Era una mañana tranquila, una cualquiera, en la que debía dirigirme a la universidad y terminar de ayudar a mi Hyung con su investigación, mientras yo avanzaba con mi tesis. Los días así para cualquiera, serían una rutina, para mí… era el estilo de vida que nunca quisiera abandonar.
Llegué de intercambio hace dos años aproximadamente, no sabía en que estaba pensando en ese momento en que firmé para integrarme como alumno de la universidad de Seúl pero ya fijado el sello, no hubo vuelta atrás.
En un principio fue duro, el idioma y las clases complicaron mis planes de graduarme lo más pronto posible, tuve que repetir un semestre y estudiar a la par el idioma, porque muchos de mis maestros no usaban el inglés y no lo harían por un simple estudiante, en una de mis tantas discusiones con uno de los maestros de pila, Hyung se nos acercó.
Kim Minseok, se interpuso en mi vida e hizo que toda la independencia que había logrado por haberme cambiado de país se fuera al tarro de la basura, él comprendía el inglés y era el favorito de muchos maestros por su inteligencia, por lo que él se convirtió en mi traductor y mi tutor, era estricto y algo frío pero también tierno y juguetón cuando estaba de buen humor. Yo realmente dependo de él, incluso ahora que dómino el idioma y me puse al corriente con mis estudios, yo simplemente no puedo dejarle… y ese es el problema.
-¡LUHAN!- se aproximó Hyung a toda prisa, botando fuego por la boca. Al parecer creo que ya supo la noticia…
-¿Q-Qué sucede?- pregunté asustado, aunque ya sabía que implicaba a su hermano Kyungsoo y su novio Jongin.
-¡¿Lo viste?!, ¡dime que lo viste!- gritó enardecido mientras hacía añicos el periódico- Maldito Kim Jongin, si llego a saber que…-
Hyung es homofóbico. Desde que Kyungsoo se declaró abiertamente homosexual y presentó a Jongin como su novio, Minseok no hace otra cosa que insultar a los homoseaxuales, comenzando conmigo.
-¡¿Es que no les basta vivir?!, ¡¿Porqué no simplemente se dignan a dejar los estatutos como están?!- seguía sin parar de gritar mientras daba vueltas por el laboratorio- ¡¿Porqué tú y tu especie, tiene que cambiarlo todo?!-
-Vamos Hyung, tranquilízate- él sabía que también era homosexual. Me le declaré a fines del año pasado; fue un impulso, me sentía tan solo y él siempre estuvo allí, en ese momento creí que había confundido mis sentimientos pero al paso del año comprendí que no. Él en ese entonces no me dijo nada, solo hizo como si nada hubiese pasado, más aún cuando supo de la orientación sexual de su hermano.
-¡¿QUÉ ME TRANQUILICE?!- ok…esa no fue una buena idea- ¡¿ACABAN DE APROBAR EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL EN SAN FRACISCO Y TÚ QUIERES QUE ME TRANQUILICE?!- me gritó tomándome del cuello de mi polera mientras me zamarreaba, ellos vivían allí por lo que obviamente sabrían de la noticia y planearían algo, cosa que Minseok desaprobaba notoriamente- ¿Qué hago hablando de estas cosas contigo? De seguro cogerás el primer avión para casarte con el primer hombre que pilles- si no lo conociera también diría que estaba celoso pero no debía olvidar que mis observaciones siempre estarán manchadas por mis sentimientos.
-Claro que no, Hyung- él era realmente gracioso- El matrimonio sigue siendo algo muy grande para mi, yo… quiero encontrar a la persona indicada… yo quiero…-
-¡¿Kyungsoo?!- escuché de pronto-¡Contesta el maldito teléfono!-
-¡Hyung espera, son las 5 de mañana en San Francisco!- le expliqué mientras trataba de quitarle el celular.
-¡No me interesa, no dejaré que mi hermano, se case con un hombre!- me debatió forcejeando para que no le quitase el aparato.
-¿Diga?- contestaron de pronto.
-¡Yah, Kyungnnie-ah!- saludó Hyung atrapando mi cabeza, entre su brazo con una de sus tantas llaves-
-¿Hyung?, son las 5 de la mañana… ¿Qué ocurre?- preguntó con la voz apagada.
-¡No te atrevas, no digas que si, ¿entendiste?!- le gritaba sin sentido, sabía que el pobre no iba a entender ni una palabra.
-¿Oh, a qué te refieres?- preguntó desorientado.
-¿Quién es, cariño?- se escuchó la voz de Jongin al otro lado del teléfono y yo temí por mi cabeza.
-¡TU ESTÚPIDO MALNACIDO, NI SE TE OCURRA PEDIRLE MATRIMONIO A MI HERMANO, ¿ESCUCHASTE?!- gritó a todo pulmón mientras que apretaba el agarre de mi cabeza dejándome sin aire.
-¿Matrimonio?- repitió Kyungsoo algo tímido. Dejé de sentir la presión en mi cuello, al parecer el menor no lo sabía y sentía que algo en mi Hyung se quebraba.
-Ohg, verás Kyungnnie… ayer aprobaron la unión entre dos hombres, ante la ley- explicó Jongin nervioso. Lo único que yo escuchaba de hyung era su respiración entre cortada.
-¿Eso quiere decir qué…?- preguntó el hermano de Hyung ilusionado, esto estaba mal…
-Si Kyungnnie, bueno… si tú quieres casarte conmigo…- habló Jongin.
-¡Claro que quiero!- gritó emocionado- ¿Hyung, escuchaste eso?, ¡voy a casarme, luego te envío el parte. Adiós!- la llamada se cortó y yo seguía bajo el brazo de Hyung quien respiraba lento y pausado.
El silencio me estaba matando, temía por mi vida y mi integridad física, esto simplemente era una locura, el miedo más grande de Hyung se había hecho realidad por su propia negligencia.
-¿Hyung a dónde vas?- le pregunté al verlo que se sacaba su bata y tomaba sus cosas.
-¡A San Francisco!-
-¡¿Qué?!, ¿Porqué?- dije mientras lo agarraba de la cintura pero a pesar de ser más bajo que yo, tenía más fuerza.
-¿Te parece poco?, Kyungsoo se casará con un hombre, ¡Es inconcebible!- gritaba mientras trataba de zafarse de mis brazos.
-Claro que no, Hyung. Está enamorado, déjalo tranquilo- continué tratando de apegarlo más a mí.
-¡Eso nunca!, no lo puedo permitir- se volteó a mí demostrándome realmente sus sentimientos hacia la idea.
-¿Realmente te parece tan repugnante?- pregunté dolido, debía ser un idiota pero entre más albergaba estos sentimientos hacia él, más esperanza tenía de que él cambiara de opinión… pero al ver su reacción ante la decisión de su hermano, caía en cuenta que eso nunca ocurriría, que iluso.
-No es eso…- me habló incómodo, sabía a lo que me refería- Es mi hermano, no quiero que sufra- se explicó sin despegar su vista del suelo.
-Puedes sufrir tanto por una chica como por chico, no veo la diferencia-
-A ti te gustan los hombres, estás de su lado- me regañó- ¿Qué entenderás tú?-
-Mi hermana se casó con un hombre que la golpeaba, por eso sé lo que te digo. No importa si es hombre o mujer, Jongin ama a Kyungsoo y no es capaz de ponerle una mano encima, basta con saberlo con solo mirarlos, Jongin daría su vida para que Kyungsoo nunca sufriera- me expliqué enternecido, la verdad es que recordar las pocas veces que compartí con ellos, pude notar el amor tan grande que se tienen a pesar de sus personalidades tan diferentes, realmente les envidiaba, aunque no fuera con Hyung, yo quisiera mirar a los ojos a la persona que ame y demostrarle mi cariño…
-Pero se divorció- concluyó suavemente tratando de disculparse por haber sacado a la luz tal recuerdo.
-Eso no quita que haya vivido un infierno- sentencié dejando en claro que ya no me afectaba pero que no era necesario seguir sacándolo - Hyung, deja a los chicos tranquilos, es su vida y ellos afrontarán sus problemas-
Se quedó en silencio meditando mis palabras, en cierta forma sabía que tenía razón y esto no era más que una de sus tantas pataletas. Siempre ocurría cuando ellos daban un paso para ser una pareja estable y es normal, como hermano mayor del tierno e inocente Kyungsoo, tiene derecho a pegar el grito en el cielo cuando se le dé la gana. Y eso era una de las cosas que más me gustaban de él, lo sobreprotector que podía llegar hacer, por muy escandaloso que fuera.
-¿Me abrazarás todo el día?- me preguntó de pronto dándome cuenta que por evitar que se marchara lo tenía abrazado por la espalda rodeando su diminuta cintura.
-¡Lo-Lo Siento!- me alejé lo más que pude tratando de evitar que se molestara más de la cuenta.
-Hoy llegaron las muestras, que necesitamos para la investigación, ve a buscarlas- me ordenó para cortar la incomodidad que estaba surgiendo, aunque sabía que era solo de mi parte…
El altercado no atrasó nuestro trabajado, luego de traer las muestras, continuamos la investigación y pudimos pasar a la siguiente fase, si seguíamos a esta paso, lo más probable es que terminásemos antes nuestra investigación y yo podría dedicarle más tiempo a la mi tesis, aunque eso me doliese.
Estar con Hyung en el mismo espacio era realmente satisfactorio, a pesar de tener la misma edad y estar en el mismo grado, él sabe mucha más cosas que cualquiera de nuestros maestros y su paciencia para enseñar es infinita; aunque se ponía como cabra loca en lo relacionado con Kyungsoo, sinceramente no me gustaría que este proyecto se terminara.
-Bueno, ya me voy- le avisé tomando mis cosas.
-Adiós- se despidió a secas mientras miraba las muestras en el congelador.
-Hyung- le llamé- No vayas a tomar el último vuelo a San Francisco o quemare las muestras- le advertí antes de irme al ver su sonrisa.
Solo me bastó con caminar un par de pasos para escuchar mi celular sonar.
-¿Diga?-
-¡Gege, quiero verte!-
Tao siempre ha sido un imprevisto en mi vida, pero me gusta de esa manera, lograba sacarme de la rutina que llevaba, poner un poco mi cabeza en caos, con sus problemas “maritales” con Kris, que me hacen sentir más solo que acompañado a pesar de ser mis amigos.
-Hey, Gege te ves cansado- me comentó preocupado al verme.
-He tenido mucho trabajo-
-¿Ese tipo de trabajo?- Me insinuó, él sabía de mis sentimientos hacia Minseok, por lo que siempre salía el tema a la mesa, por mucho que le explicara la escasa posibilidad de poder tenerlo, él no se rendía fácilmente, logrando alimentar un poco mis ilusiones.
-Claro que no, niño- le regañé santandome a su lado
-A este paso, te secarás Gege-
-No es de tu incumbencia-
-Cómo sea, ¿Lo haz escuchado?- preguntó de pronto mientras recibía mi cerveza.
-¿El qué?-
-¡Lo de San Francisco!- me gritó asustándome logrando que escupiera algo de mi cerveza.
-Ah, eso. Claro- comenté con indiferencia.
-Contigo no se puede hablar hoy, Gege- habló desganado- Y yo que te iba a contar una buena noticia-
-Solo dila- hablé un poco arto de sus niñerías.
-Esta bien- simuló estar calmado y colocó su mano derecha en frente mío para que viera el brillante anillo que se posaba en uno de sus dedos.
-¡TAO, TÚ-TÚ VAS…!- terminé de escupir antes de poder hablar, es que ahora comprendía el porqué su llamado y sus gritos al llegar.
-Kris Gege se me propuso esta mañana, dejó el diaro en la almohada junto con el anillo- me relato mientras yo feliz golpeaba su espalda orgulloso, mi pequeño Tao iba a contraer matrimonio, con nada y nada menos con el primer hombre con quien descubrió su orientación, muchos años de relación necesitan un paso de esta magnitud.
-No sabes cuan feliz me hace la noticia, felicitaciones- le dije sinceramente, estaba tan contento que podía sentir que dentro de poco las lágrimas se me saldría de los ojos pero no podía ser así de sentimental frente a mi pequeño amigo.
-Gracias Gege, nos irémos la próxima semana-
-¿Enserio? Al parecer tú y Kyungsoo se casarán en las mismas fechas- comenté de la nada, arrepintiéndome por ello.
-¿Qué Kyungsoo también se casará?- preguntó alarmado- ¿Cómo lo ha tomado Baozi-hyung?- él sabía que Minseok era homofóbico y que no toleraba la idea de que su hermano fuese de esa orientación y por el sobrenombre… bueno urgando en mi celular encontró una de sus fotos y le pareció que le pegaba el apodo.
-Pues fue él quien lo provocó, al parecer el pequeño no lo sabía y Jongin estaba esperando el momento preciso, Minseok se entero está mañana y llamó todo alterado, al final… terminamos escuchando como Jongin se le proponía a Kyungsoo, tuve que calmarlo, quería irse hoy mismo a Sna Francisco a impedírselo- le relaté lo más rápido posible.
- Vaya, cualquiera diría que Baozi-hyung, es un homosexual renegado-
-¡¿Pero que dices?!-
-Vamos Gege, que Kris era igual y míra con quien se irá a casar- sabía que tenía razón y en parte yo también lo creía pero por otro lado resultaba más que imposible, nunca le había visto mirar un hombre como mira a una mujer, es más en el último tiempo, no lo he visto coquetear mucho con ellas… ¿Será?.
-Lo que tú necesitas es un empujón y te traje algo que te ayudará- buscando un poco en su último bolso Gucci sacó una botella elegante, con un nombre extraño que no me quise animar a pronunciar- Es un vino fino y único-
-Define único – recalqué al notar el tono extraño con que me lo decía.
-Tiene una droga que adormece a quien lo bebe, es el ingrediente escencia para una buena noche, si sabes a lo que me refiero- dijo picarón.
-Pues la verdad es que no-
-Invita a Baozi-hyung a tu departamento, haz que lo beba, se sentirá tan adormesido y exitado que no podrá negarse a ti- me explicó sabiamente. ¿Acaso el ya lo había provado?. No quería saber la respuesta.
-¿Me estas diciendo que lo drogue y me lo viole?- pregunté alarmado.
-Solo así le harás entrar en razón y tú te sacarás las ganas de cogértelo, que desprendes a metros de él- me guiñó al final.
¡¿Es que él estaba loco?!.
¿Cómo iba hacer yo capaz de semejante locura? Si eso llegase a ocurrir, por mucho que yo lo desease, no podría… sería muy bajo de mi parte dañar a la persona que quiero para conseguir mis metas sexuales u amorosas, por más que soñase con que eso ocurriera, me gustaría que sucediera bajo mis cinco sentidos y su aprobación.
Ese Tao es todo un pervertido.
Aunque me había traido la botella, porque a Tao se le ocurrió hacer escándalo en el pub cuando me negé a recibírselo, la guardé de inmediato en el lugar más escondido que pude hallar en mi departamento, nunca usaría una técnica tan baja para tener por unos segundos a la persona que más quiero en este mundo.