Dicen que en la vida tienes tres amores, los únicos, el primero es tu primer amor, el segundo tu imposible y por último pero no menos importante, el amor para toda tu vida.

La primera vez que escucho eso Tao era un niño de apenas cinco años y lo oyó salir de los labios de su madre en el aniversario 50 de bodas de los jefes de su padre; lo que le dejo más que claro esa idea en su mente por el resto de la celebración y de su vida.

Por otro lado Kris, después del divorcio de sus padres, no creía en el amor y pensaba que no querría que algo así sucediera en su vida. No después de haber visto sufrir a su madre durante tanto tiempo. Para él, el único amor que podía sentir era a su madre y a sus amigos.