Shindou Shuichi era un chico común, con una vida común, la de un estudiante de preparatoria. A sus 18 años era bastante bajo en comparación con otros chicos de su edad, pero no le era realmente un problema. Siempre se mostraba sumamente alegre, hiperactivo e intentaba hacer que el mundo a su alrededor se mostrara de igual manerast ante él.  Pero todo cambió cuando se cruzó con Yuki Eiri, un sujeto enigmático de 23 años, aparentemente extranjero con su cabello rubio y ojos color miel. Había algo más, algo mucho más profundo que atrajo al pelirrosa de Shuichi hacia él...  Sólo fue cuestión de tiempo para que Shu empezara a visitar regularmente el hogar de Eiri, quien vivía solo en una antigua mansión, según el rubio tenía una enfermedad que lo hacía fotosensible, pero el pelirrosa había empezado a sospechar de algo más, de algo oscuro que el amor de su vida ocultaba....

–“Nunca había visto a nadie tan hermoso. Parecía un diamante: hermoso, frío, insensible, pero a la vez tan lleno de emoción. Me enamoré de él. Me enamoré de alguien que era incapaz de demostrarme lo que sentía. Aun así soy feliz”

Miharu un chico de 16 años con cabello negro y ojos verdes, había estado viviendo durante dos años con Yoite, un chico de 18 años de cabello negro y ojos azules. Ambos se llevaban perfectamente bien, a pesar de que el menor era bastante indiferente hacía una excepción con el ojiazul, quien le había llamado la atención desde su encuentro dos años atrás; durante una guerra que parecía sacada de un vídeo juego. Eso ya había quedado atrás, gracias al Shinrabanshou que habitaba dentro de Miharu, la vida de Yoite estaba salvada, proporcionándole nuevamente, la vida que había perdido con el uso del “Kira” una técnica prohibida que absorbía la vida del usuario que la utilizaba...

Desde el momento en que ambos decidieron alejarse del mundo “Nabari” se convirtieron en simples estudiantes, que vivían juntos y compartían una vida relativamente normal. Pero cada vez se acercaban más entre ellos... Los sentimientos que ambos guardaban dentro de sus corazones empezaron a volverse cada vez más fuertes, tal vez algo nuevo estaba floreciendo entre esos dos chicos, que tanto aprecio se tenían... Dependían el uno del otro y viceversa; se necesitaban para sentirse completos, ¿Serían suficientemente fuertes esos sentimientos como para hacerse notar?

Luka Crosszeria un hombre de cabellos negros y ojos plateados penetrantes vivía junto a su hermanastro en una enorme mansión, herencia de su padre qué en los últimos momentos de su vida le había pedido que pasara lo que pasara siempre cuidara de Yuki (su hermanastro) un joven no tan alto de cabello miel y ojos broncíneos; cosa que el azabache había aceptado totalmente gustoso, siempre había sido sobreprotector con aquel chico,  qué aunque no fuese su pariente sanguíneo lo apreciaba como a nadie. ¿Qué sucederá cuando aquel hombre decida que ya es hora de dejarle en claro sus sentimientos al pequeño e inocente Yuki?