Esta no es la historia de cómo una mucama se convierte en una súper estrella, o como un grupo de idols se pelean por mi amor. Esta es la historia de cómo los dos mejores amigos son apenas unos conocidos,  de aquel par que se ama frente a cámaras y se maldicen detrás de ellas, de aquellos otros que escoden atraccion sexual con maldiciones y juramentos, de cómo un grupo que luce divertido y fresco es realmente uno cansado y distante. 

 Enero 09 del año 2008,  mi vida se estaba preparando para un inesperado cambio, mis ojos iban a ser testigos de lo que realmente ocurría detrás de cámaras en los apartamentos de Super Junior.  

Era un estúpido, Sungmin sabia lo estúpido que se comportaba, el debía odiar con todas sus fuerzas a Kyuhyun, sin embargo, como podía hacerlo cuando en los momentos que más lo necesitaba el siempre estaba allí? Que, de alguna extraña forma el siempre haría latir su corazón con una tonta frase o gesto. ¿Cómo podría explicarle eso a alguien?

Quizá esa era una de las ventajas que Lee Sung Min podía sacar cuando discutían, él amaba cuando Kyu hacia aegyo, era un lado que solo él conocía. –Si prometes que siempre estarás conmigo entonces te perdonare

Finalmente el mayor rio un poco más alto

-No solo eso –dijo –yo te amare hoy, esta noche, mañana y por siempre ¿ok?

Su corazón se estremeció cuando los brazos de Kyu lo sostuvieron con más fuerza.
Kyuhyun era feliz, él amaba tanto a ese hombre como si un solo corazón no fuese suficiente. Él no era en realidad alguien religioso, a pesar de todo, en esos momentos el rezaba para que siempre estuvieran juntos.