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Esto solo pasa en San Valntín por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Amo esta pareja y despues del cap 7... me gustan más... y aunque no sea yaoi, yo lo veo en cada capitulo donde son parte, les comparto mi amor 

Takao estaba más que emocionado, era San Valentín, no tenían clases en la universidad, no había que trabajar, nada, ese hermoso día sería solo para él y para Midorima.

Se levantó saltado de la cama sumamente feliz, sin notar como la sabana se quedaba enrollada en su tobillo y lo hacía caer de boca al piso.

Eso no era nada bueno, pero nada bajaría su nivel de alegría, él aprovecharía cada segundo del día junto a su amado Shin-chan, pero al salir del cuarto sus escaleras dijeron lo contrario, ya que bajando al tercer peldaño se resbalo dando con todo el trasero con todos los escalones, su madre, padre y hermana salieron presurosas al notar la situación de su querido Kazu-chan.

1 hora más tarde, con el cuerpo agotado entre accidente y accidente, decidió llamar a su novio, sentía ganas de llorar, se había cortado, caído, golpeado, quemado y mordido, en lo que iba de mañana, solo quería que su novio llegara lo más pronto posible.

Después de 5 intentos de llamar a su novio, el moreno decidió darse por vencido, quizá su peliverde había decidido dormir un par de horas más, dado que tenían el día libre.

Se despidió de sus padres y hermana prometiendo cuidarse, los padres del ojos de Halcón estaban al tanto de la relación que guardaba con el peliverde y agradecían que alguien tal descuidado como su hijo pudiera estar con alguien como Midorima.

Volvió a llamar al mayor, pero nada, no tenía respuesta, no pudo evitar deprimirse, la verdad es que perderían toda la mañana si el peliverde no aparecía pronto.

Takao se fue a su cuarto bastante deprimido, tomo el pequeño cuaderno escondido bajo su colchón, había planeado todo para ese día, desde el desayuno que tomarían juntos, la película que verían, el almuerzo que prepararían, irían al parque a jugar un partido de basquetbol y luego harían el amor, pero de eso ya había perdido la mitad, empezó a tarjar una tras otra las actividades.

Ya a las 4 de la tarde, con todos los dedos cortados, pudo sentarse a almorzar algo de lo que quedo del arroz que intento preparar, todo se quemó, como era que pudiera tener tan mala suerte justo ese día, y en ese minuto Kazunari lo entendió, si había algo que movía a Midorima sobre viento y marea era el horóscopo.

Prendió la televisión buscando aquella información que debió revisar ya muchas horas antes.

-MIS HERMOSO CANCER USTEDES SE ENCUENTRAN EN EL PRIMER LUGAR FELICITACIONES…su color para hoy es el rojo y el objeto de la suerte es algo regalado por una persona especial.

-Eso era bueno, al menos Shi-chan estará teniendo un buen día…- dijo en voz alta.

-En el último lugar de la lista se encuentran nuestros queridos escorpiones, mis amores lo siento tanto, pero no será un buen día para ustedes, su color para hoy es el verde y su objeto de la suerte es una rosa roja, mucho suerte mis niños y recuerden que aunque se sienten un poco solos son amados… besos.

No pudo evitar suspirar, esa era la razón, Midorima lo evitaba, siempre que Kazunari se encontraba en el final de la lista, pero no pensó que ese día también preferiría al horóscopo que a él.

Subió a su cuarto, quería dormir, solo eso y que llegara mañana, olvidar el maldito día de San Valentín.

Se intentó dormir, pero nada parecía estar resultando, se giró viendo el regalo recargado sobre la pared, se levantó pesadamente, le había costado tanto elegir un regalo digno para su peliverde, quería entregárselo, ver el rostro y los gestos del de lentes, eso no pasaría.

Sintió las lágrimas que corrían por sus mejillas, no supo en que minuto empezó, pero no sentía ganas de detenerse, apretó el regalo contra su pecho y tomó el teléfono nuevamente, 25 llamadas y el peliverde no se había dado por aludido, marco otra vez.

-Hola, Takao…. yo

-Hola Shin-chan… neee debiste llamar

-Takao que te ocurre?

-Es que yo… yo lo planee…pero me caí, queme la cocina, tú no viniste y el regalo…. Además es mi culpa de ser escorpión… no debí nacer…- jadeo, sentía su pecho oprimirse, peor ahora, se sentía ridículo le había dicho a Midorima todo, cuando el peliverde debía mantenerse alejado.

-Llego en 10 minutos…- el peliverde corto, dejando a un lloroso moreno.

Cuando el timbre sonó sus ojos estaban sumamente rojos, las lágrimas bajaban caudalosas por sus mejillas.

-Takao, que te paso?- se acercó tomando las manos heridas entre sus manos.

-No es nada Shin-chan, es mejor que te vayas, yo no tengo buena suerte hoy, no puedo contagiarte mi suerte… yo…- las lágrimas bajaron con prisa.

-Takao…

-Vete! Por favor vete! Yo no quiero que duela… te llame tantas veces… te llame… debiste avisarme…. Yo te extrañe, me dolió tanto no tenerte… me dolió… te extrañe…estaba solo… no valgo más que el horóscopo…no valgo más que tu carrera…no valgo más que nada para ti... no soy nada para ti… no soy nadie…nada para ti…

El peliverde lo rodeo con fuerza y le hablo al más pequeño con una sonrisa en los labios.

-El color de la suerte de escorpión es el verde, como mi cabello y el objeto es una rosa roja, yo no encontré rosas por la fecha, no había en ninguna florería, tuve que salir muy temprano para poder entregarte esto…- le entrego 7 rosas rojas.- son 7… sé que no es mucho, pero …

-Donde está tú objeto de hoy Shin-chan?

-Me dirás que no lo ves Kazunari… esta camiseta es un regalo de la persona más importante de mi vida y del color de la suerte de hoy… -levantó el rostro de su pareja con el pulgar.- lamento haber tardado y no haber llamado, no quería llegar aquí con las manos vacías…sacando de su bolsillo una pequeña cajita…Kazunari, se mi esposo?- el moreno solo pudo volver a llorar, mientras asentía de forma desesperada.

Tomó el cuerpo del moreno entre sus brazos, como una princesa, con cuidado lo dejo sobre las colchas y agrego con un profundo sonrojo.- yo… te he extrañado Takao…permíteme…permíteme tenerte Kazunari.

El peliverde con una delicadeza muy grande le quito las prendas al moreno, besando cada trozó de piel con sus labios, segundo a segundo los cuerpos de ambos se deseaban.

-Shin-chan… por favor…no me dejes nunca… me sentí tan solo sin ti…

-Nunca Kazunari… nunca…

Cerrando con un beso ese amor que se demostrarían a lo largo de la noche.


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