-Aah!! ¡Ha pasado tanto tiempo desde que pude salir a pasear!
Alegremente abría Ichiru sus brazos al aire caminando por la calle sin las prendas de su uniforme, transitando por ese pueblo cercano a la Academia.
-Ser de uso al Director tiene sus beneficios, ¿no crees, papá? –alegre sube al bajo muro de protección de ese puente-
-No realmente. –opina Zero para nada entusiasmado-
-Vamos, vamos! No seas tan aguafiestas. –salta para acercársele–. Tú deberías tomar esta oportunidad para extender tus alas.
-Pero qué...? –arquea su ceja por tales palabras que ese Director logró meter a la cabecita de su hijo–. No tengo alas que extender... -_-
-Por qué eres tan sombrío, papá? ¡Vamos, vamos! –de la muñeca lo sujeta para salir a correr en esa calle, arrastrando a su padre-
Noche 5a Festejo bajo la luz de la Luna.
-Déjame ver.., que más quiere el Director que compremos... –exclama Ichiru con esa hoja de papel en su mano-
Mientras que Ichiru leía la lista escrita de la mano de Cross, su padre se encargaba en llevar los paquetes.
-Compra hígado de res, verduras...
-Algo más? –suspira Zero con ese largo paquete envuelto apoyado sobre uno de sus hombros-
-Ah, mira, papá! –curioso se acerca el pequeño a ese puesto de ropa al aire libre, pasando sus manos por esas prendas colgadas-
-Deberíamos regresar a la Academia antes de que oscurezca. –opina ojeando el cielo-
-No te preocupes. Esta noche la Clase Nocturna va a descansar y no dejara los dormitorios. –gira a verlo sonriente, sonriendo a ojos cerrados-
-... –se contagia un poco por la alegría de su hijo. Suspira avanzando–. Te invito a comer algo. Si no te apuras te dejo. –avanza-
-Espérame, papá!
Una enorme copa de helado, galleta, chocolate y frutas se había puesto delante de ese menor sentado, que se relame los labios. Algo sorprendente, ya que su padre amaba en prohibirle comer dulces, siendo bastante rígido con su "adecuada" alimentación.
-Itadakimasu! –alegre sonríe tomando esa cuchara-
-Comeré Shio Ramen.
Detiene Ichiru esa cucharada de helado a su boca por tal pedido. Se supone que era una cafetería ¡Su papi debería cambiar sus gustos! Suspira, nadie lo cambiaria. Mejor se pone a devorar esa copa antes de que cambiara de opinión.
-Ichiru, el mundo no está lleno de vampiros inofensivos como Kuran Kaname. –opina bebiendo de ese café antes de recibir su pedido-
-Eres un bocón. –hace un puchero–. No estoy asustado en absoluto. –finge valentía–. Papá
-Hm? –más sereno bebe otro sorbo-
-No sé nada sobre ti. Si tenías hermanos o a qué escuela fuiste antes de la Academia Cross. Ni por qué empezaste a odiar a Kaname-senpai... ¿Ni quién es mi madre... o padre?
Abre de golpe Zero sus ojos por esa pregunta hecha tímidamente. No atreviéndose a sostenerle la mirada.
-Disculpe que interrumpa. –se acerca tímida una mesera con una jarra de agua– ¿Podría saber si eres estudiante de la Academia Cross? –consigue la extrañeza de esos ojos– ¿Tengo razón? ¡Lo sabía! Luces diferente a otras personas.
-Este... ¡Por favor no! –intercede Ichiru-
-Como esperaba, la gente de esa clase es diferente. ¿Conoces a Aidou de la Clase Nocturna? –continua con su amabilidad–. El ama las cosas dulces, a veces viene aquí. Por favor, dile que es bienvenido a venir aqu...
-Te esperare fuera. –se incorpora el albino mayor llevándose consigo los paquetes–. Luego regreso por ti, Ichiru.
-Sí... Ya te alcanzó, papá. –accede en tristeza-
Prefiere quedarse fuera de esa tienda a esperar a su hijo. Por completo le habia desagrado ese comentario de aquella mesera más que la misma pregunta de Ichiru con querer saber sobre su origen.
-"Mi cuerpo realmente... despide el mismo olor que esos sujetos" –piensa bastante molesto-
Precisamente es golpeado su cuerpo por una fuerte sensación, saliendo a correr.
-Tuve que tragarme ese postre, papá! –hace un puchero abriendo esa puerta–. Espero ser recompensado despu... ¿Papá? –ve a ambos lados, sorprendiéndose por ver esos paquetes en el suelo-
Preocupado sale por aquella dirección que fueron dejados esos paquetes, corriendo por esas estrechas calles. A dónde habría ido su padre. Preocupado asomaba su cabeza por cada calle, hallándolas solitarias. En medio de su preocupación, su brazo choca contra una escalera de metal cercana.
-Ay! –se queja, deteniendo sus pasos– ¿Acaso me abandonaras nuevamente?
Presiente Ichiru una amenaza, girando, asimismo sacando ese sable. Logrando atinarle a ese rostro aventándolo a un costado.
-Vampiro...?
-Tu sangre... huele bien.
Se petrifica por esa imagen aterradora de aquel hombre de exagerada dentadura, de largos cabellos cubrir su rostro y roja mirada. ¿Eso era un vampiro? Pero si Kaname y su padre no se veían así de aterrorizantes.
-Déjame beberla toda... –aprovecha la inmovilidad de su presa para arrojársele encima-
Es arrebatado su sable por esa presencia detrás suyo, hiriendo a ese vampiro, consiguiendo el roce de esa arma el debido alarido de dolor.
-No vaciles, hijo.
-Papá! –regresa en sí, girando a verlo– ¿Un... vampiro Nivel E? ¿Por qué hay un vampiro en esta clase de lugar...? –se pega asustado a su padre-
Repara Zero en esa mancha de sangre que su hijo cubría con su mano, prefiriendo alejarse de él un paso.
-Eras originalmente un humano ¿verdad? –inquiere Zero admirándolo, tomando con firmeza ese sable-
-Sí! ¿Y qué? –se les arroja ese vampiro encima-
Pero antes de poder herirlo, el cuerpo de ese hombre caído en la locura se separa violentamente a la mitad, colocándose Zero delante de Ichiru cubriéndole la vista. Convirtiéndose esas dos partes en polvo y mostrando al causante. Dejando ver a un joven rubio junto a su pelimarrón pareja.
Ambos reemplazando el uniforme de la Clase Nocturna por prendas que diferenciaban sus personalidades.
-Ichijou-senpai! ¡Shiki-senpai! –exclama Ichiru sorprendido-
-Bien, con eso terminamos... –muestra Ichijou una sonrisa mientras guardaba su katana en su funda-
-No me necesitabas de todos modos. –se encoge de hombros el inexpresivo Shiki, con ambas manos dentro de los bolsillos de su chaqueta-
-Por qué están afuera? Y haciendo esta clase de cosas... –ladea Ichiru su cabeza-
-Kiryuu-kun, es mejor que regreses pronto con Ichiru-chan a curar esa herida,... o excitaras nuestros sentidos. –bromea el rubio sonriendo–. Si te interesa, ven al Dormitorio de la Luna, hoy en la noche. –posa su ojos verdes en los ojos violetas del albino mayor– ¿No quieres saber los detalles de por qué nos ocupamos de ese vampiro Nivel E?
Ese par de jóvenes vampiros se alejan en medio de la anaranjada tarde, mientras ese par de albinos permanecían sin moverse, posando el curioso Ichiru su mirada en su padre, notándolo bastante pensativo.
* * * * *
En medio de esa noche, ese pelinegro de castaña gabardina se detiene frente a esa montaña de polvo sobre la pavimentada calle, en la que horas antes fue destruido ese vampiro Nivel E. Notando que la suela de su bota había alcanzado a pisarla.
Se hinca sin soltar de entre sus labios ese cigarrillo encendido, tomando un puñado de esa tierra entre sus manos.
-Cenizas....
-Mis creaciones originales. Hígado con vegetales fritos, estofado de pescado picado con vegetales verdes y otras cosas *O* –orgulloso describe Cross sentado en la mesa con su "hijo y nieto"– ¿Cómo están? ¿Bien?
Ninguna respuesta de ese par de albinos que solo se dedican a comer en silencio.
-Una de esas extrañas ocasiones en que los 3 podemos reunirnos a comer. Trabaje tan duro para preparar esos platos. :C –se deprime–. Mamá está triste. -_-
-Aun cuando dice que es "su creación original" esto está demasiado bueno para ser verdad.
-No te dije que no me tomaras como familia. Ni a mí ni a mi hijo?
Cada platinado da su serena opinión comiendo en silencio. Posando Cross su vista en esas dos generaciones distintas, prefiriendo sonreír, por lo menos ambos estaban comiendo. Prefiere tomar asiento.
-Ah, si, casi lo olvido. –saca de su bolsillo esa cajita– ¿Zero, ya te has acabado las que tenías? –le ofrece esas tabletas, ganándose la sorpresa de ambos albinos– ¿Por qué tienen esas expresiones? Aun cuando estas tabletas son para contener el apetito de sangre, de hecho es parecido a comer. –resta importancia con la mano-
Un demonio albino de cabello platinado se incorpora para devorar el alma de ese humano sentado. O en palabras más comprensibles, Zero quería matar a ese imprudente Cross que hablaba delante de su hijo.
-El Director debería saber que eso no era lo mejor para decir. –ignora Ichiru ese "próximo asesinato" para seguir comiendo-
* * * * *
Usando ese uniforme de la Clase Diurna buscaba con la mirada en medio de esa noche entre los árboles y arbustos plantados a cada lado del camino que lo conduciría al Dormitorio de la Luna, procurando no ser visto por su padre luego de habérsele escapado. Él se encargaría en saber sobre los vampiros. Sabría más y lo necesario para ayudar a su papi. Así tuviera que "colarse" a un lugar que le habían prohibido ir.
-Tal y como pensaba... Me seguirías.
Se detienen sus pasos de golpe por ver a su padre cruzado de brazos precisamente recargado en el muro al lado de esa puerta cerrada, y bastante sereno pese a haberlo desobedecido.
-No me detendrás en acompañarte. –firme confiesa Ichiru-
-Es casi imposible tratar de detenerte. –se resigna sacando su arma-
-Espera, papá! ¡No deberías entrar con un ataque en mente! –se escandaliza. Después bufa, nada haría cambiar de opinión a su padre-
Avanzan ambos albinos en medio de ese camino solitario. Deteniéndose Zero quien pega contra si a su hijo apuntando el cañón de Bloody Rose a esa presencia aparecer a su costado.
-Están aquí para darnos la bienvenida..., ¿Vampiros? –inquiere sin soltar a su hijo-
-Algo agresivo, no crees? –inquiere Aidou al costado contrario–. El Vicepresidente nos lo pidió, de lo contrario no habría venido.
-No siempre esperen lo peor de nuestra especie. Así que, vuelve a ser Prefecto. –muestra Kain una suave sonrisa conciliadora, alzando sus manos para sustentarlo, objetivo de esa platinada arma a centímetros de su rostro–. Aleja esa cosa peligrosa de mi. Nosotros los guiaremos al Dormitorio de la Luna.
Asombrado no podía Ichiru dejar de ver esos estudiantes sin sus uniformes blancos, habiéndolo sustituido por lujosas prendas, manteniendo la segura cercanía con su padre a causa de presentir esa repentina atmosfera cambiar.
-Ya están aquí. –opina Shiki en pie bebiendo de una copa de líquido color dorado-
-Para hacer qué? –opina Rima a su lado, usando un bello vestido-
Consiguiendo sus presencias la atención de cada par de ojos de los estudiantes de la Clase Nocturna. Incluso, uno de esos Nobles desde su posición, saca tres pequeñas dagas que sostiene entre una de sus manos.
-Ni lo pienses. –"aconseja" ese cercano vampiro de lentes a su compañero que saco esos 3 cuchillos-
Era como si se quitaran sus máscaras y disfraces en la profundidad de esa noche, mostrando unos rostros completamente distintos de los que mostraban en la escuela, exhibiendo esos vampiros su verdadera apariencia.
-Qué? –_- –inquiere Aidou admirando a ese pequeño que atentamente lo observaba-
-Nada. –_- –piensa mientras que su padre admiraba los alrededores si intimidarse–. "Esos dos no parecen haber cambiado nada". –piensa-
-Vicepresidente Ichijou, le traje dos personas. –pone al tanto Kain acercándose hacía donde se hallaba el nombrado-
-Vinieron, Kiryuu-kun, Ichiru-chan! ¡Esta noche es mi fiesta de cumpleaños! *V* –alegre saluda Ichijou delante de esa larga mesa llena de pasabocas y un enorme pastel de 5 pisos–. Por favor, disfrútenlo.
-Puedo saber... ¿qué edad tiene? –curioso pregunta Ichiru-
-En termino de años humanos o de vampiros? ^u^
-Vampiro...
-Ya tengo 18 años. Ya soy todo un adulto, pese a que mi pareja es menor por unos años... –infantilmente dice–. Así que como regalo, aceptaré un beso de Kiryuu-kun.
-Ah? Oo –sorpresa en el pequeño Ichiru-
-Uh? –gira Zero su cuello a la dirección que fue usado su nombre. Admiran a ese rubio sin gesto en su rostro–. Es mejor que nos vayamos. –zanja serenamente-
-No, papá! ¡Quiero saber! Hemos venido a averiguar lo que paso más temprano. Además de que dejar las reglas en contra las regla...
-Más directo que su padre. –cambia su sonrisa infantil a una madura–. Está bien, pregunta. Todos aquí saben sobre eso.
-Quiere decir que vampiros peligrosos están por las calles...?¿Por qué asesinó a ese nivel E, aun cuando ambos son vampiros?
-No son lo mismo que nosotros. –intercede Aidou tomando una copa–. Son aun más bajo.
-Aidou! –reprende Ichijou–. Ichiru, en la sociedad de vampiros, aquellos en lo más alto son llamados "Sangre Pura" y un número de vampiros son llamados "Nobles". Todos los de la Clase Nocturna somos Nobles. Bajo ellos, solo están vampiros ordinarios. Son aún más bajos los vampiros que fueron alguna vez humanos.
-Para ponerlo de forma correcta, es la clase final. –informa Aidou–. Hablando de eso, Kiryuu tu también deberías saber de esto, un miembro de una familia de Caza Vampiros.
-"¿Papá... es un cazador? ¿Pero...?" –piensa extrañado ojeando a su padre-
-Vampiros Ex humanos... –da Zero su primera intervención–. Se hundirán eventualmente al Nivel E. Su voluntad se debilita poco a poco hasta que alcanza el "final" su "límite" o su "ruina".
-Es así. Entonces tendrán una sed incontrolable de sangre atacando humanos imprudentemente. Debido a esto, tienen que ser controlados por los Vampiros Nobles. Pero a menudo ocurre un contratiempo... –baja el Vicepresidente su mirada–. Algunas veces un Nivel E escapa de nuestro control y ataca a la sociedad humana.
-Los nacidos de vampiros y los vampiros que fueron humanos son seres completamente diferentes. No quiero que nos pongan junto a ti. –arrogante dice Aidou viendo a Zero-
-Esa forma de hablar es cruel! –defiende Ichiru a su padre-
-Hoy oí un reporte que decía que un Vampiro Clase E vagaba afuera. –intercede Kaname en pie al inicio de esa escalinata dentro de ese balcón bajo–. Ichijou y Shiki fueron a cazarlo. Por orden mía.
-Qué Kaname-sama apareciera en la reunión esta noche, es algo muy extraño. –opina Kain, no prestando atención al gesto de desagrado de Aidou-
-Kaname-senpai... a ese vampiro... –se asombra el albino menor sin dejar de verlo-
-Ichiru, por que no reportaron esto al Director Cross.
-Yo... Pues, le dije a papá... –balbucea sin dejar de ver a castaño–. Es que después de escuchar las palabras de Ichijou...
-Ichiru, venir a este lugar peligroso...
-Quise acompañar a papá. También... quería confirmar esto por mí mismo. –confiesa tímido a cambio-
-Por ti mismo ¿no es así? –peina su flequillo delantero–. Venir a este lugar con Kiryuu. –lo ojea, notando al albino mayor con su mirada desviada–. Vengan aquí Ichiru y Kiryuu-kun. –se mueve hasta acercarse a un sillón y tomar asiento. Avanzan ambos albinos en silencio–. Ichiru, ven, siéntate a mi lado.
-Eh? Aquí estoy bien. –niega educadamente, ojeando disimuladamente a su distraído padre-
-A Kiryuu-kun no le molestara. –sonríe suavemente–. El lugar más seguro es a mi lado. –ofrece su mano-
¿Por qué su padre no decía nada? Por sobre su hombro observa a su padre en pie, quien solo observaba a los vampiros a su alrededor. Aparentemente no le molestaba aquel ofrecimiento. Tímido accede a apoyar su mano contra la del mayor, siendo acercado, sentándose a su lado encogiéndose en su puesto.
-Fuiste herido por ese vampiro, verdad? –rodea tras la espalda al menor, deslizando su mano hasta ese pequeño brazo-
-No, es porque fui descuidado. –persiste su timidez, viéndolo-
-Los vampiros Ex Humanos nunca debieron haber sido creados. Pero hace mucho tiempo atrás, cuando la batalla entre los vampiros y sus enemigos los cazadores de vampiros estaba en su peor momento, algunos vampiros convirtieron a los humanos a su propia especie para incrementar su capacidad de batalla. Desde ese entonces, la Nobleza ha tomado el deber de controlar lo que queda de esos vampiros...
Ichiru traga grueso por ver la manga de su negra chaqueta con el uniforme de la Clase Diurna ser remangada, exhibiendo ese vendaje que protegía su herida, quitando esa tela que cae de su piel al sillón.
-Cazar un vampiro es una responsabilidad de un cazador. –interviene Zero-
-... –inexpresivo observa de reojo a ese albino que se acercó– ¿Entonces por qué no lo mataste en ese momento? –regresa sus ojos castaños al menor. Pero había conseguido que ese cazador en pie abriera sus ojos en sorpresa–. Déjame quitar el dolor de tu herida.
Flexiona ese brazo infantil que acerca a sus labios, ganando el debido bochorno de ese menor que admiraba con sus grandes ojos violetas sus acciones, escuchándose después un sonido metálico. Seguido de ese cañón de Bloody Rose ser apuntado a escasa distancia hacía ese Sangre Pura. Asimismo, esos dedos de esa mano femenina quedan a centímetros del cuello de Zero, tratándose de la inexpresiva Seiren. Quedando cada Noble a la defensiva.
Posando Ichiru sus ojos violetas hacía la mano de la escolta de Kaname en sorpresa. Trasladando después su vista a la inexpresión en el rostro de su padre.
-Seiren, está bien. Soy yo el que hizo algo que no debía. –libera la mano de Ichiru, "serenándose" esa escolta que aleja su mano-
-Papá... –suspira aliviado, sin dejar de verlo-
La mirada de Zero se conecta con la de Kaname, frunciendo a cambio su ceño, bajando después ese cañón.
-Eso me dio un susto... –suspira Ichijou en alivio-
-Se atrevió a apuntar con un arma a Kaname-sama. –cruza sus brazos Aidou molesto–. Kiryuu, ese bastardo... Ni siquiera cortarlo en pedacitos me satisfacería.
-Olvídalo, Aidou. En realidad no puedes hacer nada. –trata Kain de calmar a su pareja-
-Ah, trataré de soportar esto, mientras estoy en la escuela.... No iré contra el Tratado de Paz del Director Cross. –le responde a su pareja–. Pero no lo olvides, Kiryuu Zero. –frunce sus rubias cejas Hanabusa–. Es solo por la presencia del Vampiro Sangre Pura Kaname-sama que nos reunimos aquí en la Academia.
-"Kaname-senpai es Sangre Pura.... Al igual que el vampiro que atacó a la familia de Papá". –posa sus ojos violetas en ese castaño, admirándolo atentamente con cierta tristeza–
-Tu cara dice que es la primera vez que oyes esto ¿Asustado?
-... –lo observa en silencio con inocencia–. De hecho... ahora, un poco. –aleja Ichiru su mano tímido-
-Okayy!!! –choca Ichijou sus manos para llamar la atención–. Olvidaron que es mi cumpleaños, hay que celebrarlo ¡No importa si son Ichiru o Kiryuu-kun, son aún mis invitados de honor! ^_^
-Una expresión tan seria ¿Está en una etapa de rebeldía? –inquiere Yagari con aquella foto en su mano, perteneciente de ese par de albinos–. 7 años desde entonces ¿eh? ¿Quién iba a pensar que aceptaría a ese pequeño. –deja esa foto a un costado-
-No es hermoso Ichiru. Es igual de fuerte y testarudo al papá. –orgulloso exhibía Cross esos variados álbumes de fotos con ambos albinos de protagonistas-
-Hoy había un Clase E andando por las calles.
-Ah, sí. ¿Hiciste tu trabajo? –recobra Cross seriedad-
-No bromees. Fue convertido en cenizas de inmediato. Esto fue obra de tus alumnos de la Clase Nocturna. O ¿había alguien Noble por aquí?
-... –ríe Cross–. Claro que no. Nuestras reglas establecen que los alumnos de la Clase Nocturna no se les permite salir.
-Los únicos que deberían cazar vampiros somos nosotros, los cazadores de Vampiros.
-En cuanto a todo esto ¿para que has venido? –ladea su cabeza Cross sin bajar esas fotos-
-Por supuesto que para ver a Zero. –avanza a la puerta-
-Qué malo ¿No me extrañaste? –_- –hace un puchero de desagrado, golpeándolo la depresión-
-Y lo segundo, ¿El nombre Keira te dice algo? –saca un cigarrillo que sostiene en su boca-
-Qué? –levanta Cross de golpe su cabeza-
La música hacia su aparición en aquella celebración, continuando la Clase Nocturna en departir. Continuando ese pequeño albino sentado al lado de ese castaño, sobresaltándose por ver como esos alumnos compartían su sangre entre ellos con ayuda de sus propios colmillos y bebían de esas tabletas que debía igualmente tomar su padre. Quien precisamente se hallaba recostado contra el muro con sus brazos cruzados.
-Una torta tan grande... ¿Seguro que puedes comerlo solo? –inquiere Shiki por ver ese trozo ofrecido a él de parte de Ichijou-
-Shiki, te gustaría intentarlo. Dame tu mano. –a cambio, sujeta Shiki el mango jalándolo con fuerza–. Me cortaste...
-Perdón. –dice inexpresivo. Entre su mano toma la de su pareja, acercándola a sus labios–. Qué desperdicio.
Sus ojos verdes ven como ese chico un par de años menor cerraba sus párpados y acercaba su lengua retirando el rastro de sangre, tragando grueso para no jadear allí mismo.
-Lo hiciste a propósito, verdad? –inquiere el rubio tomándole el mentón, acercando su rostro contra el suyo, besándolo-
No puede ese albino seguir soportándolo, por eso se retira, notándolo Ichiru que se incorpora.
-Quédate aquí, Ichiru. –interrumpe Kaname esos pasos-
-Pero...
-Ichijou, cuida a Ichiru. –se incorpora retirándose-
-Uh? Claro, Kaname. –se aparta de su pareja llevando consigo ese plato de torta–. ¿Me ayudarías a comer este trozo? –se interpone, impidiéndole al menor seguir a Kaname–. A Shiki y a mi nos encantara compartir contigo.
-"Qué extraño, mi herida ya no me duele". –piensa Ichiru viendo su brazo-
-Kaname-sama se retira? –murmulla Aidou siguiendo con la mirada a ese castaño que tomo otro camino-
Sintiéndola completamente pesada se deshace Zero de su chaqueta, arrojándola en medio del camino, incluso desanudando el nudo de su corbata, acercando su mano a aquel tatuaje en su cuello que ardía. Rápidamente saca aquella caja de tabletas en medio de sus carrera.
En silencio avanzaba por ese camino solitario, habiendo logrado despistar al resto de Nobles. La suela de su zapato choca con un objeto. Se agacha a recogerlo.
-Tabletas de sangre. –murmulla-
Busca Kaname con la mirada, reconociendo a ese albino al lado de ese estanque rectangular. En suaves pasos se acerca, pudiendo ser más clara la imagen de ese débil cazador arrodillado en el suelo necesitando sujetarse con uno de sus brazos de la valla de protección de mármol cerca a esa piscina, escuchando claramente el imperceptible choque contra el suelo de esas tabletas deslizarse de entre esa mano, exhalando con su boca abierta. Seguido de encorvarse y cubrir con su mano su boca, tratando de reprimir esas fuertes nauseas. A cambio, rodea Zero su vientre con su otra mano mientras regurgitaba, cayendo esa saliva mezclada con ese par de tabletas al suelo, a pocos centímetros de sus rodillas.
-Tu cuerpo rechaza las tabletas, no es así? –inquiere Kaname hincándose a su lado-
-Desde aquella vez que ataque a Ichiru... cuando llega la noche, tengo que tomar una de estas... –jadea Zero contra el muro, encorvado a adelante–. Pero siempre me dan repugnancia...
-Quiere decir... –lo toma de los brazos para alejarlo de esa valla obligándolo a verlo– que no has tomado ninguna desde aquella vez?
-... –niega viéndolo. Sacude su cabeza por sus ojos haberse desviado a ese cuello delante suyo–. Aléjate, Kuran.
-Por un momento dejaras de alejarme y mejor pensaras en Ichiru? ¿O piensas que estos ataques no se repetirán?
-Entonces que pretendes que haga?!
-Conoces tú la respuesta. –seguro lo observa-
-Ser tu maldito esclavo, a eso te refieres. Tener que someterme a ti... ¡Agh! –jadea, cambiando sus ojos a rojizos-
-Por qué me ves como tu enemigo? –le toma Kaname la mejilla, no intimidándolo esa fiera mirada-
Levanta su roja mirada para verlo, irremediablemente dando nuevamente con ese cuello. Inconscientemente se acerca sacando su lengua. Arrastrándola por esa piel con ansiedad con sus ojos cerrados, agitándose su corazón por su órgano gustativo sentir el palpitar en aquella sensible parte del cuello, no mostrando ese castaños ganas de alejarlo.
-No... –presiona sus dedos alrededor de esos brazos, cerrando fuertemente sus párpados–. Aléjate. –detiene ese nuevo lengüetazo que quería dar a ese cuello-
Se incorpora Zero para alejarse e impedirse caer en esa locura que lo consumía por años, impidiéndoselo la mano de Kaname en su muñeca. Forcejea débilmente, aproximándose al borde de esa piscina.
-Basta... –trata de alejarlo, siendo sus manos inmovilizadas–. Basta... ¡No quiero hacerte daño!
Kaname se detiene por esa confesión, admirando fijamente esos ojos aún rojos. No había sido olvidado por completo por ese albino.
-Tampoco yo quiero lastimar...
-Aléjate, vampiro!
Escuchan ambos ese aviso seguido del seguro de un arma ser quitado. En un movimiento rápido se interpone Zero frente a Kaname, escuchando ese balazo a centímetros de su posición, recibiéndolo su espalda. Asombrado admira el castaño ese rostro albino de cejas levantadas, perdiendo el equilibrio y dejándose caer al agua.
-Zero! –doble llamado preocupado-
Se arroja Kaname al agua por ver ese cuerpo hundirse, lográndolo tomar. Emerge con ese inmóvil albino, recostando esa cabeza platinada en uno de sus hombros.
-Zero. –posa sus ojos en ese rostro de párpados cerrados-
Se preocupa el castaño por esa enorme mancha de sangre abarcar gran parte del agua cristalina, posando su vista en aquella joven ubicada en el borde de ese estanque. Empieza a congelar el borde hasta llegar a la suela de esas botas de esa pelinegra de ojos miel, misma que retrocede un paso con esa escopeta en su mano.
-Kaname, no... –balbucea Zero, estrujando su mano esa camisa del castaño-
-Ni siquiera pensé que con esta arma eliminaría a un Sangre Pura de tu rango... Kuran... –apuntaba ese pelinegro su escopeta al castaño-
-Maestro... Keira. –por sobre su hombro ve Zero a ese par de pelinegros-