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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Traimón: Banco largo de madera con respaldo.

 

 

 

-"Estudiantes de la Academia Cross. Habrá una sub división y se establecerá en el área adyacente a la institución. Se trata de la Clase Nocturna, que se pensó había terminado el año pasado cuando el dormitorio fue destruido..."

Tomaba Yagari la vocería en la tarima frente a los estudiantes de la Clase Diurna. En otro lado, en uno de los salones, un recibimiento tenía esos "nuevos" estudiantes, bajo la vocería de Yuuki.

-A todos les agradezco nuevamente por venir. Creo que la mayoría de ustedes están algo confundidos ya que es su primera vez en los dormitorios o salones. Así que si tienen algún problema por favor cuente conmigo como su asistente. –fervientemente aclara-

-Te equivocas!! –apunto de un infarto corrige Aidou–. Hay otras formas de decirlo. Como "tómenme como un modelo a seguir" o "escucharé los problemas que tengan", estúpida Sangre Pura!

-No creo que me equivoqué. Así que a partir de hoy llevemos bien.

-Aghh!! ¡El prestigio de los Magnifico Sangre Pura! –a punto de darse de topes contra el suelo exclama Aidou. Era más fácil hacer entender a una paloma, con todo el respeto a esas aves-

 

Había finalizado esa reunión con exito, o eso cree Yuuki. Saliendo cada estudiante a sus respectivos dormitorios. Por último, sale ella, paralizándose frente a ese albino recostado a un lado del muro, quedándose viéndolo en incredulidad.

¡El aroma de Kaname era más fuerte! ¿Cómo?

Detenidamente ve a Zero, se veía bastante decaído así quisiera fingirlo delante de ella. Lo conocía, así hace más de un año dejaran de verse. Desvía su rostro para ocultar su gesto confuso.

Unos pasos rompen ese silencio incomodo del pasillo, tratándose de una chica cargando una maleta.

-Lo siento, llegue tarde.

-María-san, viniste!

-Dude un poco acerca de venir o no, pero me gustaría hacer amigos así que... –calla a causa de ver al albino marcharse en silencio– ¿El hermano de Ichiru-chan, será un Prefecto al igual que antes?

-No es así de simple. Él simplemente está aquí como un cazador que puede cazarnos en cualquier momento.

 

 

 

Noche 12 La nueva Clase Nocturna.

 

 

 

Sus lenguas se tocaron ansiosamente, descubriendo el deseo que él uno sentía por el otro en ese beso largo y cálido.

Sobre la cama yacían cual largos eran, mientras que sus manos vagaban libremente por el cuerpo debajo suyo.

Cada toque arrancaba gemidos de ese albino, atreviéndose a vagar con su boca pausadamente por el cuello, los hombros y los costados, llegando a sus oídos las claras exclamaciones de entre esos labios. Posa sus ojos castaños en esas amatistas entreabiertas, regresando a ese rostro para atraparle los labios y acariciar con sus manos aleatoriamente cada rincón que se le aparecía....

Sentado en esa silla de madera asemejada a un trono abre sus ojos, con su mejilla recargada en el dorso de su mano de codo recargado en el brazo de la silla. Minuciosamente recordaba cada detalle, inmutándose por lo que pasaba a su alrededor. Ni a ese vampiro que se desangraba en el suelo frente a él.

Kaname simplemente cruza sus piernas descansando una de sus manos sobre su muslo.

-Por qué... un miembro de los Kuran... la línea de Sangre Real que no quería tener nada que ver con las disputas de sus compañeros Sangre Pura ha...

-Ya no puedo dejarlos ser como son.... Ni dejar que lo toquen...

 

*                 *                *                   *                    *                *

 

Amanece el día sin complicaciones en la Academia Cross, hasta ahora, no habiendo ningún inconveniente con la nueva Clase Nocturna, no pensando la Líder lo mismo...

-Lo siento. –baja Yuuki su cabeza en devastación hacía ese maestro-

-Tendré que hacer de tutor otra vez... –suspira Aidou-

Se asoma ella por la ventana luego de ese maestro recordarle que no era muy inteligente, y que tendría que quemarse de nuevo las neuronas para ser incluida en esa clase, logrando ver desde arriba a ese par de cazadores fuera hablando entre sí, logrando escuchar parte de la conversación.

-Qué ha pasado? ¿Hay problemas de nuevo? –interviene ella-

-No es nada. –habla Kaito viéndola-

-Pero acabo de escucharlo... –murmulla para sí mejor retirándose, acercándose hacía sus compañeros de estudio–. Disculpen ¿Podría salir un momento? Parece que en la ciudad hay un grupo de vampiros que están causando problemas. ¿Aquellos que quieran detenerlos vendrían conmigo?

 

*      *       *        *       *       *       *

 

-Por favor... se los ruego. Abran la puerta. –pedía esa mujer frente a esas dos ostentosas puertas cerradas-

Siendo sus ruegos escuchados en esa edificación donde resguardaba a los cazadores.

-Gracias por abrirme. –agradece Sara al ver una de las puertas ser abierta–. Por favor, yo también seré asesinada por Kaname-sama. Sólo ustedes y Yuuki-san podrán salvarme. Ayúdeme.

-Tú... –se sobresalta al percibirla como una Sangre Pura-

-Por favor lléveme a donde Yuuki-san se encuentra... a la Clase Nocturna.

 

*        *        *        *       *         *

 

 Entre las calles seguía Yuuki ese aroma que dejaba Zero, mismo cazador que en medio de la calle se detiene para ver tras de sí.

-Vamos, Zero. –le apoya Kaito la mano sobre el hombro imparcial–. Aunque sea extremadamente desagradable tener ayuda de vampiros se debe aceptar.

La sentía cerca, y eso le desagradaba. Pero, asimismo otra presencia igual percibía, haciéndolo sentir incómodo y posar sus ojos violetas a un costado. ¿Pero dónde si no veía nada extraño?

Sobre uno de los tejados, se hallaba ese murciélago posado en el borde, mimetizándose con la oscuridad.

-Ocurre algo malo, Zero?

-... –mejor era olvidarlo. Se empezaba a volver paranoico–. No, nada en absoluto.

 

 

-Bien, comencemos con la subasta! El día de hoy se trata del "agua de la vida" que fluye a través del cuerpo de esta joven doncella. Es una joven saludable de 20 años.

Animaba ese vampiro sobre un escenario de madera, con esa mujer postrada sobre una mesa frente a esas variadas personas encerradas en esa edificación, que es pronto visitada por un preocupado hombre que abre la puerta de golpe.

-Tenemos problemas! ¡Los cazadores nos han descubierto!

 

Sentada desde el tejado ve Yuuki todo el pueblo, saltando al vacío al presentir esa presencia que huía, cayendo exactamente delante de él obstruyéndole el paso. Se sobresalta ese vampiro, que en defensa le arroja un frasco a la castaña, protegiéndose Yuuki con su brazo, sacando a Artemis que utiliza para rodearle el cuello e impedirle que diera algún paso. Pero, no contaba con que sería auxiliado, una chica se coloca detrás suyo apuntándole con una pequeña navaja el cuello.

-Deja ir a mi novio. –exige la joven-

-Pero... tú eres humana ¿acaso eres una de sus víctimas?

Presiente Yuuki una presencia tras suyo además de la chica, viendo por sobre su hombro al cazador albino.

De reojo repara en ese cañón levantado hacía su dirección y escuchando el debido sonido del disparo y del casquillo rebotar. Causándole la debida "extinción" a ese vampiro, asimismo chillando aterrada la humana y cayendo desmayada al suelo.

-Sigues siendo demasiado benévola pese a los acontecimientos que has presenciado. –dice el albino-

-Lamento interrumpir. –aparece a un costado de ellos María–. Es que ningún vampiro ha escapado hacía mi dirección, asi que... ¿Ustedes estaban teniendo una conversación importante? –inocente inquiere-

-No del todo. –avanza a dirección de Yuuki, tomándole la muñeca–. Sigues teniendo ese brazalete ¿verdad? Si tanto te molestan mis métodos, úsalo y oblígame a someterme.

-... –se desconcierta por ver el dorso de su mano sobre el cuello del albino-

-El hechizo de restricción aún debe seguir funcionando. –delinea con su dedo esa marca en su piel-

-... –duda, pero después separa su mano de un jalón–. No, no voy a usarlo. Es solo para el Nivel E.

-Entonces deja de seguirme. –finaliza, retirándose-

Maria solo puede observar a ese joven idéntico a Ichiru, en cuanto a Yuuki, ésta frotaba su mano. Por un momento... lo que deseo fue el cuello de Zero...

-Hacía tiempo que no veía al hermano de Ichiru. Parece que ha cambiado un poco desde entonces. –dice la peligris de leve mezcla violeta sin dejar de ver a ese cazador avanzar–. Y en ese tiempo, jamás hubiera imaginado que eras la hermana de ese hombre... –la ojea sin expresión-

-No crees que fuiste algo duro con el cordero? –inquiere burlón Kaito al tenerlo a su lado-

No responde Zero simplemente lo observa con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

 

*         *        *        *        *        *          *         *

 

En serenidad se recargaba en el marco de ese balcón cruzando sus brazos bajo su vientre, abriendo sus ojos castaños para ver hacía fuera. Ladea Kaname su cabeza pensativo por lo que su "vigilante" nocturno observó desde lo alto del cielo.

El trato de ese cazador castaño hacia el albino cazador...

Entrecierra sus ojos castaños con un gesto molesto a causa de ese compañero de Zero.

-El flujo de lava no se detiene ¿Esta bien el que sigamos aquí? –interrumpe Kain tras él-

-No hay nada de qué preocuparse. No es suficiente como para causar un cambio climático. –serena su molestia anteriormente causada–. A lo mucho, es posible que la lava vuelva a esta región estéril.

-No se trata sólo de eso. Esta mansión será consumida por la lava también. Ruka está preocupada.

-Cuando eso pase, ella ya no estará aquí. Así que todo está bien –lo ve por sobre su hombro–. ¿Y cómo sigue Aidou? ¿O no sirvió de nada esa petición tuya? Hacer que un cazador te abriera amablemente la puerta.

-... –baja su mirada el anaranjado, doliéndole recordar a su primo–. Él... lloraba. Y hay muy pocas cosas que lo causen.

-Ya veo... –regresa su mirada hacía fuera y esos caminos de lava iluminando los terrenos–. ¿Si tanto te importa, por qué pones sobre él a Ruka? ¿No se supondría que deberías estar con él en esta situación? ¿No es algo... egoísta de tu parte?

En sorpresa abre sus ojos marrones, no sabiendo que rebatir ante eso.

-Me aseguraré de enviar a Ruka a un lugar seguro. Incluso si ella se niega lo haré. –cambia Kaname de tema-

Forma en puños sus manos cerrando sus ojos, ese lado que quería a Ruka se manifiesta sin él poderlo evitar, mordiendo su labio en molestia consigo mismo.

-... Eso espero. Porque si no lo haces. Sin duda alguna te mataré. No importa qué. –en firmeza dice. Su sobreprotección de amante abnegado hablaba por él, solo recibiendo que Kaname lo viera por sobre su hombro con una sonrisa– Y bien ¿Hacía donde iremos ahora, Kaname-sama?

Kaname, a tan solo tomar esa flor de resina se detiene, mejor ignorándola.

 

*        *        *       *        *        *         *

 

En la protección de ese refugio en que se convertía esa Academia se hallaba Sara, luego de conseguir convencer a la joven castaña Sangre pura. Su plan se encaminaba sin obstáculos. Aun costado, Zero simplemente la observaba en silencio recostado en el marco de la puerta abierta.

-Gracias, Takuma. No demoraste mucho en venir por mí. –inocente se muestra Sara con su pequeño sequito que alrededor de su silla no se despegaban–. Estaba planeando enviar por ustedes.

-Sara-sama, estábamos tan preocupadas por usted.

-Son tan lindas.

Ichijou no puede dejar de ver ese trato de la rubia hacía las chicas, sintiendo un inquieto movimiento de su hijo en brazos, de seguro por hallarse en la Academia, un desconocido lugar para él donde habían varías presencias vampíricas.

-Ya, Hideki, esto pasara ¿ne? –le acaricia la mejilla, sacando de su bolsillo un pequeño caramelo masticable que le da–. Oh, eso era lo que querías. –ríe por las caritas que hacía, notando la mirada del platinado sobre él–. Él es mi hijo, Kiryuu-kun. Su nombre es Hideki.

Presenta, exhibiendo a su pequeño niño vestido en un lindo overol color verde pastel, que le hacía resaltar sus grandes ojos azules. Zero no puede dejar de ver a ese pequeño rubio con intriga. ¿Quién sería la madre? ¿Podría ser que esa rubia sentada alegremente con esas estudiantes? Si era así, pobre.

-Kiryuu-kun, me gustaría hablar con Yuuki-chan, pero... tengo que permanecer al lado de Sara-sama ¿Podrías llamarla por favor? –pide, viendo al platinado irse sin pasar palabra-

-Qué harás, Takuma? ¿También presentarle a tu hijo? –de reojo observa a Ichijou-

Simplemente comparten una mirada en silencio. Luego desviando la rubia su mirada azulina a la puerta por donde se fue ese joven.

 

Agitadamente respira, caminando lentamente los escalones y consiguiendo salir de esa edificación. Al tener la distancia suficiente recarga su mano contra un tronco y la otra presiona su cuello. Ese agotamiento había regresado. Y la presencia de Yuuki no ayudaba a sobrellevarlo.

 

 

-No tienen buen sabor. –recargando sus manos en el escritorio opina Yuuki, finalmente "pasándolas"-

-Estoy de acuerdo contigo. –detrás se presenta la menor de cabellos grises con una suave sonrisa–. Las tabletas son más un tipo de medicina que nos hace la vida más fácil.

-María-san... –gira Yuuki a verla-

-Lo siento, pero no pude evitar notar que ya no hablas con Zero-kun como antes.

-Bueno, no... –desvía su mirada regresándola alfrente-

-Podría ser... –penetra en la habitación, colocándose tras ella-, que tú entonces ya no lo necesitas más? Entonces... –acerca su dedo índice a debajo de su labios, mostrándose inocente–. Quizás pueda tener a Zero-kun para mí.

Gira Yuuki su cuello para ver sin gesto a esa nueva competencia.

 

 

-Qué sucede, joven cazador? –inquiere Sara tras él–. Estás tan desesperadamente hambriento. Pobrecito.

Finge lastima hacía él, exhibiendo su rostro esa máscara que con los años aprendió a usar, y que siempre le ayuda a conseguir lo que quería. Y lo que ahora quería, era a ese cazador puesto delante.

-... –no recibe respuesta, pero esos ojos violetas poseían su atención–

-Si quieres mi sangre podría dártela. –en pasos suaves empieza Sara a aproximarse a él–. Estoy interesada en un objeto tan preciado como tú.

-Por favor, deténgase. –interviene María tras ellos, recién llegando–. Si molesta a Zero-kun... si molesta al próximo líder de la Asociación causara muchos problemas a esta Academia.

Sara simplemente observa a la pequeña Noble, después a ese cazador, retirándose con una suave sonrisa.

 

*          *         *        *         *          *

 

Una de las pocas ocasiones en que podía darse un descanso las aprovechaba, como en esa mañana en donde se hallaba acostado en un tarimón* de ese lado de la Academia. Con una de sus piernas flexionadas descansaba su cabeza sobre su brazo. Estaba agotado en extremo. Suspira, sintiendo la brisa mover sus cabellos platinados. Entreabre sus ojos violetas ante esa silueta recién llegada, sintiendo un leve y pausado roce sobre sus labios, mismo que pasa a ansioso y profundo.

-Bajando la guardia en este lugar? Por un momento te pareces a la Kuran que puede estar a tu lado.

Percibe una caricia en su mejilla arrastrando a su paso su flequillo. Cierra sus ojos entregándose a ese contacto cálido.

Totalmente abre Zero sus párpados a causa de esa nueva sombra, tratándose de una sombrilla que sostenía una chica.

Maria ve a ambos lados confusa.

-"Qué extraño... Me pareció sentir a Kaname-sama" –piensa, regresando su mirada al albino–. Tus reacciones son lentas ¿No notaste que un vampiro se te acercaba? –ladea Maria su cabeza viéndolo– ¿O es qué percibiste que no era peligrosa?

Levanta el cazador su torso sin decir palabra.

-Ayer estuvo terrible, cierto?

En respuesta, ese cañón de aquel arma se exhibe a dirección de su rostro, desconcertándola.

-Por qué hay un vampiro en los jardines de la Clase Diurna? Regresa a tu dormitorio inmediatamente.

-Bueno... es sólo que no me sé el camino de regreso.

-Ya veo. –acerca la mano a su frente, cerrando sus ojos por segundos-

Retira sus manos para después incorporarse y mover su cabeza, indicándole con ese gesto que lo acompañara, empezando después a caminar. Sin decir palabra.

-Gracias por ser tan amable conmigo, y también por lo de ayer... Quizás Sara no saltó sobre mí porque tú estabas ahí. –empieza a hablar ella tras él sin dejar de verlo–. ¿En verdad, tú odias a todos los vampiros?

Lo ve detenerse, quedándose observando como giró su cuello por sobre su hombro. Los labios del albino se abrieron y quisieron moverse, pero no salió respuesta, únicamente regresó su mirada al frente.

-Si en verdad odiaras a todos los vampiros... creo que hace tiempo la vida de Yuuki-san habría terminado... después de todo, ella te traicionó ¿no es así? Porque aunque fue sin intención, siempre te hizo creer que era humana... ¡Zero-kun! –sale a correr hacía él al verlo recostarse contra un árbol, quedando tras él– ¿Zero-kun?

Presiona los dedos de su mano en el tronco, recargando su otra mano en el rostro.

La imagen distorsionada de una presencia de cabellos oscuros taladraba su cabeza, incluso podía sentirla cerca.

-Zero-kun, iré por algui...

-Estás... equivocada. –le interrumpe, buscando disipar esa molestia. Tomando aire irgue su cuerpo–. Ni una vez en la vida... pensé que ella me hubiera traicionado.

-Es así... –entristecida murmulla presionando en decepción sus manos en el bastón de su sombrilla-

Repentinamente la oye toser, viéndola por sobre su hombro, notando como perdía las fuerzas tomándola a tiempo contra sí.

-Per-perdón. Parece que no fui hecha para estar al sol. Durante la noche estoy bien por la sangre de Shizuka-sama.

-Es obvio que no estarás bien caminando a la luz del sol. –entre sus brazos la carga sin gesto, retomando los pasos–. Después de todo eres una vampiro.

-Eres igual... eres como Ichiru. –dice ella viéndolo–. Cuando lo conocí, él también me cargó así mientras me regañaba. Yo.... he estado buscando a Ichiru todo este tiempo... y lo hallé. Él estás aquí ¿verdad? –le apoya su mano sobre el pecho­–. Dentro de ti, junto a Shizuka-sama.... Él está aquí... Lo sé. –cierra sus ojos, sintiéndose a gusto de estar en sus brazos-

 

*        *        *       *        *         *

 

-Yuuki-chan. –llama Takuma suavemente luego de verla cerrar la puerta con una sombrilla en mano-

-Ichijou-senpai! ¿Por qué está despierto durante el día?

-Tú también lo estás. Pensé que estaría más vacío durante el día. Espero que Kiryuu-kun te haya dicho que quería hablar contigo. –sonriente baja las escaleras–. Además... –exhibe ese despierto bultito en brazos-

-... –logra Yuuki ver a ese menor que igualmente la detallaba–. Qué lindo ¿Es su hijo... y de Sara-sama?

Ichijou solo la observa, prefiriendo mejor tomar asiento en uno de los escalones.

-Sabes algo de Kaname? –inquiere, tomándole su manita a Hideki. Viéndola negar–. ¿En quién confías. En Kaname o en Sara?

-...  –lo observa por segundos–. Así haya irrumpido en el mausoleo en el cual descansaba el líder de la familia Hiou... En Kaname. Hasta el final. Lo que me enoja es que seré la única que crea en él. –confiesa empuñando sus manos-

-Estoy algo celoso... Tú tuviste la oportunidad de siempre estar a su lado. Yo también quisiera hacer todo lo que pudiese con esa persona para cuando llegara ese momento. –baja su mirada, peinando las hebras rubias que su niño heredó–. Pero quizás... sea demasiado tarde...

-Ichijou-senpai, luces como si... estuvieras derrotado en el amor ¿Tú amas a esa persona, verdad?

-Uh? –se sobresalta, ruborizándose–. Yuuki-chan, no bromees. –finge una risita nerviosa– ¿Verdad, Hideki? –y como si lo entendiera, el menor muestra una sonrisa estirando sus manos para alcanzarle el rostro-

-Una araña! –chilla Yuuki, apartando su zapato de ese insecto que se aproximó a su dirección-

Gira Ichijou de golpe su cuello al suelo, comprobándolo. Se serena, incorporándose, fingiendo calma para no asustar a su niño.

-Parece que debo irme. No le he dado de comer a Hideki.

-Es por Sara-sama? Lo que quería hablar conmigo. –rápidamente dice ella-

-Bueno... algo así. Es por algo acerca de las tabletas de sangre. Una nueva clase saldrá pronto, por eso quería hablar contigo.

-Takuma, no hagas que Yuuki-san mal entienda las cosas. –llama Sara desde la puerta, exhibiendo un suave gesto–. Sólo quería que las tabletas tuvieran mejor sabor.

-Si es eso, déjame probarlas primero.

-Está bien, adelántate, Takuma. Lamento que él te molestara. –se disculpa retirándose, cerrando la puerta tras de sí-

Decide imitar a la rubia y retirarse. Pensativa avanza Yuuki por el pasillo, quedando recostada al lado de una ventana.

-Ya que lo pienso un poco... "No vi todos los recuerdos de Kaname en su sangre..."–suspira-

Por inercia ve por el cristal sobresaltándose por ver a Zero cargando a Maria, como auto reflejo se agacha, ocultándose de él. Evocando la última conversación que tuvo con la menor.

-No me importa si quieres deshacerte de mí por ser grosera, pero si tú estás por Kaname-sama, no necesitas a Zero-kun ¿cierto? Ya no lo quieres ¿verdad? –continua opinando inocente María-

Quizás pueda tener a Zero-kun para mí.

Le molestó más saber que María estaba interesada por Zero que el que Kaname lo estuviera.

-Por qué... me estoy escondiendo? Él puede sentir mi presencia por completo. Que vergonzoso. –suspira estirando sus piernas y quedando sentada-

¿Era bueno interponerse en el camino de Kaname y aprovecharse del amor que Zero le profesó? ¿Eso no era ser algo egoísta de su parte? Era bien empezar de cero ¿no? Todo era tan confuso. Le dolía lastimar a Kaname pero tampoco que Zero sufriera.

 

*      *      *       *      *        *

 

Antes de que el rubio pudiera llevar una de las tabletas a su boca, Sara se lo impide con manotearla, bajo la extrañeza de Ichijou que simplemente la observa al igual que su silencioso hijo.

-Takuma, aún no lo entiendes. Eres tan mal chico... por hacer cosas que no quiero que hagas. –le toma la mejilla delicadamente-

-En otras palabras ¿Estás celosas de que esté preocupado por otra persona que no seas tú?

Levemente frunce la Sangre Pura sus líneas rubias sobre sus ojos azules, para después abofetearlo, pese a estar el bebé en sus brazos, quien al ver a su papi lastimado empieza a hacer muecas de querer llorar. Ichijou simplemente toma su mejilla lastimada observándola.

-Mira lo que me hiciste hacer. Ahora tendrás tu castigo. –estira su mano, exponiendo su muñeca–. Bebe mi sangre.

-No, estoy bien.

-No entiendes nada, ¿verdad?. No puedes oponerte a mí.

-Sara-sama no.... No delante de Hideki... –pide sin dejar de verla. No quería permitirle a su hijo ver esa deplorable escena-

-Cuando salvé tu vida, ya cargabas a Hideki y te hice beber mi sangre. Pero parece que no fue suficiente. –le toma el mentón–. ¿O quieres que Hideki la beba?

-No! –aleja a su niño, protegiéndolo con sus brazos, a cambio, recibe que esos dedos se presionaran-

-A veces murmuras al oído de las personas, y eso podría ser peligroso para mi futuro. Eso no está bien... Aún hay tantas cosas que quiero hacer en esta Academia. Bebe, entonces.

Ichijou simplemente le cubre a su hijo el rostro, pegándolo contra su pecho.

 

*             *                *                *             *           *

 

En silencio bajaba las escaleras pensativo, recordando las palabras de Maria Kurenai

Eres igual... eres como Ichiru.

¿Él como su difunto hermano gemelo? Imposible. Aunque si concordaba con ella en. "Dentro de ti.... Él está aquí" Ahora eran uno.

En medio de su caminata y cavilaciones se encuentra de frente con Yuuki, misma que solo queda observándolo en silencio, mientras que él continua descendiendo.

-Perdona por causarte problemas ayer. Yo supervisaré la situación a partir de hoy. –se atreve a decir, al cruzar el cazador platinado a su lado–. Por ahora organizaré un sistema para evitar causarte problemas. Sólo quería decirte eso. –reanuda su ascenso-

-Eso sucedió porque su jefe no los controla apropiadamente. –detenido tras ella informa–. Si planeas actuar después de que algo malo le suceda a la Clase Diurna. Será demasiado tarde. Si no puedes controlar a esos vampiros deja la escuela ahora mismo.

-Quizás irme... sería más fácil. Ya que hay demasiadas personas complicadas aquí. La verdad es que... ¡quiero hablar contigo como antes!

-Acaso enloqueciste por no beber sangre? –la ve por sobre su hombro–. Ven.

Y sin esperar respuesta la toma de la muñeca, arrastrándola hasta el bosque más alejado de la Academia. De un jalón la libera para levantar la manga de su brazo y exponer su muñeca.

-Nuestros intereses parecen ser los mismos. –muerde su muñeca para exponer esa herida sangrante–. Mi sangre... Bébela. –la nota sobresalta y ruborizarse, desviándole la mirada–. Si sigues siendo así de cobarde tu Clase Nocturna se derrumbará.

-No la tomaré. No quiero hacerlo.

-Ya veo, entonces se derrumbará. No puedo dejarle la responsabilidad de la Clase Nocturna a alguien que muestra tan obviamente en su cara lo que desea. –en firmeza Zero habla-

-Preocúpate por ti mismo un poco más!!

Muerde su labio Yuuki, no quería herirlo, pero sabía que Zero no se daría por vencido, por eso le toma la muñeca, arrojándolo contra ese árbol. En silencio se hallaba sobre él, notándolo recostado contra el árbol bastante sereno. Separa sus labios para acercarse a ese cuello, pero a centímetros de distancia se detiene.

-Te arrepentiste? –de reojo la observa-

-No, no es eso. –baja Yuuki su cabeza-

Ella estaba era extremadamente curiosa. Rondando por su mente la imagen de Kaname y las cuantas veces que habría hecho lo mismo sin que Zero se diera cuenta. Tenía curiosidad de su "relación" con Kaname.

-Es solo que quiero tener una buena vista del rostro de la persona de la cual beberé su sangre, futuro Presidente de la Asociación. –a cm confiesa a medias–. Te morderé, no porque me hayas invitado, sino porque tal como has dicho, nuestros intereses son los mismos.

La observa Zero en silencio.

-"Ya no puedo reprimirme más... necesito saber" He... estado reprimiendo mi sed. Sólo necesito un poco. Si satisfago mi hambre podré hacer mi trabajo como Kuran, como Sangre Pura.

-Me voy a molestar si no lo haces.

No. No debía por qué "curiosear" algo que no le incumbía. Si Kaname no se lo permitió, ¿Por qué Zero lo haría? Algo avergonzada por su obsesión en ese tema baja su cabeza.

 -"Zero está tan tranquilo, y en cambio yo... estoy tan nerviosa". ¿Podrías no pensar en nada por un momento, Zero? –afloja un poco el nudo de la corbata, acercándose a su cuello-

-No importa. Dentro de mi mente no hay nada que si miras me haga enfadar. –dice mientras sentía esos colmillos clavarse–. Lo que sea que estés pensando sólo olvídalo. Sólo ocasionalmente despiertan tus fragmentos dentro de mí... y me hacen pensar en tu existencia.

Notas finales:

¿Qué verá Yuuki? ¿O qué tanto vera?


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