Resumen: Muchas veces ocultamos nuestro verdadero ser y mostramos algo que está bastante alejado de la realidad para que las demás personas a nuestro alrededor nos admiren y respeten.

Y para ello estaba de ejemplo la madre de Dirk, quién, después de perder a su esposo cumpliendo su deber como "Bureau Chief", el jefe del Departamento de Policías en Brístol, Inglaterra, no dejó que alguien más supiera sobre su vida dentro de casa.

Cuando golpeaba a su hijo lo hacía con astucia para que nadie más pudiera notar que lo hacía. Y sólo para que las demás personas en esa pequeña ciudad no supieran que sufría terriblemente por la soledad. Su orgullo se lo impedía y con ello dañaba más la débil mente de su hijo.


Al crecer, Dirk, ese niño que aprendió a ver los golpes como forma de cariño, supo que no era normal desde aquél día que no deseaba recordar bajo ninguna circunstancia, ese día en el que se perdió en sí mismo y no recordó nada más que su presente y un pasado distorsionado.

No lo sabía, pero la bipolaridad de su madre acompañado de fuertes golpizas y otras cosas más, causaron un trastorno de personalidad múltiple y eso causaba a su vez que se aislara de los demás pues odiaba no recordar lo que había hecho anteriormente.
Y la presión era tan fuerte por parte de todos que terminó intentando ser como su padre en todos los sentidos. Se graduó con honores de la academia para policías y se esforzó para ser como él, para que su madre al menos no lo odiara tanto como lo decía cada que tenía oportunidad.


Y como si todo fuera parte del destino, todo su pasado y sus decisiones ayudaron a que encontrara la llave de esa puerta que no deseaba abrir pero que necesitaba para poder vivir.  

Por varias circunstancias terminó siendo trasladado a otra ciudad, en dónde conoció a alguien importante para él y su vida. Alguién que compartía un pasado similar al suyo. Pero era curioso ¿cómo alguien con un cuerpo tan pequeño y aparentemente débil, había logrado sobrellevarlo todo con madurez? En cambio Dirk, aunque era grande y fuerte físicamente, su mente era tan débil como la de un niño.

Era como un elefante en cautiverio, aunque no tuviera las cadenas físicas que le impidieran moverse más allá de esa barrera, las cadenas mentales y los dolorosos recuerdos eran mucho más fuertes.