Salió del departamento en dirección al de Kise, no se había movido la ropa del rubio en esas dos semanas, ya que quería que la sorpresa cuando lo llevará al departamento fuera completa, quería que tuvieran sexo por todos lugares, quería tocar el cuerpo del rubio y después decirle que la casa era de ellos, que quería vivir con él, amarlo el resto de su vida, las palabras de sus amigos dolían, pero no los culpaba, para el antiguo Aomine hubiera sido lo más lógico, pero el ya no era el antiguo, el haría las cosas bien.
Llego al departamento del rubio, debía llevar ropa para el rubio este no saldría de la casa por nada del mundo en esa semana, su hijo ya no correría ningún riesgo, un viaje de 12 horas podía haberle provocado un aborto espontaneo, al llegar al cuarto del rubio noto que estaba todo tirado por todos lados y que el rubio no había desempacado, fue a la cocina y noto la taza de café frio sobre el mesón, el rubio no había comido nada, seguramente llevaba varias horas sintiéndose mal, un suspiro salió de sus labios- Kise, a veces eres un idiota, no es tan difícil pedir ayuda…- el recuerdo de la primera vez que estuvieron juntos llego a su cabeza, y una sonrisa logro aflorar a pesar de la preocupación por el rubio.
Flash Back
Hace dos días Kise se le había declarado, desde ese día no había sabido nada del rubio, la verdad no es que él hubiera sido cortante, pero a veces no era capaz de decir lo que sentía con tanta naturalidad como otras personas, la verdad es que enamorado de Kise no estaba, pero algo en su interior deseaba a ese rubio, el poder poner las manos sobre su cuerpo era algo que le estaba quitando el sueño.
En medio de sus pensamientos sobre cómo se sentiría la tersa piel del rubio, el recorrer sus caderas, poder acaricia sus muslos, rápidamente el amigo entre sus piernas se endureció solicitando un poco de atención, era sábado, no había entrenamiento, ni escuela y ya estaba caliente, quizá una ducha y la atención a su amiguito podrían mejorar su día, se levantó de la cama y su teléfono comenzó a sonar, era un mensaje de texto
"Te espero en mi departamento, en una hora."- era del rubio, Aomine no necesito más, Kise aceptaba tener sexo con él, se vistió y en menos de una hora ya estaba en el departamento del rubio, la puerta estaba junta, entro sin tocar, había un aroma dulce muy parecido al perfume de Kise por toda la casa, llego a la puerta de la cual supuso era el cuarto del rubio, al abrir sus ojos se desenfocaron, en medio de la cama estaba el rubio con su camiseta de Teiko, a Aomine se le seco la garganta, su entrepierna despertó como por arte de magia- Ki… Kise, llegue- Aomine tartamudeo, su corazón corría a mil por hora, sentía como su estómago se oprimía, hace muchos años que no sentía algo así, no era solo su cuerpo caliente, ni la sensación en la habitación, era un calor en su pecho, que lo quemaba, era esas mariposas en su estomagó, se sentía que desfallecía, sus pies y piernas no lo hacían ningún caso, quería acercarse, y tener a ese rubio con el de una vez, pero su cabeza quería retener esa imagen el mayor tiempo posible, era tan hermosa la imagen que sus sentidos estaban aturdidos, Kise bajo de la cama de la forma más sensual vista, se acercó a Aomine, sin decir una palabra beso sus labios con pasión, acerco su pecho al del moreno, mientras sus manos acariciaban la espalda del moreno, fue una corriente eléctrica la que lo recorrió en cosa de segundos, tomo a Kise llevándolo a la cama, debajo de él estaba ese rubio idiota sonrojado, le quito la camiseta, y contemplo su cuerpo con deleite, se quitó la ropa, con rapidez, el moreno estaba caliente, quería sentir su piel junto a la del rubio, comenzó a besar el cuello de Kise, luego con la punta de los dedos acaricio los rosados pezones, un suave gemido por parte del rubio lo hizo excitarse aún más- Kise… necesito lubricante ahora…- el rubio gemía al sentir las manos del moreno sobre sus glúteos, quería pedirle al moreno que lo penetrara.- Ya.. ya es…estoy listo Aominecchi… yo me prepare para ti- el moreno se sorprendió, jamás pensó que el rubio tuviera ese nivel de experiencia, rápidamente Kise se puso de rodillas y le dio libre entrada al moreno, Aomine apoyo la punta de su pene en la entrada del rubio, comenzó a empujar, para Kise fue un dolor muy grande, se cubrió la boca con la mano no quería gritar, pero el dolor era demasiado Kise quería moverse para disminuir el dolor- Chhhhh… Kise...- La voz del moreno era dura- debes quedarte quieto hasta que se acostumbre tu cuerpo- en un minuto Aomine beso su nuca, haciendo que su corazón y su cuerpo reaccionaran.- Aominecchi… por favor… muévete- el rubio sentía como su cuerpo se contraía ante las embestidas que el moreno propinaba, su miembro estaba al límite, debía masturbarse ahora, dolía, pero en ese exacto minuto sintió la mano del moreno sobre su miembro- Tranquilo rubio, esto es mío…- comenzó a masturbarlo al compás de las embestidas,- Aom..Aommi…Daikiccchiii- el rubio se corrió gritando el nombre del moreno, quien al sentir como las paredes del otro apretaban su miembro se corrió dentro, con un fuerte gruñido- Ryo…mmmm- Kise estaba agotado, pero sus oídos no lo engañaron su nombre sonaba maravilloso en la boca de Aomine.
Se quedaron recostados un par de minutos, hasta que Aomine se levantó de golpe, en ese segundo Kise sintió que su mundo se había roto, Aomine se estaba levanto y se iría de su casa, dejándolo solo en su primera vez, bueno el moreno no tenía como saberlo, Kise se sentía tan mal, intento levantarse, debía darse un baño, pero al ponerse de pie fue a dar al suelo de golpe, le dolían las caderas y no podía quedarse de pie- Idiota que estás haciendo?- le grito el moreno desde la puerta- no debes levantarte si acabamos de tener sexo no te das cuenta que tus piernas aún están débiles!- Aomine se acercó al rubio para ayudarlo cuando lo notó este lloraba, y que las piernas del rubio no solo tenían su semilla corriendo, si no que un pequeño hilo de sangre- Kise… eras virgen?- el rubio bajo la cabeza- … Quería que mi primera vez fuera con Aominecchi,... aunque fuera solo sexo, quería que fueras tu quien me tocara mi cuerpo por primera vez…- algo en el interior del moreno lo molesto.- IDIOTA!.. SI ERA TU PRIMERA VEZ NO DEBÍO SER DE ESA FORMA ADEMÁS NADIE TE TOCARA DE AHORA EN ADELANTE, ME ESCUCHASTE?- salió del cuarto dejando un atónito y lloroso Kise sentado en la cama, escucho como lleno la bañera, el moreno volvió y llevo en brazos hasta la bañera.- quédate ahí, cuando te sientas un poco mejor me llamas, y haremos el amor me escuchaste? Me quedare a dormir…- dijo y salió del baño dejando a un rubio lloroso, pero sonriente, esa era la forma de su Aomine de decirle que de ahora en adelante o hasta que se aburriera, sería de su entera propiedad, esa noche el moreno dijo que le haría el amor, y se cumplió, mirándolo a los ojos, Aomine también entendió ese día que ya no habían otros ojos que quisiera ver durante el sexo, se había enamorado del rubio.
Fin flash Back
Debía darse prisa volver con el rubio y mirarlo a los ojos, era minuto de decirle, que estaba enamorado, que los amaba a ambos, a su rubio idiota y a ese pequeño que crecía en su vientre.
Cuando ya tenía todo listo salió corriendo, pero se detuvo ante una tienda, su rubio le había dicho que quería ser el primero, pues en esto también lo sería.
Mientras en el departamento.
Era horrible la sensación que había quedado en el pecho de todos, Aomine se había ido y ahora debían decírselo a Kise, esté se moriría de pena.
Akashi se levantó del sofá donde permaneció sentado junto a Murasakibara quien lo siguió instintivamente, necesitaba un poco de agua, y respirar, las ganas de matar a Aomine eran demasiadas, Kuroko aún era abrazado por Kagami, quien trataba de calmar el dolor que su sombra debía estar sintiendo, Takao se había levantado y se había acercado a Midorima- Shin-chan…- lo tomo de la mano – vamos a ver a Ki-chan, debe estar por despertar y se sentirá desorientado…- el peliverde acepto siendo seguido por todos, Akashi y Murasakibara ya estaban en el cuarto con el rubio cuando los demás llegaron, todos pudieron notar que el rubio comenzaba abrir los ojos, en el minuto que despertara, vendría el dolor y todos lo sabían, pero ahora el rubio los necesitaba.
-mmm… todo me da vueltas- su voz se oía extraña, además no recordaba cuando había vuelto a su departamento, enfoco su vista, los chicos estaban en la habitación, primero no estaba en su departamento, segundo todos los chicos estaban con él, algo estaba mal- ok, si están todos aquí es porque algo no está bien verdad?- se sentó en la cama y en ese mismo segundo Murasakibara puso frente a él una bandeja- el doctor dijo que cuando despertaras lo primero que debía hacer Kise-chin era comer, prepare algo muy sano, y tendrás dulces como postre- las palabras del gigante sorprendieron a todos y por el rostro de Kise, sabía que algo pasaba, decidió comer antes de preguntar más, ya que su nuevo cocinero asignado no parecía dejar hacer nada hasta que no terminara la comida.
Las náuseas lo embargaron en un minuto, esa gripe lo tenía demasiado mal, ya con el plato vacío un gigante más tranquilo, Kise hablo – Chicos lo siento, no sabía que tan malo era esta gripe, lamento haberlo asustado…- todos sonrieron dándole cierta calma, al menos no se veían molestos, las orbes doradas buscaron por la habitación, ciertos ojos azules que él había visto antes de desmayarse, una mueca se formó en sus labios, era obvio que no estaría, ellos solo eran una pareja que tenía sexo, no había necesidad de preocuparte por la salud de uno de sus revolcones
-Kise-kun…- Kuroko, decidió que era el momento de decirle lo del bebé al rubio.- No es una simple gripe lo que te tiene de esta forma…- todos se asustaron pensando en las palabras que la pequeña sombra usaría.- Kurokocchi, es grave verdad? Es por eso que están aquí conmigo? - ante las palabras del rubio Takao se acercó con rapidez se sentó junto a él rubio en la cama y pozo la mano en el aún plano vientre del rubio- Mi pequeño o pequeña no solo tendrá un primo, no solo el bebé de Akashi será su primo…- Una sonrisa creció en la boca de rubio, estaba embarazado, tendría un bebé, él y Aomine serían padres, en ese minuto todo se quebró, Aomine no estaba con ellos y él estaba embarazado, gruesas lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas.- Aminecchi lo sabe?- nadie quiso responder – Midorimacchi, por favor necesito saber, él sabe de este bebe?.- el peliverde solo asintió, él no era capaza de mentir, los sollozos se hicieron más fuertes, el moreno lo había abandonado, incluso sin que él se enterara, a él y a su hijo, debe estar furioso, quizá le pediría abortar o que no querrá verlo nunca más, intento ponerse de pie, pero un tirón en el bajo vientre se lo impidió, puso su mano sobre el punto donde sintió el tirón -… duele …- dijo, mientras un gemido de dolor de oía por parte del rubio- Kise maldición no puedes quedarte quieto…- esa voz los hizo quedarse sin aliento y en shock, parado frente a ellos estaba el moreno con cara de preocupación y enojo.