nada- dije feliz-. Vamos al cine luego de esto.

-¿Quieres saber porque la poción no funcionó conmigo?- me invito dentro de su casa y me dijo que lo acompañara a su cuarto.

Se quitó la camisa de tiras mostrando su piel blanca ante mí.

-Es porque nuestras familias eran enemigos en el pasado, tu familia nos robó el libro del amor y desde entonces los DO poseemos un aura que impide que alguien de la familia Kim nos enamore por la poción.

Se colocó una camisa roja con puntos negros muy vistosa.

-¿Nos vamos?- dijo sonriendo.

-Sí- susurré.

Salimos de su casa y fuimos al cine. Descubrí que le gusta tararear canciones y que se emociona muy rápidamente principalmente con las escenas de acción en las películas y que tiene una cerca adicción a los chocolates.

Era mi primera cita en años pues casi siempre mis conquistas terminaban en mi cama gimiendo sin siquiera habernos conocido.

Al llegar a su casa, lo despedí con un beso en la mejilla y me dirigí a la mía. Subí corriendo las escaleras hasta mi cuarto, solté un suspiro grande y me arrojé sobre mi cama.

-Mi corazón no dejo de latir apresurado- dije mientras me quitaba el terno y la corbata.

Luego escuché algo golpear contra mi ventana, me levanté para ver que era y era KyungSoo arrojando piedrecitas contra mi ventana.

Abrí la ventana y le pregunté.

-¡¿Qué sucede?!

-¡Me gustas!- me respondió él mientras me mandaba un beso volado.

 

  

Notas finales:

Dejen reviews porque eso es amor. 


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