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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

2da Parte. De antemano aclaro, no me hago responsable de asesinato colectivo de neuronas ni de perdidas excesivas de sangre UoU ¡Leerán esto bajo sus propios riesgos!

-Dónde estará Zero? No debí dejarlo solo. –se culpaba Keira luego de haber preferido subir a esos balcones superiores– ¿Se callaron?

En ese momento, los murmullos cesan, empezando cada Noble a reverenciar a aquella presencia que recién quiso aparecer, acompañado de Ichijou. Una sala completamente llena de obedientes vampiros mostrando su sumisión a su superior, a excepción de ese albino de platinados cabellos en pie en medio del salón, encontrándose su violácea mirada con la castaña, no expresando ninguno sentimiento. Permitiéndole a esa Keira sobre los balcones de ese salón divisar a ése que buscaba.

-Mis disculpas, no fue mi intención interrumpirlos a todos. Por favor, continúen divirtiéndose. –dice Kaname en un tono ameno-

-Kaname-sama, es verdad que tomó el lado humano en la reunión del Consejo? El lado de este humano. –inquiere uno de los invitados levantándose, señalando a Zero, manteniendo su cabeza baja-

-Es verdad. –confiesa sin gesto viendo al frente-

No dejaba de observar a ese albino de pie a solo pocos metros de su posición, siéndole difícil no querer acercársele. Importándole muy poco lo que conversaban a su alrededor. Finalmente decide sonreírle, causando un rubor en esas pálidas mejillas. Para él eso era suficiente.

-Kaname-sama, le agradezco por cuidar de mi hijo. –se acerca el padre de Aidou acompañado precisamente por sus hijos-

-Muchas gracias a usted por invitarme a esta fiesta, Aidou-dono. Lamento no aparecer mucho en fiestas pero no estoy acostumbrado a ellas. –muestra una amable sonrisa dejando de ver a Zero para observar al anfitrión-

En silencio escuchaba Zero, hasta que, tuvo que asombrarse un poco por tal ofrecimiento escuchado. El haber sido ofrecida la hermana de Aidou Hanabusa como trozo de carne en matrimonio.

-Padre, por favor detente. Kaname-sama no pidió esto. –interviene Hanabusa-

-No sé como se desarrollaron las cosas, pero lo tendré en mente. –educadamente responde Kaname-

Bastaron esas palabras para empezar a ser ofrecidas las demás hijas de los Nobles a ese castaño Sangre Pura impávido.

-Antes Kaname-sama solía ignorar el tema por completo.

-Sí, él ha madurado y entiende la importancia del rol de los Sangre Pura.

Una nueva aura se siente penetrar, causando el sobresalto de los allí presentes que se arrodillan en obediencia a ese nuevo Sangre Pura.

 

 

 

 

 

 

Noche 16 Dilema.

 

 

 

 

 

 

Posa Zero sus ojos en esa mujer de rubia cabellera y ojos azules, usando un hermoso vestido de larga cola que rozaba con el suelo, teniendo sus largas piernas sobre esos tacones, mostrándola a un más larga y de figura estilizada.

-Por favor, no digan esas cosas. Pobre Kaname-san. –la suave voz de esa rubia se deja oír detrás de esa multitud, aproximándose al nombrado-

-Sara-sama, miembro de la Familia Shirabuki...

-Realmente es ella...

Demás halagos llegan a los oídos de Zero que posa sus ojos en esa rubia. Traga Ichijou grueso, agradeciendo que se había alejado a tiempo antes de que esa mujer penetrara.

-"Sara Shirabuki...". –se graba Zero ese nombre-

-Sara, ha pasado mucho tiempo. –saluda Kaname sonriendo suavemente-

-Kaname-san, desde que empezaste a ir a la escuela, no te he visto en absoluto. –ve su mano enguantada ser tomada por ese castaño, besando su dorso–. Nosotros somos unos de los pocos Sangre Pura que quedan. Debemos permanecer juntos.

Sin poderlo contener se abren sus ojos violetas en sorpresa por esas palabras, bajando después su cabeza. Simplemente olvida su labor para alejarse de ese lugar, regresando a aquella habitación en la que despertó.

-"¿Por qué me importa?". –inquiere Zero entrando a esa habitación, necesitaba pensar– "La mejor pareja para un Sangre Pura es otro Sangre Pura". Idiota. –se recrimina mentalmente recargando su espalda contra esa puerta-

Baja su cabeza cubriendo su flequillo sus ojos violetas. La distancia entre ambos era enorme, además de muchos factores que iban en contra de su favor. Era un cazador, y Kaname un Vampiro, del más alto grado. Si sabía eso... ¿por qué le dolió ver esa escena?

-Puedes dejarme entrar?

Se extraña el joven cazador, alejándose de la lámina de madera, viendo a ese castaño penetrar. No decide seguir observando esos ojos y simplemente pasar al lado de Kaname, pero, es sorpresivamente abrazado por éste.

-No te perdonaré que te hayas ido.

Confuso siente como es obligado a retroceder por ese castaño que continuaba abrazándolo, asimismo, sus pies son separados del suelo mientras era cargado por esos brazos que rodeaban su cintura hasta ser dejado acostado cual largo era en el sillón. Parpadea incrédulo. Lo habia levantado. No bastándole a Kaname con eso, se sienta a su lado en el borde de ese mismo mueble.

-Por qué te fuiste?

Desvía Zero su vista. No tenía por qué darle explicaciones.

 

 

Recostado contra ese muro a un costado se hallaba aquel menor de cortos cabellitos platinados celestes, mismo que horas antes se topó con Kiryuu Zero.

-Vamos a casa. –llega aquel hombre de largos cabellos de igual color usando un largo abrigo, sonriéndole-

-Sí, papá.

Ese menor simplemente alegre corre hacia esa figura masculina, aferrándose a su brazo y dejándose llevar. Precisamente pasa al lado de esa familia esa joven pelinegra, divisando la figura de su padre recostado contra un muro.

-Otousan, has visto a Zero? –se acerca Keira a su progenitor– ¿Te vas ya?

-Sí. El vampiro que buscaba  no apareció. Dale mis recuerdos a ese estúpido aprendiz, que por cierto, deje de ver hace algunos minutos. –le sacude el cabello despeinándola-

-Cuando iras tú a saludar a papá. –le da orden a su cabellera-

-Pronto. –se aleja-

-Hm... ¿dónde estarás Zero? –suspira ella-

 

 

Esos ojos lo observaban intensamente, tratando de doblegarlo, pero él no cedería en responderle. Viendo como esa cabeza castaña se apoya contra su pecho, obligándolo a retener la respiración en nerviosismo por aquel impulsivo acto. ¡Que alguien le ayudara! ¡Y rápido, antes de que...

-Hasta que te perdone, quédate así. Solo un poco más de tiempo. –confiesa Kaname sin moverse–. Estoy cansado.

Antes de poder pronunciar palabra, esos ojos castaños se cierran. Admirando esas hebras de igual color rozarse con su torso. Esa sensación la sentía tan familiar. Por eso, tímidamente estira sus manos para alcanzar esa cabecilla, abrazándolo contra sí. Por lo menos no terminaron haciendo "otra cosa". Era una sensación tan extraña que ese vampiro yaciera en sus brazos, y tan contagiosa que lo hace rodear con sus brazos esa espalda y descansar sus manos entre esas achocolatadas hebras.

Contagiado por ese sueño cierra sus párpados olvidándose del mundo. Aunque solo durara un momento.

 

 

-Takuma-sama, dónde está Kaname-sama? –inquiere Ruka acercándose a ese rubio Vicepresidente acompañado de Shiki-

Sentados en esa mesa, modelo y Vicepresidente departían sin llamar demasiado la atención. Su relación era un secreto que solo la Clase Diurna conocía. Bueno, y la Nocturna.

-Eh? –deja de observar a Shiki para verla–. Él está ocupado. –muestra una sonrisa-

-Ocupado? –devuelve Ruka entrecerrando sus ojos-

 

 

Una última ojeada da dentro de esa habitación notando ese pequeño bulto en que se convertía su hijo bajo la sábana. Cierra la puerta alejándose en silencio. Entra a aquella salita cercana tomando asiento en el mullido sillón. No podía conciliar el sueño, y para no incomodar a su hijo quiso mantenerse alejado. Esas imágenes confusas llegaban y lo atemorizaban al cerrar sus ojos ¿Sus padres lo abandonaron en medio de la nieve por qué no lo querían? ¿Por qué nadie le contaba porque estaba solo. O por qué Ichiru era su hijo?

Sube sus pies descalzos al sillón para rodear sus piernas flexionadas con sus brazos. Temía recordar.

-Papi.

-... posa sus ojos violetas a esa vocecita infantil, viendo a ese menor de casi 3 años bajo el marco de la puerta estrujando entre sus manos una almohada ¿No puedes dormir?

-... –niega Ichiru con su cabeza–. Tú tampoco.

-... –sonríe Zero por la deducción de su hijo. Ven, ya que ninguno puede dormir. ofrece sus brazos abiertos-

Se aproxima Ichiru que sube al sillón siendo recibido por los acogedores brazos de su padre.

 

Descansaba su cabeza platinada sobre esa almohada que antes tuvo su hijo, mientras que Ichiru apoyaba su cabeza sobre su torso, acurrucado y su manita sobre el cuerpo mayor. Ambos albinos cabiendo en el mismo angosto espacio. En ese momento Zero siente unas caricias en su cabeza y flequillo obligándolo a entre abrir sus ojos.

-Kaname-sama.

-No puedes dormir? inquiere ese joven castaño hincado a su lado. Niega con su cabeza Zero en respuesta. Tampoco yo ¿Puedo acompañarlos?

-Pero no hay espacio. inocente se niega sin dejar de verlo-

-No importa. Solo no quiero estar solo ¿Me dejas?

-Sí. suavemente responde sonriente-

Se sienta Kaname en el suelo recargándose en el sofá, permitiéndole la cercanía que sus castaños cabellos se rozaran con los platinados del albino mayor, no dejando ninguno de verse ni golpeándolos el sueño. Les era suficiente con la compañía del otro.

Dejan sus brazos de rodear ese cuerpo 1* año mayor recostado al suyo provocando que esos ojos castaños se abrieran. Levanta Kaname su rostro para observar a ese albino que cubría el suyo con su brazo.

-Zero?

-Kaname-sama... Así te llamaba y también lo hacia Ichiru. Deje de hacerlo porque no soy él mismo de antes cuando no sabía nada. Todo era una ilusión. –habla con sus párpados fuertemente cerrados, ladeando su cabeza– ¿Por qué debo recordarte? Odio hacerlo.

Mientras se atrevía Zero a liberar esas palabras de su mente, ese castaño ponía su atención en ese cuello que era rozado por unas cuantas hebras platinadas, apareciendo ese rojizo color en su iris.

-Pero ahora... –calla de golpe por esa sorpresiva sensación-

De par en par se abren sus párpados por esa sensación en su cuello. Una única persona había llegado tan lejos para hacer eso en esa zona de su cuerpo, y no quería repetirla. Paralizado olvida Zero que cargaba a Bloody Rose para defenderse precisamente de los vampiros, estremeciéndose de la cabeza a los pies por esa lengua en su piel. Hacia atrás lanza por inercia su platinada cabeza quedando con su visión fija al techo. Tenía miedo, por eso, sus dedos retuercen la tela de ese pantalón ajeno, de paso tragando grueso. Tenía miedo. Como muy pocas veces sentía en tal grado que lo paralizara.

Sus ojos rojos admiraban con detalle el circular de esas venas en aquel blanco cuello, entrecerrándolos para no lanzarse encima de esa piel y hacer algo que por años se reprimió. Quería, deseaba, ansiaba probar la sangre de aquel por el que se arriesgaría. Estaba en su límite... Esos latidos acelerados, y no precisamente idénticos a los que escuchaba cuando hacían el amor logra escuchar. No, estos eran erráticos como si deseara salirse ese órgano de aquel pecho. Así llegaban a oídos de ese castaño que a cambio presiona sus dedos en ese cojín debajo de la cabeza de Zero para reprimirse, separando su torso para observar ese rostro.

-Te hice recordar a Jun, no es así?

-... –separa sus labios, pero no sale palabra, solo observaba con atención esos ojos rojos delante suyo. Aun no desaparecía el miedo-

-Querrías que yo reemplazara ese recuerdo con el mío?

Se agita su corazón por esa proposición. Claro que sabía lo que eso significaba, cambiar una mordida por otra. Pero...

-Yo...

-Borrar ese miedo... permitirme estar a tu lado? –aproxima su rostro al de Zero-

-"Mi deseo..." –piensa bastante ido e inmóvil– ...Si. –inseguro responde admirándolo-

Traga grueso continuando inmóvil, permitiéndole a ese rostro de aquel castaño regresar a acercarse a su cuello. Temeroso ladea su mirada violeta completamente abierta, sin parpadear. Pese a saber que no se trataban de Jun, no se atrevía a cerrar sus ojos, percibiendo en su piel ese aire caliente rozarse como esos colmillos. No pudiendo borrar la imagen de aquel que destrozo su vida, ni de parar su agitado y asustado corazón.

Simplemente cierra Kaname sus labios para tomar esa mejilla albina y obligar a esos ojos violetas que lo observaran, notando en ellos gran pánico, desapareciendo esa rojiza tonalidad de los suyos.

-Perdona, me deje llevar demasiado. –acaricia con su pulgar ese pómulo mostrando una suave sonrisa–. No te haré nada.

En silencio se levanta Zero para sentarse, tratando de superar lo anterior, sintiendo la mano de ese castaño deslizarse hasta descansar tras su cabeza.

-Lamento haberte asustado. –besa esa platinada coronilla para enmendar su error-

-Yo... –calla por estar confundido. Mejor se incorpora alejándose–. Tengo que irme. –trasmite girando a verlo por sobre su hombro-

-No pongas esa cara, haz de cuenta que esto no paso. –muestra una sonrisa ladeando su cabeza-

 

De ese auto desciende aun en silencio, siendo recibido por un efusivo abrazo de su hijo, hallándose Keira y Cross en la entrada de la Academia Cross.

-Papi, dónde estabas? Me preocupe. –hace un puchero-

-Nos preocupaste. Se supone que vendríamos juntos. –se hace notar la pelinegra-

-Tus manos están heladas. –toma entre sus manos una de las de su hijo, después acariciándole la mejilla-

-Hace mucho frío está noche, porque no mejor... –se silencia el Director, posando sus ojos en el ambiente–. Oigan, está nevando.

Todos levantan su vista al cielo, constatándolo con esos copos, mismos que trata ese pequeño Ichiru de tomar entre sus pequeñas manos. Por su parte, Zero solo callaba, pensaba. El contemplar la nieve le traía amargos recuerdos de hace 7 años, así como, inconscientemente el de ese menor castaño que extendía su mano hacia él, misma extremidad a la que se aferró con los años.

"Si tengo a Kaname-sama a mi lado, no habrá nada que temer.

Haré lo que sea por Kaname-sama"

Hace solo 4 años atrás pensaba que con solo la compañía de ese castaño le era suficiente.

En silencio estrecha esa única cosa buena que le dejo ese día.

-Papá, pasa algo? –inquiere Ichiru por verse un poco aislado dentro de esos brazos-

-Regresemos a dentro. –muestra una pequeña sonrisa para no preocuparlo-

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-"Habrá sucedido algo para que Zero llegara tan callado? Incluso después de comer decidió encerrarse en su cuarto". –piensa esa pelinegra viendo por la ventana de ese salón fuera. Suspira alejándose de ese cristal–. No puedo hacer nada si Zero no se desahoga conmigo.

-Oye, Cross-san, mañana es el primer día de descanso ¿viajaras a alguna parte? –llaman un par de chicas acercándose a ella-

-No tengo nada planeado. –se encoge Keira de hombros despreocupada. Por ese año le haría compañía a su rubio padre-

-Entonces te quedaras en la escuela durante el descanso?

-Creo que sí.

-Oye, te importaría instalar cámaras para el Dormitorio de la Luna? ^O^ –proponen animadas-

-Eh? Como que... –traslada sus ojos miel a esa figura albina aparecer tras ese par de chicas "alocadas", quienes precisamente no lo habían notado–. Hola, Zero. –saluda con una sonrisa-

Ante ese saludo hacia esa aura de ultratumba de ese segundo Prefecto, las chicas solo pueden girar tragando grueso.

-Solo bromeábamos. –se disculpan-

-Keira, ven conmigo. –ignora a ese par para interesarse en la pelinegra, saliendo-

-Zero, a dónde vamos? –lo sigue con una sonrisa-

-A dar la última revisión antes de las largas vacaciones. Todos los de la Clase Nocturna saldrán al mismo tiempo, así que tenemos que asegurarnos que no haya ningún humano. Como esas dos. –describe sin dejar de avanzar-

-Oh, había olvidado eso.

 

Retorcía sus dedos ese rubio de ojos aguamarina careciendo de su uniforme de Clase Nocturna sin dejar de ver hacia todos lados, mientras que las maletas pasaban a su lado.

-No tienes que preocuparte por eso, Aidou, Kaname ya planeó quedarse en tu mansión durante las vacaciones. –sonriente se acerca Ichijou-

-No estoy preocupado! –se defiende el de ojos aguamarinas-

-Qué hay de ti, Shiki, irás? –inquiere Rima sosteniendo esa sombrilla para cubrirlos a ambos-

-Aun si voy tendría que irme temprano por mi trabajo. Mis padres siguen insistiendo en que debería visitarlos. Así que este año voy a casa.

-Qué?! –se le acerca el rubio Vicepresidente impresionando al par de modelos por tal buen oído– ¿Me vas a dejar ir solo? Sera nuestro primer año juntos. Bueno, como novios ^O^ . –le toma las manos ayudándose de sus infalibles encantos. No sirviendo su táctica–. Rima ¡Ayúdame!

-... –en respuesta, la chica de coletas se encoge de hombros en serenidad-

-Shiki, quédate! >O< –lo estrecha infantilmente-

-Ichijou-san, no puedo respirar. –_-

-Ah, Keira-chan, Kiryuu-kun, buen trabajo! –saluda ese rubio sin dejar de "apapachar" ese modelo–. Ustedes siempre trabajan tan duro. Espero que ustedes dos puedan relajarse mientras estamos fuera.

-Por favor, cuídese. –inclina Keira su cabeza en respeto mientras ese albino cazador supervisaba como sabueso los alrededores-

-Ah, Kaname! –repara el Vicepresidente en el nombrado, arrastrando a su pareja (entiéndase, Shiki) hasta Kaname-

A cambio, Zero se mantiene inmóvil, dándole la espalda, sin atreverse a girar a ver a ese castaño, disimulando calma.

-Kaname, ayúdame a convencer a Shiki. Aunque sea tu medio hermano al fin de cuentas es tu hermano. –se queja sin dejar de asir la mano del pelimarrón– ¿Por cierto, cerraste las puertas?

-Ichijou, puedo hacer eso solo. Y respecto a Shiki... –posa sus ojos en los celestes, rehuyéndole esa mirada apenada–. Es su decisión. –le muestra una sonrisa de apoyo y no reprensión, luego alejándose-

-Kaname!!! >O< –se queja Ichijou-

Pasa Kaname de largo de esa pelinegra aproximándose hasta esa presencia albina que le daba la espalda.

-Aquí tiene, Señor Prefecto, la llave del Dormitorio de la Luna. –ofrece con una sonrisa ese sobre-

Resignado gira Zero a tomar aquel objeto, eso si, sin atreverse a verlo directamente a los ojos. Pero, se rozan sus manos, provocándole levantar su vista del suelo y observarlo.

-Sé que lo que me dijiste no fue una mentira, así que... –libera ese sobre para tomarle la mejilla-

Por poco se infartan los presentes por esa confianza de ambos, solo callando. Sumándose a esa lista el mismo Zero que no lo vio llegar.

-Vámonos. –toma Kain de las manos a su par de primos (entiéndase, Ruka y Aidou) antes de que cayeran desmayados-

-No quiero que por mi culpa estés preocupado. –ladea Kaname su cabeza mostrando una sonrisa-

-Ya es hora de que te vayas, no Kuran? –se le acerca Keira sin dejar de ver a ese castaño, provocándole liberar la mejilla de ese abstraído e inmóvil Zero-

-Kaname, sé que no te quieres ir, pero... –interviene Ichijou amablemente-

-Puedes esperar en el carro con todos los demás. –interrumpe suavemente viéndolo por sobre su hombro. Accediendo el rubio– ¿Kiryuu, también podrías dejarnos por un momento?

-... –parpadea Zero confuso, admirando esos ojos castaños-

-No te preocupes, no seré malo con ella. –muestra una sonrisa de "niño bueno"-

-No me preocupo por lo que le hagas, si no por lo que ella te haga si te atreves. –suspira el albino encogiéndose de hombros-

-Ichiru...? –inquiere antes de verlo irse-

-Está un poco indispuesto. Paso la noche fuera esperándome. Se resfrió. Procura que no te maten en el camino.  –dice bromista yéndose-

-Gracias. –sonríe por tal "buen augurio". Viendo esa espalda alejarse, precisamente borrándose su gesto sonriente posando un inexpresivo rostro en la chica–. Solo quiero decirte una cosa, Keira-kun. Debes asegurarte de cuidar de Ichiru y de Kiryuu por mí. Especialmente en este momento que dejo la escuela.

Frunce Keira su ceño por ese serio gesto, como si le ordenara.

-Eso es todo ¿Es bueno saber que no me veras la cara por un tiempo, no es así? –muestra Kaname una sonrisa arrogante alejándose–. Adiós.

 

-Y que te dijo ése? –inquiere Zero recostado en el muro luego de encontrarse en el pasillo con esa pelinegra-

-Nada interesante. –se encoge de hombros-

-Problemas! ¡Problemas! >O< –agitado corre el Director a dirección de ellos– ¡Kurenai Maria ha despertado!

-Kurenai Maria? –inquiere Zero frunciendo su ceño-

Sin darles tiempo a padre e hija sale apresurado a enfermería, abriendo de golpe la puerta.

-Hijo, espera! –lo siguen Cross y su hija-

-Ahí estás! –corre esa menor de cabello violeta y camisón violeta– ¡Papá! –se abraza a ese albino que vio entrar-

-... –abre Zero exageradamente sus ojos violetas por tal comparación ¿Tanto se parecía a ese bastardo que destruyo su vida?–

-Uh... No, él no... –trata de defenderse el Director-

-Director, mintió! Papá está aquí después de todo. –pone las quejas con un puchero–. Papá, esa persona es tan mala, me dijo que okaasan está muerta.... –se silencia por reparar en ese rostro atentamente–. Espera... Tú no eres... ¿Tú eres Zero-kun?

Inquiere ella en timidez para después perder las fuerzas, siendo tomada por Keira.

-Ya veo. Entonces okaasan se encontró contigo... Así que de verdad ella murió. –murmulla Maria con su cabeza baja-

 

Sentada delante de ellos se mostraba una débil menor, teniendo a su lado esa bebida de una de las tabletas, hallándose Zero recostado en el muro con sus brazos cruzados.

-Okaasan ahora se ha ido. –estruja Maria esa tela de sus rodillas entre sus dedos–. Sé que mis padres mataron a los padres de Zero-kun, y también que Ichiru-chan es mi hermano. Perdón... ¡Perdón! –corre hacia el albino tomándole el brazo–. Te pido disculpas en nombre de ellos. Aunque la hayas matado, no creo que ella se hubiera arrepentido de nada de lo que hizo.

-... –calla Zero cubriéndose sus ojos por su flequillo platinado-

-Espera, espera. –interviene Cross acercándose a ese par de albinos–. Tranquilízate, Maria. Acabas de despertar y podrías estresarte. Vengan chicos, dejémosla descansar.

Deja a Maria en la camilla mientras se llevaba a su hija. En silencio sigue Zero a ese par, cubriendo su flequillo sus ojos.

-Por favor, espera, Zero-kun. Quiero decirte la verdad. –desde la cama pide la menor-

-Qué? –desde el marco de la puerta gira a verla-

-Los cazadores Kiryuu fueron asesinados por estar en desacuerdo con la Asociación y atreverse a unirse con un linaje Sangre Pura. Alguien a quien no le gustaba la idea de que tus padres y ese linaje se unieran, puso su empeño en usar a Jun Kurenai para tal fin. Solo debía dar una advertencia a esa unión pero... papá se prendo de ti y por eso los lastimo, para acceder a ti.

-... –se abren sus ojos exageradamente-

-Ahora, Jun Kurenai y esa persona son el verdadero enemigo de los Sangre Pura y tuyo!

 

-Zero, todo está bien? –inquiere Keira al ver a ese albino salir-

-Sí, ella no es Shizuka ni Jun así que... –se aleja, pasando al lado de ese par-

-Maria-san no planea quedarse en esta escuela. –lo alcanza la pelinegra de ojos miel–. Le dijo a papá que piensa regresar a casa de un tío o algo así.

En silencio la escuchaba, sin dejar de pensar en las palabras de esa menor.

"...papá se prendo de ti y por eso los lastimo, para acceder a ti"

-Iré con Ichiru. –zanja. Necesitaba estar solo-

-Delante de mí no pretendas estar bien, Zero. –opina tras él sin gesto alguno–. Kuran Kaname siempre estuvo ahí para protegerte, pero ¿tienes miedo de recordar ese pasado y ser feliz a su lado?

No la observa, solo la ignora, yéndose.

Penetra Zero en su cuarto, viendo a su pequeño sentado en el borde de la cama. Corre para impedirle levantarse.

-No te levantes. –lo toma suavemente de los brazos. Le toma la frente–. Aun tienes fiebre. Debes seguir descansando. Traeré tu medicina. –ojea la mesita de noche cercana-

-Papi, si me convierto en vampiro... crees que mi corazón se haría más fuerte? –inquiere el hijo cabizbajo-

-... –se detienen sus dedos a centímetros de ese frasco, abriéndose exageradamente sus ojos– ¿Él te lo ofreció... Kuran?

-No, Kaname-senpai no me ha dicho nada. Yo pienso que sería bueno si me convierto en vampiro, así, tú no te preocuparías por mi salud. Tú siempre piensas en mí, te preocupas más de la cuenta por mi... –retiene sus lágrimas-

-Jamás dejaré que te conviertas en algo como eso. Aun cuando eso signifique hacer de Kuran Kaname mi enemigo. –firmemente interrumpe Zero–. O que sea odiado por ti. –se incorpora aproximándose a la puerta–. Prepararé una ducha tibia para ti.

Perplejo queda Ichiru por esas palabras.

Notas finales:

Una única aclaración... En el anime y manga, Kaname aparenta 18 años, pero Zero posee 17. Así que, Kuran es el mayor de la relación jajjajaj.


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