Capítulo 9: Errores
Satoshi volvió a dormir poco después ya que no podía evitar sentir los ojos pesados y bostezar, Shigeru estuvo pendiente de él todo el rato retirándose ocasionalmente al baño, la segunda vez que fue al baño paso de regreso por un chocolate caliente de una maquinita, al parecer lo único que podía hacer por el momento era sentarse a leer mientras que su rival dormía, Pikachu estaba igualmente dormido pero a un lado de Satoshi.
“Satoshi, y creer que estuviste durmiendo de esta manera por dos años..." dijo Shigeru mientras recordaba como Delia lo había buscado y contado sobre Satoshi despertando del coma, fue muy clara su impresión al ser informado de algo tan serio pero lo que no entendía fue el cómo pudo ser que no le hubieran dicho eso antes, se sentía culpable por no haberse enterado y también le dolía pensar que por dos años Satoshi permaneció estático en esa cama sin haber podido vivir lo que él tanto había anhelado, ser un entrenador pokémon y llegar a ser un maestro. Shigeru no sabía que pensar, por un lado estaba el hecho de que Satoshi había estado en cama pero por otro, Satoshi ya estaba despierto... ¿Qué hacer? bien, lo menos que podía hacer ahora era apoyarlo de la mejor manera posible, estaría con él en su tiempo de aprender a caminar ya que conociendo la condición por la que Satoshi había pasado, sabía que no podría pararse y caminar como antes. Shigeru quiso correr hacia el hospital en el momento de saber tal información pero se forzó a calmarse para no verse tan desesperado, su rival estaba ahora consiente y dejando de lado el coma, él quería verlo.
Como todo buen rival y todo buen orgullo que tenía, Shigeru no pudo expresar su preocupación y felicidad al verlo, como siempre le soltaba cada burla y sarcasmo... de alguna extraña forma eso lo hacía sentirse muy bien. Su visita no duró mucho ya que recordó que tenía que ir por la silla de ruedas que su amigo necesitaría así que se forzó a dejar a su rival por tal razón.
"¿Pipi-chu?" Pikachu se levanto de su lugar a un lado de Satoshi y se acercó a la orilla de la cama mirando a Shigeru.
"Vaya, ¿Qué tal? Debe ser frustrante no haber estado con Satoshi ayer… pero no te preocupes, no te volveré a alejar de él de esa forma, bueno, al menos hasta que mi abuelo me pida llevarte o algo así…” dijo Shigeru a Pikachu quien lo miro algo preocupado.
“¿Chuu pi kaa kachu? pi chu´pi Pika pi ka Pi-pika-chu kachu kaa pi-ka-chu...” dijo Pikachu luciendo algo alterado, Shigeru creyó entender los sentimientos del pokémon a pesar de no entender lo que decía.
“Parece que te altere, descuida, mi abuelo seguro que se tardara así que podrás estar con Satoshi la mayor parte del tiempo” dijo Shigeru tratando de calmar al Pokémon “Sobre todo en la noche, sé que no quieres volver a dejar a Satoshi dormir solo de nuevo… así que me asegurare de que puedas estar con él siempre durante ese tiempo”
“¡Pi-ka!” exclamó Pikachu oyéndose más calmado y feliz. Shigeru le sonrió y le pidió que bajara la voz, Pikachu asintió algo apenado por alzar su voz por lo que se limitó a hablar en tono de susurro.
“Sabes Pikachu… espero que Satoshi vuelva a caminar pronto, tengo muchos lugares a los cuales llevarlo” dijo Shigeru con una sonrisa, Pikachu lo miró curioso por unos segundos y asintió alegre por tal comentario, le gustaba que Shigeru fuera amable con Satoshi ya que había presenciado como Satoshi se ponía cada que su rival le molestaba.
“¡Pikachu!” exclamó Pikachu viendo a Shigeru cambiar de una expresión alegre a una de leve irritación “¿Pi?”
“Pikachu, me pregunto qué fue lo que en realidad le ocurrió a Satoshi” dijo Shigeru mientras desviaba la mirada.
“¿Pipi-chu?” Pikachu lo miró algo confundido, Shigeru volteo a verlo fijamente mientras fruncía el ceño.
“No creo que Satoshi se ponga así por una pesadilla, tengo que descubrir la verdad detrás de esto antes de que sea demasiado tarde” dijo Shigeru en serio contemplando la idea de que Satoshi pudo haber experimentado algo diferente… ¿Pero qué?
xXxXxXx
Silver miró a Gold estupefacto, no podía creer en parte que sugiriera algo como eso, ¿era enserio tan estúpido? Por más que esa pregunta se repitiera en su mente sin cesar, no había otra respuesta más que la inevitable positiva, ¿Cómo salirse de ser involucrado? Bien… no había forma, si Gold había sugerido tal idea no había forma de hacer que Gold desistiera a menos de que hubiera forma de borrar memorias o hacer que esté pensara seriamente en las consecuencias lo cual nunca pasaría…
“Gold… ¿Hablas enserio?” Gold lo miraba con picardía casi diciendo “¿Enserio crees que bromeo? Con la pura sonrisa
“¡Sip! ¡Piénsalo, será divertido!”
“Lo único divertido de esa situación es verte entrar en pánico cuando nos descubran” dijo Silver mientras pensaba en tal escena con algo de diversión, sin embargo las consecuencias podrían ser más serias…
“¡Oh, vamos! Eres un experto para infiltrarte en lugares como ese ¿No?” dijo Gold mirando a Silver de forma suplicante.
“Tal vez, pero tú no sabes nada acerca de eso por lo que solo estorbarías si vas” dijo Silver “Y como yo no sugerí tal idea pues no tiene caso”
“¡Pero qué aburrido eres! ¡Siempre es bueno experimentar algo de adrenalina!” dijo Gold con suma emoción, Silver solo lo veía sin decir nada algo indiferente al parloteo de su amigo.
“¿Adrenalina?” preguntó Silver que más por que hubiera alguna duda, se preguntó cuál era el propósito de Gold.
“¡Sí! ¡Tú sabes! Ese sentimiento de estar haciendo algo indebido y que al momento de ser descubiertos tener que hacer algo al respecto, eso o correr antes de ser vistos” dijo Gold con una sonrisa de oreja a oreja, Silver no sabía que responder a esto por lo que se quedo en silencio.
“Así que… hacer algo indebido y tener que huir antes de ser vistos…” dijo Silver en voz monótona uniendo todo lo dicho para llegar a una conclusión… la cual lo llevaba a ver a Gold como un niño haciendo travesuras infantiles.
“¡Sí! Ese sentimiento de tu corazón latiendo a mil por hora” dijo Gold quien miraba fijamente a Silver “Y por más que lo intentes no poder estar quieto, no poder calmar ese palpitar…”
“Oh…” murmuró Silver notando que esté estaba exagerando las cosas, sí, es verdad que uno se ponía de esa forma pero bueno, Gold tenía su forma de dramatizar las cosas a otro nivel.
“¿Ah?” murmuró Gold algo confundido por sentir una gota caer sobre su cabeza “Silver… ¿acaso tu techo tiene goteras?”
“¿Goteras? Pero si ni siquiera ha llovido como para que hubiera…” dijo Silver quien notó un hilo de sangre bajando desde la frente de Gold. “¿Eh?”
“¿Qué pasa?” preguntó Gold perplejo ante la expresión de sorpresa de su amigo, gotas seguían cayendo sobre su cabeza causando que estas se deslizaran por su rostro y que eventualmente impactaran más a su rival.
“Qué demonios…” murmuró Silver quien miraba hacia el techo viendo que efectivamente había una mancha de sangre en una de las esquinas. Gold siguió la vista de Silver hacia el techo y sin dudarlo se paró en su cama y empezó a tocar uno de los mosaicos del techo para confirmar sus sospechas.
“Ya veo, así que… ¡Aquí estas!” exclamó Gold empujando el mosaico el cual calló y quedo colgado a la altura de su pecho revelando a Aoi quien estaba acostada sobre él, al parecer era una especia de base puesta manualmente por ella.
“¿Aoi? Pero que…” murmuró Silver viéndola sin saber que decir.
“Oopsie, al parecer fui descubierta” dijo ella mientras guiñaba un ojo, Gold frunció el ceño y la miró con los ojos entre cerrados.
“¿Estuviste aquí todo el tiempo?” preguntó Gold obteniendo una sonrisa de lado de Aoi, Silver igual se paró en la cama pero no pudo evitar notar algo…
“Lo que de verdad me da curiosidad es saber cómo llegó ahí” dijo Silver.
“Aoi, siempre apareces de forma inadvertida…” dijo Gold viendo a la chica que seguía sonriendo de una manera…perversa.
“Chicos, esa es mi especialidad y mi secreto” dijo guiñándoles un ojo “Así que no obtendrán respuesta alguna, ¿de acuerdo?”
“Entonces di tu razón de estar en el techo” dijo Silver con voz monótona, Aoi sonrió de manera confiada al sacar su cámara.
“He tomado varias fotos muy buenas y de excelente calidad, estoy segura que haré una fortuna con ellas” dijo ella recibiendo un par de miradas incrédulas.
“Aoi… ¿Qué tipo de fotos?” preguntó Gold algo temeroso por saber la respuesta, sabía que tenía que ser algo extraño ya que su amiga así era.
“Oh, nada especial, solo fotos comprometedoras de ustedes dos” dijo ella quien rió levemente al ver las expresiones llenas de sorpresa de sus amigos.
“¿Comprometedoras? Sí, claro, seguro brome-“ dijo Silver interrumpido por Aoi quien le enseño una foto donde parecía que Gold le estaba dando un beso, Silver entrecerró los ojos identificando la situación como momentos antes de saltar por la forma brusca que uso Gold para despertarlo “Aoi, enserio no se qué ganas haciendo esto…”
“Oh, divertirme y lo mejor… próximamente ganar dinero” dijo ella mientras Gold miraba la foto.
“¡Si claro! Nadie compraría esto” dijo Gold viéndola confundido, ¿Pero por qué rayos hacia esto? Que fotos tan vergonzosas y feas…
“Por cierto, notamos sangre caer del techo, ¿Qué fue lo que-?“Dijo Silver interrumpido por notar la sangre escurriéndose de su nariz. “Aoi…”
“Lo siento, es qué Gold estaba diciendo tantas cosas sugestivas que no aguante” dijo ella al sostener su rostro según ella apenada, Gold alzó la ceja ignorando a que se refería.
“¿Cosas sugestivas? ¿Cuáles?” preguntó Gold como siempre sin entender a su amiga, Aoi negó con la cabeza y sonrió fingiendo inocencia.
“Oh, Gold… no veo caso explicarte algo que seguramente no entenderás, ni siquiera Silver lo hará” dijo ella causando que Gold frunciera el ceño, Silver se abstuvo de hablar, no quería arrojarle más leña al fuego.
“Como sea, Aoi, ¡tengo una muy buena idea!” exclamó Gold luego de haber considerado invitar a Aoi quien seguro lo apoyaría ya que a ella le encantaban esas misiones de infiltración.
“No lo escuches, está loco” dijo Silver pensando en que todo estaba perdido si ella escuchaba ya que a ella le encantaban ese tipo de eventos.
“¿Ah? ¿Qué tienes en mente?” preguntó Aoi viéndolos con curiosidad “Por cierto, llámenme Leaf, quiero acostumbrarme al apodo antes de entrar al internado”
“¿Tú también…?” preguntó Silver viéndola con incredulidad, a veces creía que Gold y ella eran muy parecidos.
“¡Ves que no estoy loco! ¡A mi llámame Gold, Leaf!” dijo Gold con una sonrisa confiada, Leaf levanto un pulgar en alto mientras que Silver se cubría la cara con una mano preguntándose cuando llego a dar con ese par de idiotas… bueno, Leaf siempre había estado con él, siempre desde que se conocieron en el orfanato, cosa que fue mucho antes de dar con su padre “Sakaki” y enterarse que era el heredero de la malvada organización. Silver había tenido miedo de que Gold le rechazara una vez que le dijera la verdad de su familia ya que él se había encariñado de él pero como siempre fue sorprendido por la total aceptación de este, sí, tal vez no era tan malo tener amigos de ese estilo.
“¿Silver? Te quedaste muy callado de repente” dijo Leaf mientras alzaba una ceja, Silver la miro sin saber que decir para luego cabecear.
“No es nada” dijo Silver al mirar a los otros dos, ¿Cómo acabaría todo esto? Era verdad que les tenía cierto grado de cariño pero… no pensaba ser parte de aquel plan o mejor dicho ocurrencia de Gold.
“Bueno, Gold, ¿Qué tienes pensado?” preguntó Leaf quien veía interesada a Gold.
“Estaba pensando en colarnos al internado a investigar” dijo Gold quien escuchaba con alegría a su pokémon quien celebraba con risas. Silver deseaba que por una vez Leaf compartiera la misma perspectiva que él pero para su desgracia, Leaf respondió de acuerdo con Gold.
“Oh, vaya, ¡Eso suena interesante! Claro, me agrada la idea así que me uniré” dijo Leaf, Silver la miro algo irritado, ¿Qué acaso era el único que veía las consecuencias?
“Leaf, sé que lo sabes así que dime cual es tu razón de querer entrar…” dijo Silver.
“¿Ah? Solo me pareció" divertido” dijo Leaf mirando confundida a su amigo quien la veía incrédulo, Leaf no podía tener una razón tan… tan… de acuerdo, era Leaf, ¿Qué más se puede esperar de una ladrona experta?
“Leaf, tú…” murmuró Silver sin saber que más decir siendo entonces interrumpido por Gold.
“¡Oye! ¿Por qué a ella si le dices Leaf?” preguntó Gold viendo con los ojos entrecerrados a Silver.
“Eso es porque ella me lo pidió” dijo Silver simplemente.
“¡Pero si yo también-¡ Oh como sea… entonces, ¡Hay que ir a desayunar para ir al internado!” dijo Gold muy animado.
“Gold, no puedo ir contigo” dijo Silver sorprendiendo a Gold quien lo miro con extrañeza.
“¿Eh? ¿Por qué no?” preguntó Gold sintiendo algo de irritación justo como un niño al que no le han cumplido su capricho.
“Hehe, lo siento, hice prometer a Silver que iría de compras conmigo el día de hoy” dijo Leaf quien se bajaba de donde estaba para pararse sobre el piso de la habitación, el mosaico regreso a su lugar en cuanto Leaf presiono un botón; Silver y Gold miraron esto con atención.
“Si, es verdad, así que no tengo tiempo de hacer tus tonterías” dijo Silver, sinceramente se le había olvidado que debía ir con Leaf al centro comercial pero el que ella le recordara esto le había salvado de ir con su amigo cuyas ideas lo hacían parecer descerebrado.
Gold notó el gesto de nerviosismo en Silver por lo que entendió que ni él se acordaba de tal compromiso y que solo quería evitar ir con él, sin embargo, en vez de reclamarle nada prefirió ir con los dos con el fin de llevarlos a ambos al internado; esto le era una mejor opción ya que presenciaría la cara de frustración de Silver al tener que seguir dicha idea.
“Oh, ya veo… bueno, ¿qué tal si los acompaño? Seguro que hay algo bueno de comer en el centro comercial” dijo Gold, Leaf sonrió ante la idea de Gold, sí, ella sabía que Gold seguiría con el plan y ella no dudaría en apoyarlo ya que le había parecido bien la idea de colarse en el internado. Leaf sabia de las consecuencias de ser descubiertos pero ¡ha! ¿Ser descubierta? Sí claro, no por nada era conocida como espía y ladrona experta.
“¡Pero claro! Seguro que nos vendrá bien tu compañía” dijo Leaf, en parte lo apoyaba por su plan pero lo que a ella le importaba más en esos momentos era el hecho de que seguro necesitaría de otra persona que cargara sus cosas ya que era seguro que Silver no podría con todo.
“Haz lo que quieras” dijo Silver quien ponía los ojos en blanco, Gold y Leaf se sonrieron en señal de victoria, Silver sabía que Gold era demasiado terco así que no le iba a ser posible escapar… no sabía cómo pero sabía que tarde o temprano terminarían llendo al internado, ¿Cómo escapar? No podía, solo esperaba algún día poder ir en contra de alguna de esas locas ideas que al terco de su amigo se le ocurrían.
xXxXxXx
Satoshi se encontraba ahora fuera de lo que parecía ser Zona Safari, sin pensarlo mucho entró al lugar y luego de pasar por el hombre que le daba las pokébolas para atrapar pokémon de la zona, miro alrededor para buscar donde empezar hasta que un pensamiento lo detuvo, ¿eh? ¿Por qué había entrado a tal lugar? Satoshi había entrado por la idea de pasarla bien capturando pokémons por un buen rato pero pues cuando recordó que cualquier pokémon que capturara no le pertenecería ya que estaba seguro de estar dentro de su sueño por su habilidad de caminar decidió entonces salir de ahí, claro, siendo detenido por la voz del hombre de la entrada.
“¿Desea terminar ya?” preguntó el empleado, Satoshi estuvo a punto de decir que sí pero de nuevo se puso a pensar y concluyo que tal vez si sería divertido entrar a capturar pokémons un rato.
“Ah… no, regresaré” dijo Satoshi entonces dándose la vuelta mientras era despedido por el hombre. Satoshi se dispuso a caminar hacia donde sabía que aparecerían pokémons aunque antes de esto cerró los ojos e inhalo profundo disfrutando de aquella realidad ficticia que se sentía tan real, luego de unos momentos de este acto abrió los ojos sólo para ver como el panorama se distorsionaba y la gravedad parecía aumentar, Satoshi se sintió mareado y al mismo tiempo confundido, no entendía que ocurría con esté lugar así que decidió mejor irse de una vez antes de que algo más raro ocurriera.
Justo después de salir, el empleado le preguntó que si quería entrar a la zona safari lo cual le extraño demasiado ya que no llevaba más de tres minutos dentro por lo que era imposible que ya se hubiera agotado su tiempo, sin mencionar que en vez de decirle eso debía antes preguntar si le había ido bien o algo por el estilo… no es como que quisiera con tantas ganas que esté le dijera tal cosa, solo qué era raro que no agradeciera por haber entrado antes de preguntar si quería entrar de nuevo… lo más raro del caso era que lo había dicho como si fuera la primera vez, ¿Estaría distraído o algo así? En fin, Satoshi amablemente dijo que ya se iba pero otro día tal vez lo volvía a intentar, ¿volver a intentar? El hombre lo miraba confundido, ¿acaso ese muchacho ya había entrado antes?
Al salir del lugar, Satoshi pronto sacó a su staraptor y se dirigió a Pueblo Paleta, empezó a vagar por ahí, quiso volver a ver las caras conocidas, entre esas personas estaban el profesor Oak, Tracey y su mamá, Delia. Luego de esto recorrió el pueblo muy alegre pensando en cómo su madre actuaba igual en el sueño y en la vida real, como su sueño podía imitar todas las caras y hacer un buen trabajo disfrazando el hecho de que no era real, muchas cosas pasaron en su mente hasta que de repente escucho una voz.
“¡El tiempo se acabó!, ¡tu juego en zona safari ha terminado!” al escuchar estas palabras su mente se puso en blanco y el panorama volvió a distorsionarse, fue un dolor muy fuerte el que ahogó su conciencia en completa y pura oscuridad hasta tiempo después donde pudo abrir de nuevo los ojos para notar que estaba junto al empleado en zona safari.
“Pero qué…” murmuró Satoshi viendo al hombre confundido, ¿pero qué había sucedido?, Satoshi miro al hombre con detenimiento quien no le prestó ni un minuto de atención aunque Satoshi se pasara por enfrente suyo. Satoshi continúo por el pasillo hacia la salida encontrando extraño que ahora no le dijera nada en particular pero esto lo olvido por completo al salir del lugar para encontrarse nuevamente en Pueblo Paleta… ¿verdad?
Satoshi camino muy confundido y preocupado ya que todo el lugar se veía distorsionado y fuera de lugar, una vez encontró su casa trato de entrar pero la puerta estaba totalmente atascada, no podía abrirla, toco varias veces pero no hubo quien le abriera… ¿será que no le habían escuchado? Al parecer era más el hecho de que posiblemente no hubiera nadie… después de rendirse caminó hacia el laboratorio del profesor Oak para de nuevo toparse con la puerta firmemente atascada, no podía girar siquiera la perilla.
“Pero que está ocurriendo…” murmuró Satoshi algo fastidiado porque lo que soñaba ya no fuera normal desde el día en que su sueño cayó en pedazos por todas las continuas catástrofes. Satoshi se dirigió al bosque donde se sentó para mirar el rio, la corriente parecía haberse detenido, no había brisa alguna, no hacia ni calor ni frío, era como si el tiempo se hubiera detenido, Satoshi se estaba preocupando y frustrando, le daba miedo estar en tal lugar con esa sensación de vacío ya que presentía que algo aparecería tarde o temprano. “No entiendo que está ocurriendo… Gary… ¿Qué ocurrió? No lo entiendo…”
“Tú…” Satoshi escuchó un murmullo que hizo que se le erizara la piel, pronto empezó a temblar levemente del miedo hasta que se animo a voltear en dirección de aquella voz que le había hablado, el que había hablado era un chico de cabello negro y ojos rojos el cual usaba una gorra, su rostro se veía completamente tétrico, se veía gélido y sobretodo aterrador… en pocas palabras era como un cuerpo sin vida. “¿Acaso has venido a llevarte mi existencia?”
“¿Eh? ¿Llevarme tu existencia…?” preguntó Satoshi confundido ante la pregunta extraña del chico.
“Puedo sentir la confusión emanando de tu ser, sé que estas cayendo en pedazos” dijo el chico “Parece que tratas de alcanzarme pero a la vez quieres deshacerte de mí”
“¿Eh? ¿De qué hablas…? Yo no quiero deshacerme de nadie… solamente no sé qué es lo que hago aquí” dijo Satoshi verdaderamente confundido.
“Soy un producto de tu mente, cuando creías que el mundo era solo un juego, me usaste como a un personaje de un videojuego e hiciste conmigo lo que quisiste” dijo el chico confundiendo a Satoshi aún más.
“Pero qué-“dijo Satoshi sin poder terminar al ser interrumpido por esté.
“Jugaste con mi ser, con mi historia, mi destino, me dejaste sin opción más que hacer lo que gustabas, te llevaste mi vida, mi persona, mi voz… todo” dijo él mientras veía a Satoshi firmemente.
“Yo no… yo no hice eso…” murmuró Satoshi sintiéndose angustiado al ver la forma devastada de esté otro, por alguna razón se le hacía familiar.
“¿Acaso te parezco una broma?” preguntó el chico de pelo negro al mirar a Satoshi con los ojos entrecerrados.
“¿Qué? Claro que no…”
“¿Entonces por qué sigues lastimándome?” preguntó el chico al bajar la mirada “He tenido que sufrir todo esté tiempo sin razón, después que terminé con la vida que me forzaste a seguir te deshiciste de mí y me encerraste en este lugar…”
“Yo no… Yo no he hecho eso…” dijo Satoshi ahora algo nervioso, ¿de qué tanto hablaba? Eso no era verdad ¿O sí?
“La vida siempre fue un simple juego para ti, me dejaste a que me fuera deteriorando poco a poco al hundirme con tus problemas, no sé que querías lograr con todo lo que hiciste conmigo…” dijo él al volver a clavar la mirada en él.
“¡Te equivocas! ¡Yo nunca haría algo así!” exclamó Satoshi sumamente frustrado.
“Sin embargo lo hiciste, creaste un mundo con el cual alejarme y dejarme apartado en este sitio sin salida, una vez terminaste de utilizarme me quede sin lugar, me atrapaste justo donde estas parado ahora, la única forma de entrar a este lugar es a través de una equivocación, una simple ocurrencia” dijo el chico, Satoshi lo miro sorprendido, ¿estaba queriendo decir que su mundo de fantasía había causado daño a alguien?
“Yo no quería…” murmuró Satoshi sintiéndose culpable, el pelinegro bajo la mirada creando una dolorosa tensión en el ambiente.
“Y ahora no solo eso… me has remplazado con aquel chico de cabello café” dijo el pelinegro confundiendo a Satoshi ¿Chico de cabello café? ¿Qué? “¿Sabes? De tanto tiempo que estuve encerrado en este lugar mi rencor y frustración hacia ti se fueron desvaneciendo, esas emociones terminaron por entumecerse y llevarse la mayoría de las otras por lo que puedo decir que ya no tengo motivo de pensar nada al respecto de ti, ahora mismo solo te estoy informando de lo que has hecho conmigo y advirtiéndote de lo que próximamente le harás a ese chico de cabello café”
“¿Qué? ¿Qué chico de cabello café?” preguntó Satoshi, ¿de quién hablaba? ¿Acaso hablaba de Gary?
“No sólo es aquel chico de cabello café y ojos rojo fuego… creo que ahora mismo tú también te estás quedando sin lugar, Satoshi, pronto veras lo que significa no poder controlar tu vida” dijo el chico pelinegro. ¿Ojos rojos? Bien, al parecer no hablaba de Gary…
“Pero que quieres decir…. No comprendo nada…” murmuró Satoshi, el pelinegro cerró los ojos y pronto un Pikachu subió sobre su hombro. Al ver como Pikachu se subía al hombro del pelinegro, Satoshi entendió que el pelinegro con el que hablaba se trataba de él mismo.
“No soy tu enemigo, Satoshi, pero soy uno de los fragmentos de ti que han quedado dispersos por tu mundo irreal y vació, en pocas palabras… tú te deshiciste de mi y de los otros fragmentos solo por no desear que algo irrumpiera tu mundo” dijo el pelinegro “Ya que yo soy uno de los que podían sacarte instantáneamente”
Satoshi se sorprendió ante estas palabras, ¿significaba que esté sabía que había ocurrido? ¿Él sabía quién lo había ido a sacar por la fuerza? Bien, si le respondía por fin sabría quien saco a quien del sueño…
“Entonces… ¿tú sabes quién me saco de aquí?” pregunto Satoshi quien veía esperanzado al pelinegro.
“Ese fuiste tú” dijo el chico confundiéndolo, ¿fue él? ¿Pero cómo…?”Veo que estas confundido, como decirlo… dentro de esos fragmentos existe la persona que quería escapar de este lugar llamado “Satoshi” ese fue el fragmento que te sacó antes de que tu condición se volviera irremediable” al decir esto, Satoshi lo miro con detenimiento notando cómo el chico no estaba moviendo la boca, al parecer solo escuchaba su voz en su mente gracias a algún tipo de telepatía.
“Pero cómo… Satoshi soy yo…” dijo Satoshi muy confundido, no sabía cómo podía ser posible que se sacara a sí mismo de donde estaba.
“También eres aquel chico dentro del sueño que ignoraba lo que sucedía por lo que estaba conforme con su estado, el chico que desesperadamente quiso sacarlo para volver a la realidad y que ahora se está adaptando gradualmente a pesar de estar confundido, el chico que se aisló en este lugar para no perder la poca cordura que le quedaba luego de alcanzar sus metas y aquel chico que está feliz por haber despertado, aunque más que estar feliz por estar despierto… no tiene recuerdos del sueño y se quedo dos años atrás, justo antes de caer en coma” dijo el pelinegro, Satoshi abrió los ojos de par en par, ¿Qué? ¿Acaso tenia coherencia lo que decía?
“¡Deja de decir tonterías! ¡Eso no es verdad!” exclamó Satoshi muy estresado por la situación actual.
“Puedes ver el resultado del coma con tal claridad al expresarte de esa forma, lo que no terminas de asimilar es el hecho de que no eres tú solamente, nosotros, todas esas identidades fragmentadas formamos uno solo, somos la misma persona” dijo el chico, Satoshi no podía creer lo que estaba diciendo, sí, entendía que el chico en frente de él era una parte de él pero… ¿Qué? Todo esto le resultaba tan confuso pero aunque no quisiera admitirlo la curiosidad podía más con él.
“Tú… ¿podrías explicarme más sobre ellos?” preguntó Satoshi queriendo entender más la situación. El chico lo miro en silencio pero se decidió a responder.
“Ellos… claro…” escucho en forma de murmullo, el chico cerró los ojos “No conozco a esos otros fragmentos, solo podría explicarte acerca de mí, de la misma forma, solo puedes preguntarles directamente si quieres saber, pero debes tener cuidado como preguntas ya que pueden cerrarse y no responder” dijo el pelinegro, Satoshi lo miró mientras arqueaba una ceja, ¿por qué el si podía explicarle todo eso?
“Entonces dime… ¿Por qué tú si puedes decirme todo esto?” preguntó Satoshi, el chico cerró los ojos soltando un suspiro.
“Nací antes de que cayeras en coma, Satoshi, yo soy quien tu siempre quisiste ser, soy el deseo de ser campeón, el anhelo del triunfo, sabiduría y experiencia” dijo él “Puedo responderte ya que en pocas palabras soy la sabiduría de antes, dentro y después de tu vida... claro que con esto no quiero decir que sé acerca del futuro, solo soy la representación de lo que quisiste y posiblemente aún quieres llegar a ser”
“Pero entonces, si eres lo que yo deseo… ¿Por qué dices que te he lastimado?”
“Hubo un periodo de tiempo en donde aun el coma no era profundo, viví una vida de aventuras, gane experiencias al derrotar a diferentes adversarios, gané amigos en el trayecto hacia la cima, tuve una vida emocionante por ese tiempo, hasta que llego el día en que me convertí en campeón, ese día me enteré de que todo había sido una farsa, era solo una proyección de lo que podría ser. Mi vida a partir de ese momento se desmoronó, estando en el Monte plateado… una gran roca cayó sobre mí” dijo el pelinegro con voz monótona, a Satoshi le extrañaba que pudiera contar algo como eso de esa manera tan fría. “Empecé a distorsionarme y me hablo una voz, aquella voz me decía como aquella vida de campeón era demasiado aburrida y vacía por lo que no tenia caso que yo siguiera con vida, habló sobre vivir las experiencias de forma continua sin frenar, dijo que disfrutaría de aquellas experiencias por siempre”
“¿Ah? ¿Por siempre…?” preguntó Satoshi muy consternado por lo que estaba escuchando.
“Me explicó que lo que había vivido había sido monitoreado, que era una prueba y que el resultado no le parecía bueno por lo que decidió deshacerse de mí, sin embargo, decidió que era mejor simplemente mantenerme apartado ya que mi muerte le causaría un gran trauma y se despertaría, no entendía por qué quería seguir durmiendo… dijo algo sobre posible daño cerebral por lo que prolongaría el estado para evitar esto.” Dijo el pelinegro “Me referiré a esto como el sistema… el sistema corrompió mis datos para encerrarme en mi propia realidad, el único lugar aparentemente normal era Monte plateado, si trataba de ir a otro lugar como Pueblo Paleta… este se convertía en una Ciudad Fallo”
“Pero… si fue este sistema el que te encerró… ¿Por qué dices que fui yo?”
“El que es consciente del crimen y no hace nada al respecto es igualmente culpable, tu sabias que yo estaba encerrado en este lugar pero también creíste que era mejor dejarme aquí para intentar despertar de forma normal sin causar ningún daño posible” dijo el chico sin ningún tono en especifico “En fin, el chico del sueño tomo mi lugar para iniciar una aventura que estaría llena de fracasos pero sería infinita, en el momento que este personaje surgió fue cuando el estado del coma cambio de temporal a profundo, era cosa de que el tiempo deteriorara la mente y causara un apagón permanente, sin embargo, él chico que quería salir logró su objetivo que fue el despertar”
“Un momento… dices que yo te encerré aquí al ser consciente de lo ocurrido contigo, ¡pero yo no fui quien lo hizo!”
“Creo que al parecer no logro explicarme… Satoshi, el sistema es parte de ti, tú eres el sistema por más que eso suene confuso, tu eres el núcleo, de ti nacimos los fragmentos de tu persona y de momento te estás volviendo a despedazar, esto causara que se creen más fragmentos como yo” dijo el chico que no lograba llegar a Satoshi, Satoshi no podía comprenderlo. Todo era tan irreal…
“Dime entonces… ¿tienes algún nombre?” preguntó Satoshi queriendo aun comprender algo que seguramente no podría. “Y dime… ¿qué es eso de Ciudad Fallo?”
“Puedes llamarme Red” dijo el pelinegro “Una Ciudad Fallo es causada por una confusión de datos en el sistema, cuando el sistema no logra reconocer el algoritmo perteneciente, en otras palabras marca al objeto como “desconocido”, otra explicación de eso es la repetición de comandos dados para-“
“Ahm… ¿Podrías ser un poco menos especifico?” pregunto Satoshi quien se sentía un poco torpe por no entender.
“¿Oh? Pero si no estaba especificando” dijo Red quien no entendía la confusión de esté otro “Las ciudades fallos son errores del sistema, por ejemplo, el centro pokémon en el que estabas antes de despertar fue infectado por la falla quien convirtió el lugar en un Centro de Falla, esto se dispersó hacia el siguiente pueblo volviéndolo una Ciudad Falla es por eso que cada cosa se estaba volviendo un missigno”
“¿Tú viste el sueño? Vaya… Red, ¿Qué fue lo que hiciste todo ese tiempo?” preguntó Satoshi algo inseguro ya que le estaba preguntando algo muy doloroso.
“Al principio no pude evitar sentirme abrumado por lo que lloré por días continuos, me quedaba dormido después de tanto llorar. Me quede en Monte plateado por un tiempo hasta que decidí investigar y tratar de encontrar una ruta de escape pero cada lugar que visitaba se volvía una ciudad fallo; todo se estaba desmoronando, inclusive yo. Regresé eventualmente a Monte Plateado donde pase el resto del tiempo pensando en la situación, varios días me la pase lleno de rabia, otros días llenos de tristeza, desesperación… otros días podía sentir miedo, pero nada de esto aliviaba mi sufrimiento… noté después de un tiempo que llegaban entrenadores de vez en cuando a retarme y eso era aparentemente todo el contacto que tenia con la humanidad, mi existencia fue resumida a ser un “jefe final” dentro de un videojuego, tal como me lo planteo el sistema” dijo Red recordando todo lo que había vivido “Con el paso del tiempo mi corazón fue perdiendo fuerza, mis emociones se desvanecieron solo dejando un vacio, eventualmente me convertí en el fragmento que era”
“¿Ah? ¿Cómo que te convertiste?” preguntó Satoshi algo preocupado por el destino cruel por el que había pasado Red.
“De mi fueron arrancadas varias emociones para poder dárselas a otro fragmento, este fragmento aún está formándose pero no falta mucho antes de que sea creado por completo. En otras palabras yo-“ dijo Red interrumpido por Satoshi quien había comprendido parte de la situación y se había levantado a abrazarlo.
“Yo… lo siento, me arrepiento tanto de lo que te hice” dijo Satoshi quien sostenía firmemente a Red “No puedo creer que fuera tan cruel y te hiciera sufrir tanto…”
“Yo ya no siento nada de eso, Satoshi… no tiene caso que te disculpes” dijo Red quien no comprendía por qué el otro lo abrazaba tan fuerte.
“Red, ¡perdóname! Yo… yo…” Satoshi trataba de disculparse pero al momento de querer decir algo esté vio un recuerdo en su mente.
“¿Yo no existo? ¿Quién soy? ¿Acaso soy sólo el producto de una fantasía? ¿Solamente eso…?” se preguntó un chico el cual estaba mirando hacia el cielo del cual caía nieve “Yo… Green… Green…” murmuró el pelinegro quien empezaba a sollozar, lagrimas se formaban rápidamente en sus lagrimales y se deslizaban por los lados sin intención de detenerse “¿Acaso no te volveré a ver, Green…? Toda mi vida fue una farsa… ¡No! ¡No puedo aceptarlo! ¡De vuélveme mi vida! ¡Devuélveme a mis amigos! ¡Devuélveme a mi familia…! Ya me harte de estar en este Monte… por favor, alguien ayúdeme, no puedo bajar… yo solo quiero…” al decir todo esto sus piernas se rindieron y quedo hincado en la nieve, el pelinegro se quedo viendo dolorosamente hacia la nieve debajo de él. “Quiero irme de aquí… por favor, devuélveme a Green…”
Satoshi no pudo evitar soltar lágrimas al haber visto semejante recuerdo, era demasiado ver la desesperación del otro a quien no le quedaba nada, Red había sido condenado a nunca dejar ese Monte, había sido separado de su familia y solo podía convivir con aquellos que iban con él para una batalla, Red no tenía a nadie y jamás saldría de ese mundo el cual había muerto para él. Red había sido tratado como una falla solamente, nunca más podría abandonar esa cruel realidad que le agobiaba; la cruel soledad que lo rodeaba y lo sofocaba.
“Satoshi…” murmuró Red levemente confundido al sentir como su hombro se humedecía por las lagrimas del otro, ¿Por qué esta llorando por mí? ¿Qué es lo que quiere ganar llorando? Red no podía comprender por qué demostraría dolor hacia un fragmento que él mismo había desechado.
“Red, lamento mucho lo que hice, ¿Cómo puedo enmendarlo? Sé que soy un ingenuo al creer que puedo hacer algo para remediarlo pero es qué yo nunca quise… yo no quería… yo…” Satoshi dijo esto mientras miraba al otro con los ojos llorosos, Red lo observó en silenció, miraba como las lagrimas recorrían su rostro y como su expresión claramente expresaba el dolor que estaba sintiendo en esos momentos. Red sonrió levemente y lo miró con una mirada que podía pasar por una de ternura.
“Satoshi… dime, ¿Cómo está Green?” al preguntar esto con una sonrisa entre tristeza y ternura, Satoshi comprendió que estaba hablando de Shigeru, ¿Cómo? No sabía pero era la persona en la que automáticamente había pensado una vez Red había dicho esto. Satoshi lo miro con los ojos de par en par sorprendido por la pregunta, lo veía con total aflicción y sus ojos temblaban de puro sentimiento, no podía decir nada, lo único que pudo hacer fue esconderse en su pecho y llorar con fuerza por varios minutos mientras que el otro seguía con esa sonrisa en el rostro.
Satoshi despertó lentamente, observó el techo de su cuarto de hospital notando que las luces estaban apagadas, miró hacia la ventana donde podía verse claramente que era de noche, Satoshi paseo los ojos por la habitación y reconoció a Shigeru quien estaba acostado en el sofá con Pikachu hecho bolita encima de él.
“Green… ¿cierto…? Así que él era la persona que siempre quisiste ver, Red…” murmuró Satoshi quien recordaba todo lo hablado con ese “fragmento” de su ser. Al de nuevo ver la memoria de antes en su mente, esté miro hacia las sabanas con tristeza, utilizo sus manos para doblar sus piernas contra su pecho y las abrazó hundiendo su cabeza y llorando de forma silenciosa pero increíblemente desgarradora.
“Green… ¿Dónde estás? ¿Me creerás que tuve un sueño muy extraño?” el pelinegro había estado en posición fetal sobre la brillante capa blanca que estaba puesta sobre todo el monte mientras copos de nieve suavemente caían sobre su rostro. El chico sonreía de manera lastimosa y vacía hacia el panorama que resultaba ser una densa neblina que parecía aislarlo en el mismo lugar sin dejar que esté pudiera ver más allá, en pocas palabras, era como una prisión de color blanco.”Ha-ha… me pregunto qué estarás haciendo…Green…” murmuró mientras cerraba los ojos, la brisa fría del lugar gradualmente parecía desvanecerse ya que el chico dejaba de sentir la gelidez de su piel, ¿Será que el clima cambiaba? O… ¿Será que sus sentidos se estaban entorpeciendo?