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Esas palabras que quiero decirte por Vaby

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Él era mi mejor amigo desde la infancia, éramos tan íntimos, tan cercanos. Habíamos asistidos a la misma escuela desde el preescolar pero nuestros caminos se separaron un poco después de 19 años,  ya que ahora asistimos a diferentes universidades.

Minki, Choi  Minki, era el nombre de mi más grande confidente.  Pero no dejaríamos ningunos de los dos que nuestra amistad se perdiera por distancias, de casa a casa o de universidad a universidad, así que unos meses más tarde de entrar a la universidad los dos compramos apartamentos contiguos en una zona central de la ciudad, así estarían cerca de las dos universidades.

-¡Baekho, Despierta!- medio abrí los ojos –yo ya estoy listo y si no te preparas rápido, no tendrás la dicha de caminar a mi lado para tomar el bus- al escuchar eso me levante rápido y vi a Minki sentado en el sillón de la sala de mi departamento con los pies sobre la mesa, porque era de esperarse, los 2 teníamos llaves del apartamento del otro.

-¿Olvidas que compre una bicicleta para no tener que tomar el bus?-Me miro de reojo un tanto molesto, mientras lavaba yo mi cara y me cambiaba.

-¿Y tu olvidas que sé que aun así amas caminar a mi lado?- tan lindo y tan egocéntrico-Pero si deseas que me vaya, está bien, ya me voy retirando, hasta pronto Baekho-  Me sonrió y camino hacia la puerta.

-¡No!, Espera, ¡Ya estoy listo!- Corrí para abrirle la puerta jugando a  actuar como un caballero,
 –Sabes que eres mi debilidad Choi Minki, y te aprovechas de eso- Reímos los dos, pase por mi bicicleta al lado del edificio y camine con ella a mi lado para acompañar a mi amigo al bus.  

Cosas como esas eran cosas que solíamos decirnos desde hacía ya mucho tiempo, pero aunque eran un juego de los dos, algo había cambiado, yo ya no las decía jugando, había descubierto sentimientos en mí hacia Ren que no eran tan comunes de sentir hacia un amigo, no le había confesado nada pues temía perder su amistad, el realmente lo era todo para mi, así que decidí que el silencio seria mi más grande aliado. 
Aunque en ocasiones yo viera algunas señales de él que me daban esperanzas, eran confusas, el siempre me abrazaba, me dejaba abrazarlo, besar su mejilla o el besar la mía, acariciar su cabello, a veces cuando se sentía solo me pedía quedarse en mi apartamento y me dejaba abrazarlo a la hora de dormir, creo que eso lo hacía sentir seguro y pues ¿a mí? A mí me hacía sentir en el cielo tener tales privilegios como su mejor amigo.

Yo estaría allí para protegerlo cuando él lo necesitará, aunque me matara ser simplemente su amigo, la esperanza muere al último ¿no?

-Ten un lindo día- me dijo al subir al bus y beso mi mejilla –no pienses tanto en mí, no quiero que dejes ninguna materia- soltó una risilla.
-Lo intentaré- le sonreí  y vi alejarse el camión para subir a mi bicicleta e ir a clases.


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A la hora de terminar mis clases, tome mis libros rápidamente y mientras caminaba a la salida del edificio, escribí un mensaje en mi celular:
 “Hey Minki, hoy tengo clase extra, tendrás que caminar tristemente sin mí a casa ”,
yo había tomado la costumbre de si salía temprano de mis clases, ir a esperar a Minki fuera de su universidad, allí afuera había una linda zona verde con bancas, llegue después de un cansado camino en bicicleta y vi el reloj, aun faltaba una hora para que Ren saliera de clases así que me senté en una de las bancas y saque varios libros, podía empezar mis pendientes de la escuela para aprovechar el tiempo.

Estaba agotado de esperar y de hacer mis tareas, pero sabía que valía la pena regresar a casa con Minki al final de un día agitado.

Mientras leía unas raras instrucciones que la profesora me había dado como tarea, escuche unos  sollozos a mi lado, voltee y me encontré con la gran sorpresa  de mi mejor amigo  sentado en la banca de al lado, tapando su cara con sus delgadas manos mientras lloraba, ¿hace cuanto estaba allí? ¿Cómo no lo vi antes?

Deje los libros de lado rápidamente y me acerque, me puse en cuclillas frente a él y me apoye en sus rodillas
-¿Minki? ¿Qué pasa? – el enseguida destapo su cara y me miro sorprendido con sus ojos rojos

-¿Qué haces aquí? Déjame solo- ¿solo? el nunca me había dicho algo así, me acerque para rodearlo con mis brazos, el cedió y escondió su cabeza en mi pecho –lo siento, tuve un asqueroso día- apenas pude escuchar que dijo.
-Yo…solo quería sorprenderte hoy a la salida de tus clases- no sé porque dije eso, realmente era lo de menos en este momento, el soltó una pequeña risa y me miro
– Gracias por estar aquí Dongho- sus ojos, esa mirada me mataba -La estúpida escuela, Los tontos maestros, mis malditos compañeros y….
-¿Y? – pregunte curioso, el bajo la mirada de nuevo, No, no dejes de mirarme por favor.
-y gente... gente que no quiero ver, o mejor dicho que no quiere verme- eso sonaba muy misterioso, mi curiosidad me obligaba a preguntar.
-Choi Minki, ¿quién no querría verte? – tome su mano- solo alguien a quien le has causado problemas o un ex amante  o algo así y las dos me parecen imposibles- el rio nervioso y me miro con tristeza
¿era acaso así?
-¡Ren, Ren! – levante la vista y vi a un chico castaño de estatura media buscar entre la multitud a lo lejos a mi amigo, Ren se levantó y tomo mi mano.
-Vámonos por favor Baekho- Tome mis cosas y seguí a Minki, el siquiera miraba atrás, caminaba muy rápido.


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Ya llevábamos tiempo caminando hacia nuestros departamentos, empezaba a oscurecer, los dos en silencio y es que ya no quería hacerle preguntas a Ren que lo hicieran sentir peor, en el momento el me lo contaría.

Unos minutos más al fin llegamos al edificio donde vivíamos, subimos y al llegar a la puerta de mi departamento, que estaba antes que la suya, extendí mi mano hacia su puerta
– Esperare a verte entrar-  de pronto Ren me abrazo, puso sus manos en mi cintura y su cabeza en mi hombro – ¿Que pasa Minki? –se veía un tanto pensativo.

-¿Puedo quedarme aquí? - en ese estado se veía tan diferente ¿Dónde se encontraba el Minki alegre y egocéntrico de siempre al que le gustaba jugar?
Lo aleje del  abrazo y levante su cara de la barbilla, lo mire a los ojos y sonreí  –Sabes que Sí - abrí la puerta  de mi departamento y Ren se recostó rápidamente en el sofá

-¿Ya quieres hablar y contarme que te paso? –le pregunte mientras recogía su mochila del suelo, al escucharme se levanto y se sentó en el sofá.
-Debimos detenernos a beber en alguna parte- dijo cambiando el tema en un tono completamente diferente al de hace un momento, se levanto y comenzó a revisar mi cocina

- ¿Tienes algo por aquí?-
-amm… no estoy seguro-
-¡Genial!- él había encontrado mi reserva  para alguna fiesta futura
– ¡Whisky!- y ahora fingía un tono alegre, podía notarlo.
-woow eres rápido- el ya servía en pequeños vasos de vidrio en la mesa de centro de la sala
-¡Ven Ahora mismo Kang Dongho!- dijo jugando en un tono de regaño– No me dejaras beber solo-

-Esta bien, pero si mañana no me dan ganas de ir a la escuela, más de lo usual, será tu culpa- me senté a su lado en el sofá.

Minki me extendió un vaso y bebió el suyo, aun podía percibir su tristeza, aunque fingiera, no por nada era su mejor amigo.

-¿Te encuentras bien Minki? Dime, ¿quién era ese chico que te buscaba tan desesperadamente?
-¿Acaso importa? – Minki se acerco a mi más de lo usual, me miro a los ojos , estaba demasiado cerca, nuestros labios estaban separados por solo centímetros, Minki  se inclino más hacia mí, hace tanto que yo había soñado con besar sus labios, pero no podía aprovecharme de su tristeza. Gire mi cara para esquivar a Ren y me pare, fui a la cocina.

-¿Quieres algo de comer? – no sé si fue mi imaginación o escuche un suspiro de decepción de su parte.

-¿Qué? ¿Es en serio? – soltó una pequeña risa y se paro, camino hacia la cocina, yo miraba la alacena tratando de respirar y mantener la cordura, cuando Minki empezó a abrazarme por la espalda y apoyo su cabeza en mi espalda, yo solo me quede quieto, gire mi cabeza para ver a minki, el movió su cabeza a mi hombro sin dejar de abrazarme, nuestras caras quedaron tan cerca, el miraba mis labios y yo no podía evitarlo, también veía sus labios; La distancia era tan corta pero Minki se encargo de hacerla desaparecer, y rozo mis labios, solo eso, los rozo y se alejo, dejo de abrazarme y se paro frente a mí, recargándose sobre la barra de la cocina.

Era como si me hiciera desearlo, el me estaba provocando, el ya no era el Minki de todos los días, era  diferente, me miro retadoramente y sonrió de lado.

Yo era débil, era completamente débil frente a Choi Minki, entonces me di cuenta de que había perdido  esa cordura que tanto quería mantener.

Me acerque a él, puse mis manos en su cintura, el me miraba ahora sorprendido de que cediera, comencé a besarlo lentamente y el no tardo en corresponder a mis besos, ahora  ¿realmente mis labios estaban sobre los suyos? Parecía esto un sueño, su sabor sobrepasaba todo lo que yo pude haber imaginado, era un sabor tan dulce el de su saliva, puse una de mis manos en su nuca para poder profundizar el beso, ya no era un beso amable, era muchas más que eso, minki y yo habíamos cruzado una línea que seguramente ningún tipo de amigos hubiera cruzado, ahora la lengua de Ren estaba en mi boca jugando.
Deje de besarlo y con mi respiración agitada le susurre al oído

-¿Estás seguro que deseas esto?- me dio una media sonrisa

- Tu siempre tan considerado conmigo Baek, olvídate de eso-

 Se acerco para besarme de una manera tan apasionada, su lengua buscaba de nuevo la mía para hacerme saber lo que quería, aunque a veces interrumpía ese jugueteo para morder mi labio inferior, eso realmente me volvía loco.

 Lo cargue de frente mientras seguíamos besándonos, el coloco sus piernas alrededor de mi cadera y yo lo tome de la parte trasera, por la forma como rozaba su miembro con el mío  pude darme cuenta de que Ren ya estaba un tanto excitado y pues bueno, yo no me quedaba atrás.

Lleve a mi mejor amigo a mi habitación y lo recosté en la cama aun sin poder separarnos.

Empecé a besar su cuello y a dejar pequeñas marcas que seguramente mañana se notarían mientras mi mano ansiosa ya recorría su entrepierna lentamente, estaba preocupado de si esto le estaba gustando o no a Minki,

pero recibí mi respuesta cuando Minki empezó a gemir, ver como salían esos le empecé a desabotonar la camisa a mi ahora amante, y la lance a un lado de la cama,

aproveche para también sacarme mi camisa y él me ayudo a desabotonar mis pantalones, sentir sus frías manos en la piel de mi cadera me hizo tener  escalofríos,
retire por completo mis pantalones con ayuda de Minki pero no retire los de él, comencé a recorrer su blanco pecho con mi lengua, nunca imagine poder saborear la piel de mi mejor amigo, esa piel tan perfecta y hermosa, mientras masajeaba su miembro con más presión ,
mire hacia arriba para ver la expresión de Ren,
tenía miedo, estaba nervioso, de lo que pudiera pensar Minki, aunque no lo demostrara, el solo echaba su cabeza hacia atrás queriendo disfrutar más de mis acciones, mientras gemía mas y mas, yo solo quería complacerlo y hacerle saber cuánto lo quería, esperaba que él lo viera así.

-¿Tanto me harás esperar? ¡Vamos Baekho!- dijo entre jadeos,
 Yo seguí con mi lengua hasta su plano y perfecto abdomen, masajeaba su miembro cada vez más, hasta que mi boca llego a su cadera me decidí a desabrochar
el pantalón de Minki, pero lo hice muy lento mientras lo miraba a los ojos, se lo quite por completo y lo avente por allí junto con su bóxer, baje a su entrepierna
y mire de nuevo a Ren, el me vio ansioso y entendí lo que quería –Vamos Dongho- me dijo suplicante,
baje mi vista de nuevo a su miembro y me acerque, pero en lugar de llegar a aquella zona lo tome de la cadera y espalda, lo gire para que quedara a espaldas mías, empecé a acariciar su espalda y a besarla,
me acerque al oído de Ren y lo Roce con mis labios

-Te quiero Choi Minki- le dije muy bajito, no pude ver su reacción pero percibí una simple sonrisa era el momento, acerque 3 de mis dedos a su boca para que fueran humedecidos con su dulce salida, Ren metió aquellos dedos tan lenta y seductoramente a su boca, ver esa escena hizo que me sintiera cada vez mas excitado,
ni en mis mas culposas fantasías me imagine algo así,
el introducía y sacaba una y otra vez mis dedos de su boca hasta que quedaron chorreando de su saliva

-Que pretendes Rennie?- le dije en un tono lleno de lujuria que ni yo mismo me conocía, arrebate 
mis  dedos de su boca y con una mano levante sus caderas y con la otra empecé a introducir un dedo en su cavidad para prepararlo, no recibí respuesta negativa de Ren así que pasaron a ser dos mis dedos dentro de Ren,
al instante escuche un alarido de dolor de Minki,
estaba yo tan Ansioso por penetrarlo y saber que de alguna forma el seria mío, pero no quería lastimarlo,
así que acaricie su cabello y bese su espalda,
después  moví mis dedos dentro de él.

-Deja de ser amable- le escuche gemir, e introduje el tercer dedo en él y moví los 3 circularmente,
sentí como su cuerpo tembló a esto. Ya era suficiente, saque mis dedos de Minki y levante más su cadera, acerque mi ya más que listo miembro a su entrada
y la roce un par de veces, hasta que lo hice, penetre a Choi Minki, mi mejor amigo…lo hice de una vez,
sin amabilidad como él me lo había pedido
–Ahhh Baekho aahhh-  el gemía,
nunca pensé sentirme tan privilegiado de poder  escuchar tales gemidos y mucho menos con mi nombre en ellos, aun no me movía, primero acerque mi mano al necesitado miembro de Ren y empecé a  masturbarlo cuando di la primera embestida a aquel chico del que durante años había estado enamorado 
–agghhhh Dongho, mas!!-  y así fue…
lo embestí una y otra vez buscando llegar a lo más profundo de él, mis caderas golpeaban las suyas
de una manera inimaginable,
Ren trataba de retener sus gritos de placer mordiendo sus labios pero no era suficiente y terminaba gimiendo para mí,  lo penetraba cada vez más rápido y mi mano buscaba darle más placer jugando con su miembro, el gritaba mi nombre cada vez mas alto mientras se aferraba a las sabanas con sus delicadas manos, de repente sentí su liquido caliente en mis manos…

oh Mi Dios! ¿Esto era real? me acerque para besar su cuello y embestirlo más fuerte cuando también me vine dentro de mi mejor amigo, yo no podía creer lo que había pasado, era algo realmente imposible, o así lo creía yo, pero no podía negar que había soñado con esto durante mucho tiempo así que me encantaba. Deje de moverme y bese la espalda ya sudada de Ren, Salí de él y
me recosté a su lado, No sabía si volvería a ser lo mismo entre nosotros después de esto, nada me lo aseguraba y pensar en la realidad me ponía nervioso y triste a la vez,
lo abrace como lo hacía cuando me pedía quedarse en mi
departamento, el escondía ahora su cara en mi pecho,
pero solo quería hacer algo mas antes de que la incierta realidad volviera, lo separe del abrazo, tome su barbilla con mi mano y levante su cara para que me mirara

–Minki, yo realmente te quiero- despeje su cara de sus mechones rubios, el no dijo nada,
no le di oportunidad, no quería saber que diría…
y me acerque para besarlo, mis labios sobre los suyos suavemente en un ahora tierno beso,  quería recordar ese sabor, quería no dejar de sentir esos labios nunca más, pero ¿podría volver a besarlos?


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A la mañana siguiente, abrí los ojos por mí mismo,
mire a mi alrededor y no vi a Ren cerca, me senté a la orilla de la cama, me levente y camine al baño,
me duche y me puse mi ropa casual,
¿qué hora era?  ¿Las 12:00?  ¿Dormí tanto? 

Era demasiado tarde para ir a la universidad, pero no para alcanzar a Ren a la salida de sus clases, lo sorprendería verme allí.
Monte mi bicicleta y me dirigí a su escuela, estaba nervioso por ver a Ren por primera vez después de lo que había pasado.

Después de aproximadamente 30 minutos sonó la campana de salida y vi una multitud acercarse y lo vi entre todas las persona, el resaltaba, corrí hacia la puerta, y me pare frente a él, el caminaba con un chico castaño, ¿era el chico de ayer?

-Hola Rennie, vine para caminar junto a ti de regreso a casa.
-¿No me presentaras a tu amigo?-Hablo el castaño.

-Baekho, Aron, Aron Baekho- dijo desganado,
aunque yo muriera de celos, le sonreí al chico
y lo salude
-Creo que hoy no podre ir contigo, debo hacer un trabajo, iré a casa de Aron- dijo con una cara de indiferencia.

-Ohhh está bien- Le sonreí animado ¿estaba molesto? ¿Qué había hecho mal yo? ¡No!  Tal vez realmente tenía que hacer una tarea.

El chico paso su brazo por el hombro de Ren,
Minki siquiera me miro, ¿Era mi imaginación o escuche algo quebrarse en mi pecho?,
lo vi alejarse con aquel chico el cual me sonrió.

Creo que hoy yo regresaría solo a casa.


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