Capitulo 14
Cada capitán saco su espada ordenando mover y dirigir el barco mientras la tripulación corría alistando los cañones.
- Jiraya hoy es el día en que me vengare de ti – pronuncio Orochimaru respirando agitadamente, la adrenalina recorría cada parte de su cuerpo al ver su venganza cada vez mas cercas – disparen los malditos cañones – caminaba golpeando en la espalda a los hombres que cargaban los cañones gritando.
El primer cañón se disparo, la cara de Orochimaru miro a donde fue a caer con una sonrisa siniestra, destruyendo parte de una de las estructuras de un fuerte, después de el primero ordeno el disparo de los demás, Jiraya trataba de subir una pequeña colina, estaba ahí casi agachado buscando la forma de cómo burlar ese camino mientras reía por su esfuerzos vanos, el sonido de algo explotando y el aire de esta le llego, al principio creyó que era producto de la borrachera que traía encima, miro hacia atrás y la explosión junto a varias rocas volando por los aires le indicaron que no era su imaginación. Se levanto mirando de donde pudo haber provenido, el sonido de varios disparos le hicieron girar hacia el mar, desde las alturas pudo observar perfectamente como varios barcos se encontraban reunidos recargando sus cañones, dejo caer la pequeña botella al suelo rompiéndose al instante.
- Suban las malditas banderas – gritaba Hanzu, el pirata a su lado sonrió junto a su capitán, corrió obedeciendo la orden, después de eso Hanzu subió a uno de los botes preparados.
Varios botes estaba ya sobre el agua dirigiéndose a la playa, Orochimaru en la cabeza saco su espada cuando por fin toco tierra. Jiraya alcanzo a ver aquella bandera con una salamandra en el centro reconociéndola al instante, varias mas eran ondeadas en el aire pero la que más le impresiono fue aquella bandera en color negro en el centro como escudo una serpiente en color blanca, indicándole de quien era esa insignia, enfoco su vista a la playa donde varios hombres arribaban y con espada en mano corrían tras los pesqueros que acostumbraban a dormir en sus pequeñas embarcaciones dándoles alcance y asesinándolos sin la oportunidad de defenderse, otra explosión le hizo girar al otro lado de la isla donde habían mas barcos disparando contra su gente, corrió hasta lo más alto, con la impresión la borrachera se le paso y ahí giro al frente comprobando que estaban acorralados .
Tsunade estaba acostada sobre su cama sin poder conciliar el sueño, todo el día tuvo una fuerte opresión en el pecho como si algo estuviera a punto de pasar, estaba ansiosa, nerviosa, había algo en el ambiente que no le gustaba, desde que se levanto tuvo la necesidad de revisar cada parte de la isla como buscando la respuesta a su pregunta, después de tener casi todo el día ocupado revisando y conversando con la gente, regreso a preparar la comida y después de regañar a Jiraya por sus tonterías lo vio partir con un nudo en la garganta, se sentó sobre la mesa tratando de distraerse en algo, las caras de sus nietos venían a su memoria, ¿Qué estaría haciendo Yahiko e Ino en estos momentos?, se rio al pensar e imaginar cómo estarías los dos tratando de convencerá a una Konan arisca y estricta, llevaban más de un mes fuera los dos juntos, en verdad esperaba verlos de nuevo, de Naruto no se preocupaba tanto hacía varios días que había partido, suspiro algo emocionada al saber que su nieto al fin pudo olvidar el recuerdo de Shion, merecía vivir y ser feliz de nuevo, ella así lo hubiera querido, se mordió las uñas al recordar a la persona quien había podido sacar de la cabeza testaruda de su nieto el recuerdo de Shion.
No es que le callera mal después de todo era su nieto el que iba aguantarlo toda la vida ¿o al revés?, lo estuvo vigilando en esos días cuando lo trajeron con ellos, era educado y amable tenía ese algo capaz de domar la actitud altanera y despreocupa de su nieto cabezón, de todas las mujeres que lo siguieron y trataron de hacerse un lugar en el corazón de su nieto este doncel había logrado en tan solo días lo que muchas de ellas no pudieron en años, al final terminaban rindiéndose y dejándolo, Naruto nunca las siguió para él en sus propias palabras así estaban bien las cosas, pero el verlo perder la paciencia cuando se trataba de ese muchacho, la forma como lo miraba, lo delicado y tierno cuando rozaba su espalda, aquellas caricias imperceptibles para algunos menos observadores y la forma tan febril como lo defendía le hacía burlarse de su propio nieto, aquella platica cuando se sincero con ella y le confesó estar completamente enamorado y al mismo tiempo con un miedo, como su abuela le apoyo incondicionalmente incluso le animo a decírselo.
Sonrió recordando a su hija cuando estuvo en las mismas condiciones que su propio hijo, suspiro tratando de conciliar el sueño, cuando por fin estaba casi a punto de caer dormida el ruido de una fuerte explosión la hicieron abrir los ojos, se sentó tratando de escuchar mejor pero el sonido seco del techo y algunas cosas cayendo al piso la obligaron a pararse y salir corriendo, los gritos y el correr de aquí para allá de varias personas la alertaron, otro proyectil paso arriba chocando contra una estructura, Tsunde instintivamente se tiro al suelo cubriéndose la cabeza, el polvo en su cuerpo y algunos rasguños sobre su brazos desnudos no le importaron, cuando abrió los ojos y el polvo se disipo varios cuerpos atorados por columnas yacían debajo, se levanto corriendo tratando de ayudarlos, reviso el pulso de uno de sus amigos comprobando su muerte, se levanto corriendo a su casa, tomo la espada escondida detrás de unas viejas ropas después salió a toda prisa.
- ¿Dónde está el viejo Jiraya? – exigió saber Orochimaru, miro al cuerpo debajo de él aun se agitaba, hundió mas su espada dentro del cuerpo, el otro al sentir más profunda el fierro cerró los ojos del dolor, la sangre de su boca lo estaban asfixiando poco a poco se dejo de mover, Orochimaru maldiciendo saco su espada y con un puntapie empujo el cuerpo.
Una muchacha salió a toda prisa de su casa detrás de ella iba un hombre, la persiguió por varios minutos hasta que finalmente otro de ellos la sujeto hundiendo su espada sobre su cuerpo, los gritos de niños buscando a sus padres callaron cuando una granada de mano fue lanzada cercas de ellos, el autor sonrió corriendo rápido de ahí, las columnas cayeron sobre sus cuerpos pequeños matándolos al instante. Jiraya corría rápido al almacén donde acostumbraban a guardar la pólvora, en si la isla era uno de los tantos escondites de los piratas de antaño por su perfecta estructura y lo imposible que era poder pasar, solo los más osados y experimentados capitanes se animaban a entrar eso también explicaba como la marina real no tenia poder ni voto sobre aquella isla, cubierta a los lados por montañas altas y siempre verdes, a ambos lados se formaban varios remolinos, a un lado un poderoso remolino cubría todo la otra entrada detrás de este había otro mucho más grande siendo imposible el salir y entrar por ahí, al otro lado otro remolino de menor intensidad y fuerza custodiaba la única posible entrada, por eso nadie se aventuraba a pasar para el mundo exterior entrar a ese lugar era una muerte segura, muchos creían que la isla estaba inhabitada por eso nadie se aventuraba a pasar, hacía mucho tiempo unos piratas encontraron una manera de cómo poder entrar al frente cercas del rompeolas y con mucha precisión y cuidado se abría un único y posible camino, arriesgando sus vidas lograron entrar encontrándose con un pequeño pueblo, sin utilizar la fuerza negociaron con los habitantes, por permitirles utilizar la isla como escondite ellos a cambio les proporcionaban seguridad y se encargarían de enseñarles como salir y construir barcos como ellos, con los años la isla entera sabia y convivía entre ellos escondiéndolos, después de la ascensión de Jiraya él la uso más como un hogar a un escondite.
Varios piratas que reconoció trataron de pararle pero el logro quitárselos de encima, miro a los lados y varios cuerpos yacían sin vida sobre las calles, personas inocentes eran despojadas de lo poco que guardaban, las mujeres eran ultrajadas a la fuerza para después ser asesinadas, los niños tratando de ayudar a sus madres corrían la misma suerte que los adultos, en poco tiempo toda la isla estaba por completo en llamas. Tsunade preocupada había avanzado peleando y quitándose de encima a todos aquellos a los que considero alguna vez como hijos, todos ellos muy jóvenes habían sido salvados por ella y ahora rebelárseles le causaba aflicción, aun triste eliminaba a aquellos que vio crecer desde niños, se lo merecían por traidores se decía así misma, avanzo corriendo cuando por fin elimino al último, en su mente ahora solo un nombre resonaba, en caso de algún ataque las ordenes explicitas de jiraya era ponerse a salvo y a la mayoría de personas que pudiera, lo había hecho pero un mal presentimiento se instalo en todo su cuerpo, la necesidad de verlo, estar junto a él eran mayores.
Encontró a Shizune su sobrina tirada entre varias rocas media muerta, estaba desnuda y con claras señas de haber sido ultrajada, Tsunade se arrodillo junto a ella temblorosa, la acurrucó sobre sus brazos disculpándose por no haber estado con ella, quiso parar la hemorragia sobre su abdomen pero ella sabía que no lograría, segundos después y sin poder hacer absolutamente nada falleció entre pequeños temblores, a lo lejos creyó reconocer la figura de aquel que se decía su amigo de antaño, dejo a Shizune sobre el suelo.
Jiraya había logrado por fin llegar, su respiración era agitada por la carrera, trato de abrir los portones el solo pero en pocos segundos varios aldeanos llegaron ayudándole, los hizo pasar a todos tomo la espada que escondía en casos de emergencia, les obligo a esconderse y no hacer ruido ni siquiera asomarse por curiosidad, afuera varios gritos de júbilo y varias groserías empezaban hacerse mas y mas claras, salió con cuidado con espada en mano, los otros al percatarse de su presencia sonrieron atacándolo, lo rodearon, pronto el sonido de las espadas chocando y el sonido de cuerpos golpeados o cayendo al suelo se perdía entre la oscuridad de la noche, Jiraya estaba concentrado defendiéndose que no vio venir un golpe detrás de él, cayó de rodillas sobre el suelo, se llevo una mano detrás de su nuca donde el dolor era fuerte, un hombre le asentó una patada en su cara mandándolo al suelo y escupiendo sangre.
- Con los años el gran Jiraya se ha convertido en nada – se apoyo sobre sus brazos tratando de levantarse pero una patada sobre su espalda le hicieron caer otra vez golpeándose de nuevo, esa voz tosca y burlesca le era conocida.
- Levántate maldito, vamos… – grito Hanzu, se agacho viendo como Jiraya trataba de pararse, su cara aun con los años parecía mantener esa juventud de años anteriores, su fuerza aun no mermaba pero con los años se ablandaba – quiero que me des pelea, quiero pelear con el rey de los piratas
Con algo de dificultad se paro, escupió algo de sangre, con la manga de su camisa se limpio los rastros en su boca mientras miraba a Hanzu ahí observarle, busco su espada encontrándola a los pies de su adversario, miro esos ojos de nuevo, Hanzu hizo lo mismo, después de varios segundos se agacho levantando la espada sobre sus pies, la contemplo unos momentos luego miro de nuevo a su adversario para después lanzársela, los otros hombres se mantenían en su lugar quietos y callados.
- Hoy será tu ultimo día vivo – murmuro seguro de sí mismo – pelea y demuéstrame porque eres el rey – se puso en posición para pelear, Jiraya lo miro serio cogió la espada que minutos antes le lanzo, arrugo su ceño molesto por aquel hombre, si lo eliminaba ahí en ese instante al fin seria vengada la muerte de su hija.
- Hanzu maldito, hoy vengare la muerte de mi hija Kushina – grito lanzándose al ataque sin esperar más tiempo.
Las espadas al encontrarse chocaron, el sonido y el brillo al volverse a encontrar mientras avanzaban y los otros siguiéndolos mientras observaban atentos, no había duda no por algo aquel hombre de mediana edad tenía el título de el mejor de entre los mejores, sus movientos eran cuidadosos y expertos, aun con su edad se movía bien, calculaba con anticipación sus propios movimientos y respondía a cada uno de su ataques, sin duda la experiencia hacia de él un grandiosos contrincante, la sabiduría y la forma magnífica de pelear sin duda había sido trasmitida a su nieto pero a diferencia de el Kyuubi , Jiraya se mantenía en una sola forma mientras Naruto sorprendía conforme la situación lo ameritaba y la pelea avanzaba, logro hacer varios cortes sobre sus brazos y piernas mientras trataba de cuidar su defensa estaba siendo acorralado, tal vez Jiraya pensaba que tenia la pelea ganada pero sonrió al pensar que su época de gloria había pasado, era momento de demostrarle por qué era un hombre peligroso, había estudiado cada uno de sus movimiento y verlo ya cansado le anunciaba su caída, arremetió contra el devolviéndole cada uno de sus ataques con tal odio, su enojo era visible y sin tentarse el corazón fue acorralándolo, gotas de sangre caía sobre el suelo, quejidos al cortar la piel se escuchaban pronto el gran Jiraya fue lanzado al suelo, trato de pararse pero otra patada le impidió lograr su cometido.
- Vamos viejo levántate, todavía no termino – Hanzu sínicamente victorioso lanzo su espada al suelo, camino y levanto al viejo rey después le lanzo un golpe sobre su rostro y no conforme con eso continuo su tortura.
- Espera Hanzu – Orochimaru le detuvo, miro a su antiguo amigo con la cara destrozada por la sangre, su cuerpo más grande que el de el ahora parecía un guiñapo maltratado y débil sobre las garras de Hanzu, le miro y la decepción fue tremenda ¿A dónde había ido a parar aquel hombre que muchas veces odio por lo hábil e imponente que era? ¿que había sido de el magnífico pirata? Pensó con ira contenía Orochimaru, Hanzu volteo encontrándose con Orochimaru, este gruño molesto por haberlo interrumpido, después lo soltó como le indico.
Jiraya cayó de rodillas sobre el suelo apenas y podía moverse, reconoció la otra voz como pudo levanto la cara y ahí frente a él estaba aquel que consideraba su amigo; y por esa amistada jamás levanto su espada contra él; le miraba y finalmente pudo comprender que Orochimaru nunca iba a cambiar, Orochimaru se arrodillo a su lado le abrazo hablándole después se levanto, Hanzu y Kabuto por ordenes de Orochimaru lo sostuvieron de ambos brazos mientras Orochimaru comenzaba a desquitar toda la ira contenida durante tantos años. Tsunde llego ocultándose, se encontró con varios hombres mirando hacia un punto fijo, pregunto y confirmaron sus sospechas ella les ordeno salir rápido para esconderse al punto ya acordado, ellos obedecieron perdiéndose entre la oscuridad pero no llegando muy lejos, Tsunade respiró profundo, tomo la espada con más fuerza y comenzó a caminar, sigilosamente se acerco todos aquellos hombres estaban entretenidos y en silencio mirando quietos sin moverse, aquella cabellera negra muy conocida por ella estaba agachada, cuando se levanto pudo observar como escupió sobre el cuerpo inerte debajo de sus pies, una sonrisa bailaba sobre sus labios mientras pateaba al cuerpo tirado sobre el suelo, cuando reconoció aquella cabellera blanca y las ropas de su marido, sin pensarlo soltó la espada y hecho a correr gritando.
- Maldito Orochimaru déjalo – golpeo y derribo a todo hombre que se le interpuso en su camino, Orochimaru al reconocerla solo sonrió, se hizo a un lado esquivándola para tomarla de la mano y posicionarse a su espalda inmovilizándola.
- Tsunade pensé que no vendrías – hablo detrás de ella mientras con su brazo rodeaba su cuello haciendo presión, ella intento quitárselo de encima pero reconoció que la tenia atrapada, se agito tratando de soltarse pero Orochimaru la apretó mas – quieta perra, no quiero matarte a ti primero – dijo acariciando su cabello aplicando mas fuerzas y arrodillarla.
- Hanzu cambio de planes – Tsunade miro al cuerpo de Jiraya, después sintió como era jalada de sus cabellos para después ser lanzada sobre el suelo, Hanzu sonrió entendiendo las ordenes de Orochimaru camino hacia ella lanzando una patada sobre el estomago de la mujer para después levantarla – dime Tsunade amas a este hombre
- Si Orochimaru… le amo – Ella le miro mal, después desvió su mirada a Jiraya, abrió los labios ensangrentados contestando sinceramente
- Oíste eso Jiraya – lo levanto arrodillado, tomo su cara y le obligo a mirarla mientras le acariciaba la cabeza burlándose – no puedes ser descortés con ella, vamos dile algo – su mano apretó fuertemente su garganta perforándola, pronto la sangre empezó a fluir, Orochimaru sin piedad lo soltó mirando contento como a su ex amigo poco a poco la vida se le escapaba, los gritos de Tsunade rezumbaba por todo el lugar, Orochimaru la contemplo por varios segundos gritar y llorar.
- Muchachos démosle una gran fiesta de despedida a mi buen amigo Jiraya – tomo a Tsunade de los brazos y la empujo directamente a los demás hombres que presenciaron todo el espectáculo – ya saben qué hacer con ella – los demás se la llevaron mientras ella gritaba y se defendía como podía – Hanzu déjala viva hasta que llegue el kyuubi.
Orochimaru se acerco al cuerpo sin vida de Jiraya lo contemplo por varios minutos quieto y en silencio, en su cara no había ninguna expresión, no escucho los gritos de Tsunade ni las risas de todos esos hombres golpearla y derribarla para después desnudarla y abusar de ella como animales salvajes, solo estaba ahí quieto observando al rey de los piratas, Hanzu solo le observaba creyó escuchar unas palabras de Orochimaru pero como todo lo relacionado con ese hombre era un misterio ese susurro quedo también en el aire.
En el barco Kyuubi la tripulación al enterarse de los planes de Orochimaru nadie había querido descansar, todos sabían de lo peligroso y cruel que poda llegar hacer ese hombre, Naruto estaba junto a Sai y Shikamaru trazando direcciones que pudieran hacerles llegar más rápido, Sai había propuesto pedir ayuda a los demás piratas aunque aceptaron la ayuda iba ser algo lenta a saber donde se encontraban dispersos, aun así varios tripulantes decidieron quedarse y tratar de encontrarlos, la tarde había caído Shikamuru salió y empezó a dar órdenes alejando y formando equipos para seguir navegando, varios de ellos se negaron.
- El capitán los necesita bien, cuando lleguemos tendremos que pelear, si van cansados no podremos hacerles mucho daño – dijo Shikamaru, más de uno bajo la cabeza mientras pensaban – nuestra familia estan allá esperándonos.
Después de hablar y entender las razones de cada uno por llegar obedecieron más calmados, varios grupos se fueron a descansar en tanto en el camarote Naruto se encontraba sentado al lado de la pequeña ventana mirando a la nada, Sakura se acerco a él en silencio, estaba preocupada por toda la gente y por Tsunade, rogaba en silencio que aguantaran hasta su llegada, Naruto no había hablado después de que Sai partiera, suponía lo difícil que lo estaría pasando sobre todo el saber que Sasuke podía ser quien dio la información de el lugar donde se encontraba su abuelo, le tomo la mano Naruto al sentir su tacto miro esa mano blanca para después corresponderle con un ligero apretón.
Sasuke estaba parado recargado mirando a la nada, de vez en cuando giraba su rostro comprobando al tipo que días anteriores le vigilaba de cercas, Gozu era su nombre, parecía ser una persona muy silenciosa de carácter tranquilo pero muy fuerte cuando se trata de pelear, había sido asignado por el mismo Orochimaru vigilarlo todo el tiempo hasta su retorno, Gozu dudando por aquella petición y de conocer después al muchacho a cuidar no pudo negarse, Orochimaru había prometido dejarle en libertad a él y su esposa Guren si le obedecía al pie de la letra, muchas preguntas le vinieron a la mente preguntándose si ese doncel estaría mal de la cabeza al involucrarse con un animal rastrero y ponzoñoso como lo era Orochimaru pero esas preguntas quedaron en su interior aunque no le gustaba para nada primero estaba su libertad y la de los suyos. Había pasado ya varios días desde que Orochimaru se había ido junto con esos tipos, había reconocido al tal Hanzu, este lo miro y se burlo para después ignorarlo por completo.
Flash back
Después de subir al barco y navegar varios días, anclaron en medio del mar donde habían mas naves esperando, Orochimaru coloco una rampa junto al barco de Hanzu Sasuke se sintió intimidado de ser observado por toda la tripulación Orochimaru lo jalo con el llevándolo al interior del camarote ignorando la voz de su mejor amigo y compañero Kabuto al ver como todo el barco se agitaba al ver a ese doncel, cuando entro seguido de Orochimaru habían varios hombres esperando, cuando se percataron del invitado todos se quedaron en silencio, Sasuke se quedo quietó en su lugar pero inmediatamente Orochimaru volvió a jalarlo sentándolo frente a la mesa.
- Es una broma, no es momento para divertirte con esta zorra – varios se quejaron y empezaron a insultar a Sasuke, el se quedo en silencio a pesar de hablar mal de su persona prefirió no decir nada todos estos hombres parecían peligrosos.
- Cállate, bien Sasuke ¿puedes señalar en este mapa la ubicación de Uzushiogakure? – pregunto Orochimaru al moreno ignorando los comentarios de los demás, todos se quedaron callados al escuchar el nombre de la isla, Sasuke lo miro unos segundos Orochimaru le señalo el mapa y el hizo lo mismo después, recordó aquella vez cuando Naruto anuncio que irían a Uzushiogakure, se tomo su tiempo después con su dedo señalo una posición sobre el papel, Orochimaru le quito la hoja le miro sonriendo para después levantarse e irse con los demás, se quedo quieto escuchando las voces alejarse de la pequeña habitación.
Después de eso Orochimaru lo encerró ahí alegando por su seguridad, él personalmente le deja la comida, también le pregunto si sabia como burlar el remolino de la entrada, Sasuke recordó aquella sensación de miedo y nerviosismo cuando estuvo ahí, Sakura lo llamo para contemplar la bella vista que le ofrecía la naturaleza, pensó que pasarían de largo pero cuando los hombres comenzaron a izar las velas y preparase para burlar el remolió fue ahí donde comenzó a asustarse, se quedo quieto esperando su final, contuvo el aire cuando Naruto tomo el mando del timón en lugar de Sai, se agarro fuerte a la madera, estaba asustado muy asustado cuando el barco comenzó a ladearse de una manera aterradora, podía escuchar el sonido del agua y la fuerza que esta hacia, los gritos de Sai ordenando se perdían, Naruto usaba toda su fuerza controlando el timón pero su rostro lucia tranquilo, ahora más que nunca se replanteaba si la decisión de seguir con ese hombre rubio era una buena idea lo que acaba de suceder era como suicidarse, Sakura llego a su lado tranquilizando, cuando por fin pasaron respiro tranquilo miro a los demás todos lucían de lo más tranquilos como si aquello fuera lo más común, Sakura lo dejo cuando se percato de Naruto a su lado.
- Ustedes de verdad están locos – murmuro sin más, todavía sus manos se aferraban a la madera mientras trataba de normalizar su respiración y no hacer visible el temblor en su cuerpo, Naruto se recargo a su lado mirándolo fijamente.
- Lo siento pero esta es la única forma de entrar, por el otro lado es imposible, ves – dijo señalando todo alrededor, parecía un cañón, Sasuke movía su cabeza y susurraba algo, Naruto sonrió al verlo todo temeroso – ven, tranquilo no es la primera vez que lo hago – Sasuke le miro Naruto solo se encogió de hombros.
Cuando por fin habían llegado Sasuke señalo el lugar preciso Orochimaru se quedo parado en la puerta gritando a todo pulmón mientras daba instrucciones precisas, segundos después hizo acto de aparición aquel que lo cuidaba y seguía, desde la entrada empezó a ordenarle
- Gozu llévate a Sasuke contigo – Sasuke iba a protestar pero Orochimru ya lo estaba conduciendo por toda la cubierta, Gozu asentía con la cabeza a todas las ordenes de su capitán, tomo una cuerda listo para saltar al otro barco – recuerda nuestro trato, después de esto serás libre tú y tu mujer – el hombre le miro por un segundo miro al muchacho después extendió la mano, Orochimaru sonrió complacido ayudo a Sasuke a trepar.
- ¿En verdad no le harás daño a la demás gente? – antes de irse se giro, no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, después de todos eran piratas y aunque Orochimaru había prometido no matar a ninguna persona – ¿no mataras a Jiraya verdad? – Gozu también giro observando a Orochimaru, este solo sonrió
- Sasuke descuida mi venganza solo es con ese viejo senil, ¿te lo prometí? no involucrare a nadie más solo lo hare sufrir y eso también incluye a aquel que se atrevió a jugar contigo – murmuro Orochimaru mirando fijamente al niño, aquellos ojos negros cambiaron al solo recordar a Naruto – o es que ya olvidaste la manera como se burlo de ti
Fin flash back
El viento pego directamente sobre su rostro, aquel día el viento soplaba fresco y tranquilo, no tenia permitido salir mucho pero había logrado convencer a Gozu de dejarle estirar las piernas un poco prometiéndole no llamar mucho la atención, al principio aquel hombre se negó diciendo y recitando las ordenes de su capitán además el peligro de ser atacado por algún miembro de ese barco, después de prometer no cometer alguna tontería accedió, llevaba ya un buen rato a solas contemplando la nada cuando tres voces llamaron su atención, tres hombres le gritaban palabras groseras y con doble sentido mientras le comían de pies a la cabeza, uno de ellos y el más joven se cerco a el intentando tocarlo Sasuke lo rechazo alejándose pero los otros dos lo interceptaron parándolo, sintió al tercero acercársele por la espalda y sin venirlo venir lo tomo por detrás acariciando sus caderas empujándolo, Sasuke se lo quito rápidamente pero los otros dos lo jalaron acorralándolo contra la pared de madera mientras recibían golpes y advertencias por parte de un Sasuke enojado, se carcajearon por las amenazas de aquel doncel, uno de ellos lo tomo por detrás cubriendo su boca para evitar que siguiera hablando, otro de ellos le susurro sobre su oído aspirando su olor mientras sus manos le abrían la camisa.
- Apúrense imbéciles – ordeno el tercero cuidando que nadie les interrumpiera.
- Yo que ustedes soltaría al muchacho inmediatamente – una voz aguda sonó cercas, los tres identificaron a la mujer pelirroja que estaba recargada mirándose las uñas, sonrieron mirándose uno a otro para soltarse a reír frente a sus narices.
- Deberían hacerle caso, esa mujer cuando se enoja es peor que el diablo en persona – la voz de un hombre recargo de tras de ellos les alerto, giraron encontrándose a un chico de pelo blanco de complexión delgada y debilucha aun lado de él estaba parado un chico corpulento de pelo anaranjado mirando al cielo desconectado a todo lo que sucediera a su alrededor, más atrás venia el guardaespaldas del doncel que estaban a punto de violar.
- Los seis podemos disfrutarlo – dijo riéndose – y tu puedes mirar si así te excitas – le dijo a la única mujer ahí presente
- He dicho suéltalo – Karin estaba empezando a enojarse por el descaro de ese tipo, de un forma rápida y sin que el tipo se lo esperara lo derribó con un guantazo sacándole sangre, su amigo quiso ir en su auxilio pero el que tenia sujetado a Sasuke lo detuvo
- Está bien – dijo soltando a su presa, ayudo a su amigo a pararse y después se retiraron del lugar mientras susurraba y regañaba al tonto que sugirió la idea de violar a ese doncel – imbécil el código no admite tomar las pertenecías de otro pirata y si es un capitán peor.
Sasuke agradeció a los recién llegados en silencio el haber aparecido justo en el momento se presentaron y advirtiéndole a Gozu no ayudarle la próxima vez en su tarea de niñera desaparecieron, después de varios días una tarde cuando el sol estaba a punto de ocultarse Orochimaru regreso toda la tripulación estaba atento escuchando la manera como habían dejado al famoso rey de los piratas varias mujeres las hicieron subir a la fuerza repartiéndoselas entre los hombres de los diferentes barcos ahí anclados, Karin, Suigetsu y Juugo se mantenían quietos mirando a su capitán disfrutar de los gritos y suplicas de las chicas atrapadas, Sasuke estaba ahí también quieto no creyendo lo que sus ojos veían, ahí entre las garras de ese hombre con cara de serpiente luchaba por soltarse una pequeña de no más de 12 años que él había conocido, Moegi una niña de unos grandes rubores en cada mejilla.
- Suéltala – camino y hablo enfrentándose a el hombre serpiente, todos se callaron observando
- Valla, valla mira a quien tenemos aquí – sonrió mirándolo – nuestro invitado de honor y soplón – dijo tomando de la cara a la niña quien había sonreído al reconocer a Sasuke mientras la peinaba.
- Gracias a ti mi venganza esta hecha – solto a la niña dirigiéndose a Sasuke quien ni se inmuto, cuando estuvo con el le rodeo los hombros – vean y contemplen al que hizo posible nuestro objetivo – Orochimaru señalo a Sasuke sonrindo.
- ¿De que hablas? – Sasuke arrugo sus finas cejas negras no comprendiendo lo que sucedia.
- Sin ti jamás habría terminado con el famoso rey de los piratas – contesto mirándolo detalladamente
- ¿Tu..tu… lo mataste? – apenas y pudo pronunciar – prometiste no hacerle daño
- Si, asi fue, lo asesine y disfrute sus últimos momentos en agonia – murmuro Orochimaru – sabes algo niña – tomo a la niña acariciando su barbilla mientras la miraba – la persona que los delato lo tienes aquí enfrente – Moegi abrió los ojos ante tal confesión negando sus palabras – vamos pequeño Sasuke niégaselo.
- Yo… -- miro los ojos llororsos de la niña – Moegi yo no quería esto – retrosededio un poco pero los fuertes brazos de Hanzu le impidieron seguir avanzando.
- Tu eres mas culpable que yo de la muerte de todas esas personas, no estuvieste pero el simple hecho de decirme donde se escondia jiraya te hace tan culpable como todos nosotros – Sasuke bajo la mirada – creiste que cumplirira esa estúpida promesa, no soy un blandeque como el Kyuubi… oh pero aqui viene lo mejor para ti, Naruto sabe ya quien fue el soplon, ahora debe odiarte, ya no puedes regresar eres uno de nosotros, un mentiroso, un asesino métetelo en tu linda cabecita – exclamo Orochimaru, cada una de sus palabras taladraron muy dentro de su alma, la culpa de tantos inocentes muertos por dejarse llevar y no pensar claramente.
- Suigetsu apartir de ahora tu cuidaras de este mocoso, Hanzu mata a esta escuincla – ordeno Suigetsu quien se mantenía solo como espectador al escuchar su nombre se acerco miro a la famosa persona por quien Naruto lo había amenazado, asientio a la orden de Orochimaru, Hanzu se lo empujo como si fuera un simple costal – ni siquera como puta nos sirve – Hanzu saco su espada tomo a la pequeña niña de los cabellos mientras se agitaba.
Sasuke al escuchar lo ultimo trato de deternlo pero Suigetsu lo agarro impidiéndole intervenir, una lagrima de culpa e impotencia rodo por su blanca mejilla al ver como eliminaron a la pequeña Moegi, su cuerpo callo, la sangre se disperso sobre la cubierta, el cuerpo de la niña sin el menor respeto fue arrojhado al mar como alimento, a el lo encerraron solo suigetsu tenia permitido verlo. Orochimaru sin las leyes piratas junto a Hanzu y otros piratas hicieron lo que se les vino en gana, asaltando y matando a su antojo, muchos barcos mercaderos y de la marina fueron aniquilados en nombre y por ordenes de Sharingan un nuevo y cruel capitán, un doncel capaz de de enfrentar y engañar al famoso Kyuubi.
Continuara...