Estaba recostado sobre mi cama mirando el techo ido de la realidad. Draiden podría tener razón y Ángela fue quien nos separó, pero eso no cambiaba para nada el hecho de que Steven se había acostado con ella antes de todo eso. No encontraba excusable su pretexto de que yo estaba celoso de todos y por eso tuvo una pequeña “fiesta” con ella. Lo había perdonado, sí, pero él quería que volviéramos a estar juntos y eso no era lo que yo quería. Si ya me había traicionado una vez, ¿Qué lo detendría que hacerlo una segunda? No iba a dejar a Gill, alguien que realmente me quería y me atesoraba por alguien que fue capaz de meter la pata hasta el fondo.
El celular sonó. Gruñí y me estiré para poder coger el aparato sobre la mesita de noche. Vi que el número era de Steven y lo silencié, no quería hablar con él. A los pocos minutos volvió a sonar pero esta vez era Draiden, me lo pensé un poco pero al final me digné a contestar.
- ¿Qué pasa Drai? – pregunté sonando cansado
- Si no estabas ocupado me hubieras cogido el teléfono cuando te llamé – dijo Steven – ¡Pero por favor no cuelgues!
- Está bien – suspiré, él también lo hizo aliviado – ¿Qué necesitas?
- Dijiste que tenías que hablar con nosotros pero desde entonces no has contactado con ninguno – respondió – Ya han pasado tres semanas
- Es complicado – murmuré – Yo… aún estoy confundido, después de siete años empiezan a decirme todas estas cosas que por alguna razón no me dijeron antes y ahora no me suenan tan convincentes – giré sobre la cama para quedar de lado – No pueden esperar que me lo tome por cierto porque sí y que dejé a Gill como si nada para que nosotros podamos tener nuestro felices por siempre
- No te estoy pidiendo eso – me sorprendió su respuesta, pensé que me rogaría e insistiría en que me amaba como hizo aquella vez en el café – Yo… yo sé que estás con ese sujeto… pero por lo que me dijo James de tus relaciones pasadas y por lo que vimos ese día… no sé si vas en serio… quiero sentir que tengo una oportunidad…
- Steven… – lo llamé por su nombre, sorprendiéndonos a ambos – ¿Por qué no me dejas olvidarte cuando ya casi lo logro?
- Porque no quiero que lo hagas – confesó con su voz llena de seguridad y solemnidad – Realmente quiero que podamos estar juntos como antes… tú eras feliz conmigo, ambos lo éramos… sabes que tan sólo con estar en compañía del otro era suficiente para sentirnos satisfechos…
- Así era para mí – anuncié – Pero para ti parecía diferente – recuerdos invadieron mi mente – Yo sólo contigo sonreía de esa manera, pero tú parecías sonreír, ser agradable y tratar de la misma manera que me tratabas a mí a todo el mundo, me hacía sentir como si de verdad no fuera especial para ti… abrazabas a otras chicas, jugabas con otros chicos… me hería ¿sabes?
- ¿Por qué no me dijiste nada de eso en ese entonces? – miré las sábanas fijamente –Cuando estaba en la escuela me gustaba ser social y muy apegado a quien sea… Si me lo hubieras dicho hubiera dejado de hacerlo… sin embargo, no fue hasta esa vez que explotaste y casi terminas conmigo diciéndome que no podías verme con nadie más que me enteré, y desde esa vez no quisiste hablarme… yo te rogaba día a día y te perseguía para que me oyeras pero tu insistías en alejarme… estaba en ese predicamento cuando ocurrió el accidente
- Es como si me estuvieras echando la culpa de todo – comenté un poco frustrado – No voy a negar que tienes razón en ciertas cosas, pero igual no tenías que ir y dormir con alguien más
- Lo sé – suspiró – Amo a Kael y no sé cómo sería mi vida sin él… pero no hay día en que no me arrepienta de que fue lo que lo creó lo que terminó de separarnos…
- Pásame con Draiden – le pedí sin querer hablar más de eso – Por favor
- Vale – respondió tristemente después de una breve pausa
- ¿Chris? – preguntó James preocupado – ¿Qué sucedió? Freeman me dio el celular, cogió su saco y salió casi corriendo de mi casa
- No voy a regresar con él, Drai – anuncié directamente – No puedo
- ¿En serio ya no sientes nada por él? – cuestionó – ¿Amas a Gill?
- ¡Lo lógico es que quiera apegarme a lo que es bueno y alejarme de lo que me daña! – grité parándome – ¡¿Y por qué nadie cree que quiero a Gill?! – me quejé molesto – Está bien, puede que no lo ame, aún, ¡Pero lo quiero! ¡Y lo quiero mucho!
- Chris no quería molestarte, lo siento – se disculpó honestamente – Pero recuerdo los días cuando tú y Steven eran pareja y realmente te veías contento, sonreías sin parar y cualquiera podía notar lo diferente que eras desde que empezaron a salir, pero no es el mismo caso ahora que estás con Gill, sí, se nota que te hace reír, te diviertes, eres feliz pero simplemente no es lo mismo
- No me estás haciendo sentir mejor – confesé cerrando los ojos – Olvídalo, puede que nunca vuelva a ser así de feliz pero ya no importa, me he rendido – suprimía el llanto que tanto quería salir – ¿Puedo pedirte un favor?
- ¿Qué necesitas? – su voz era de total intranquilidad
- La manera de encontrarme con Ángela – dije directamente, él no respondía – Necesito hablar con ella, tengo que terminar de aclarar todo, al menos para tener una tranquilidad mental
- Well, sabes que puedo decirte – sabía que me lo iba a negar – Pero no creo que debas hablar con ella… no es buena, hará lo posible por confundirte aún más de lo que ya estás
- Ok, le preguntaré a Kent – contesté molesto – Gracias de todas maneras
- Si insistes hazlo – me dijo después de suspirar frustrado – Pero si tienes el tiempo también habla con Morris, sé que él también tiene algo que contarte
- ¿De qué va esto? – pregunté molesto – ¿Es que acaso todos se pusieron de acuerdo para esconderme cosas? ¡Pensé que éramos amigos!
- Chris, incluso yo acabo de enterarme lo de Morris – confesó – Él se mantuvo en contacto con Steven todo este tiempo y él le hablo de varias cosas de cuanto estuvieron juntos y eso
- Dime que me estás tomando por idiota por favor – rogué totalmente en shock
- Sabes que Morris bromea de todo – asentí aunque sabía que no me veía – Pero no parecía estar jugando cuando me dijo eso
- Estoy empezando a odiarlos a todos – anuncié antes de colgar
Le mandé un mensaje a Kent para que venga el domingo a mi casa, no tardó mucho en aceptar la invitación por lo que le mencioné que si podía le pasara la voz a Morris, a lo que también estuvo de acuerdo, así que sólo quedaba prepararme mentalmente para ese día.
Toda la semana me quedé en casa con la excusa de que estaba enfermo. No quería ir con las miles de preocupaciones que tenía al trabajo y desgraciarles el cabello y maquillaje a mis pobres clientes, no merecían eso cuando lo que buscaban era belleza y un trabajo de primera clase. Realmente me encontraba confundido y ansioso, por alguna razón quería saber lo que Morris había ocultado de Steven. Sonaba raro que no lo haya mencionado para nada antes considerando que nosotros cuatro nos reuníamos sin falta una o dos veces al mes, aunque yo y Draiden salíamos siempre que teníamos tiempo libre. Como sea, Morris nunca nos había escondido nada, de hecho, era un bocazas. Siempre había tenido problemas para guardar los secretos así que normalmente éramos nosotros los que le guardábamos cosas a él. La verdad y el único secreto que había logrado conservar por un buen tiempo era el de que Steven y yo salíamos, fue una suerte que entendió que no queríamos que fuera un escándalo y no le dijo a toda la escuela. Aunque haciendo memoria… esa vez quien le explicó la situación al punto de que lo comprendió fue Steven, tal vez está vez había sido lo mismo.
Llegado el domingo, preparé unas bebidas y una variedad de bocaditos para los invitados. Morris y Kent tenían un estómago insaciable así que era imposible no ponerles algo de comer. Pepper había intentado comer alguna que otra cosa, en especial los emparedados de atún pero logré impedirlo. Alrededor de las seis de la tarde, dos de mis mejores amigos ya estaban sentados en la sala conmigo disfrutando de lo que les había servido. Al inició estábamos hablando de cosas casuales como siempre, para amenizar el ambiente y que no esté tan tenso desde el comienzo. Habiendo pasado un rato decente, decidí iniciar con la pregunta que tenía para Kent.
- Hablando de Ángela – estaba mencionando sobre el trato que habían hecho las empresas de ambos – ¿Tú crees que haya manera de que me des su número o dirección? – fui directo al punto – Debes tenerla ¿cierto?
- Por supuesto – sabía que él me la daría, inmediatamente apunto la información en un papel que se encontraba estratégicamente sobre la mesa – ¿Pero puedo preguntar para qué la necesitas? Draiden me dijo que al menos debería saber para qué la gente me pide cosas
- Sólo quiero hablar con ella sobre un pequeño asunto – respondí – No sé si estaban enterados de los mensajes que me envió Steven antes de que termináramos
- James nos los mencionó – contestó Morris – Dijo que terminó contigo de una manera muy fría y cruel, algo sobre que la homosexualidad era mala y eso
- Exactamente – asentí – La otra vez tuve una charla seria con Steven, él dice que nunca mando eso
- ¿Pero si él no…? – preguntó Kent cuando iba a darle un sorbo a su bebida – ¿Tú crees que fue Ángela?
- Draiden dijo que pudo haber sido ella – respondí echando hielo en mi trago – Yo la verdad no sé qué pensar, por eso necesito hablar con ella
- Es mejor resolver las cosas cara a cara – comentó Morris – Pero por favor no empiecen una pelea de divas
- ¡Morris! – me quejé pero luego reí junto con Kent y Sebastian – No puedo tocarla, por más gay que yo sea sigo siendo un hombre y ella una dama
- Tienes un punto – rio de mi comentario – Sin embargo… si ella realmente lo hizo… merece que se lo pagues
- Con creces – aclaró Kent – Si no fue suficiente que emborrachara a Freeman para que se acostara con ella para colmo tuvo el descaro de terminar contigo por él
- Espera, espera, espera, espera – me quedé en silencio un momento – ¿Ella lo emborrachó a él? Pensé que ambos estaban bebiendo cuando eso pasó
- La otra vez que estaba por su oficina haciendo unas cosas del trabajo – comenzó a contar su relato – Escuché que ella estaba hablando por teléfono, parecía que era con una amiga o alguien cercano, la cosa es que dijo algo sobre el trámite del divorcio y que se arrepentía de haber sido tan estúpida de haberlo convencido de tomar y tomar y tomar mientras ella ni siquiera terminó un vaso en toda la noche – Morris y yo estábamos boquiabiertos – Además dijo que ni ella entendía que había visto en Steven por tanto tiempo que ya estaba harta y que lo detestaba, a él y a su hijo
- Ahora si quiero golpearla – comenté mirando fijamente la mesa
- No sé si has considerado… – Kent y yo volteamos a ver a Morris – El cambio de sexo…
- ¡Morris! – esta vez exclamamos juntos, aunque nuevamente nos reímos – ¡NO!
- Sólo era una sugerencia – dijo tomando de su cerveza como si no hubiera dicho una tontería – Pero de todas maneras, esa mujer sí que jugó sucio
- Ni que lo digas – respondí – Realmente cada vez me confundo más
- Lamento mucho que la verdad recién salga a la luz – comentó Kent comiendo una botana
- No es tu culpa, al menos tú me acabas de dar la información apenas la obtuviste – le di unas palmadas en el hombro – ¡Pero tú! – exclamé señalando a Sebastian, sorprendiéndolo – ¡¿Por qué nunca me dijiste que te seguías viendo con Steven?!
- Ya que tú le dabas preferencia a Draiden, yo igual lo hacía con Freeman – contestó actuando como ofendido – Nah, realmente no fue por eso, él no quería que le dijera a nadie
- Y a mí que me coman los perros – comentó Jaden a lo que intentamos no reírnos
- Kent sabes que te queremos – le sonreí antes de continuar con Morris – ¿Entonces por qué le dijiste a Draiden? ¿Se te fue la lengua?
- El gato ya había salido – respondió, Pepper volteó a verlo pero siguió con lo que estaba haciendo – Tú y Freeman ya se habían encontrado, ya estaban “hablando” o algo así y todo eso, no sentí la necesidad de ocultar más el asunto
- Me sorprende mucho que hayas guardado un secreto por siete años – confesó Kent escondiéndose detrás de su vaso de ron
- Ustedes no confiaban en mí – anunció enojado – Freeman sí
- No confiábamos en ti porque nos habías dado razones – le señaló el de lentes – Nos delataste muchas veces cuando íbamos a hacer alguna cosa en la escuela, le dijiste a la chica que le gustaba a Draiden que él estaba enamorado de ella, casi le dices como a diez personas de lo de Steven y Christian, le dijiste a la maestra que nosotros perdimos a la tortuga, confesaste que el que dejó los cigarros en el baño fue…
- ¡Está bien! – gritó – Soy un bocazas pero la cosa es que la manera en que me pidió que no se lo dijera a nadie me convenció sobremanera – rascó su cuello – Pero a todo esto, ¿Qué tiene que ver que yo haya estado viendo a Steven?
- Draiden me dijo que Freeman te dijo varias cosas sobre mí – puse el vaso sobre la mesa y crucé los brazos – Quiero saber qué tipo de cosas dijo
- ¿No crees que eso debería ser un poco privado? – preguntó – Me lo dijo en confidencialidad, no me parece que sea correcto que te lo diga
- Oh wow… hemos sido amigos por tanto tiempo y de la nada Steven es tu mejor amigo – comenté rodando los ojos – Está bien
- Estás usando trucos sucios Well – tomó la misma postura que yo – Pero bueno, si tanto quieres saberlo te lo diré – sonrió – Steven siempre hablaba de ti, TODO el tiempo, de lo mucho que te extrañaba, de cuánto quería verte, lo mucho que le dolía pensar en cómo te lastimó, esas cosas, su cara se llenaba de sufrimiento ¿Sabes? Lo había visto un par de veces con Ángela y Kael, ellos sabían poner la fachada de la familia feliz pero uno podía darse cuenta de que escondían sus problemas. Él sonreía, ella sonreía, pero los dos eran actores en la obra que ella había escrito, pero tal parece que incluso la actriz principal se cansó de jugar el mismo rol por tanto tiempo. A la larga me empezó a doler verlo así, le pregunté por qué no se separaba de ella de una vez, no entendía por qué la había aguantado tanto tiempo, él me respondió con los ojos aguantando las lágrimas que él había cometido un error muy grande y ahora le tocaba cargar su cruz por cuanto tiempo le fuera entregada. Por fin se acabó su condena y es libre y lo primero que quiso hacer fue verte, por eso fue a la reunión del grupo
- ¿Por qué me hacen esto? – me quejé parándome – ¿Es qué todos ustedes quieren que regrese con Steven?
- Así nosotros queramos, todo depende de ti – anunció Kent levantándose también, Morris igual – Pero por ahora sólo te dejamos con esos conocimientos nuevos – me sonrió – Ahora será mejor que me vaya, mañana tengo que ir a trabajar y llevar a Peter a la escuela
- Y yo… – se lo pensó – Pues yo sólo tengo que ir a trabajar, no tengo hijos
- No tienes ni esposa – le recordé – Que tengan una buena noche, reunámonos así de nuevo
- De todas maneras – me guiñó el ojo Morris – Pero a ver si a la siguiente invitamos a los otros dos
- Me lo pensaré – reímos antes de que se fueran
Me senté en el sofá y Pepper se acomodó sobre mis piernas, lo empecé a acariciar mientras pensaba en todo. Después de un rato de analizar todas las vueltas que daba este enredo, me di cuenta que tal vez hubiera sido más sencillo seguir adelante sin buscar respuestas. Dicen que la curiosidad mato al gato ¿no?