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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Deben estar ansioso por saber ¿no? ^_^

Aclaro que, deben LEER MUY BIEN este capítulo, porque hay partes así y otras así ¿Comprendieron ^O^?

 

 

 

 

 

 

Lo que sea que estés pensando sólo olvídalo

Sólo ocasionalmente despiertan los fragmentos de ese Kuran dentro de mí...

y me hacen pensar en su existencia.

Con esa frase, en esa sangre se había sumergido...

Confuso ve donde estaba. Siendo la primera vez que se hallaba en aquel lugar pese a hace meses beber de él. Desde que estuvo en contacto con la sangre de su padre se desconectó del mundo. Un enorme ataúd era decorado por sogas con espinas, ubicándose a su alrededor múltiples lapidas como si fueran fieles soldados caídos en batalla. Sobre la tapa de esa tumba, descansaba un enorme sauce, extendiéndose todas sus raíces y que reposaban en ese personalizado cementerio. Ninguna hoja decoraba los brazos de madera, pero si una única presencia. Un menor idéntico a él con el uniforme de la Clase Diurna estaba sentado en uno de los brazos. Completamente asustado.

-Él nuevamente me abandona... Él podría salir...

Extrañado veía a ese chico de aparentemente su edad tomando entre sus manos sus piernas. Escucha de golpe algo romperse, posando su atención en las sogas espinosas que rodeaban ese ataúd. Una se había roto. Provocando que ese albino presionara sus manos en su cabeza platinada.

-Él va a salir. Mi mayor miedo... Aquel que se encuentra dormido debajo... Él no estará para detenerlo.

Ve Ichiru aquel féretro nuevamente. Por alguna razón empezaba a tenerle miedo.

-Ey, no espíes dentro de mí. –sin verlo recuerda-

Ichiru agitado respira luego de separarse de su padre, estando sus manos estrujando el hombro del mayor en temor. Sólo limpia lo más rápido posible la comisura de sus labios. En silencio Zero pasa su mano por esa cabecita para tranquilizar su miedo.

-"Tengo la impresión de que Jun Kurenai estaba dentro de ese ataúd... Y que ese niño asustado era papá". –piensa mientras su flequillo cubría sus ojos–. Lo siento, ya no podía contenerme más. "¿Qué hay de tu hambre, papá?"

A lo lejos, Aidou había visto ese acto sin expresar gesto, luego de percibir sangre en el aire.

Por su parte, Sara recién entraba al salón, consiguiendo su presencia que algunos estudiantes se levantaran de sus sillas como si se tratara del mismísimo Presidente de la Clase Nocturna, solo sonriendo ella complacida  y pasando totalmente a su puesto.

 

 

 

 

 

 

Noche 36 Ichiru y Sara.

 

 

 

 

 

Justo al lado de Ichiru pasaba el albino cazador, como si horas antes no hubiese sucedido nada.

-Papá, cerca de aquí hay estudiantes de la Clase Diurna. –le comunica al pasar a su lado-

-Ya me hago cargo. –pero, para su extrañeza, siente una suave palmada en su hombro, virando a verlo-

-Cuento contigo. –sonriente dice, para luego salir a correr, dejándolo como si no hubiera pasado nada-

Al estar fuera del campo visual de su padre se recuesta contra la pared, respirando agitado. Se sentía extraño luego de haber bebido su sangre. ¿Su relación se estabilizaba nuevamente, verdad? Porque él lo quería así.

-"No es la primera vez que pasa esto. Siempre se puede comenzar desde cero ¿no?".  –piensa Ichiru levantando su rostro, anhelante–. ¡Ah! Tengo que llegar al salón de clase! –regresa su alegría, yéndose-

 

-Regresen a sus dormitorios. –moviliza Zero a esas estudiante Diurnas. Luego de verlas obedecerle, suspira en agotamiento. Gastaba sus energías en vano–

-Gracias por el arduo trabajo, Kiryuu-kun. –se aproxima Cross lentamente acompañado de un castaño-

-Director... Kaito... –repara Zero en ellos, más en ese joven castaño-

-Recuerdo al antiguo Ichiru que hacía cosas como estas aunque tú se lo impidieras. Y el que cumplas obedientemente con tu rol me hace feliz. –sonríe Cross-

-Él está trabajando muy duro en esta Academia, tal como esperabas, y debido a que le pediste que se esforzara, ahora está haciendo lo que hay que hacer. –peina en serenidad su flequillo delantero-

-No puedo discutir contra eso. En aquel entonces, lo único que querías era matar a Kaname-kun, usando como excusa el peligro que su existencia representa. Pero ahora, el que te hayas convertido en alguien obediente, es un poco preocupante. –borra un poco el Director su sonrisa-

-... –muestra una maliciosa sonrisa pese al nombre de Kuran en esa frase– ¿Acaso Kuran Kaname no ha decidido matar a todos los Sangre Pura? Si es así, no tengo ninguna razón en detenerlo.

-Pretenderé no haber escuchado esas palabras. Como Presidente de la Asociación, no puedo permitir el comportamiento de Kaname. –se aleja el mayor–

 

 

-Vamos tarde. –caminaba Rima a la cabeza, deteniéndose para esperar a su compañero-

-Es por culpa de Aidou-san que no dejaba de hablar. –justifica Shiki, abriéndole educadamente la puerta a su amiga-

Una pesada atmosfera provenir de dentro sienten los modelos. Reparando en ese gesto para nada educado de esa rubia Sangre Pura dedicado hacia Ichiru y el mismo Ichijou en pie.

-Qué paso por aquí? ¿Por qué se ve tan derrotada? –inquiere Rima desde la puerta-

-Se está decidiendo al Presidente y Líder Clase Nocturna. Yo decline, así que, solo queda la elección entre Ichiru-chan y Sara-sama. –describe Ichijou-

-Qué sucedió entonces? –inquiere Shiki-

-Empate.

-Empate? °_° –se miran entre sí los modelos, incrédulos-

-Yo no puedo ser el Presidente. No sabría como... Esa responsabilidad es demasiado... y... –balbucea un tímido Ichiru– ¡No soy Kaname! –sinceramente finaliza-

-Exacto. No eres él. Por eso debes ser tú nuestro Líder ahora. –opina el rubio ex Vicepresidente con su amable sonrisa tomándolo de los brazos-

-Qué? Ichijou-san, usted...

-Mi voto es por ti. –le acaricia el rostro como lo haría con su propio hijo-

Sara como Ichiru quedan sorprendidos por aquella respuesta del voto faltante.

-Él es nuestro nuevo Presidente. –opina Shiki-

-Y solo tiene 8 años. –_- –se miran entre sí lo modelos–. De repente tengo una sensación de intranquilidad sobre lo que está por venir ._. –dice Rima-

-Hai. –concuerda Shiki-

En ese momento penetra el maestro y rompe con esa aura asesina del ambiente. No saliendo aun Ichiru del asombro.

-Entonces quiero que usted sea mi vicepresidente, Ichijou-san. –sale de su asombro, posando su vista en el rubio-

-Será un placer, Ichiru-kun.

-Todos vuelvan a sus lugares. No le causemos molestias al profesor. –toma Sara la vocería en vez del menor-

Y para sorpresa de Ichiru, una gran parte de los alumnos, quienes precisamente habían votado a favor de la rubia acatan su orden.

Ichijou simplemente se acerca a su pareja y a la menor de coletas para tomar asiento. Por un instante, la verdosa mirada del rubio se encuentra con la de Sara por segundos al pasar cerca, notando un gesto de desagrado en la Sangre Pura. Resignado sigue su camino. Ya estaba harto de la sumisión.

 

 

Entre esas calles solitarias, delante de las rejas de esa ostentosa mansión se detienen el par de Nobles. Admirando algunas hojas apoderándose de la fachada, notándose el poco cuidado.

-Esta debe ser la casa de Isaya-sama. Es un buen lugar para establecer la residencia de un Sangre Pura. –opina Ruka a su compañero fijando sus ojos en la edificación-

Kain desvía su atención a una de las calles próximas a esa edificación, reparando en un grupo de personas deambulando en medio de la noche.

-Lo mejor será que te quedes aqui y hagas lo que tienes que hacer, Ruka. Yo iré a ver lo que están haciendo esas personas.

Sale el anaranjado a supervisar dejando a su familiar, sorprendiéndose por ver una larga fila de gente en vez de un pequeño grupo, recibiendo de manos de una pareja pequeños frascos con alargadas tabletas.

-Qué es esto?

 

-Ruka, lamento tener que pedirte que cumplas con este molesto trabajo. –recién hace su llegada Kaname detrás de la chica–. Aunque este lugar esté alejado de las calles, aún se encuentra cerca de viviendas humanas. En caso de que algo suceda, asegúrate de alejarlos de aquí.

-De acuerdo. Usare mis poderes para mantenerlos lejos.

-Sabía que probablemente vendrías a aquí, Kaname-kun. –a un costado de ellos aparece Cross sosteniendo su espada-

-Director... No, creo que ha venido aquí como el Presidente de la Asociación.

-Y también como aquel que cuidó a Kiryuu y a Ichiru tanto como tú. He venido a decirte que de ninguna forma voy a dejar que te los lleves.

-.... –lo observa por segundos–. Kiryuu sigue su propio camino y vive de acuerdo a sus propias decisiones, Director. Ya no tengo los medios para mantenerlos a mi lado. Por lo tanto, estoy agradecido de que los mantenga alejados de mí.

-Si lo que quieres es eliminar a todos los Sangre Pura, Ichiru representa un estorbo para ti. –coloca el filo de su arma a escasa distancia del cuello de Kaname-

-Así es. Y si lo que quieres es detenerme, entonces tendré que matarte también. –toma entre sus dedos esa lamina que aleja de su cuello-

 

 

-Qué raro... –murmulla Ichiru solo para que Rima escuchara-

-Eh? –posa Rima sus ojos en el menor-

-Dónde está Aidou-senpai? –inquiere-

-Fue a cumplir con algunos de tus deberes, se ha escapado por un tiempo. –en desinterés informa la modelo de coletas-

-Ah... –ladea su platinada cabeza. Regresa su atención a su cuaderno. Sin embargo, una duda se manifiesta– ¿Pero no hará nada raro que pueda ser malinterpretado por la Asociación, verdad? U_U

-Quién sabe. –regresa Rima su vista al frente en serenidad-

Decide Ichiru levantarse de su silla y salir rápidamente del salón, habiendo sido seguidas sus acciones por una silenciosa Sara.

 

-Por eso les pido que, por favor, no dejen que la Asociación juzgue erróneamente a Aidou-senpai. Por eso vine lo más rápido posible a avisarles. –confiesa el pequeño luego de localizar a esos dos cazadores-

-Qué desafiante... Te pareces a tu padre. –opina Kaito frente a él, al contrario de Zero que estaba recostado contra un árbol–. Aunque ya sabíamos a grandes rasgos a donde se había ido ese bribón. Ey, Zero también lo viste ¿no? –lo ve por sobre su hombro en actitud serena-

-Ya llegaron. –informa Zero de esas presencias-

-Disculpen la demora. –dice Yagari avanzando en pasos lentos-

-Qué pasa? ¿Por qué nos citaste en este rincón del colegio? –inquiere Zero apartándose del árbol para quedar delante del pelinegro-

-Hay algo que tenemos que decir que no puede ser oído dentro de los cuarteles de la Asociación.

Pero, se interpone el hijo con sus brazos abiertos delante de Zero, mostrando firmeza.

-Qué planean hacerle a mi padre? –seguro inquiere-

-Oye... –exclama Yagari por esa intervención repentina-

Repara Zero en esos demás cazadores rodearlos, preocupándose por su hijo que por él mismo, no mostrando gesto, antes, suavemente lo aparta con apoyarle la mano en la cabeza, colocándosele delante.

-No te exaltes. No es nada.

-Uh? –repara en su padre y su calmada forma de hablar–. "Su forma de hablar fue como la de antes" –extrañado palpa su cabeza, después sonriendo-

-Es mejor que te vayas.

-Está bien, Zero. Quizás sea bueno dejar que lo oiga. Sólo no queremos que el Presidente se entere de esto. –toma Yagari la palabra–. Nosotros no compartimos su punto de vista. Esperamos que Kaname Kuran pueda continuar lo que está haciendo. Más allá de eso, creemos que las acciones del Presidente solo se atravesaran en ese camino.

 

 

-Kaname-kun, en verdad creí que mi pensar respecto a tu actuar estaba equivocado. ¿Por qué estás tratando de acabar con todos los Sangre Pura? –sin bajar su espada inquiere Cross-

A los ojos de Cross, esa lámina dentada seguía siendo retenida por esos dedos, mismos que recibían el esperado daño a causa de su sangre vampírica, no exhibiendo el castaño gesto. En respuesta, Kaname la aleja de su cuello  sin soltarla.

-Qué pregunta tan extraña. De toda la gente aquí, tú eres quien tiene más experiencia tratando con Vampiros. Deberías saber la respuesta claramente. –de un empujón aleja Kaname totalmente esa lámina, causándole al rubio alejarse-

-Kaname, yo... creí que habías decidido seguir tu camino, junto a Zero y Ichiru-chan. Llegará el día, en que me reveles las responsabilidades que has cargado sobre tus hombros.

Sentado en ese sillón solo tenía la compañía de ese menor de platinados cabellos que había llegado a su vida. Para su sorpresa, con los días, Zero empezaba a tenerle menos temor e incluso olvidando de momentos que él era un vampiro. Como en esa tarde que tenía ese cuerpo sentado sobre su regazo, recostando su cabecita grisácea contra su torso por poco alcanzando su rostro. Le encantaba tener ese cuerpo albino entre sus brazos como su compañía, no importándole que éste tuviera aquel peso extra en que se convertía un hijo.

-Así que te llamas Ichiru... –murmulla para sí ese pequeño castaño pese a que no sería escuchado-

Posa Kaname sus ojos castaños sobre ese bebé recién nacido que igualmente Zero protegía entre sus brazos. Notando su similitud. Cabellos de plata y piel del color de la nieve.

-"Lastimosamente, cuando Ichiru crezca, de ninguna manera podrá seguir manteniendo su forma "humana" Pero cuando ese momento llegue, creo que será... mi turno en convertirlo". –piensa en tristeza, pasando su mano sobre el cabello de Zero-

Mientras ese recién llegado Cross se hallaba en silencio bajo el marco de la puerta, no mostrando gesto hacia esa conversación escuchada.

-Aunque tuviste que cumplir con lo que planeaste en ese momento. Y a decir verdad, es un alivio que Kiryuu haya cambiado, y aun así tú.... –lo observa por segundos, decepcionado–. Ya que parece que tu meta ha cambiado ¿En verdad este es el camino que escogerás? Ichiru aún cree en ti, y aunque no lo creas, hay una leve posibilidad de que Zero continúe creyendo en ti.

-... –no exhibe Kaname gesto ante la mención del padre albino, durando segundos–. Ichiru es así. –muestra una suave sonrisa bajando su cabeza–. Si le dices esto, quizás se dé cuenta de lo que ocurre y deje de pensar ilusamente. Por favor, dile que yo fui quien mató a Ouri-san y que la siguiente será Sara Shirabuki. –sereno lo observa sin borrar su sonrisa-

-Kaname, tú...!

Recostada contra uno de los altos muros que protegían la edificación estaba Ruka, posando su mirada a una de las ventanas que desde su posición se alcanzaba a ver, reparando en la figura del dueño de esta. Mostrándose Isaya bastante sereno viendo lo que sucedía fuera de su residencia.

 

 

-Perdí su rastro... –detiene Aidou sus pasos en esa calle– ¿A dónde fue el Presidente de la Asociación?

Se pregunta el rubio por haber perdido el rastro del rubio cazador luego de éste tomar un vehículo y perderse de su vista.

-Él debe de haber descubierto la ubicación de Kaname-sama. "Es más, creo que... Kaname-sama podría estar en algún lugar aquí cerca". –piensa-

Suspira, seguramente en el pasado hubiera hecho una locura y alegado a su "detector de Kaname-sama" para su búsqueda, pero ahora, ya eso no le importaba. Sí, debía reconocerlo, alguna vez sintió atracción hacía el castaño, pero ahora...

-Uh? –sale de su cavilaciones por presentir algo, posando su vista a un costado– ¿Qué pasa? ¿Hay una fiesta cerca? –repara en el bullicio de un costado. Intrigado en pasos suaves avanza-

 

Recostado estaba ese anaranjado contra uno de los muros de brazos cruzados, solo observando. Había Akatsuki preferido no interferir y admirar aquellos "zombies" que se acercaban hasta un hombre con dinero para luego retirarse con un frasco en sus manos. Al ver a una mujer pasar a su lado luego de haber recibido ese objeto, se encarga en arrebatárselo sin decir palabra.

-Qué haces?! ¡Devuélvemelas! –eufórica exige la dueña-

-Ey, qué hay en las botellas? –en voz pausada inquiere Kain a aquel que las distribuía, alzando su mano lo suficiente alta para que esa mujer no alcanzara la botella-

-Si le parece bien, puede tomar esta. –con una nerviosa sonrisa deja ese frasco en el suelo a unos pasos de ese joven, saliendo a correr-

En medio de su huida, tropieza su hombro con un chico rubio que recién pasaba.

-Ah, lo siento.

-Hubo un baile o alguna reunión por aquí? –pregunta Aidou a ese nervioso sujeto que se alejaba-

Vuelve Aidou su mirada al frente para continuar sus pasos, deteniéndose de golpe por ver a un joven de cabellos naranjas en medio de la calle por donde pensaba cruzar, con una mujer aferrada a la bota de su pantalón.

-Akatsuki...

-Hanabusa. –gira a verlo-

-Tú... –corre apresurado hacía el más alto tropezando su zapato con una botella, en ese momento le valía poco– ¿DÓNDE HAS ESTADO? ¡EN ESTOS DÍAS NO PUDE CONTACTARTE! ¡ESTUVE PREOCUPADO POR TÍ! –vocifera tratando de mostrarse molesto-

Es sorpresivamente besado por Akatsuki, dejándolo totalmente fuera de base, nublándose cualquier reproche hacía él. Decide retomar el beso en uno más entregado y profundo no negándose el mayor.

-Eh? –levanta su pie de aquel frasco. Pero decide ignorarlo para rodearle el cuello al mayor–. Estuve muy preocupado por ti.

-Igual yo, Hanabusa. –le acaricia la mejilla con el pulgar, pero se separa después–. Lo siento, pero debo irme.

-Qué?

-Por favor escolta a esta señorita a la Asociación. Su comportamiento es demasiado extraño. También lleva ese frasco de pastillas que está en el piso contigo.

-Oye, espera un momento! ¡Espera! –ve al anaranjado darle otro beso pausado, dejándolo más abochornado– ¿A dónde vas, Akatsuki? –sin dejar de verlo inquiere-

-De regreso al lado de Kaname-sama.... Espero verte de nuevo.

A sus ojos, ve ese joven desaparecer en una llamarada de fuego quedando aquellos frascos de tabletas a sus pies.

 

 

Ruka en silencio, a una distancia prudente solo veía la mano del castaño Sangre Pura bañada en la sangre del Presidente de la Asociación de Cazadores, que cubría con su mano enguantada una herida por sobre su codo. Asimismo, como Kaname palpaba con desinterés esa herida en su torso hecha con esa lámina acerada.

-Qué problemático. Intento mantenerte con vida para que puedas entregar mi mensaje a Ichiru. Por favor, no intentes detenerme. –frunce Kaname levemente su cejas castañas-

-Esperas que me haga a un lado y vea a Isaya-kun ser destruido? –toma Cross de nuevo el mango de su espada pese a su herida–. Deja de bromear. Aún no te he preguntado ¿Cuáles son tus motivos para hacer esto? –corre, atacándolo-

-Es muy simple. –da un salto a centímetros de esa espada alcanzarlo, cayendo sobre uno de los muros que cercaban esa mansión–. No hace falta decirlo en voz alta. Si bien el camino para conseguirlo es diferente mi objetivo sigue siendo el mismo. Como Presidente de la Asociación de Cazadores de Vampiros no deberían molestarte mis acciones, Kaien Cross.

Responde avanzando unos pasos por ese estrecho camino sin tambalear, dándole la espalda al rubio. De un salto Cross igualmente cae en el muro delante de Kaname aprovechando lo distraído que estaba, alcanzándole a clavar la hoja de su espada en el hombro derecho.

-Yo no tengo deseos de ver la destrucción de los Sangre Pura. –dice mientras sacaba su espada de esa herida causada– ¿Kaname-kun?

A sus ojos ve como empezaba el cuerpo del castaño a desprenderse en miles de murciélagos mientras continuaba de pie, inmóvil. Dejándose ver un cuerpo más diminuto que cae al suelo ensangrentado con las mismas heridas que se supone le hizo a Kaname.

-He sido... usado.... por completo. –se queja ese pelirrojo chico en el suelo, formándose un charco de su sangre-

-"¿Estaba siendo controlado?". Tú eres el Sangre Pura... del Clan Touma ¿no es cierto?

-Sería mejor decir que él hizo todo esto para darme el golpe final.

 -"Kaname-kun en serio está decidido en exterminar a todos los Sangre Pura excepto Ichiru, o quizás..."

 

 

-Dentro de poco amanecerá. –exclama Ichiru mientras avanzaba delante de Zero y Kaito luego de finalizar esa inusual reunión de cazadores en medio del jardín-

-Estás muy tranquilo ¿Siquiera has prestado atención a lo que se dijo? –inquiere el castaño cazador ante esa serenidad del menor-

-Si estás intentando decirme "ve y trata de persuadir a aquel que te quiere como un abuelo" es inútil. –gira Ichiru a verlo–. Ya que terminaría contándole lo que se dijo aquí, Takamiya-sensei.

-Como quieras, si Kaname Kuran termina con todos lo Sangre Pura, nuestro deseo será concedido. Además, aunque quisiera decirte que no interfirieras, sólo puedes quedarte aquí y actuar como antes. –responde Kaito-

-... –gira Ichiru a ver a ese castaño– "Si el Director supiera esto, seguramente se molestaría mucho".

-No sabemos cuál sea su propósito, ni que tanto puede soportar usar un arma anti-vampiros. Pero sin duda alguna, él no te eliminaría. Dejar con vida un Sangre Pura que es amable con los humanos no es algo malo. Claro, siempre y cuando se trate de dejar a un sólo Sangre Pura. –ojea Kaito de reojo a Zero-

-Kaito. –interviene Zero ante aquel comentario. Ante todo, ese pequeño Sangre Pura era su hijo-

-Opino algo obvio. –se encoge de hombros el castaño en respuesta-

-Eres justo como tus palabras, sensei. Acabas de decir algo demasiado cruel. Yo no deseo que eso pase, estaría viviendo muy triste aunque tenga a mi padre, ya que yo veo a Kaname-senpai como un buen amigo.

-Aunque... todos los problemas causados por la existencia de los Sangre Pura dejarían de existir. –opina Zero cabizbajo en calma–. Estoy consciente de eso, tan consciente que quisiera olvidarlo, ya que, un miembro muy importante para mí es uno de ellos. –opina mostrando un triste gesto, haciendo referencia a su hijo-

-... –posa Kaito su mirada en el albino, sintiendo algo de pena por él–. Me retiro a dormir. Zero, es parte de tu responsabilidad como Prefecto el enviarlo a su dormitorio. –se aleja en retirada-

-Las personas más importantes de la Asociación, también querrán que desaparezcan todos los Sangre Pura? –inquiere Ichiru viéndolo-

-Sí, eventualmente. –levanta su vista a verlo-

-También quieres lo mismo? –se atreve a verlo-

-... –calla–. No lo sé.

-"¿No lo sabes?" –repite esa pregunta en su cabeza, evocando los tiempos felices que vivieron los tres. Decide tomarlo de la manga de la chaqueta y llevarlo–. Por allí vi una sombra. –se lo lleva lentamente–. El sol matutino es muy doloroso. –exclama recargándose junto a su padre contra un tronco con bastante sombra-

-Debo irme, Ichiru. Dar mis rondas.

-Lo siento. Desearía que esto no estuviera pasando ¿Uh? –siente de nuevo esa mano contra su cabeza, gesto que siempre sentía unos meses atrás. Por segundos lo observa, para luego bajar su mirada–. "Eliminar a todos los Sangre Pura", es algo que en verdad no crees, dudaste. Y porque eres más gentil que nadie. Además... tú amas a Kaname-senpai. –se atreve a decir, observándolo-

-... –en silencio continúa Zero igualmente observándolo-

-No me gustaría dejarte solo, papá. De cualquier forma, tarde o temprano seré asesinado por la Asociación.

-"Yo no permitiré que te toquen, hijo" –alza su cejas en sorpresa por tal comentario, que después baja y serena por presentir algo. Trasladando sus ojos a esa presencia recién llegada-

-Ah, Interrumpo? –opina Sara sosteniendo una sombrilla para cubrirse del sol-

-Qué ocurre? –inquiere Ichiru viéndola a la defensiva-

-Esa actitud... es como si no fuese yo alguien de confianza. ¿Acaso he hecho algo malo?

-Ah... No, nada. –reconoce el menor-

-En ese caso, creo que el confiarles un secreto sería un desperdició. –finge la rubia un gesto triste-

-Qué secreto?

-No creerás que se lo contaría a alguien que ni siquiera confía en mí ¿o si? –gira, viéndolo por sobre su ondulado cabello rubio–. Por favor, continúen con lo que estaban haciendo. –se aleja en silencio-

Notas finales:

Muy tedioso el capítulo? Porque a mí me gusto U_U.


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