Agosto 1995
Beijing China
Asustado y nervioso entre por la puerta a ese salón que se miraba gigantesco, ya había unas cuantas personas ahí dentro, busque un asiento que estuviera ni muy en frente ni muy atrás, tenía miedo y extrañaba a mi mamá, si, era mi primer día de clases en el jardín de niños.
Poco a poco el salón se llenó de los que serían mis compañeros, pero todo pareció cambiar cuando a lado de mi se sentó él.
-Hola, ¿cómo te llamas?- me dijo con una voz muy bajita y suave, hablaba como una niña y me dio algo de risa, pero como no tenía nadie con quien hablar le respondí, además había algo en el que llamaba mucho la atención - Zhang YiXing – le dije sonriendo un poquito - ¿y tú? – de pronto lo vi bien y había cosas de él que no eran normales, como ¿porque era rubio? ¿Los niños podíamos pintarnos el cabello? ¿Por qué su ojos eran de un café claro? ¿Por qué..? – Luhan- me dijo interrumpiendo mis pensamientos y sonrió muy dulce - ¿Por qué te pintas el cabello rubio, Luhan? – le dije curioso y porque mentir, un poco envidioso, se miraba diferente y muy bien- Oh.. – se rio – no me lo pinto, tonto…así nací - ¿Qué?!! ¿Asi nació?..que pinochada era esa?. Luhan se rio, seguro por ver mi cara de que no le creía ni una pizca – mi papa es extranjero – explicó – es rubio también... – ahh – dije sin creerle mucho, no sabía si eso se podia pero en fin, no parecía mentir.
La maestra se presentó, nos dijo su nombre y que ella nos ayudaría a aprender, así paso el tiempo y sonó el timbre, ¡al fin! Tenía hambre y no podía esperar para comer lo que mi mamá me había puesto de almuerzo. Salí al jardín y me senté en una banca que estaba desocupada, abrí mi cajita de almuerzo y me disponía a comer con una sonrisa cuando..- ¡hey amigo! – ¿amigo? – ¿que te dieron para comer? - me dijo Luhan – no te voy a dar mi sándwich! – protegí mi comida, mamá me dijo que me cuidara de los bullys y aunque Luhan parecía inofensivo, podría ser uno de esos abusadores – no te la voy a quitar – se rio y se sentó a mi lado – pero podemos compartir, si tu me das la mitad de tu sándwich, yo te doy la mitad de mi sushi – y con sus palillos paso unos cuantos a mi cajita, me le quede viendo pero accedí aunque no muy convencido y le di la mitad de mi comida – tus mejillas están rositas, como las de las niñas – Mira quien me estaba diciendo niña – no es cierto! – fue lo primero que se me ocurrió decirle – si es cierto – se burló de mi y tomo mis mejillas en sus manos así como lo hacen las señoras y que taaanto molesta – Ay! Déjame! – el reía – está bien – hubo un silencio por unos segundos cuando un grupo de niñas se acercó, y por un momento me sentí emocionado y nervioso, ¿Venían conmigo? …pura ilusión, venían con el – Luhan, quieres compartir comida conmigo? – dijo una con voz mimada – noo, conmigo, mi mami hizo algo delicioso – le dijo acercando la cajita de comida - yo tengo postre de fresas – y todas se le abalanzaban, Luhan Luhan Luhan…ay Luhan, comparte comida la lala, hice un puchero imitando mentalmente a las niñas – gracias, ya comí con mi amigo – les dijo con esa voz tan calmada y puso una mano por mis hombros – vamos Yixing, hay que jugar futbol – me sonrió sin mostrar los dientes , guardamos nuestras cosas y fuimos a jugar en lo que nos quedaba de tiempo antes de volver al salón.
Así pasaron varias semanas, Luhan y yo nos habíamos hecho realmente buenos amigos, no pensé que me fuera a caer bien, se miraba medio presumido, de esos que se hacen lindos pero luego te traicionan, no, no era el caso de mi amigo, el realmente era bueno y me quería, yo lo quería, pasábamos mucho tiempo juntos, en la escuela, después de la escuela, el fin de semana, y siempre jugábamos y nos divertíamos.
Entramos a su casa, su mamá ya me conocía y yo a ella, incluso a su padre, que aunque no siempre estaba en casa, ya que era un importante señor de negocios y llegue a comprobar que si era rubio como Luhan. Ah, olvide mencionar que su familia era rica, yo también lo era, bueno quizás no tanto como LuLu, pero tenía lo mío. Subimos hasta su habitación, era amplia, era como casi otra casa su solo cuarto, tenía todas las comodidades y diversiones que un niño pudiera pedir, es por eso que nos pasábamos horas en su cuarto, aunque casi siempre haciendo lo mismo – Luhan, ya me aburrió este juego – lo mire con un puchero – lo dices porque yo siempre gano – se burló y me enoje, porque aunque tenía razón, no lo tenía que decir así, pero era cierto, el siempre ganaba, en muchas cosas, por no decir en todas, no sé cómo se le daba la habilidad para los juegos y las niñas y TODO – noo, no es por eso...es que es muy aburrido! – Reclame – bueno, podemos jugar con los carritos…- saco unos cuantos de un mueble – no – dije de inmediato – bueno, juguemos a…-fue interrumpido por su mamá quien nos llamaba a comer – ¡ya vamos! – dijo y me tomo de la mano para bajar al comedor, rápido me solté y me miro algo extrañado pero no dijo nada y así bajamos a cenar.
- Estuvo delicioso señora, gracias - le dije con una sonrisa, pues si estaba muy rico – gracias Yixing, ahora vayan a descansar - dijo después de un rato – y no los quiero encontrar jugando, ya es tarde y tienen que dormir – asentimos y nos fuimos al cuarto de Luhan otra vez. Nos pusimos pijamas y me subí a su cama – el lado izquierdo es mío – me dijo y me moví para quedar en el derecho – pero por hoy te lo presto – me sonrió y le sonreí también, cuando me moví, vi que en su cama había algunos peluches, un panda, un dragón, un osito, un venado y un unicornio. Tome el unicornio porque me pareció lindo y jugué un poco con el – ¿te gusta? – me dijo acercándose sentado a mi lado – sí, esta bonito – le dije pero después lo deje a un lado tapándome con las sabanas – te lo regalo – dijo y voltee a verlo con los ojos un poco abiertos – es más, se parece a ti – y acerco el peluche a mi cara; rezongué – ¿cómo se va a parecer a mí?! – le dije y lo mire con cara de enojado – es bonito como tú – y se me quito el puchero para sonrojarme, así que desvié la mirada – buenas noches – fue lo único que pude decir – buenas noches amigo – dejo el unicornio a mi lado y se durmió….y se durmió abrazado a mí y subiéndome una pierna, toda la noche se movió y casi tiro las sabanas al piso.
- ahh...que rico dormí – se estiro parado en la cama y me volteo a ver, yo que aún estaba tapado hecho bolita en una esquina de la cama – al menos tu dormiste – le dije entre dormido y despierto – levántate Yixing, vamos a jugar –y como si fuera poco que no me dejara dormir toda la noche, se puso a brincar. Me levante y quede sentado, viéndolo con una cara de desvelo y el cabello despeinado el cual lo hizo reír, pero por alguna razón me contagio su risa.
Pasamos la mañana jugando y perdiendo el tiempo hasta que su mamá subió para avisarme que ya habían llegado por mi, lastima, bien me pude haber pasado todo el fin de semana con mi amigo, tome mis cosas y me fui hasta la puerta para encontrarme con mi mamá – Gracias por cuidarlo – le decía a la mamá de Luhan – No es nada, es un niño muy bueno y a mi hijo le encanta que venga – en eso salió luhan corriendo de las escaleras y se acercó a mi – Toma, se te olvidó – me dio el unicornio, me le quede viendo sin hacer nada por unos segundos, después lo tome, no quería ser grosero…y bueno, si me gustaba – gracias – le dije con una sonrisa bonita la cual me respondió – nos vemos el lunes – dijo – nos vemos el lunes – dije.
No me gustaba cuando no nos veíamos, la pasábamos tan bien que el tiempo volaba Así era, así era Luhan, siempre tan inquieto y ocurrente, que me ganaba en todo, que tenía a todas las niñas para él, quien abusaba de mi paciencia y mi bondad debo decir, pero era mi amigo y yo, así lo quería…lo quiero, y mucho.