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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Y respecto a Kaname/Zero. Ya que fue el tema de la mayoría….

Tengo una justificación. Incluso yo misma me canse que pusieran al “chupasangre”, como cariñosamente le dice Zero a Kuran, de Seme, y a Zero como un Uke sumiso. Y una tarde sin tener nada que hacer me puse a pensar la típica pregunta… ¿Qué tal….? ¡Y voila! Es lo que tienen ahora… ^_^

Final de la ITemporada de este fic basado en el manga de Matsuri Hino-sama. ^u^

Espero les guste. Y no ser asesinada por ustedes.

 

 

 

 

 

-Ya te decidiste? –ladea Maria su cabeza sentada sobre aquel lugar-

-Si sabes como salvar a pa... a Zero... –se corrige Ichiru tímido–. Me ofrezco a cambio de Kaname-senpai.

-Eres un buen niño. Ven, Ichiru. –estira su brazo ofreciendo su mano dulcemente-

Atemorizado observa a esa chica, sin embargo accede a acercarse, bajando su cabecita.

-Pensé que pensarías sacrificarte. –le toma con sus manos sus blancas mejillas–. No tengas miedo. No te haré daño.

-No tengo miedo porque sé que mi sangre salvara a papá y a Kaname-senpai. –confiesa sin dejar de ver directamente esos ojos rosáceos-

-Hm... –frunce su ceño ladeando su cabeza–. Sabes... yo fui quien le dio desesperación a tu padre. –confiesa cambiando la tonalidad de sus ojos, apareciendo los celestes–. Ojos que miran directamente a los míos... Me recuerdan a Zero-chan cuando era un niño. –arrastra su palma por ese flequillo platinado de esa pequeña oreja-

Siente Ichiru ser tomada una de sus manos, siendo sentado junto a Maria.

-Has sido protegido con tanto cariño... Te envidio. –continua "Maria" peinando esas hebras platinadas-

-Me envidia? ¿Usted que es una vampira?

-Crees que los Sangre Pura son felices..? –acerca su rostro a ese infantil, a cambio, retrocede Ichiru confuso. Cierra sus párpados–. Está bien, te dire como salvar a tu padre.

En ese momento, unas pisadas se dejan oír, posando Ichiru sus ojos en ese escolta de máscara quien sostenía entre sus brazos un cuerpo.

-Esos chicos se retiraron obedientemente. –pone al tanto ese sujeto que sostenía ese cuerpo femenino–. Por supuesto. Han sido criados apropiadamente. Saben que no es apropiado lastimar el cuerpo de una Sangre Pura.

-Ese es mi verdadero cuerpo. –abre "Maria" sus ojos, mostrando su tonalidad rosácea–. No es tan fácil salvar a Zero.

 

 

-Está bien haberlo dejado ir? –inquiere Aidou admirando esos fragmentos cristalinos amontonados en el suelo de aquella subterránea estancia-

-No podemos hacer nada hasta saber que es lo que Kaname-sama quiere. –suspira Kain a su lado con las manos en los bolsillos de su pantalón–. Aunque debemos reportar esto al Presidente del Dormitorio primero, supongo.

-Tienes razón. Hazlo, Akatsuki.

En silencio se aleja el anaranjado quedando Aidou sin dejar de observar esos restos.

 

 

 

 

 

Noche12 El destino de la Sangre.

 

 

 

 

 

-"¿Esta dormida?" –piensa Ichiru sin dejar de ver a esa mujer sobre los brazos de aquel hombre-

-Ese niño... –se aproxima Maria hasta esa mujer dormida tomándole la mano-

Se atemoriza Ichiru por ver como esa mujer abría sus ojos dejando ver una tonalidad rosácea idéntica a la de Maria.

-...perdió a sus padres por mi culpa. –dicen a la vez sonriendo con inocencia con una mano entrelazada-

Cierra Maria sus ojos, desestabilizándose su cuerpo hasta caer sin conocimiento sobre el diván, al lado de Ichiru, que no puede creer lo que vio y escuchó.

-Usted mato...? –balbucea bastante asombrado-

-Sí. Yo y mi esposo. –baja Shizuka de brazos de su escolta, tocando el suelo con sus desnudos pies–. Lastimosamente yo no podré salvarlo. Pero si sé cómo. Él debe beber la sangre de Jun Kurenai.

-Jun Kurenai?

-Sí. Beber la sangre de su creador. Mi esposo. De esa manera Zero no se convertirá en un Nivel. Se volverá un verdadero vampiro. Deja el cuerpo de Maria en la cama. –ve por sobre su hombro a ese silencioso escolta-

Acata la orden, tomando el cuerpo de esa menor entre sus manos llevándosela. No sin antes dedicarle una ojeada a Ichiru, luego de hacerlo, sale

-Yo sé dónde está Jun. Pero primero debes darme algo a cambio. –se sienta a su lado–. Debes darle tu sangre a la pobre de mí. Estoy siendo perseguida y necesitaré fuerza. –le toma las mejillas dulcemente–. Para eso, tú sangre inocente es necesaria.

-Perseguida? ¿Por un cazador...? ¿Usted lastimará a uno de los estudiantes de la Clase Diurna? –inocente inquiere sin dejar de verla-

-Tú sangre es suficiente. –desabotona ese traje, abriendo ese cuello y dejando a la vista ese delgado conducto–. Ya debes haberlo entendido ¿cierto? Lo qué pasará cuando mis colmillos Sangre Pura penetren tu piel.

-... –asiente en silencio, pero seguro-

Cierra sus párpados tomando sus pequeñas manos con cierto nerviosismo. Aprovechándolo Shizuka para acercarse a ese infantil cuello.

Avanza Zero hasta ese marco sin puerta, paralizándose por lo que ve. Presintiéndolo la Sangre Pura que se detiene viendo de reojo a ese albino a varios metros.

-Aléjate de él, Shizuka! –saca su arma apuntándole-

Abre de golpe Ichiru sus ojos por ese grito.

-No! –se interpone Ichiru frente a esa mujer abriendo sus brazos– ¡No, papá!

-Ichiru, muévete! –ordena sin bajar su arma, frunciendo su ceño– ¿Por qué estás haciendo esto?

-Solo ella puede salvarte, papá!

-Esa mujer... me salvará?

-Me dijo que si sigo sus condiciones, lo hará. Dejarás de sentir esos "ataques". Estoy asustado pero... me convertiré igual que tú. –muestra una pequeña sonrisa–. Porque de esa manera... puedo salvarte.

 

 

Ichijou se siente jalado del cuello de su traje por un brazo, apartándolo de esa chica Clase Diurna que se torció el tobillo.

-Vicepresidente, por favor no lo lleves tan lejos. –reprende Kain suavemente, el causante de ese tirón– ¿Qué planeas hacer juntando a todas esas chicas? ¿No estás planeando comértelas, o sí? Además, eres pareja de Shiki.

-Qué grosero de tu parte, es amistad. Solo estoy siendo amigable. –hace un puchero el rubio de ojos verdes–. Y no metas a mi novio en esto... ¿Por cierto, cuál es el asunto urgente? –inquiere en seriedad sentado en el suelo-

-Esto es malo. Primero tengo que reportar esto al Presidente Kuran.

-Es así, eh? –se incorpora suspirando–. Kaname me dejo todo lo "relacionado con esa nueva estudiante". Pero si no tiene nada que ver con ella está bien. –mueve su mano en despedida. Se aleja ese anaranjado–. Espero que no sea un gran problema. –se incorpora suspirando-

-Oye Seiren, dónde está el Presidente de Dormitorio Kuran? –se acerca Kain a la escolta inexpresiva-

-Afuera en la terraza ¿Sucede algo? –ladea su cabeza-

-No mucho. –responde sin detener sus pasos a aquel lugar-

Abre Kain la puerta viendo ese balcón solitario.

 

 

-Retrocede, papá. –pide preocupado estirando sus manos al frente-

-No funcionara, hijo. ¿No es así, Shizuka? O puede ser a medio camino después de que te mate. –persiste en apuntarle, a cambio, ésta sonríe peinando con el dorso de su mano su largo mechón de cabello de su costado–. Muévete, hijo.

-No, papá. Retrocede tú. –le toma el brazo logrando bajar esa arma-

-Ichiru, basta! –le toma con ambas manos las muñecas infantiles– ¿Ahora que las cosas han llegado hasta este punto, me vas a decir que matar a un vampiro es algo malo? ¡Ella miente! ¡Nunca podrá salvarme! ¡No fue ella!

-Exacto. Fui yo.

 

Descansaba su cabeza sobre esa almohada, cubriendo su cuerpo bajo las sábanas, dentro de la protección de su cálido hogar, abriéndose sorpresivamente sus ojos de golpe. Levanta su torso de la cama nervioso. Confuso baja de su cama y sale de su habitación hasta ir a la puerta principal.

-Zero? –inquiere en un llamado la madre por ver a su hijo despierto pasar a su lado-

Mismo llamado que no le impide a ese menor acercarse a la madera y abrirla. Sorprendiéndose por ver dos figuras usando kimonos en medio de la nieve.

-Qué chico listo, se dio cuenta de nuestras presencias antes que sus padres. El heredero del Linaje Cazador Kiryuu, ne? –alarga sus labios exhibiendo un par de colmillos-

-Zero! salen los padres sosteniendo sus armas. Hiou Shizuka y Jun Kurenai.

-Shizuka y Kurenai? –repite el menor esos nombres, mientras era alejado hacia dentro de la casa por su madre-

-Ve a dentro, Zero. –insiste la madre pero solo consigue que quedara unos pasos tras ellos-

-Qué es lo que los trae aquí, Sangre Puras? –inquiere el padre-

-Es un simple mensaje del Consejo. Ser regresado un favor. –confiesa Shizuka inexpresiva-

 

Sangre, sangre por todos lados solo quedando él en pie, mientras era sostenido y sometido por esa mujer que tenía sus manos manchadas de la sangre de sus padres, misma extremidad que ella levanta dirigiéndola a su pecho. Le daría la estocada final con atravesar su corazón.

-Espera. –detiene Jun en pie frente a los dos sobrevivientes. Su esposa y ese chiquillo-

Zero aterrado ve como ese hombre de lacios y largos cabellos blancos de una muy clara tonalidad celeste metálica se le coloca delante, decorando sus labios igualmente la sangre de sus padres.

-Shizuka, ya tú te encargaste de los padres... yo tengo algo pendiente con el hijo. –alarga sus labios en una sonrisa-

Es soltado por esa mujer no logrando sostenerlo sus piernas, cayendo al suelo arrodillado sufriendo temblores de pánico, viendo como esa mujer se alejaba solo quedando con la compañía de sus padres muertos y de ese Sangre pura de sonrisa cinica, acercando las manos a su Kimono.

 

Abre Zero exageradamente sus ojos violetas por esa voz detrás suyo que con orgulloso cinismo se presentó, consiguiendo una sacudida de su cuerpo por esa voz, agitándose su corazón como sus sentidos, siéndole imposible a su vez no sentir nauseas.

-Estás siendo domado por ese niño, tonto...  –suelta una risilla burlona después– ¿Estás feliz de escuchar finalmente la voz de tu amo? Debes sentir que tienes que obedecerme ¿no?

Ichiru trataba de buscar con la mirada el rostro de dónde provenía esa voz masculina, obstaculizándole el cuerpo de su padre la visión.

-Tanto tiempo. Al fin mi voz puede someterte.

-No puedo ver... –trata de liberar Ichiru sus muñecas de esas manos, siendo imposible– ¿Papá..?

-Ah, eso está bien. Sostén a Ichiru de esa manera por un rato para que no nos interrumpa. Como vampiro soy tu "Padre" y amo. No puedes desobedecer las órdenes que te dé, Zero. Es porque poseo el "poder" de atar.

Escucha esas pisadas colocarse tras su padre que mostraba una ida mirada.

-"¿El "poder" de atar?". –piensa extrañado– ¡Papá, despierta! ¡Papá! –se sacude preocupado-

Sus actos se paralizan por sobresalir una mano detrás que rodea el cuello de su padre apartando el cuello de su camisa, mientras Zero continuaba inmóvil. Asimismo, un rostro cubierto por un antifaz se asomaba por esa curvatura, reconociéndolo como el "escolta" de aquella mujer.

-Papá! ¡Aléjate de mi padre! ¡Papá!

Sobre el cuello de Zero se presionan esos dedos de aquel Sangre Pura mientras era esa sangre arrebatada, rodeándolo un brazo fuertemente el torso. En medio de esa pérdida de consciencia, separa Zero sus labios liberando un leve jadeo. Mueve hacia atrás su cabeza por esa fuerte presión en su piel, bajo la mirada de ese asustado Ichiru. Es liberado luego de esa larga tortura, igualmente soltando las muñecas de su hijo, cayendo su cuerpo al suelo.

-Papá... –se arrodilla al lado de su padre. Asombrado ve esa mancha de sangre abarcar su cuello–. Es mucha sangre... –tímido no se atrevía a tocarlo o sacudirlo–. Papá, responde.

-Este cuerpo ha sido privado por 7 años de probar la sangre de mi niño preferido... –relame sus labios. Posa su atención en Ichiru– ¿También tú nos ofrecerás tu sangre, mi esposa debe estar hambrienta? ¿No es así, "mi amor"? –en tono burlón ladea su rostro con aquel antifaz a dirección de la nombrada-

Shizuka se levanta alargando sus labios en una sonrisa de complacencia, hincándose a la altura detrás del menor platinado, inclinándose. Pero, Ichiru admira como el brazo de su herido familiar se erguía, pasando de largo al lado de su rostro, alcanzando su mano el cuello de la mujer. Débilmente se arrodilla Zero sin soltar ese cuello que estrujaba entre sus dedos.

-Pero Zero. Deberías quedarte inmóvil como una marioneta. –finge inocencia esa voz masculina–. Sé que deseas matarla, pero no podrás mientras esa no sea mi orden. Es inútil... Suéltala. –suavemente ordena-

El menor ve de reojo la inseguridad en los dedos de su padre que no demorarían en soltar ese cuello enemigo, logrando ver la leontina de Bloody Rose sobresalir de su chaqueta. Por eso, nervioso y disimuladamente mete su mano sacando esa arma, colocándola sobre la palma libre de su padre que consigue cerrar sus dedos alrededor del mango.

-Ichiru, cierra los ojos y baja la cabeza. –le murmulla conectándose sus miradas– ¡No me quitaras a mi hijo!

Obedece el hijo, aprovechándolo el padre. Sin contemplaciones redirige esa cañón disparándose en la pierna, bajo la sorpresa de ambos Sangre Puras.

-¡NO ME QUITARAS NADA MÁS!

Le apunta a esa mujer descargando su arma, así como rodeaba contra si a su hijo. Rueda en el suelo con ese pequeño cuerpo entre sus brazos. Alejado de ese par respira agitado sentado en el suelo, sin alejar a Ichiru.

-No te atrevas a ponerle tus sucias manos a mi hijo. –respirando agitado admiraba a ese Sangre Pura que ocultaba su rostro tras esa máscara-

-No moriré con eso! –alarga Shizuka sus labios incorporándose sin importarle manchar el suelo con la sangre que provenían de esas heridas de bala-

Es arrojada una katana a dirección de ese Sangre Pura en pie, Jun, logrando atinarle en el brazo.

-Keira... –repara Zero en esa castaña sosteniendo esa funda-

-Al fin los encontré. –suspira aliviada la pelinegra aun con ese vestido-

-No has sido llamada, chiquilla. –opina Jun sacando si esfuerzo esa katana de su brazo, dejándola caer-

-Keira, protege a Ichiru. –se incorpora logrando estabilizarse pese a su pierna herida–. Terminare con esto... Sin importar qué.

-No, papá! –detrás de él se abraza a su cintura-

-Es mejor que te vayas, Shizuka. Adelántate. No he terminado de hablar con Zero y su pequeño hijo. –alarga sus labios en una sonrisa maliciosa-

Separa Shizuka ese moño de su kimono usando esa larga tela para defenderse, atacando a la pelinegra que le obstaculizaba la salida, arrojándose Keira a cambio como defensa; rodando por el suelo, aprovechándolo la Sangre Pura que a tiempo sale.

-Shizuka. –llama Zero a esa albina que huía, no pudiendo salir a correr a causa de ese pequeño aun abrazado a su cintura-

-Es horrible que me ignores así, Zero. Estoy seguro que quieres hablar calmadamente con la persona que no has visto en mucho tiempo.

-Keira, llévate a Ichiru y no le permitas venir. –ordena sin verlo-

-Pero y tú? –ninguna respuesta. Bufa resignada–. Vamos, Ichiru. –se acerca al menor apartándolo de su progenitor, cargándolo–. No tienes nada que hacer aquí.

-No... ¡No! ¡Suéltame, Keira-san! ¡Papá! –forcejea, siéndole inútil– ¡PAPÁ! –grita al verse fuera-

 

Ninguna lágrima liberan esos ojos violetas fijos a un costado mientras sentía ese cuerpo masculino pegado detrás suyo. Un último jadea de dolor liberan esos pequeños labios por esa repentina punzada, quedando entre abierta su boca como sus ojos violetas. Poco a poco perdiéndose cualquier rastro de conciencia y brillo en esos irises infantiles, hasta que finalmente se aparta ese Sangre Pura como ese par de colmillos que dejan su cuello dando paso al ardor.

-Agh... –jadea Zero débilmente acercando su mano en su pecho para presionar sus dedos-

Se incorpora mientras ataba su kimono, notándolo bastante manchado de sangre, limpiando con la manga de su propio brazo como si de una servilleta se tratara.

-Te ves como un niño y aun así haces tal expresión. Eres la segunda persona que me encara con fuerte emoción. –opina Jun hincándose al lado de ese menor que aun poseía consciencia–. Pero ese es el precio que tú pagaras por tus padres. –relame ese albino la comisura de sus propios labios retirando ese último rastro de sangre-

-Debemos irnos, Jun. –avisa Hiou Shizuka desde el marco de la puerta–. Si no nos vamos pronto, podríamos encontrarnos con aquel Kuran.

-Los Kuran... Debió gustarles mi lindo regalo. –responde acercando su mano a esa cabecita platinada-

-No estás lamentándote, o sí? –muestra la mujer una sonrisa por las atenciones de su esposo con ese menor. Mucho más "dulces" que hacia ella-

-Estoy más que satisfecho, Shizuka. Porque conseguí desaparecer un linaje cazador pero también... porque he ganado algo interesante. –toma esa mejilla infantil frotando ese pómulo con su pulgar-

Ninguna respuesta de ese menor... Su conciencia se había ido, quedando solo un cascarón.

 

-Qué mal padre eres, haciendo llorar a un niño tan lindo así. No deberías hacerlo... –ladea su cabeza, moviéndose su corto cabello blanco con visos celestes–. Ichiru... ¿Así es como se llama, no? Bonito nombre.

-Cállate. No pronuncies su nombre.

-Hm... –libera una sonrisa cruzando sus brazos–. Debió ser difícil para ti cuidar y dar a luz a nuestro hijo a una edad tan... cómo decirlo "inexperta". Debiste aborrecerlo con todas tus fuerzas.

-Cállate. –frunce Zero su ceño en molestia-

-A pesar de que te has convertido en un vampiro, sigues tratando de ser un cazador, eh, Zero? –continua con su maliciosa sonrisa. Borra su cínico gesto por ese aroma llegar a su olfato-

-Puedo oler sangre... –exclama Zero extrañado-

-El aroma se intensificó... Shizuka. –desvía su mirada a un costado asombrado. Sale a correr a dirección de la puerta-

-Jun! –tras ese Sangre Pura corre-

-Papá... –grita Ichiru luego de "escapar" de Keira, teniendo su carita llena de lágrimas– ¡Papá! –corre abrazándosele–. Me alegra que estés... a salvo. Pensé lo p-peor.

-Hijo. –separándolo del suelo lo estrecha fuertemente, rozándose sus rostros–. No hay necesidad de que hagas tanto por mí. Estoy feliz de que tú también estés a salvo. Pero tienes que quedarte aquí. Yo regresaré. Te lo prometo. –lo baja, peinándole el flequillo con la mano–. Regresaré. –retira ese llanto con su dedo-

Se va, quedando ese pequeño Ichiru frotando uno de sus ojos.

-Papá... –exclama en dolor. Temía lo peor-

-Tú eres el hijo del Prefecto, no es así?

-Uh? –gira a ver a esa nueva presencia– ¡Kain-senpai! –se sobresalta por ese anaranjado penetrar– ¿Qué haces aquí?

 

 

Suspira ese pequeño albino que se incorpora de ese suelo manchado de sangre. Sale en medio de la nieve, sin saber a dónde ir, solo avanzaba en medio de la noche sin un punto fijo o claro camino en su confusa cabecita. Completamente confuso y perdido no prestaba atención a esas gotas de sangre que dejaba en cada pisada y manchaba la pulcritud de la "blanca arena" bajo sus pies descalzos. Inconscientemente se detiene por ver una presencia delante.

-No deberías andar así o podrías llamar la atención de seres indeseables.

No recibe ese pequeño Kaname respuesta de ese niño que solo lo observaba. Resopla decidiendo acercársele, viendo que no se mueve, solo se mantenía estático. Posa sus ojos castaños en ese cuello y hombros manchados exageradamente en sangre, al igual que esas desarregladas prendas de ropa.

-Esperemos que solo haya sido un Nivel E. –exclama Kaname para sí– ¿Todo está bien?....

 

-Shizuka... –exclama Jun Kurenai arrodillado, peinando ese rostro femenino agonizante-

-Parece que no muero tan fácilmente... –murmulla ella entre esos brazos masculinos–. Tú y yo, tan solo por un poco más, no íbamos a ser capaces de estar juntos. Nunca me amaste. Tú obsesión es ese chiquillo que ahora es tu sirviente. –levanta su mano acariciándole la mejilla con el dorso–. Pero Kuran Kaname también puso sus ojos en él. Zero no estará contigo...

-Pero lograre que lo haga. –toma esa mano de su mejilla que acerca a sus labios besándola-

-Hm... –sonríe ella por la respuesta y aquel gesto-

Abre Zero de golpe esa puerta, deteniéndose por ver a ese sujeto de pie sin esa máscara cubriendo su rostro, cargando entre sus brazos ese cuerpo femenino que se agrieta. Pudiendo nuevamente admirar aquel rostro que tenía grabado en su mente desde hace casi 8 años.

-Jun...

-Tú la mataste, Zero. –por sobre su hombro lo ve, solo viéndose la mitad de su rostro por el ángulo, como ese único ojo de clara tonalidad celeste–. Tú y esta Academia.

En miles de fragmentos estalla ese cuerpo femenino, levantando Zero su mano y disparándole sin dudarlo a ese Sangre Pura que se arroja por la ventana abierta. Habiendo logrado impactar algunos balazos en su enemigo, al reparar en esa sangre dejada en el marco.

-Papá... –entra ese menor, seguido de Kain y Keira-

Posa Kain su vista en aquellas evidencias en el suelo, y en esa arma que sujetaba el cazador. Lanzándole un único resultado...

-Kiryuu, acaso tú...?

Completo silencio en esa habitación, teniendo Zero su vista puesta en aquel antifaz dejado en el suelo por ese Sangre Pura que no pudo matar.

 

 

Secaba su castaño cabello con esa toalla alrededor de su cuello, luego de darse un baño para retirar los rastros de esa sangre, evocando claramente como bebió de la Sangre Pura Shizuka Hiou.

-Termino, no es así? –se aproxima Kaname a aquel tablero de ajedrez-

Una daga atravesaba esa ficha que representaba la Reina blanca, estando a su lado en pie el caballo y el Rey también blancos.

-... El juego contigo, Shizuka-san. –pasa superficialmente sus dedos por esa ficha herida–. Faltas tú, Jun-san...

-Qué pequeño tan despreciable. –opina ese albino de largo cabello blanco celeste que rozaba su rostro, manchándose sus labios con sangre-

-Tú eres el Príncipe Jun Kurenai que creció en una jaula? –inquiere ese pequeño Kaname con un gesto inocente al otro lado de esos barrotes-

-Nacido como el siguiente Líder Kuran... Das lastima. –alarga sus labios en burla, pese a ser él el "enjaulado" y con la sangre de esos humanos en ellos-

-También tú...

Sorpresivamente se desquebraja el cuello de ese Rey blanco sobre ese tablero, perdiendo la cabeza.

Notas finales:

Gusto esta nueva adaptación? Creo que no. Pero continuare. –se encoge de hombros–.

Pues aun no es el final, final. Solo el 1er final. Dentro de pocos días posteare la continuación. Espérenla con ansias. ^/////^

Los quiero!!! >O< ¡¡Muchos besos con sabor a pocky de chocolate!! *<*


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