Las cartas son puestas en la mesa y ya no hay vuelta atrás. Es probablemente la mejor jugada que podría haber hecho. La mejor trampa ideada jamás. 

Pero...

¿Qué pasaría si es acorralado por sus propias mentiras? ¿Qué pasaría entonces si se ahogara en el mar que él mismo creo? Aquella partida de falso amor se convertiría en algo totalmente peligroso, capaz de herir a más de una persona, incluso a él mismo.  

El sexo es bueno, y eso Javier lo sabe. Más cuando se trata de sexo con el peli negro que vive en la misma casa que él, Ian. 

Pero a veces las cosas son aburridas cuando se repiten mucho. ¿Qué tal un cambio?

Tal vez, ¿un cosplay? 

"-Practica conmigo- soltó, ocultando su nerviosismo con maestría

-¿Qué?- preguntó, luego de un rato, sin saber qué decir

-Ya me oyes, bésame. Practica conmigo- repitió decidido, mientras entrelazaba sus piernas con las del chico mayor.

Las manos le temblaron al sentir que las grandes manos de Damian se posaban en sus delicadas piernas. El aire se le cortaba del pecho y la garganta. ¿Besar a Damian? Aquel chico era su mejor amigo desde los 9 años, ¿cómo podía decir esas cosas?¿Qué acaso no se sentía tan incómodo como él? No, obvio que no, eran amigos, no había porque sentir nada con respecto a eso. Pero, entonces, ¿porqué él sí sentía algo?

-Bésame tú a mí- dijo, sin siquiera pensarlo"