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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

¿Qué puedo decir a mi defensa...? Ténganme paciencia, aun no me adapto a este nuevo año. Ni siquiera he empezado a ver anime o siquiera leer manga U_U ¡Empiezo en Febrero con las nuevas series, yupi *///*!

Si quieren matar a alguien, que sea a Matsuri Hino-sama UoU

 

 

 

 

 

 

-Kaname-senpai... mato al padre de Aidou-senpai...? –incrédulo inquiere Ichiru con sus ojitos exageradamente abiertos-

En silencio veía Zero a ese rubio subir lentamente las escaleras y caer arrodillado frente a esa capa de arena que alguna vez fue su padre. Su mente se puso completamente en blanco con aquella desgarradora imagen de un hijo llorando por su padre, olvidándose de su alrededor y tratando de hilar el porqué de aquella acción de Kaname. Inmóvil solo podía ver a Aidou derrumbarse y llorar por esa tragedia presenciada.

-Ustedes permanezcan aquí. Iré tras Kaname-kun! –pone al tanto Cross regresando por aquel camino-

-Por qué?! Kaname-sama.... –lloraba ese desconsolado hijo sobre las cenizas de su padre-

Siéndole a Zero imposible no evocar la propia muerte de sus padres. Por supuesto que sabía el dolor de un hijo por la pérdida de un padre.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿POR QUÉ LO MATO?

Ambos albinos se hacia la misma pregunta, decidiendo uno de ellos ir a buscar respuesta, saliendo Ichiru a correr con sus manos empuñadas.

 

 

 

 

 

 

Noche 34 Distintos caminos.

 

 

 

 

 

 

-Kaname-kun! –llamaba Cross buscándolo en todo ese bosque-

Logra Cross dar con aquellos árboles y pinos donde provenía la pesada aura de ese castaño Sangre Pura, deteniéndose por ver esa esquina completamente solitaria.

-Maldición! No puedo rastrear su presencia más lejos de aquí! –presiente otro Sangre Pura, girando a ver detrás suyo en prevención– ¡Ichiru! ¡Te dije que permanecieras dentro! ¡Espera! –le toma el brazo por verlo cruzar al lado suyo-

-Suéltame! –forcejea con esa mano-

-No! ¡Espera, Ichiru!

-Que me sueltes! –continua resistiéndose-

La presencia de Zero se aproxima a ellos. Acercándose hasta Ichiru lo toma del brazo, dándole una cachetada. Quedando ese pequeño rostro ladeado por ese gesto, y un Cross sacado de onda. Nunca el padre le había levantado la mano al hijo.

-No te permitiré que hagas eso. Como tu padre, no permitiré que vayas con él. –se relaja, pero no lo libera­ del brazo–. Lo que acabas de presenciar es la verdadera naturaleza de... de ese vampiro. No veo razón para actuar contra Aidou-dono pero lo hizo sin importarle lastimar a aquel que lo quiere y estima.

-Pero papá... Kaname-senpai... –muestra su rostro bañado en lágrimas. No por el golpe si no por aquella situación–. Necesito preguntarle por qué está haciendo esto ¡Él te ama! ¡Prometió que estaríamos juntos... Los 3!

-... –le dolía verlo en ese estado, por eso le toma la mejilla–. Hijo...

-Déjame ir...! Él prometió que... no te haría llorar. Lo prometió...

Empieza la respiración de ese menor a agitarse. Ichiru se sentía extremadamente molesto, ofuscado, herido. Cabizbajo, su brazo continua apresado por su padre. Su flequillo platinado cubre su rostro, sintiéndose profundamente traicionado por quien supuso su apoyo. Tras su espalda aparecen un par de negras y enormes alas de mariposa no exhibiendo su rostro gesto ni su mirada, como lo hubiera hecho el propio Kaname con su aura en forma de los murciélagos.

-Ichiru... –se asombra Zero, aún así no le libera el brazo-

-La presencia de Kaname... está tan lejos. No puedo rastrearlo. –murmulla Ichiru olfateando el ambiente-

Empezando a agitarse ese par de alas con un solo pensamiento en mente. Buscar a ése Sangre Pura que le mintió.

-No me dejes tu también... –le murmulla estrechando contra si a su hijo, no importándole sufrir una herida en el proceso-

-Uh? –parpadea Ichiru por haber escuchado y sentido la sangre de su padre-

-Se un buen niño y tranquilízate. Calma. –le peina el cabello tras la cabeza-

Agotado pierde Ichiru el equilibrio no logrando sus piernas sostenerlo, siendo sostenido por los brazos de su padre, empezando a desaparecer esas alas como llegaron. Quedando su cabeza contra el torso de Zero, colgando sus brazos. Derrama lágrimas en silencio estrujando entre sus dedos el abrigo de su padre.

 

En silencio se hallaba Ichiru entre los brazos de su padre, ocultando su carita en su pecho mientras seguían a un silencioso Cross.

-Zero, tu más que nadie sabes que el propósito de nuestra Asociación es cazar vampiros, pero por otro lado. Si alguien en la Sociedad Vampírica disturbia la paz, también nos encargamos de eso. Lo siento. –se acerca a ese vehículo-

Ve Zero como el rubio regresaba junto a un objeto entre sus manos, extrañándolo.

-Porque fuiste testigo y ahora tenemos que ser cuidadosos y tomarte bajo custodia como tal y también porque tú eres... su pareja. –abre esas esposas-

-Van a esposar a papá? –posa sus ojos en ese objeto, sorprendiéndolo– ¿Pero por qué? Si papá no...

-Oye. –le da un golpecito suave en la cabeza con dos dedos de su mano, mostrándose bastante sereno–. No voy a ser enviado a la horca.

-Pero papá... –alza su cabecita con temor en su rostro-

-Él puede venir conmigo? –inquiere Zero bajando a su hijo, para exponer sus muñecas–. No sería capaz de dejarlo.

-... –ve a ese preocupado Ichiru mientras esposaba al padre–. Sí.

-Director, Aidou-senpai.... se encuentra bien? –inquiere Ichiru por no verlo cerca-

-Él estaba llorando...

Continúa Zero su avance a aquel carro, ayudándole a su hijo a subir. Se sostiene del borde de esa puerta para ascender, deteniéndose por ver a aquel rubio Noble dentro en la esquina, cruzado de brazos. Siéndole imposible no suspirar. Decidiendo no cruzar ninguna palabra y tomar asiento.

En cuanto a Ichiru, toma la posición de su padre sentándose a su lado sin dejar de ver a ese entristecido Aidou que frente a ellos callaba. Solo baja sus ojos violetas al suelo, entristecido.

 

 

En pasos suaves se dirige hacía esa puerta del Cuartel General de la Asociación que es abierta por uno de sus compañeros cazadores, no atreviéndose a verlo. Ya era suficiente humillación para tentar a su paciencia. Escoltándolo Cross, teniendo la compañía de Ichiru que sujetaba su manga ya que no lo podía hacer con sus manos, y detrás, ese cabizbajo rubio Noble. Se detiene bajo el marco de esa entrada para observar hacia dentro.

-"Pese a venir varias veces a este lugar, no era capaz de sentir que la atmosfera que persiste en la sede de la Asociación pertenecía a ese hombre que quiso a Kana....". –detiene ese nombre en su mente, siéndole imposible no bajar su cabeza en dolor-

Toma Zero aire para cruzar, pero, el que esa mano infantil liberara su manga lo hace igualmente detenerse.

-Qué ocurre, Ichiru? –inquiere Zero-

-Ven, no hay nada de temer. –interviene Cross paternal en su posición-

-No tengo un hechizo de restricción en mí. Así que no puedo entrar. –tímido pone al tanto-

-Está todo bien. –regresa Zero sus pasos para hincarse y lograr cargarlo, rodeándole el cuello esos pequeños brazos–. Estas pesadas esposas te protegerán de la trampa que hay en la entrada. –lo baja al cruzar ambos sanos y salvo dentro-

Reanuda el albino cazador sus pasos, siguiéndolo apresuradamente Ichiru. Precisamente, un Kaito salía de un pasillo, encontrándose sus miradas por segundos, pero no perdiendo Zero su seguridad. En cuanto a Kaito, asombrado admira a aquel albino esposado que era seguido por su hijo.

-Ichiru-chan, hasta aquí se te permite la entrada. Lo siento. –se interpone Cross en el seguimiento del menor, mostrando un amable gesto–. Es por aquí, Kiryuu. –indica-

-Regresare ¿si? –le acaricia Zero el rostro a su hijo cuanto esas esposas le permitían, luego de hacerlo se aleja-

En medio de ese pasillo permanece Ichiru preocupado.

 

 

-Tío! ¡Tía! –apresurada bajaba la albina Noble esas escaleras en busca de los mayores-

-Qué ocurre, María? –pregunta el tío sentado en la mesa de su estudio, con su esposa a su lado. Aprovechando la calma en su casa-

-Es bueno el ver que ya te sientas mejor, pero...

-Discúlpenme, utilice los ojos y oídos del ave y por casualidad me enteré de los rumores que circulan entre los nobles. –preocupada queda Maria bajo el marco de la entrada–. Dicen que Kaname-sama, ha desaparecido.

 

Igual noticia negativa llegaba a ese Consejo Vampírico, posando los representantes sus ojos sobre esa silla vacía que representaba la del Líder, empezando a tomar fuerza los rumores.

-No encuentro ningún motivo por el cual Kaname-sama asesinara a Nagamichi Aidou-dono...

-Acaso él ha perdido la razón como Jun-sama?

-Es por eso que ha atacado a un Sangre Pura, al líder de la Familia Hanadagi?

 

 

Nunca se imaginó que estaría en una situación semejante, por muy "vampiro" que fuera. De pie estaba dentro de ese estrado, que más bien parecía una pequeña celda a causa de los barrotes de acero que lo rodeaban, frente a Cross y Yagari y demás de esos cazadores a su alrededor, en ese interrogatorio.

-Qué opinas?

-Se lo tiene merecido. Decidió dejarnos por ir tras ese Sangre Pura Kuran. –despectivamente opina el otro en voz baja-

Igualmente teniendo un par de cazadores a un costado que solo cuchicheaban con sonrisas maliciosas. De reojo observa Zero a ese par en serenidad, consiguiendo un respingo de esos dos hombres, bajando éstos sus cabezas fingiendo no haber dicho nada. Recién reparando el joven cazador en ese "miedo" que algunos de sus propios "compañeros" le tenían, sorprendiéndolo un poco. ¿Tan intimidante se veía? Mejor regresa sus ojos violetas al rubio Presidente de la Asociación acompañado de su pareja. O sea, Cross y Yagari.

-Kiryuu Zero, entonces desconoces el paradero o los planes de Kuran Kaname? ¿Realmente es así? –inquiere Cross mostrándose imparcial-

-Él no me dijo nada al respecto. Eso, como a usted, me tomo por sorpresa. –trata de fingir calma-

-Como pareja del líder de los Sangre Pura que una vez fue la real familia Kuran ¿A qué crees que se deban las acciones de Kaname Kuran?

-... –baja su mirada entristecido, ya no podía tener por más tiempo esa máscara–. Es un hecho que él intentaba que ambos... los tres viviéramos juntos. Así que, el por qué... –cierra sus ojos mordiendo su labio. Esa faceta vulnerable nunca le gusto y no la mostraría ese día, o trataría de no mostrarla–. No lo sabría decir. Yo sólo puedo hablar de sus intenciones con un sin número de especulaciones.

-Ya veo, ni siquiera tú sabes. Tendré que darme por vencido, y habrá que preguntarle a él directamente.

-Yo mismo me encargare de ir a buscarlo y le preguntaré. Ténganlo por seguro, así que ustedes no se interpongan en mi camino. –seguro opina en ironía-

-Kiryuu, conoces los términos del Tratado entre Kaname-kun, el líder de los Kuran?

-Orden pacifico entre los vampiros. El hecho que haya sucedido todo eso no me exime de desconocer sobre todo lo referente a la Asociación y lo demás. Como aquel tratado.

-Además, a causa de faltar un líder alternativo de su Linaje, algún otro Sangre Pura podría ponerse al frente. No sé qué pasará en el futuro pero, es cierto que el hecho de que Kaname haya desaparecido es algo ya bien conocido. Y los vampiros maliciosos que siempre esperan una oportunidad para cometer cosas malas, han comenzado a actuar.

-Qué? –se sorprende-

-Desafortunadamente, lo que está sucediendo ahora es lo mismo que ocurrió después de que el Consejo colapsara. Es frustrante pero tenemos que tomar medidas de inmediato. Por ahora, Kiryuu, eres libre tú y tu hijo de hacer lo que quieran pero dentro de la sede.

Observa sorprendido a Cross. Eso era... Confinamiento.

 

 

Tomando aire trata de conseguir el mejor gesto para no preocupar a ese pequeño que se encerró en aquel cuarto. Y todo por ese Kuran... Luego de conseguir finalmente por lo menos calmarse abre esa puerta.

-Mira lo que me dieron. –se le acerca Zero sentándose en el borde de la cama–. Luego del interrogatorio, Cross me acorraló por segunda vez y me dio este trozo del pastel de chocolate que hizo. Según él, para recibir a su nieto. –describe con ese platillo y cuchara en su mano-

Nada. Ningún movimiento de ese pequeño albino que le daba la espalda, descansando su cabeza sobre una almohada.

-Entonces lo comeré yo solo. –opina-

-A ti no te gusta. –opina Ichiru decidiendo girar a verlo, acostado en las sábanas-

-Qué haremos con esto entonces? Sabes que odio botar la comida. –ladea su cabeza usando esa táctica aprendida en esos años de criar a ese menor-

Pronto ve como ese pequeño se sienta en el borde de la cama recibiendo el platillo, empezando a comer a su lado a gusto. Sonríe Zero por esa táctica ser infalible, peinándole suavemente la coronilla con la mano.

-Papi, olvidaste la leche.

-Oh, así que eso era lo que había olvidado. –sonríe siguiéndole el juego–. Iré por ella, permanece aquí. –se incorpora-

-Y otro trozo. Está muy rico. –pide recobrando un poco de esa alegría que lo caracterizaba-

-Mejor te traeré algo de comer junto a eso. –sale-

Detiene Ichiru ese bocado en su boca a centímetros, a causa de recordar algo. Ve hacia esa puerta, decidiendo levantarse y salir. Asoma su cabeza dentro de esa habitación de puerta abierta, reparando en ese rubio sentado en la cama, cabizbajo. Prefiere penetrar en silencio y quedar frente a él.

-Aidou-senpai... puedes ir a casa si lo deseas. –cede Ichiru en calma-

-... –le desvía la mirada en silencio-

-No tenías que venir conmigo hasta aquí. –baja su mirada entristecido–. Cuando pueda, yo mismo le preguntaré a Kaname-sen.... a ese hombre, el motivo de... –baja sus ojitos violetas en tristeza–. Aunque papá no me lo ha dicho, escuche que la Asociación ha prometido cazarlo. Pero aun así yo...

-Kaname-sama te puso a mi cuidado. Así que no me iré a casa... –le interrumpe sin levantar su cabeza, descansado sus brazos sobre sus muslos– ¿Por qué padre lo aceptó? –de nuevo lo embarga el dolor, mordiendo su labio-

Extrañado ve como a sus ojos agumarina era ofrecido un trozo de pastel de chocolate sobre un plato. Mostrando una de sus puntas faltantes.

-¿Qué estás haciendo?

-Cuando yo lo como me siento bien. –confiesa Ichiru sin dejar de ofrecerlo-

Decide el menor albino dejar el plato sobre las manos de Aidou para después salir en silencio. Cabizbajo regresa a su habitación.

-Dónde estabas? –inquiere Zero sentado en la cama, esperándolo-

-.... –repara Ichiru en esa bandeja al lado de su padre–. Estaba buscándote. –se encoge de hombros mostrando una sonrisa despreocupada– ¡A comer, a comer! –corre hacia él-

Sonríe a cambio Zero, era el único que alegraba su vida.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-Oye! ¡Trabaja! ¡Estamos ocupados!

Trata Yagari de volver a la vida a ese rubio de lentes esparcido en el escritorio con un aura depresiva ¿Dónde había quedado el despiadado cazador de la antigüedad? Ya esa actitud empezaba a darle nauseas.

-Ichiru definitivamente me odia... Aunque era la primera vez que estamos los tres en mucho tiempo.... –se incorpora Cross sobre la mesa en actitud dramática– ¡Esposé e interrogué a Kiryuu! ¡Soy tan mal padre!

-Qué molesto... –y él tenía que pasar por eso ¡Y se supone que esa noche matarían la abstinencia!– ¡Ya me arte!

Zanja ese pelinegro tomando de la muñeca a aquel rubio y jalándolo hacia él. Sin importarle su depresión lo besa. Cross simplemente le permite esa invasión ladeando su cuello y rodeándole el cuello con los brazos, olvidando que "había sido un mal padre".

-De esta noche no pasa. –aclara y promete Yagari luego de finalizar ese demandante beso-

-Qué? O.o –oh, oh, su cuerpo peligraba-

Posa Yagari por inercia su ojo celeste en la puerta. Un pequeño intruso se asomaba en la madera entreabierta sin haber avisado su llegada.

-Qué? Si tienes algo que hacer aquí, solo entra, idiota. –cede Yagari a su manera-

-Yagari-kun, no creo que sea una buena manera de hablarle a mi nieto! >////< ¿Y qué haces a estas horas de la noche. Kiryuu-kun está contigo?

-... –niega con su cabeza–. Umm, disculpen la interrupción, pero... bueno... Solo quería venir a preguntar algo. –continua tímido apoyado en la madera, solo asomando su cabeza–. Sé que puede ser un poco difícil, pero ¿Hay alguna posibilidad de iniciar algo como la Clase Nocturna de nuevo?

-Ichiru, eso en verdad sería complicado.

-Ah! ¡Está bien! Solo venía a eso. –rápidamente se disculpa el menor-

-Ichiru-chan, no dejes a tu abuelo!!! >O<

-Buenas noches. –cierra Ichiru la puerta, ignorando los berrinches del rubio–. Él dijo que era complicado, pero, no que eso no se podía hacer. –muestra una sonrisa pícara yéndose alegre, antes de que su padre notara su ausencia– "Yo haré algo que a papá no le gustará, pero tengo que encargarme de lo que puedo hacer"

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-Parece que los Nobles buscan a ciegas a Kaname-sama. Mientras que su pareja y el hijo de éste han decidido permanecer en la Asociación... Pobre. Seguramente debe ser difícil ¿no? –le da Rima un pausado sorbo a esa bebida mientras descansaba de esa sesión de fotos, decorando sobre sus ojos un par de lentes de negra montura–. ¿Tú qué opinas, Shiki?

Lo ve ella desde la comodidad de su asiento, notando al pelimarrón abstraído del mundo, recostado en el muro detrás suyo, asomando su cabeza por la puerta entre abierta.

-Rima, parece que sucedió algo con esa modelo de allí. –pone Shiki al tanto-

-Les digo que es la verdad! Había un hombre caminando detrás de mí. Pero luego, cerré mis ojos por un segundo y cuando los abrí, ¡Él estaba justo a mi lado! "Que mal, tu sangre no luce apetitoso", me dijo...

Eso logran ambos oír, mientras demás personas trataban de calmarla y que continuara en su trabajo.

-Incidentes terroríficos han estado ocurriendo últimamente... desde que los nobles que deberían mantenerse vigilando, no tienen tiempo para eso. –opina Shiki sin verla-

-No podemos culparlos, no hay nada más aterrorizante para los Nobles que Kaname-sama. –apoya su codo en el brazo de la silla, descansando su mentón en el dorso de su mano, girando un poco su cuello a dirección de su amigo–. Mató al líder de la familia Hanadagi y luego al Padre de Aidou-san. Sus intenciones son confusas, así que... debe ser aterrorizante.

Shiki la observa por sobre su hombro escuchándola atentamente, cerrando esa puerta de su camerino.

-Y los otros Sangre Pura sólo observan en silencio lo que sucede fuera de sus dominios. Debe ser duro para ese cazador. –suspira ella-

 

 

-María! ¡María! –toca la puerta ese hombre a cargo de la albina de cabellos platinados de mezclas violetas, sosteniendo en su mano una hoja de papel-

-Qué sucede, tío? –se asoma la menor-

-Escuché que una persona llamada "Ichiru-san" estaba en la Academia. ¿Cómo era él? ¿Tú lo conociste antes, cierto?

-Cómo era...? –toma su mentón, pensativa–. Él es un niño con quien es fácil de hablar. Siempre acostumbra ir con... con su padre que es miembro de la familia de Cazadores. ¿Por qué preguntas todo de repente. Le paso algo?

-Mira aquí. De alguna manera, hemos recibido una carta de Ichiru-san diciendo que es el actual líder de la Familia Kurenai a través de la Asociación. ¿Cómo es eso posible...? –exhibe esa carta a los ojos de su sobrina–. Y pide tu ayuda.

 

-Parece que se está moviendo.

-Sí, recibimos una carta a través de la Asociación ¿Qué puede hacer ese niño?

-Planea reemplazar a Kuran Kaname.

-Sera algo imposible para aquel chiquillo reemplazar a Kaname-sama...

Esas eran las burlas que aquellos miembros de ese Consejo luego de haber recibido las cartas a nombre de ese representante Sangre Pura del Linaje Kurenai.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

Un nuevo día y una nueva sesión de fotos para ese par de chicos ex Clase Nocturna.

Logrando moverse con ese ostentoso y exclusivo vestido posaba Rima junto a un igualmente elegante Shiki para esa nueva foto.

Luego de finalizar exitosamente la sesión de fotos de ese día, pueden el par de modelos erguirse. Desplazando ambos sus miradas a un costado, acercándose una joven asistente con un sobre en sus manos.

-Uh? Es una carta. –repara Rima, tratándose de dos carta–. También hay otra en nombre tuyo y de Ichijou-san.

 

-Te has vuelto loco, Cross? Lo has dejado enviar libremente esas cartas estos días. Si tu objetivo es hacer que Kuran salga de su escondite, entonces mejor has que Ichiru lo busque. –ironiza Zero en desacuerdo del apoyo de ese rubio a su hijo, estando Cross sentado tras su escritorio-

-Ichiru no perseguirá a Kaname-kun por ahora. Él siempre debe tener un guardia a su lado. Además, él solo ha dejado cartas. –entrelaza Cross sus dedos sobre la mesa–. Esa es la condición para dejarlo salir.

-Aunque sea un sangre Pura, nadie lo tomara en serio ¿Qué puede hacer por si mismo? –avanza hacia la puerta cabizbajo, saliendo-

-Eso es sí estuviera haciendo esto por si mismo. –observa Cross su retirada-

Suspira Cross bajando su cabeza. Minutos después, una segunda compañía entra sin avisar, siendo una costumbre en ese pelinegro de parche.

-Ey! –"saluda" Yagari, teniendo la compañía de Ichiru– ¿Tienes un minuto?

-Está bien ¿Qué sucede, Ichiru?

-Tengo un pedido para usted, Director.

 

Sin haberse Zero cruzado con ese pelinegro cazador de parche, pasa por un pasillo contrario, avanzando hasta estar en los territorios de los dormitorios. Abre una de las puertas sin tocar, viendo al rubio Noble sentado en el suelo recostado en la cama.

-A qué vienes? –inquiere Aidou en voz serena, sin verlo. No se sentía para nada bien-

-A nada en realidad. Sólo a decirte algo. La persona que se supone debes vigilar parece estar buscando problemas. Si prefieres dejarlo como está, para mí está bien y yo me encargare de eso, pero si te preocupa, ve y pregúntale al Director o a Ichiru los detalles.

-Tú... En realidad viniste a ver como estoy ¿verdad? Viniste a ver si estoy atormentado por la traición de Kaname-sama. –cierra sus ojos, abrazando sus piernas-

-No. Porque no quiero ver a mi hijo herido. Y por obvias razones, no puedo tomar mi lugar como padre sin que tenga a mil escoltas detrás. –sencillamente dice el albino desde el marco de la puerta-

-De ninguna manera... definitivamente no me convertiré en algo así. No me convertiré en algo como tú.

-... –lo ojea en silencio, para nada ofendido-

-No importa lo duro que es este momento... –toma su cabeza al punto del llanto–. Maldición.... Sólo estoy pensando en cosas malas... –cierra sus ojos en dolor mientras salía Zero del cuarto–. Maldición.

Zero solo puede bajar su cabeza, cubriendo su flequillo platinado sus ojos, mordiendo su labio. ¿Un ser como él..? Trataba de no derrumbarse frente a su hijo o frente a los demás. Fingir calma ante esa humillación de aquel castaño que deseaba odiar con todas sus fuerzas, pero no lo conseguía. Simplemente continúa su camino.

 

 

Un sitio neutral se había tomado para aquella reunión que el mismo Ichiru realizó con la ayuda de Cross. El Dormitorio de la Clase Nocturna de la Academia Cross. Delante de esos Nobles que asombrosamente habían aceptado su situación estaba de pie, no mostrando en ningún momento debilidad, o tratando de mostrar una valentía que carecía, pero la que había heredado. Él quería afrontar los acontecimientos sucedidos con Kaname. Mostrar sus acciones para ganar la aceptación de sus decisiones. Quería que los humanos y vampiros convivieran como antes.

-Qué es esto?

-Lo dice en serio?

-Sí. Quiero reiniciar la Clase Nocturna. –seguro responde Ichiru–. Quiero proteger el acuerdo entre la Asociación y Kuran Kaname. Pero yo no lo puedo hacer solo, así que...

-No debería molestarse en pedirnos permiso a los Nobles, puede hacer lo que quiera con el poder que ustedes, los Sangre Pura tienen.

-No. La Clase Nocturna debe ser establecida a través de la colaboración. –opina Ichiru–. Quiero camaradas que protejan el acuerdo junto a mí. Yo quiero llevarme bien con todos ustedes y con los humanos también.

-Qué pretende hacer respecto a Kaname-sama? Hanadagi-sama y Aidou-dono perecieron por su mano... No podemos negar la posibilidad de que Kaname-sama pueda terminar siendo nuestro enemigo.

-Aun así, usted está discutiendo sobre la Clase Nocturna en lugar del tema de Kaname-sama? Con el debido respeto, en este momento no hay ni una sola persona que desee colaborar con usted ¿o si?

-Ese no es el caso, nosotros colaboraremos. –decide Shiki interferir, quedando en el marco de la entrada-

-Entendemos de lo que él habla. –concuerda Rima al costado contrario-

-Hola, Ichiru-chan. Te apoyamos. –le muestra una sonrisa Ichijou-

-.... –se contagia por ese apoyo, sonriendo–. Estoy muy agradecido con ustedes tres, Senpai.

-Aidou no ha venido ¿no? –repara Shiki en la falta de ese otro rubio-

-No se lo dijiste? –inquiere la modelo de coletas viendo al menor platinado-

-No... –responde Ichiru, viéndola–. Simplemente no pude preguntarle.

-Ya veo. Entonces debo ser franco con usted. –toma un Noble la palabra–. El hijo de Aidou-dono debe sospechar de usted más que nosotros.

-... –se sorprende el menor albino, bajando su cabeza en tristeza-

-O... ¿nos castigará por desobedecerlo, Ichiru-sama? –provoca una mujer en pie–. ¿O si lo prefiere, por qué no sólo usa su poder de Sangre Pura para hacer que lo sigamos?

-"Eso es..." –piensa levantando su cabeza de golpe. Tal vez. Si usaba esa habilidad...–

-Él es incapaz de hacer algo así. –avanza lentamente ese Noble recién llegado–. Yo creo en él.

-Aidou-senpai... –se asombra Ichiru por verlo colocarse a su lado-

-Perdonen por entrometerme. Yo también colaboraré con él. –apoya Aidou en firmeza-

Notas finales:

Hoy, 1ra semana de Febrero, comienza mi ¡"Maratón de anime y Manga" Yeah... *O*! Empezare con Dramatical Murder (anime)/ Tokyo Ghoul (Manga) ¿Escogí buen material o erre ^_^?

Las locuras de Kaname tienen una justificación U_U. Lo juro ^<^

En el próximo cap. veremos: Noche35 La nueva Clase Nocturna.


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