¿Cuánto me amas?
De nuevo estoy aquí esperando que aparezcas frente a mí con esa hermosa sonrisa que solo tú tienes. Pasan las horas y sigo sentado en este bello parque, ha cambiado demasiado pero nosotros seguimos iguales. Aquí donde nos conocimos cuando aun éramos niños, y desde ese día supe que tú eras para mí.
-¿estás seguro que es esto lo que quieres?
-Sí… quiero dinero, reconocimiento y felicidad
-entonces te lo daré, pero no podrás arrepentirte después.
Cada día al despertar y no verte a mi lado, deseo cambiar lo que hice... pero no puedo. Nunca creí que para obtener todo lo que siempre quise tuviera que pagar un precio tan alto… Tú.
He buscado en todos lados a alguien que pueda ser “así” pero no lo encuentro. No estoy dispuesto a perderte, si tengo que pasar la vida entera buscando para poder recuperarte… lo haré.
-Disculpe… ¿se encuentra bien?- me pregunta un chico
-No- respondo secamente, no quiero hablar con nadie… eso me quita tiempo. Se sienta a mi lado en la banca donde estoy.
-mi nombre es JiYong- dice alegre
-…- porque no se puede ir
-umm… y ¿usted?-
-…-
-¿no quiere hablar?... tal vez tiene problemas… si quiere… y-yo… puedo… ayu-u-darlo-“ayudarlo” “ayudar” “ayuda”. Levanto mi rostro para verlo. Es un chico muy joven de piel clara, cabello castaño y ojos café. Me sonríe… creo que si puede ayudarme. Le sonrío.
-mi nombre es Seung hyun- estrechamos nuestras manos. Su piel es suave.
JiYong tiene 19 años, trabaja en una tienda de ropa… ahora entiendo porque tanto afán por vestirse bien. Estar a su lado me hace bien… siento más tranquilidad. Desde que nos conocimos en aquel parque, todos los días nos encontramos ahí.
-¿Por qué siempre estas sentado aquí, hyung?- pregunta mientras comemos helado
-espero- es mi respuesta. Él sabe que esa es mi respuesta cada vez que pregunta.
Me presenta a sus compañeros de trabajo, algunos de su edad y otros mayores que él. Salimos algunos fines de semana. Me dice que tiene una mascota… Gaho.
-hyung solo tienes 24 años, no eres tan mayor… vamos a los juegos ¡siiiiiiiiiiiiiii!- me insiste haciendo un puchero, que me saca una pequeña risa.
-está bien, vamos.
Cada vez somos más cercanos, y me invita a la cena de sus padres por sus 20 años de casados. Ellos me hacen sentir muy bien, me tratan como un hijo más y su hermana que es de mi edad está feliz de que “Yongie”, le gusta que lo llamen así, tenga un amigo nuevo. Puedo mostrarme feliz y lo siento en el momento, pero después te recuerdo y sé que debo hacer algo por ti.
-hyung ¿en que trabajas?
-soy gerente de una empresa muy grande
-¡wao!... debes de tener mucho dinero ¿verdad?- se emociona tanto como un niño
-Sí- sonrío. Es la verdad. Tengo mucho dinero, y todos reconocen mi trabajo, pero… aun me faltas tú.
Quiere saber donde vivo y lo llevo a mi casa, se muerde los labios al entrar y ver todos los lujos que tengo. Estoy seguro que quiere recorrerla de arriba abajo. Dejo que lo haga… me llama cada vez que encuentra algo que lo sorprende.
Sus amigos me dicen que no hay nadie como él. Un ser tan puro e inocente, que confía ciegamente en los demás. Sus padres y su hermana dicen lo mismo, y por eso temen… sienten miedo de que lo puedan lastimar.
Al principio dudé de eso, pero conforme pasó el tiempo lo comprobé. Es alguien muy dulce, amable y apasionado por su trabajo. Lo he observado un par de veces. Su forma de tratar a los clientes es única, siempre con una sonrisa en el rostro... aun así, la tuya es la más encantadora ante mis ojos.
Han pasado cuatro meses desde que lo conozco. Nuestra amistad es “especial” lo siento y él también. Lo noto cada vez que lo abrazo y su rostro se sonroja. Ese carmín es adorable en él. Está a la espera de una respuesta, quiere estudiar en una universidad que es muy cara para sus padres, y por eso busca una beca.
-Yo quiero cuidarte
-quiero que me cuides- responde susurrando y con la mirada puesta en el piso.
Voy a recogerlo por las noches cuando sale de su trabajo… a las ocho en punto. Después vamos a comer y charlamos sobre lo que hacemos en el día. Nuestra rutina nunca es aburrida… no, si él está presente.
-quiero recuperarla, pídeme lo que quieras y lo haré.
-tráeme a alguien que te ame tanto como tú a ella
-e..eso es imposible. Na..ad..die puede amar tanto como yo.
-debes buscar
Invité a JiYong a cenar en un lujoso restaurante. Se desespera al no saber que ponerse, lo ayudo… sé cómo es sentirse distinto a los demás, pero a él no le importa eso… es otra cosa. Nuestra velada es muy tranquila y amena. Su rostro se muestra tan feliz ante mí, algo está creciendo en él y no puede evitarlo.
-¡hyung!- toma mi mano antes que me marche, después de dejarlo en su casa.
-¿Qué pasa yongie? – está muy nervioso y no puede mirarme a los ojos.
-Amh… y-yo…
-dime- le sonrío, se ruboriza.
-t-tú… t-tú…mm… ¿¡puedo ir mañana a tu casa!?-alza la voz al preguntar, sorprendiéndome. Creo que se dio cuenta- lo siento, lo siento- hace reverencias.
-está bien. Claro que puedes ir, mañana no iré a trabajar. Así que estaremos juntos.
-g-gracias
Domingo. Llega muy temprano a visitarme. Se sorprende al verme en pijama.
-me gusta dormir mucho- le digo
-a mí también
Desayunamos, estuvimos en mi biblioteca… ve muchos libros de su interés y le ofrezco a venir cuando quiera, lo agradece. Digo a las empleadas que dejen la cocina, él quiere cocinar para los dos.
-¿en verdad cocinas?
-¡claro que sí!… te lo voy a demostrar
-¿Quién te enseñó?
-mi mamá- dice orgulloso
Almorzamos. Hace mucho no sentía el sabor casero, es agradable.
-¿te gusta?
-sí yongie- eso lo pone muy feliz.
Empieza a venir más seguido a mi casa… no me molesta. Vemos programas de juegos y competencias, también películas actuales y clásicas. Le gusta mucho las que están basadas en libros. Pero definitivamente las de terror no son de su agrado… siente miedo que lo puedan matar como al protagonista. Es divertido jugar con él cuando está nerviosito.
-¡hyung! No vuelvas a hacer eso… creo que me dará un infarto si lo veo de nuevo-dice después de que me quité la sábana blanca que me puse para aparentar ser un fantasma.
Hoy se quedara a dormir en mi casa, sus padres le dieron permiso. Todas las luces están apagadas. Ya son más de las dos de la mañana cuando acabamos de ver una película de suspenso, que yo tanto quería ver desde hace un tiempo.
-Puedes dormir en la habitación de al frente - le digo cuando estamos en la puerta de mi habitación.
- Ah… ah… hyung… p-puedo pedirte un favor- dice en un tono de voz tan bajo, que tengo que agudizar mi oído para oírlo.
-dime
-pues… ahm… yo... p-puedo… dorm-mir… en tu habita-a-ción - su voz tiembla. Eso me sorprende por lo que no respondo. Él me miro y exhaló un poco molesto.
-¡Es tu culpa!, sabes que me da miedo ese tipo de películas y tú me haces verla- hizo uno de sus pucheros
-¿tienes miedo…?- digo tomando su mano izquierda. Él mira nuestra unión y luego me ve a mí.
-s-solo un p-poco
-¿y… ahora?- lo abrazo, siento como su cuerpo se estremece por mi contacto. Niega con la cabeza ligeramente-Ven conmigo- lo llevo de la mano adentro, nos echamos en mi cama uno frente al otro.
-¿estás… más tranquilo?
-sí- dice despacio. Sonrío
-descansa
-tú también – y nos dormimos
Extraño tu cuerpo abrazado al mío. Extraño besarte, tocarte, mirarte… amarte.
Despierto al sentir un calor en mi pecho, algo que no es normal desde que no estás. Abro los ojos pesadamente y lo veo. Él está abrazándome… está muy relajado. Lo observo unos minutos y acaricio su cabello, está un poco largo... supongo que es su moda. Empieza a despertar.
-buenos días-digo con una sonrisa en mi rostro
-h-hola- nervioso
-¿dormiste bien?
-s..sí- no lo soporto más… beso su frente. Su sonrojo es inmediato- ¿y eso?
-gracias por hacerme compañía- él sonríe
Viene más seguido a verme. Me pregunta quién es la chica de los retratos.
-mi hermana- ¿Por qué miento? Se sentirá incómodo… lo sé. Pero no puedo sacar tus fotos de mi casa, necesito tenerte presente.
Pasamos varios días juntos ya que está de vacaciones. Hoy fuimos al concierto de un grupo de Electropop/Hiphop. BigBang, así se llama el grupo nunca había escuchado su música, pero es buena; en cambio JiYong salta y canta a todo pulmón cada una de las canciones. Al final del concierto aparecen cisternas las cuales son usadas para la última canción.
Objetivo: mojar a todos los presentes.
Obviamente mojó toda mi ropa (muy cara)… cosa que no me agradó, pero a mi acompañante y toda la juventud presente en este lugar los puso más eufóricos. Tanto así que ahora saltaban sin parar tratando de ser mojados cada vez más. Él volteo a verme estaba muy sonriente. Tomó mi mano.
-¡salta!- gritó riendo
Tardé un poco en reaccionar, pero lo hice. Al comienzo despacio, pero conforme la euforia crecía yo lo hacía más rápido casi al nivel de JiYong. Saltaba y saltaba sentía como mi cuerpo se liberaba de un gran peso. Me sentía muy feliz. Deje de saltar, él lo notó y también paró. Me miró confundido, pero yo sonreí y lo abracé aún con la lluvia artificial sobre nosotros.
-gracias- dije en su oído, me alejé un poco y él sonreía- gracias JiYong-no sé bien porque lo hice… fue un impulso lo sé, pero igual lo besé.
Se tensó al instante, pero seguí. Probar sus labios fue sensacional eran dulces, delicados y suaves como él que se dejaba llevar completamente.
Conclusión: Su primer beso… ¿Por qué?... no sabe besar, aún así lo intenta. Profundizo en su boca con mi lengua se queja un poco, pero no se aleja. A pesar de tener litros de agua en nuestros cuerpos y ropa puedo sentir su rostro caliente… sonrojado y su respiración entrecortada. Mis dedos juegan en su cuello, mejillas y cabello acariciándolo suavemente. Por falta de aire nos separamos. Ambos agitados, mojados, sonrojados, ojos radiantes, felices. Sonríe y ríe como nunca logrando acelerar mi corazón. Se lanza a abrazar mi cuello y sus piernas rodean mi cuerpo, lo abrazo para que no se caiga y reímos.
-gracias Seung hyun- dice en mi oído- te amo-susurró.
Separó su rostro de mi cuello, donde lo había escondido avergonzado después de su declaración. Me mira fijamente y se acerca despacio, cierra sus ojos igual que yo, y nos volvemos a besar. Este es diferente… es lento y suave, expresa cuanto hemos llegado a querernos.
-hyung, está noche… me he convertido… en la persona… más feliz del mundo- dice, cuando ambos estamos echados en mi cama abrazados, después de bañarnos por separado y habernos cambiado de ropa para dormir.
-yo también… soy muy feliz… está noche- sonrío y doy un leve beso en sus labios el cual acepta gustosamente- descansa yongie… Mi yongie- recalco, porque ahora es parte de mi vida. Sonríe emocionado y se abraza más fuerte a mí hasta ocultar su rostro en mi cuello. Dormimos.
-siempre te he amado y siempre te amaré Seung hyun
Desayunamos algo ligero. Salimos a correr temprano… está nublado, cojo su mano derecha y la guardo junto a la mía en el bolsillo de mi casaca. Me sonríe y corremos hasta el final. Ese día fue solo nuestro.
Quería contarles a sus padres y a sus amigos de lo nuestro, pero le dije que debíamos esperar.
-tal vez no lo entiendan… no quiero que te lastimen
Aunque se entristeció, lo entendió. Eso es lo mejor de él siempre me entiende. Cada día que pasamos juntos es único, cada vez lo quiero más. Me hace reír mucho. Lo he pensado muchas veces… tal vez, quizás… la felicidad que he buscado... sea… JiYong.
TRES MESES DESPUÉS
-hyunie eres muy lindo- me dice al oído con su voz de niño, mientras lo llevo en mi espalda y él abraza mi cuello.
-tú eres más lindo
-ya lo sé- ambos reímos
Llegamos a mi casa, pero no se quiere bajar y lo llevo a mi habitación.
-baja yongie
-no quiero… hyuunnie- ronronea. Empieza a besar mi cuello dulcemente, me gusta que lo haga. El problema es… que no quiere solo eso, quiere ir más allá.
En estos meses lo he comprendido, mis sentimientos por él y por ti. Nos podemos abrazar, acariciar, besar, comer y dormir juntos, pero yo no puedo… tocarlo… más de lo que… te toque a ti.
-para… por favor- digo serio y deja de hacerlo. Suspira.
-está bien-se baja y corre hasta la cama tapándose por completo. Está enojado. Ya sé que sigue. Lo ha hecho tres veces antes. Voy, me echo a su lado y espero unos minutos. Él es delgado, abrazo su cintura y lo acerco a mí.
-no te molestes… por esto- sé que me escucha, a pesar de no responder- no es el momento…- bajo la sábana que cubre su rostro- debe ser especial… por ti pequeño- llora. Sé que lo lastimo y me duele verlo así. Perdóname mi pequeño. Beso su cabello y voltea a abrazarme.
-lo..lo lame…mento..to - solloza- sé que… iff… quie..eres… iff…. Lo mej..jor…. if… para mí- correspondo su abrazo, estar en mis brazos lo calma.
-ya no llores- seco sus lagrimas. Sus orbes muestran tristeza, esa tristeza que solo sientes al aprender a amar- quiero hacerte feliz, pero debes ser paciente- lo beso
-gr-racias- dejo que duerma. Está cansado. Su mente, su cuerpo y su corazón, están aprendiendo lo que es en realidad… la vida.
Estos días ha estado triste. No pudo obtener la beca a la cual postuló, le falto medio punto.
-puedo pagártelo
-nooo…. Debo obtenerlo por mi esfuerzo. No porque mi novio lo pague.
-pero la próxima prueba será dentro de medio año, vas a perder mucho tiempo- insisto. Se cuanto desea estudiar diseño de modas.
-¡no, no y no! ¿Crees que no puedo hacerlo?-me dice cabizbajo
-claro que no yongie. Sé que lo puedes hacer- él no quiere mi dinero, quiere mi amor. Perdón.
-entonces no digas nada más. Tengo que estudiar mucho para postular y obtenerlo-está muy seguro de lograrlo. Sonrío y lo abrazo- hyunie… tú… ¿me ayudarías?
-¿yo?
-tú sabes mucho de marcas, estilo y precios… para ti es muy familiar esas cosas. Para mí no. Yo estudie según las cosas que veía, de seguro por eso no entre. Pero ahora te tengo a ti… ayúdame ¿sí?- hizo un lindo mohín.
-como quiera mi pequeño
-entonces empezaremos la próxima semana- me besa
Después de su trabajo y los fines de semana nos reunimos para estudiar. Le enseño que cosas debe combinar y que cosas no. Los colores que debes de usar según las estaciones del año. Cuáles son los precios según las marcas. A mí me costó mucho aprenderme todo esto, pero no me rendí porque era lo que siempre quise tener cuando era un niño. JiYong tiene muchos conocimientos, sabe muchas cosas. Me sorprende. Aun así hay cosas que debe cultivar; escucha y eso es indispensable.
-¡ahhh! Ya me cansé. Mi cerebro va a explotar- se tira al sofá.
-hay que dejarlo por hoy - hace un espacio y me siento a su lado. Recuesta su cabeza en mis piernas mientras acomodo su cabello-¿mejor?
-mmm… siempre es mejor, si estoy a tu lado- dice durmiéndose
-gracias-se levanta un poco y me mira. Pestañea pausadamente.
-hyunie, eres alguien único. No sé cómo he podido vivir sin ti todo este tiempo…. Eres tan especial, que de tan solo pensar que un día no estarás a mi lado… me da mucho miedo- lo abrazo
-siempre estaré cuando me necesites- se separa un poco sin romper nuestra unión.
-por eso… te amo- sonríe - eres más de lo que había soñado - toma mi mejilla-tengo un loco corazón, que es así porque soy un principiante en el amor. No sé si merezca tu amor, pero quiero ser digno de él. Quiero ser tu presente y lo único que tus ojos miren… sean a mí. Sabes… soy la persona más feliz del mundo cuando me dices "hola" o simplemente me sonríes, porque sé… que aunque haya sido solo un segundo, has pensado en mí. –Suspira y continúa - Besarte… es como perder la noción del tiempo y del espacio, es ver el cielo, las estrellas... es verte a ti. Quisiera que me besaras hasta dejarme sin aliento. Perder el conocimiento y tocar el cielo contigo...- toca mis labios. ¿Cómo es capaz de decir todo eso? ¿Cómo es posible que me ame tanto? En sus ojos, sé que no me está mintiendo. Cada palabra que pronuncia sale de lo más profundo de su ser, de su corazón, de su alma.
Yo también he sentido ese amor, esa mirada… la he tenido.
Sonrió como hace mucho tiempo no lo hacía.
Mi búsqueda ha terminado, ha llegado a su fin. Al fin la he encontrado, y ha sido en él.
-¿Por qué sonríes así? – Me pregunta curioso y yo lo abrazo - ¿estás bien? – repregunta, pero solo lo abrazo con más fuerza
-gracias… me has hecho muy feliz – le digo con toda la sinceridad del mundo.
-¡este lugar es hermosísimo!
-sí lo sé
-es tuyo ¿verdad? - asiento. – ya quiero entrar
-entremos – abro la puerta e ingresa presuroso. Creo que él sería un gran detective, sonrió por mi graciosa ocurrencia.
-sería grandioso vivir aquí – se acomoda en el sofá de la sala
-no creo posible poder vivir aquí, pero estaremos juntos estos días – le sonrió
-el paisaje es muy verdoso, está lleno de vida – murmura viendo desde la ventana del segundo piso. Está en lo correcto, no hay lugar más hermoso que este. Me costó mucho comprar una casa aquí, una vivienda en medio del campo, lo hice porque a ti te encantaba la naturaleza, y desde que lo viste en la televisión no parabas de hablar de él, aunque… los recuerdos que tengo sean los más horribles que ocupan mi mente.
-Seung, vamos a caminar por el campo
-como quieras mi reina
-¿quieres que te ayude a cocinar?
-sí hyunie – me indica que debo hacer, así no arruinaré su comida.
Él les dijo a sus padres que haría un viaje de tres días a un pueblo lejano para relajarse después de estudiar por varias semanas seguidas. Aceptaron sin dudarlo, él nunca les mentiría, pero yo pedí que lo hiciera. Nadie debía saber que iríamos juntos. Nadie.
-Solo falta un día, y te volveré a tener en mis brazos- dejo mis pensamientos descansar igual que a todo mi cuerpo.
-¿A dónde vamos? –pregunta otra vez, es razonable. Solo le dije que camináramos.
-no te impacientes- suspira resignado, sabe que no me puede sacar información con facilidad.
-¡mira esa flor! Es única jamás vi una tan blanca
-yo tampoco – nunca la había visto, era resplandeciente tanto que iluminaba su rostro. Parecía un ángel, no parecía… es un ángel, uno muy bello.
-¿puedo quedármela? – sus ojos de cachorrito mimado alegra mi corazón.
-sí – la saca con cuidado, me fijo en el entorno que la rodea, y es la única que hay.
Caminamos y seguimos alejándonos, el sol empezará a irse en unos minutos, pero él no se da cuenta. Revolotea a mí alrededor con su reciente, originaria y exótica flor.
Ya puedo sentirte.
-¿falta mucho? – está cansado ¿Cuánto tiempo ha pasado?... dos horas desde que salimos
-falta muy poco
-está bien – vuelve a dar a vueltas a mi alrededor, tarareando vagamente alguna canción del repertorio que le gusta.
Siento punzadas en mi corazón. Es muy joven, y su amor muy puro. Lo he visto sonreír por mí. Lo he visto llorar por mí. El primer amor es un sentimiento que no puedes explicar con facilidad, no existen palabras para describirlo, pero este invade todos nuestros sentidos y somos incapaces de negarnos a él.
-lo encontré
-¿de verdad?
-lo llevaré… la quiero conmigo de regreso. Cumplan su palabra
No tengo otra opción, cuando nos conocimos dijo que me ayudaría, ha llegado el momento que lo haga. Sigue sonriendo, así quiero verlo. Perdóname yongie, mi pequeño.
El sol ya casi no está.
No está.
Paro.
Ahí están, y ahí estás tú. ¿Qué te ha pasado reina mía?
-¿ya llegamos? – está detenido frente a mí, aun no los ha visto. Todavía mantiene la flor en sus manos, esa flor es solo para él. El cielo la envió para él, es un regalo de Dios para su precioso ángel. – hyuunie…
-llegamos – miro sus ojos café brillan de felicidad, la pureza en ellos taladran hasta lo más profundo de mi ser. Lo abrazo, me abraza – cuídate – susurró en su oreja - gracias - estoy muy agradecido por lo que pasará, cierro los ojos. Su rostro sonriente es el último recuerdo que quiero tener de él.
Se escucha pisadas en el pastizal.
Voltea para ver.
-¿¡Quién está ahí!? – Se anima a preguntar, no hay respuesta - ¿Quiénes son? – me pregunta con temor tampoco le doy una respuesta – hyu…
Avanzó, conozco esto. Él se queda atrás, solo unos pasos atrás.
Frente a frente. Son cuatro, como la última vez.
-Seu-u-ng
-¡¡aléjense de nosotros!!
-es tu precio a pagar
-¡¡¡¡NOOOO!!!!
-¿hyu-un-ie? – me llama, puedo sentir su miedo. El viento está más frío y violento. Mis cabellos se remueven por la fuerza con la que pasa. Ellos ni se inmutan.
-entrégalo - esa voz es tan escalofriante
-dénmela – digo sin dudar
-vayan por él – ordena.
-¿Qu..ué qui..ieren? ¡Suéltenme! - escucho sus gritos
-aquí está – me la entrega. Está de pie, pero inconsciente. La cargo en mis brazos como la reina que es. – vámonos
-¡hyunie! ¡Ayúdame! – pasa por un lado mío, pero no quiero verlo. -¡¡hyunnie!! – se lo llevan, y yo estoy estático con ella en mis brazos. Mis ojos piden verlo una última vez, veo el camino por donde van. Se cayó. La flor blanca y pulcra está manchada y rota, sucia y… muerta. -¡Seung! – grita.
Es el protagonista. Temía ser perseguido por los malos de la película, ellos ya lo tienen, nada puede cambiar. Así es el final.
-¡hyun-nie!- mis ojos lo ubican. Sus lágrimas no dejan de caer. Ya está dentro de ese oscuro auto, de donde no volverá a salir. Arranca, me vuelvo a sentir como la primera vez que pase por esto. Se alejan.
-¡¡¡¡SEUNGGGG!!!! – su voz desgarrándose me llama con desesperación.
El auto… desapareció.
Volteo -adiós yongie
OCHO MESES DESPUÉS
-buenos días amor
-buenos días preciosa – le doy un suave beso en los labios.
-vayamos a desayunar – coge mi mano y salimos de nuestra habitación
Han pasado tantas cosas y tanto tiempo. Nos casamos, una boda de ensueño. Nuestras amistades asistieron. Personas reconocidas del mundo empresarial también asistieron. Estar unidos más allá de nuestro de amor, ha hecho completar mi felicidad.
Nuestra vida no tiene obstáculos, es un camino libre, liberado para nuestro andar.
Al comienzo. Su recuperación fue difícil, los médicos no sabían que tenía, solo diagnosticaron deshidratación y pérdida de memoria, no tenía recuerdos, me interrogaron como la encontré, di muchas respuestas fehacientes, y me creyeron.
Pero…
En mis sueños, al dormir… logro verte. No me había pasado con ella, pero contigo sí.
¿Es un castigo? No lo sé
Lloras, estás desnudo… nunca te vi así, solo tus brazos abrigan tu delgado cuerpo, la oscuridad inunda ese desconocido lugar. Estás en medio, sentado, no has dejado de llorar. Tampoco de clamar por mí, clamar mi nombre.
-¡hyu-unie!
Me he acostumbrado
-¡ayúdame!
Recuerdo la desesperación de tus padres, tu hermana y tus amigos al ver que no llamabas, ni regresabas a casa. Las incontables veces que me buscaron para preguntarme por ti. Ofrecí mi ayuda, hipócrita… eso soy.
¿Sabes porque?
Nunca te encontraríamos, tanto tu alma como tu cuerpo ya no están presentes en este mundo. Avisos en televisión, radios, calles invadidas de tus fotos, se volvió un acontecimiento nacional. Gente orando y llorando porque aparezcas, pero nada.
Vi sus cuerpos consumirse por la tristeza de perder a su menor hijo, tu hermana diciéndoles que la esperanza era lo último en perderse, pero ni ella se fiaba de sus propias palabras. Recriminándose el haberte dado permiso para que te fueras solo.
“Un niño tan joven”
Eso decía la gente al verte. Era cierto, parecías un niño por toda la tranquilidad e inocencia que transmitías.
-teng-go mied-do – podía oír tu voz quejándose en esa oscuridad que tanto te asusta. Como aquella vez cuando se fue la luz en mi casa y nos encontrábamos en puntos muy distantes.
-¿JiYong dónde estás?
-hyu-un…
-¡ji!
-teng-go mied-do – escuché un pequeño susurro de tu parte
-¿ji…? - entré a la cocina
-hyu-unie – decías sollozando
-¿yongie estas bien? – me arrodille a tu altura, te abrazabas a ti mismo – tranquilo, ya estoy aquí – te abracé
-no me de-jes solo – lloraste aferrándote con fuerza a mi camisa
Varias veces en mis sueños quería ir por ti y abrazarte, imposible. No podía consolarte, ni decirte que todo estaba bien.
-¿Por qué n-o vie-enes?
-te ex-tra-ño
No debiste aparecer frente a mí, caíste en las manos equivocadas. Te enamoraste de la persona equivocada.
Conforme pasó el tiempo dejaron de buscarte, los policías, tu familia no se detuvo… continuaron. Tienes mucha suerte de haber tenido la familia que yo ni ella tuvimos, solo los dos nos apoyábamos, tú tuviste a muchísimas personas preocupándose por ti, yo no.
Se alegraron por mi boda, dijeron que lo merecía… no lo hubiesen dicho, si supieran lo que hice contigo.
Lo que más me sorprende eres tú.
-qui-iero ir a… a ca-asa
Tu piel está sucia, aunque cuando la lluvia cae en ese lugar, se limpia. Tus ojeras adornan tu rostro, tus labios se resecan con rapidez, tu cabello ha crecido y tu piel se adhiere a tus huesos. Lloró en mis sueños, pero al despertar y ver la sonrisa que ella me brinda sé que mi tormento ha acabado y durante todo el día soy libre de ti.
-m-ma-má
No puedes volver.
Mi pequeño, cuando pararas de llorar. No merecías esto.
-¡hyunie ve-en por mí!
Estás asustado, no encuentras una salida… no la hay. Estás cansado no obstante no pierdes la ilusión de que iré por ti, pero… no lo haré.
Soy adinerado, soy reconocido, soy feliz... eso es lo que pedí.
No quiero cambiarlo, no iré por ti, aunque el amor que sientes por mí sea mucho más grande que el que siento por ella.
Aunque no me veas, yo si lo hago… y desde aquí… te voy a cuidar… lo prometo.
Existirás solo en mis sueños, donde nadie nunca más te verá, solo yo.
Podría ir por ti… hay un solo camino. Traerte de nuevo y que todo vuelva a ser como antes.
Pero no.
¿Sabes porque?
-porque... yo…
-No te amo…