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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Dedicado con TTTOOOODDDDOOOO el amor... cof, cof, del mundo para Rigel23. ¬¬

En el manga, los recuerdos que Kaname le da a saber a Yuuki no comienzan desde ahí, pero, para que no se dieran la perdida de neuronas del siglo como yo me di en el manga (Sí, lo admito, tuve que leérmelo y re-leérmelo para entenderlo), les di forma y salió esto. Ya entenderán a que me refiero.

 REEDITADO            REEDITADO             REEDITADO.

 

 

 

Sin poderlo creer sigue a ese silencioso cazador que le llevaba varios pasos de ventaja. Avanzaba hacía esa edificación, donde puede a unos cuantos metros de la puerta a un hombre de un solo ojo y con un parche. Evocándole a cierto maestro cazador que estuvo en la Academia un año atrás.

-Gracias por el arduo trabajo pero... –levanta el hombre su mirada, reparando en el platinado–. ¿Tú eres...? Oh Es usted Kiryuu-sama. Por favor, venga por aquí.

-Qué es este lugar? –se distrae Aidou ante la fachada-

Se detiene Zero para girar a ver hacía el rubio.

Justo al intentar cruzar Aidou por el marco de la puerta una enorme reja le divide el paso, por poco matándolo doblemente. De un susto y por poco ensartándose esas varas en él.

-Q-Qué rayos es esto? ¡Tú lo sabias y no lo dijiste!

-La reacción de la puerta es lenta. –aconseja Zero luego de verlo por el mismo, ignorando al rubio–. Disculpa, Aidou-senpai, este lugar es una de las casas de seguridad pertenecientes a la Asociación. Está hecha para que los vampiros no puedan entrar a menos que estén reducidos.

Regresa el cazador sus pasos, mientras que las baras con puntas afiladas regresaban a sus orificios originales, mientras que él, sin decir palabra le rodea la cintura, dando Aidou un respingo por la cercanía.

-O bien, que sean transportados en brazos de alguien. –sencillamente y sin esfuerzos carga al rubio con un brazo sin dejar caer a Yuuki, yendo a la cabeza el encargado con un candelero-

-No pudiste habérmelo dicho antes? Que humillante. –dice luego de ser dejado en el suelo y cruzar sano y salvo-

-Ven por aquí. –mueve su cabeza señalando–. No hay nadie esta noche, así que todas las habitaciones están disponibles.

-Estaré haciendo guardia. –detrás queda-. Justo detras de la puerta. Estoy ocupado tratando de pensar que puedo hacer por ella. –suspira Aidou-

-Tabletas de sangre. –lo ve sobre su hombro-. Sólo dale varias una vez que recupere la consciencia y eso es todo.

Opina yéndose, siguiendo al encargado.

Queda Zero solamente con esa castaña sobre su hombro, misma que empieza a recobrar la consciencia, parpadeando muy lento a causa de percibir una fragancia conocida de aquel que la sostenía. Se mueve por sí misma, apoyando sus manos en esos hombros, bajando. Impidiéndole Zero que cayera con sostenerla de la cintura. Aun así, Yuuki continuaba moviéndose rodeándole tras el cuello y perdiendo sus dedos entre esas hebras de plata. No mostrando el cazador ganas de detenerla en lo que quería hacer.

-¿Qué es esto...? Este aroma nostálgico pero mezclado al de alguien más... ¿Por qué me confunde?. Kaname Onii sama...

A tan solo centímetros de ese cuello se detiene, podía presentir la presencia de su hermano, y no precisamente proviniendo de ese cuerpo que por poco muerde. No equivocándose, tras ellos, reposando de cabeza en el árbol con pocas hojas que se podía ver a través de la ventana cerrada, un murciélago observaba.

Abre finalmente sus ojos, reparando en esa seria mirada violeta precisamente puesta en su rostro, sorprendiéndose ¡Era Zero!

-Cambiaste de opinión ¿no es así? Bien, justo acabas de salvarte de morir.

-Bájame. –tímida no deja de verlo-

-Puedes mantenerte de pie?

-Sí, puedo. Gracias –agradece luego de sus botas tocar el suelo-. Lo siento.

El murciélago que anteriormente observaba, se aleja, no sin antes dejar ese ventanal desquebrajado, que después estalla, dejando en claro su molestia por esa cercanía de ambos, causando que de par en par se abrieran las hojas de madera con pocos trozos de cristal en sus marcos.

-Qué sucedió? –preocupado entra Aidou luego de ese estallido, quedando bajo el marco de la puerta-

-Lo... siento mucho. –cabizbaja pide aunque después levanta su rostro con una despreocupada sonrisa–. En verdad discúlpenme por ser siempre tan despistada. –corre hacia la ventana, lanzándose por esta–

-Ey, espera!

Sale Aidou tras ella, mientras que Zero estrujaba su mano en ese fragmento de tela donde había quedado esa mancha de sangre impregnada en su ropa

 

-Adónde vas, Yuuki Cross?!! –llama desde abajo de esas escaleras-

Al girar en una curva, ve a ese lobo esperándola tras sus patas traseras. Pierde el can su forma apareciendo varios murciélagos que toman vuelo hacía ella.

-Está bien si soy castigada pero, por favor... sácame de aquí.

-Yuuki Cross, espera!

Cuando había logrado subir las escaleras, ella ya no estaba.

 

 

 

 

 

Noche 8 Entre las puertas.

 

 

 

 

Irremediablemente, en su garganta se atora ese líquido carmín que debe dejar pasar de sus labios al suelo, perdiendo ese sombrero que decoraba su cabellera rojiza . Bajando de sus labios un hilo de su propia sangre, estando arrodillado con la mano en esa herida y con su hermana* a su lado.

-Ey.... esta es una violación muy sería a las normas. –opina en una burla Touma en medio del dolor-

No intimidándole tener frente a él al líder de la familia Kuran usando ese mismo truco que él uso con Yuuki Kuran.

-Un ataque directo a nuestro "castillo"... es lo mismo que una declaración de guerra. ¿O acaso no sabías algo tan importante, joven señor "líder de nuestra gente"?

Avanza Kaname en lentos pasos hacía Touma, hincándose para tomarle delicadamente del mentón.

-Ella está acostumbrada a lo fácil... así que necesitaba un poco de amarga medicina, y es por eso, que no voy a darte más que este último golpe. No quiero que después intentes tocar algo más preciado para mí.

 

Sobre la cama estaba su largo cabello esparcido como su cuerpo extendido, con múltiples marcas de mordidas en partes de su cuello y muñecas. No mostrando dolor alguno, como si aceptara su castigo, sintiendo pese a la reprimenda, como es tomada su mejilla colocándose a su lado el dueño de esa mano.

-No bebiste su sangre... –se desplaza Kaname a su cuello-. Algo tan sencillo, lo hiciste bien. –clava sus colmillos nuevamente en esa piel regenerada-

-Ah... –jadea de dolor, cerrando uno de sus ojos a causa de esa fuerte presión de esos colmillos. Por eso, al ver que este se separaba mientras limpiaba sus labios le dedica un gesto de molestia–

-Ese sentimiento de impotencia, te hace sentir mortificada contigo misma ¿no?

-Me fue extraño sentir un aroma en él que solo he percibido en una única persona. Y eso... me confunde.

-No creí que te darías cuenta de eso. –le toma el brazo que acerca a sus labios–. Pero la verdad, es que hay cosas que no importa cuántas veces trates y que tan fuerte insistas en protegerlas, siempre se reducen a nada.

-De nuevo dices esas palabras y con un gesto triste. ¿Por qué estás hablando como si en tu interior solo hubiera desesperación? –siente esos dos puñales de esa mandíbula nuevamente clavarse en su piel– ¿Ya... no soy suficiente, oniisama? –no le responde–. Ya entiendo. ¿Ya... no me quieres?. Porque creo que... ya deje de ser esa parte importante en tu vida.

Solo recibe una mirada del mayor, que aún más sustenta esos miedos que con los meses se hubieron incrementando.

-No es eso, Yuuki. Yo no soy tu hermano. –la carga entre sus brazos, sacándola de la cama-

-No entiendo.... ¿Por qué dices esas cosas? Desde el momento en que empezamos a vivir juntos este año, oniisama... sentí que siempre estás escondiendo una parte de ti mismo. –dice ella, sintiéndose adormilada a cada avance del mayor, cerrando sus ojos-

-El mundo que tú ves, es diferente al que yo veo.

Siente al castaño detenerse, provocándole abrir sus ojos, posándolos en esa puerta frente a ellos, reconociéndola como aquella que alguna vez encontró y que no le dio importancia. Penetrando en esa estancia, siendo dejada sobre una enorme lamina de mármol.

-Qué es este lugar? Esta habitación se siente como... si la esencia de oniisama estuviese impregnada aquí. –cierra sus ojos sintiéndose cómoda en ese misterioso lugar-

-Estás en lo correcto, Yuuki. He estado siempre durmiendo dentro de este mausoleo subterráneo. He estado dentro de este ataúd todo este tiempo. –toca bajo esa tapa donde estaba Yuuki acostada–. Todo este largo tiempo deseando convertirme en polvo finalmente, pero mi deseo nunca se ha concedido. Creí que mi largo viaje finalmente había terminado pero... –siente un suave tirón en la manga de su camisa, posando su mirada en ella–. La expresión en tu cara parece decir que no has entendido muy bien...

Se inclina hacia ella, rodeándole la espalda para ayudarle a alzar su torso.

-Toma ¿Quieres sangre? Tú has visto pedazos de ellas antes, Yuuki.... Mis memorias. Has visto algunas de ellas, aunque en aquel entonces, no sabías aun lo que estaba pasando.

Se sujeta ella del mayor para arrodillarse, estaba confusa con todas esas palabras confesadas. Cerrando sus ojos separa su boca, exhibiendo esos colmillos que clava. Necesitaba saber....

 

-Buen niño, buen niño, Kaname –felizmente arrullaba Juri en esa mecedora a ese pequeño bebé recién nacido-

A su lado, su esposo la acompañaba en esa habitación.

-No es él un buen niño! ¡No puede ser, acaba de hacer una mueca extraña justo ahora! Desperdicia su linda apariencia. –describía gratamente alegre esa madre primeriza-

-Que divertido no. –dice el padre, pasándole la mano por la corta pelusilla castaña-

-Quizás es algo bueno después de todo. –interviene Rido, recostado en el marco de la puerta, cruzado de brazos–. El dar nacimiento a una nueva vida, con todas las promesas ocultas y el factor desconocido que vienen con ella.

-Te gustaría tomarlo en brazos, "tío" Rido? –sonriente propone ella-

Su ofrecimiento es aceptado por el mayor que se acerca a tomarlo, pero no contaba con que el bebé, ya desde pequeño hiciera una gracia.

-Ahh!!! Lo siento. Pensé que aún estaba bien pero... –apenada dice ante esa reacción de su niño por mojar a su tío-

-Eso pasa por que eres mala cambiando pañales. Yo soy muy bueno en eso. Porque tengo experiencia cuidando de mi hermanito y mi hermanita. –lo toma con delicadeza pese a lo anterior–. Déjame ver... Te llevaré y limpiaré, Kaname. Y también me cambiaré de camisa ya que la dejaste toda mojada. –se encamina Rido a la puerta-

-Oniisama, yo me ocuparé... –es ignorado. Al no recibir respuesta decide salir e insistir, ya no estando el mayor cerca–. Oniisama...

 

-Es irónico que el nombre de este bebé sea igual que el tuyo, "Kaname" Y fue su nombre el que me hizo pensar en esto. Devora a este pequeño rápidamente y eso es todo...

Decía un Rido encorvado frente a ese ataúd abierto, sosteniendo entre su mano esa manta donde colgaba la pequeña mano de ese infante bañada en sangre, misma que goteaba dentro.

-Pensé que sería mucho mejor hacer esto. Usarlo para traerte a la vida, poder devorarte y de esa manera volverme más poderoso ¿No es una buena idea? ¿Qué opinas, oh, antepasado de mi Clan Kuran? Aquí tienes. –deja caer esa manta dentro con ese bultito. Tómalo, no sólo su sangre, su carne también es muy suave... La sangre Kuran, la más densa de todas las que existen.

Su sonrisa momentáneamente se borra. Una mano rodeaba su cuello, si a eso se le podía llamar mano. Una extremidad carente de carnes, faltando poco para verse sus huesos apretaba. Cayendo de ese hombre en pie largos mechones de cabellos castaños que cubrían su rostro. Lo había conseguido.

-.... –ríe Rido pese a esos dedos en carne viva rodear su cuello–. No olvides que quién abrió la tapa de tu ataúd y ha regresado tu inmundo cadáver de vuelta a la vida ¡fui yo! Yo soy tu dueño ahora, así que se un niño obediente mientras devoro tu vi...

No termina la frase a causa de ser aventado contra el suelo por el que se suponía débil ancestro, clavando sus colmillos en su cuello, asimismo, sintiendo como esas largas uñas se clavaban en su vientre, reprimiendo cualquier gesto de dolor.

En pie frente a él queda Kaname, girando su cuello a dirección de la puerta, podía escuchar unos pasos pese a recién despertar.

-Habría sido mejor que obedientemente me hubieses dejado devorarte. La vida del bebé y mi sangre no son suficientes para que tu cuerpo sea restaurado a la vida por completo. –ríe en malicia Rido desde el suelo pese a ser casi desangrado– ¿Qué es lo que vas a hacer? Hay miembros de tu familia por ahí ¿Tomarás sus vidas como sacrificios?

Continúa Rido consciente pese a la herida que lentamente regeneraba, no borrándose su sonrisa maliciosa y de casi victoria.

-El hambre que se acumuló por miles de años debe estar por golpearte pronto. Ni siquiera puedo hacerme a la idea de cuan duro debe ser eso.

De reojo, entre sus largos cabellos castaños ve por sobre su hombro esa manta manchada de sangre sobresalir del borde de ese féretro, la que hace solo minutos cubrió a ese niño al que le quitó la vida.

-Oniisama... –abre Haruka una de las puertas de ese mausoleo dónde provenía ese latente aroma a sangre-

Busca Haruka con su mirada dentro de ese lugar, notando a su hermano inconsciente en el suelo desangrándose, asimismo ese féretro que se suponía cerrado con su tapa abierta, reconociendo la manta con la que su hijo había estado cubierto colgando del borde. Lentamente se aproxima a ese cajón, tomando entre su mano esa tela llena de sangre. La sangre de su hijo.

Por inercia, fija su atención a un lado de ese ataúd, extrañándose al ver de un gabán un leve movimiento. Se aproxima, hincándose, sacando a un pequeño niño recién nacido con las mismas características de su heredero.

Sale Haruka con ese bebé en brazos a dirección de Juuri, quien en el marco de la puerta de esa habitación infantil los esperaba.

 

 

-En ese momento, el único modo de estabilizarme por completo, a pesar de mi sed, era hacer que mi cuerpo regresara a ser el de un bebé. Así que les entregue mi vida y mi destino a ellos... Y mis propios recuerdo los puse a dormir, así no se interpondrían en el camino.

Se deja recostar en la tapa del féretro con Yuuki aún sobre su cuerpo, quien separa su boca de su cuello para verlo a los ojos.

-Así que tú eras alguien que estaba dormido dentro de este ataúd, oniisama? –le toma la mejilla con la mano-

-Sí.

-Puedo preguntarte quién eras? –pega su frente contra la de él–. Nunca dijiste nada de esto hasta ahora... ¿Por qué estabas durmiendo aquí dentro? –llora pese a sus palabras-. El único Kaname para mí eres tú, Kaname... Así que por favor no te preocupes... cuéntame todo.

-Pregúntale a mi sangre.

De nuevo se aproxima ella a ese cuello...

 

-Espera un poco aquí, tengo que ocuparme de los enemigos que nos persiguen. –deja ese joven Kaname a esa dormida pequeña sobre la nieve-. Regresaré pronto. La próxima vez que abras los ojos, tú me verás con los ojos de alguien que ve a un extraño ¿no Yuuki?

-Este recuerdo. –se incorpora con Artemis en su mano-

Abre Yuuki sus ojos, viéndose sobre la nieve y no sobre la tapa de ese féretro ni con Kaname a su lado. Al contrario, ese vampiro que quería atacarla de pequeña, 10 años atrás estaba delante, el cual, por instinto, se defiende con su hoz, desapareciendo en una nube roja al tocarlo esa hoja acerada.

-Beber la sangre de alguien es como tomar a la persona misma. A veces, eso significa que también tomas fragmentos de sus recuerdos.

-... –gira a ver por sobre su hombro esa persona de voz conocida, sorprendiéndose–. ¿Shizuka-san...? –frente a ella estaba la causante de la desgracia de Zero-

No siendo la única, miles de personas que no conocía la rodeaban, inclusive el mismo Rido.

-Sangre.... Sangre.... danos tu sangre.

Empiezan a rodearla hasta ser encerrada por unas manos subterráneas que la jalan hacía abajo cayendo, como si hubiera roto un espejo y viajara por él. Descendiendo al vacío.

-He olvidado mi nombre....

por qué ha pasado tanto tanto tiempo desde que...

alguien me ha llamado

 

-"Escucho voces en mi cabeza"

-La población humana cayó colosalmente con el cambio climático, si quieres permanecer allí tu solo, hazlo. Yo estoy en un viaje buscando a otros como nosotros, "personas que no puedan morir".

Frente a ese castaño hablaba ella ya que su compañero no mostraba ganas ni valentía de hacerlo, ambos cubriendo la mitad de sus rostros con esa largas caperuzas, solo exhibiéndose el movimiento de sus labios, pero el castaño, no mostraba ganas de oírlo, ya que estaba de espalda a ellos.

-Adiós, Kaname. Debe haber en algún lugar personas como nosotros. No importa si olvidas ese nombre también, no es como si tuvieras un uso para un nombre de todos modos ¿o sí?

-"¿Climático...? ¿De cuándo son estos recuerdos...?" –recuerda Yuuki una clase en la que Aidou le hablo sobre un cambio climático que hubo hace diez mil millones de años–. "El tiempo de los ancestros...."

 

 

Sentado bajo un árbol miraba hacía ese pueblo que lo rechazó y sacó a la fuerza con sus antorchas y trinchetes como si se tratara de una "caza de brujas", solo habiéndole quedado observar los miles de comparaciones. Desde monstruo, fenómeno, hasta antinatural. Pero él solo quería ayudar con su sangre.

En medio de sus cavilaciones siente de un momento a otro una presencia a un costado tras suyo. Reparando en aquella persona quien se suponía le propuso buscar a más como él, continuando con su rostro cubierto por esa larga sotana, solo viéndose sus labios. Luego de hace mucho tiempo de su propuesta.

-Kaname, es natural que los humanos teman a seres poderosos y diferentes a ellos. Nuestra gente debe vivir alejada de ellos por su propio bien, también. Hay un lugar con gente como nosotros, vamos. –extiende su mano hacía él-

Para su sorpresa, éste se incorpora, siendo suficiente respuesta.

 

-      -      -       -     -      -      -       -      -

Dentro de esa habitación penetra, notando al castaño frente a la ventana viendo hacia afuera.

-Sabes, estoy preocupada. Hay gente que ha estado creando más y más "sirvientes" por diversión. A pesar de que no necesitamos convertir tantos en esta vida. –en pie tras él se coloca-

-Y crees que soy yo? –por sobre su hombro la observa, mostrando una pequeña sonrisa-

-Solo vine a comunicártelo. La mayor parte del tiempo mantienes claustrado en este cuarto, supuse que deberías estar informado. Tengo un mal presentimiento, y eres al único que puedo trasmitírselo. –baja su mirada, tomando sus manos–. Dicen que están ayudándose entre todos y que las cosas van bien, pero... ¡Kaname!

Corre hacía él luego de éste haber perdido la estabilidad, cayendo inconsciente al suelo.

-Kaname, despierta... –le toma la mejilla, atreviéndose a acariciarle los castaños cabellos. Viendo esos párpados moverse, apaciguando su preocupación–. Esta es la primera vez que veo a uno de nosotros desmayarse. –bromea ella-

Lo ayuda a ponerse en pie y recostarse en la cama, viendo como el castaño apoyaba la mano en su frente, sentándose en el borde de la cama.

-Esto te pasa porque te niegas continuamente a buscarte algunos voluntarios que quieran ser convertidos en "sirvientes" desde que llegaste aquí. Unos quieren "sirvientes" hasta hartarse y otros... –suspira, prefiere remangar la manga y exponer su brazo–. Bebe, y no digas algo como que olvidaste como usar tus colmillos o algo así. –ordena-. Descuida, te haré pagar este favor, inmediatamente.

Es su ofrecimiento negado por el castaño que aleja su mano con la propia sentándose, entristeciéndola eso.

-Crees que si  haces eso podrás burlar al demonio que es la sed y ser capaz de no poner en peligro a alguien con tus colmillos. –pausa para no tener que zarandearlo por su terquedad. Eres un tonto. De ninguna forma puedes forzarte a hacer eso por toda la eternidad... Llegue a comprenderte... un poco.

Se incorpora ella con una pequeña sonrisa por recordar.

-No les dijiste ni una sola palabra de negación a tus vasallos cuando te echaban. El que no intentarás reclamar ¿fue porque tenías pereza o algo, Hm?

Colocándose frente a él estira su mano para tomar esa cabecilla castaña y recostarla contra su regazo, no borrando su sonrisa, no negándose él.

-Buen niño, Kaname. –lo estrecha lo más cerca de su cuerpo, no notando que cerraba Kaname sus ojos entregándose a ese afecto-

Estira él sus manos para tomar esas mejillas, acercando a su dueña contra sí y besarla, dejándose caer ambos a la cama sin detener ese gesto.

 

*                  *               *                   *                     *                   *

 

Irremediablemente ella lloraba entre los brazos de ese castaño pese a continuar con esos recuerdos.

-Yuuki, ya sé que decisión estás por tomar y lo que harás... Pero no quisiera pasar por eso una segunda vez. Lo siento, Yuuki.

 

Abre Yuuki sus ojos con esas lágrimas rondando por sus mejillas, teniendo el uniforme de la Academia, habiendo cuchicheos a su alrededor.

-Humanos que fueron convertidos en vampiros...?

-Qué? –se sorprende Yuuki al alcanzar a escuchar en medio de la conversación– ¿Qué estará pasando?

-Kaname! ¡Deja a estas personas por ahora!

Ve ella a una mujer sobre un caballo acercarse, no logrando ver su rostro, solo sus labios y su piel clara bajo la caperuza de esa sotana. Quien, precisamente se coloca a su lado brindándole su mano.

-Ven, Kaname, tenemos asuntos más importantes!

-"Esta persona...". –piensa Yuuki–. No, yo... yo no soy Kaname.. –se señala ella misma, completamente extrañada. Yo soy...

-Qué estás diciendo?! ¡Vamos!

Del brazo es tomada por esa persona que la confundía con Kaname, subiéndola sobre el caballo, quedando tras suyo.

-Por favor, sujétate. Cuento contigo...

Reanuda el galope esa misteriosa mujer, empezando Yuuki a sentir un extraño sentimiento hacía ella, obligándola a rodearle la cintura mientras avanzaban.

-Qué es este sentimiento...?" "Es como si esta persona fuera de gran importancia para mí..." –piensa Yuuki cerrando sus ojos para percibir esa paz que le brindaba ese jinete–. Hay más y más de ellos...

-Sí. Es una pena que suceda esto justo cuando los humanos se las están arreglando para repoblar después de todas las pérdidas que vivieron debido al cambio climático. Ahora, más de la mitad de nuestra raza ha escogido la ideología de convertir a toda la población humana en miembros de nuestra raza, humano a humano.

Empieza a ceder su galope, pasando a suaves pasos, permitiéndole ver en su caminata a esos sirvientes convertidos a vampiros.

-No, de hecho, no es cuestión de convertir a todos en miembros iguales de una misma especie... están convirtiendo a la humanidad en esclavos sumisos... eso es. –decide detener su avance. El castillo que están construyendo los esclavos se ha vuelto más grande ¿no? –ve a su compañía por sobre su hombro-

-"Oh, sí.. Estos son los recuerdos de Kaname oniisama" –piensa ella, notando ese cuello girado a su dirección–. ¿Qué?

-No me digas "qué" a mí! –avienta a bajo a su acompañante–¡Dijiste que los detendrías de una vez, incluso si tenías que pelear contra ellos por eso! ¡¡Así que ve!!

Qué carácter. Le recordaba a cierto cazador albino al que alguna vez puso su paciencia al limite

-El único modo de detener el aumento de ex-humanos es cortar el problema de raíz. Entonces tendremos que lidiar en simultaneo con esclavos que han perdido sus líderes. No quiero herir a nuestra gente cuando ahora finalmente todos nos hemos encontrado, pero... Bueno. Sé que estoy poniendo una sucia tarea en tus manos. Lo siento, Kaname.

Se queda Yuuki viendo a esa mujer, logrando ver el recuerdo "original", ya que ve a su lado al propio Kaname estirar su mano hacía la mujer y tomarle la mejilla.

-Estoy bien. –muestra Kaname una suave sonrisa­–. Aunque... ¿qué hay de tí? Luces algo pálida hoy ¿estás bien?

-Ahora el preocupado aquí eres tú.

-"Alguien por quien me preocupo.... la sensación de querer cuidar a esa persona" –piensa Yuuki sin dejar de ver esos detalles de Kaname hacía la mujer-

Mueve Kaname su mano hasta esa tela que le impedía ver totalmente ese rostro, descubriéndolo finalmente, viendo una hermosa sonrisa en esa mujer.

Espantada contiene Yuuki el aire por tener ese rostro expuesto. Poseía un cabello color plata que cubría con esa capa y seguramente debía tenerlo más largo, compuesto por un flequillo que sobrepasaba la línea de sus ojos sin cubrirlos, dejando unos cuantos rozar con sus mejillas. Viendo en sus            grandes ojos violetas una dulzura hacía Kaname. Asimismo, poseía el mismo tono pálido de Zero. Básicamente, una versión femenina de ese cazador se hallaba sobre el equino.

-No te preocupes, Todos estamos trabajando juntos y damos lo mejor, así que... –se inclina hasta quedar a la altura de Kaname, quedando sus rostros bastante cerca–. Eres un buen chico, Kaname. Harás un buen trabajo, incluso no esté yo supervisándote. –finalmente junta sus labios con los de él-

-Esta mujer que estoy viendo ahora fue la persona que le dio estos sentimientos a él. Entonces.... por eso oniiisama busca a Zero.

Desaparece esa imagen ante sus ojos, quedando ella inquieta.

Así que.... Kaname amaba a Zero a causa de parecerse a su primer amor. ¿Qué hacer luego de ser relegada por un pasado? ¿Además, donde se encontraba ella? ¿Por qué no estaban juntos? ¿Y por esa razón... Kaname oniisama decidió ese sueño eterno?

Empieza Yuuki a caminar al lograr ver a lo lejos a Kaname junto a esa mujer. Corre, deteniéndose al lado del castaño.

-Yo igual. Tampoco odio a los humanos, Kaname. –le habla dándole la espalda, moviéndose una larga trenza platinada con ayuda del viento–. Todos nosotros nacimos de padres humanos después de todo. Pero sucedió que nacimos ligeramente.... No, muy diferentes a ellos.

Ve hacía el cielo, lográndose escapar demás mechones de sus cabellos platinados que se agitaban por el viento.

-Pero a pesar de eso, mis padres definitivamente me amaron. Mis padres eran gente muy fuerte. Iban a pelear para protegerme aunque pusiesen en peligro sus propias vidas, incluso aunque fueran seres tan remarcablemente frágiles comparados conmigo.

Gira la albina a ver al castaño mostrándole una enorme sonrisa mientras desaparecía en una llamarada, quedando un solitario Kaname.

Notas finales:

Espero te haya gustado "Amiga"

estando a su lado su hermana*:  Me pareció mejor una sirvienta que una hermana, ya que dijo que era el líder del Clan Touma.


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