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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Les tengo un "bonus", una pequeña cosita que, en el anterior fanfic basado solo en el manga (Bloody Rose) no puse.

 

 

 

 

 

 

-Acabaré con todos los Sangre Pura.

Se atreve ella a abrir esa puerta entrando totalmente a ese mausoleo subterráneo, quedando inmóvil bajo aquel marco por esas claras palabras escuchadas de boca de Kaname. Encontrándose éste sentado en la fría tapa del féretro, teniendo entre sus manos a un dormido cazador albino que descansaba su cabeza contra el hombro contrario. Reparando en ese chico que aún era cazador y pareja de su Líder, quien se veía demasiado agotado ya que no había abierto sus ojos para observarla, viéndose como un muñeco preciado para Kaname.

-Eliminar a todos. En ese caso... ¿Qué pasará con el Sangre Pura que convive arriba contigo. Hijo de la persona que tienes entre tus brazos? –se atreve Ruka a preguntarle-

Deja de pasar su mano tras ese cabello grisáceo para bajar su mirada en silencio, después regresando su mirada a ese dormido Zero recostado contra su pecho. Agotado luego de haberle permitido ver parte de su pasado.

-Se convertirá... en un obstáculo. –le toma la mejilla limpiándole una mancha de sangre-

-.... –incrédula lo observa ¿debía estar bromeando, verdad?–. ¿Está bien que digas esas cosas respecto a ese menor? ¿Acaso no lo has atesorado y cuidado con gran esmero siempre como su padre? Si las cosas son así, ¿entonces no habría sido mejor dejarlos solos cuando aún se encontraban en la Academia?

No consigue que ese castaño pronunciara palabra, solo que estrechara ese albino sobreprotectoramente. Confundiéndola

-... –se extraña Ruka, viéndolo, empuñando sus manos a cada lado–. Y yo que creí que por fin podría estar tranquila. Respecto a lo que has dicho antes....  acepto Kaname-sama....

-Espera, Akatsuki! No hay necesidad de huir. Estoy segura que si hablas con Hanabusa, él entenderá.

-No lo creo, además, no quiero verte triste por más tiempo. –contradice Kain sin liberarla-

Empuja Ruka al anaranjado alejándose un paso de él, cayendo sana y salva al suelo, viéndolo con sus cejas castañas claras en molestia.

-Yo no soy tan débil, así que no me trates como si lo fuera. –relaja sus gestos molestos por unos de tristeza–. No quiero que te preocupes por mí por algo como esto. Además.... –baja su mirada– tú estás al lado de Aidou ¿Por qué lo dejaste? Él te ama.

Desvía su mirada el mayor, causando extrañeza en la chica que arquea una ceja. Suspira mejor posando su vista a esa edificación.

-Extraño este lugar.... Aunque puedo contar con los dedos de la mano las veces que estuve en el Dormitorio del Sol.

-Disculpa, pero te está tomando demasiado tiempo.

-Está bien, en seguida pondré a los estudiantes a dormir para que no salgan del dormitorio, mientras que Kaname-sama se encarga en someter a Sara-sama.

Cierra ella sus ojos juntando sus manos, extendiendo sus palmas hacía esa edificación. En cuanto a Kain, éste percibe una presencia a un costado de ellos.

-Ustedes, los que se esconden en esa sombra ¿Quiénes son?

-Lo sabía, es Wild-senpai! –exclama Yori–. Y está acompañado de Ruka-senpai.

-Oigan, ustedes qué hacen aquí? –inquiere Keira en seriedad-

-Eh? ¿Los conoces? ¿Quiénes son? –inquiere el Kageyama [N/A: Por si no saben quién es, es el chico Clase Diurna "tragado" de Ruka jajajaj] enfocando sus ojos tras sus lentes a ese par-

-Sus recuerdos fueron...? –deja al aire la pelinegra viendo a Yori-

-Así es, los recuerdos que él tenía respecto a la Clase Nocturna fueron borrados. Bueno, se supone. U_U

-Ese hermoso cabello largo... –mientras que, ese joven castaño se enfocaba en aquella castaña clara en pie tras ese joven de hebras anaranjadas– moviéndose con el viento. –logra ver claramente ese rostro femenino–. Siento como si la hubiera conocido antes... En algún lugar. ¡Ah! Mi... ¡Mi cabeza...!

Se sobresaltan las chicas por ese repentino grito de aquel compañero de estudio. Tomándose con ambas manos la cabeza. Durando solo minutos esa terrible jaqueca.

-Te recuerdo, eres Ruka-san!! –la señala él con su dedo índice-

-Te conozco? No te recuerdo ¿Y tú, Kain? –inquiere Ruka.

-Tampoco –niega el anaranjado-

-Vuelvan a sus dormitorios. –habla suavemente Ruka luego de terminar con lo enviado-

-Ruka-chan... ~ _~ –se deprime el pobre estudiante por tal "profunda respuesta"-

-Un momento... –posa la vampiresa su mano bajo su mentón en posición pensante, asombrándose ¿Ese Humano la recordaba pese a haber sido sus recuerdos de ellos borrados? Muestra involuntariamente una sonrisa, posando sus ojos rosáceos en ese común humano–. Ya veo... El que me quieras tanto como para ser capaz de recordarme de nuevo, me alegra.

Parpadea Keira confusa ¿Qué había pasado allí?

-Dense prisa y váyanse, o un aterrador vampiro podría atacar a las personas que estén despiertas. –recobra su serenidad­ la vampiresa-

 

 

 

 

 

 

 

Noche39 Dos Armas.

 

 

 

 

 

Existen vampiros más aterradores que otros, vampiros que pueden hacer que otros vampiros les obedezcan.

-Yo siempre he querido tenerte. –aclara Sara en firmeza-

-"Mientras vayan en serio, los Sangre Pura demostraran lo mucho que quieren algo sin reservas ¿Qué debo hacer?" –piensa– ¿Qué quieres a cambio de dejarlo? –inquiere Ichijou inexpresivo viendo aquella rubia delante suyo-

Contra la pared estampa ella a ese rubio pese a ser unos centímetros más baja, queriendo demostrar en ese acto lo inconforme que estaba.

-No lo entiendes, Takuma. Tal como te lo dije antes, siempre te he querido. Tú siempre estabas de pie junto a Kaname, sonriendo sin miedo. –ladea su cabeza con una triste expresión–. Yo quiero ser más inteligente que Shizuka y que Jun. Así que, es más importante para mí escuchar las palabras de la gente en mi contra que las palabras del Senado.

-Entonces... no hay nadie más que yo. –fijamente la observa, confuso-

-No, nadie más.

Pero él no caería ante esa manera retorcida de expresar amor. No caería ante una de los Sangre Puras más temida por todos los otros vampiros.

Pero tampoco me arriesgaré a que lastime a quien verdaderamente amo...

Así deba arriesgarme... Y lo que está sucediendo ahora es el resultado de ese encarcelamiento.

No se intimida Ichijou ante esa espada apuntada por Kaname descansando sobre uno de sus hombros a causa de interponerse como escudo para la rubia, viéndose afectada la mano de ese castaño ya que solo era sostenida esa empuñadura por los huesos a falta de carne.

-Sara-sama, es mejor que nos retiremos. –aconseja sereno sin verla, como un simple prisionero–. Él ha traído un arma anti-vampiros consigo.

-Ichijou! –exclama Shiki aterrado recién apareciendo-

-Sara-sama! –se preocupa la segunda presencia, tratándose de una seguidora de la rubia, y la más querida por ella por su apariencia parecida a la de Takuma Ichijou-

Ve Kaname de reojo hacía un costado; a esas tres presencias recién llegadas, para después salir en miles de quirópteros por la ventana. Zero simplemente apoya la mano en el marco de la puerta sin haberse atrevido en levantar a Bloody Rose hacia ese castaño, simplemente presionando sus dedos en el marco de madera.

-... –de reojo ve Sara hacía la puerta, reconociendo a ese joven modelo interesado en Ichijou, prefiriendo rodear al rubio con sus brazos desde atrás–. Parece peligroso quedarnos aquí.

-"Me siento como limaduras de hierro siendo atraídas por un enorme imán". –en silencio la observa por sobre su hombro, sorprendido. Conectándose su sorprendida verdosa mirada con la azulada de Sara-

 

-Kaname-sama...

Posa Ruka su mirada al cielo, viendo esa horda de murciélagos cortar la noche, colocándose su dueño frente a ellos y recobrando la forma del castaño, no presintiendo ellos la presencia de ese estudiante de la Clase Nocturna que lo había seguido.

-Te tengo. –exclama Ichiru sosteniendo firmemente el mango de Artemis-

Simplemente ve Kaname a esa albina presencia por sobre su hombro.

 

 

-Es una lástima que Kaname-sama escapara sólo porque veías. –libera Sara a Ichijou para ver a Zero, mostrando una suave sonrisa mientras era bombardeada por su sequito de chicas asustadas-

Zero simplemente la ignora girando sobre sus talones para salir, dejando sus dedos marcados en el marco de madera.

-Tengo una petición. –interviene Sara rodeando a las asustadas chicas. Logra su llamado detener al platinado cazador–. Por favor, escóndeme a mí y a estas niñas dentro de la Asociación.

-Espera, Ichijou. ¿Te irás con ella? –se coloca Shiki preocupado tras el rubio-

-... –lo observa, taladrándolo las palabras-amenazas de Sara–. Lo siento, Shiki.

-Ichijou... –causa tristeza en el modelo-

-No me estoy aprovechando de esto. Te ayudare en tu venganza. –propone Sara-

Solo pueden sus platinados cabellos cubrir sus ojos violetas...

Una última caricia sobre su pómulo recibe Ichiru de ese pulgar retirando sus lágrimas, dando Zero media vuelta en retirada, pero, decide el menor estirar su mano y asir esa muñeca impidiéndole irse. Seguro observa a su padre.

-Yo iré y rastrearé el aroma de Kaname mientras tú vas y proteges a Sara, de acuerdo? –propone el hijo  más sereno y libre de llanto-

-... –en silencio lo observa bastante decaído-

-Está bien, está vez me encargaré de él. –decide para que su padre no sufriera–. Él también es un vampiro, conozco las debilidades de los vampiros perfectamente. –se señala a asimismo con un serio gesto–. Además, yo quiero hacer todo por ti, papá. –le sonríe para después liberarle la muñeca-

-Y bien? –pregunta Sara ante ese silencio del albino que continuaba dándole la espalda-

Ve el suelo frente a él sin gesto, empuñando sus manos a cada lado de su cuerpo.

Lo que deseaba...

Había dejado todo por seguir una ilusión vacía. ¿Cómo no lo notó?.

Lo que cada día, noche, momento besaba eran los restos de un Sangre Pura que perdió las ganas de vivir desde el momento que perdió a su pareja. Ese otro Sangre Pura de rubio cabello y ojos violetas... ¿Por qué hace solo días tenía la maldita esperanza de que todo hubiera sido una farsa? De que... De que tal vez ese Sangre Pura lo seguía amando...

Cierra Zero sus ojos con fuerza, clavando sus uñas en sus palmas.

¿Ahora que deseaba...?

...Acabar con Kaname Kuran.

Nuevamente gira el cazador en silencio, estirando su mano hacía esa mujer, estrechándola.

-...Tenemos un trato. Ya que eso quieres, te esconderé dentro de la Asociación.

-En ese caso, te ayudaré con tu venganza, tal y como lo he prometido. ¿Vienes, Takuma? –ofrece su mano hacía el rubio que se sobresalta-

-Detente, Ichijou, esto es algo que nunca harías! –corre Shiki a tomarle la mano–. Piensa en nuestro hijo. Luego de la fiesta empecé a darme cuenta que huías de algo... ¿era de ella? Dime, Ichijou. ¡Detente! ¡Esto es algo que nunca harías!

-Esto.. –se libera lentamente del menor–... es algo que quiero hacer, Shiki. –muestra su acostumbrada sonrisa despreocupada-

-Qué es lo que dices? Es mentira. El Ichijou que conozco nunca haría algo así por su voluntad. –frunce su ceño en medio de su tristeza– ¡Piensa en nuestro hijo! Si tú te vas... iré contigo.

-SHIKI! –llega apresurada Rima, abrazándose al menor-

-Rima...

-Qué crees que estás haciendo?! –lo sacude preocupada– ¿Y tú también, Ichijou? –gira a ver a dirección del rubio, sorprendiéndose-

Ningún rastro había de Ichijou y Sara, o de ocupante en ese cuarto.

-Ichijou! –sale a correr ese solitario amante-

 

 

-Suéltame!!! –se sacude esa morena en el suelo al ser maniatada por ese castaño cazador hincado tras suyo, negándose ella a salir de esa Academia-

Al lado de ella, Aidou y Maria solo veían, la menor, preocupada por el trato poco caballeroso del maestro.

-De ninguna manera. Comprendo que desees vengar a tu amo, pero sería un problema el permitir que los vampiros causen estragos en esta Academia. –dice Kaito–. Además, si tu oponente es un Sangre Pura, morirías en vano.

-NO ME IMPORTA!!! –con una gran flexibilidad logra levantar una de sus piernas y lanzarle una patada-

-Woah....!! –se aleja Kaito por ese atentado a su vida-

-Qué se supone que los cazadores estén haciendo? –se relaja la morena, hincándose– ¡Ustedes cuentan con armas capaces de aniquilar Sangre Puras, y aun así le permiten hacer a Sara lo que le plazca!

-Ah... no puedo negar eso. –se incorpora Kaito sano y salvo-

-Aun así, no hagas nada que pueda acarrear problemas o de lo contrario, me veré obligado a restringirte con mi hielo. –aclara Aidou viéndola sin gesto, sirviendo de escolta para que no causara más revuelo–

 

 

Toma aire con sus ojos cerrados, tratando de buscar las palabras y la fuerza con la que enfrentaría a esa persona. Nuevamente los abre en seguridad.

-Es molesto el que aún bajo estas circunstancias el latir de tu corazón sea tan tranquilo y constante. –repara Ichiru-

-Soy una persona terrible. Fui yo quien los abandoné. –sereno dice Kaname viéndolo desde su posición-

-No entiendo por qué lastimas a papá o tratas de fingir este tipo de persona cruel y sin sentimientos. Pero... –corre seguro hacia él sosteniendo firmemente ese bastón– ¡Usando esta arma restringiré tu capacidad de regeneración y movimiento! ¡No permitiré que sigas haciendo lo que te plazca! –salta apuntando esa hoz-

Interpone Kaname a cambio la hoja de esa espada, deteniendo el ataque. Ayudándose de la forma curveada de esa hoja acerada se coloca el menor detrás de Kaname sin soltar el mango, simplemente presionando esa hoja contra esa espada con la que el castaño se protegía. Ruka solo puede ver en silencio con sus manos sobre sus labios reprimiendo esas exclamaciones de asombro y tristeza, mientras que ese muro que tenía a su lado por primo simplemente veía sin gesto.

-Me colocas en una situación complicada. –sin verlo responde-

-Si es así... entonces atraviésame el corazón con esa espada, porque no voy a permitir que papá lo haga. –mueve su arma, zafándose del mayor–. Le ahorrare a mi padre el que tenga que matarte, ¡porque sé que el aún te ama!

Siente Ichiru sorpresivamente un toque en su mejilla, obligándolo a detener su próximo ataque. Recién percibiendo su sangre en el aire. Se había herido su mejilla. Simplemente observaba al mayor pasar su dedo por esa línea de su pómulo, sacudiéndose ese instinto que aún no podía controlar.

-Responderé tu pregunta antes de que tu conciencia se pierda en un charco de sangre ¿Cómo puedes portar esa arma y aún así no darte cuenta? –avanza en suaves pasos–. La muerte de todos los Sangre Pura, es su deseo.

-"¿Su deseo? ¿A quién se referirá? ¿A papá...?". –piensa extrañado-

Dando un salto, y sosteniendo con toda la seguridad su hoz la dirige a la cabeza de Kaname.

-Y también el de Zero. Ríndete. Considérame un loco.

Se clava esa punta de Artemis en ese espacio vacío, ya que, ya no estaba Kaname. Se incorpora Ichiru al verse en una especie de cuarto oscuro sin puertas o ventanas, ni siquiera el cielo lograba distinguir. Era como si estuviera en los recuerdos de Kaname o de su padre.

-Eh? "Esto es..." –el percibir una presión tras su cabeza roba sus pensamientos-

-Por qué aún crees en la persona que me convirtió en lo que soy hoy día. Ríndete.

-... –ve por sobre su hombro a ese serio Zero detrás suyo apuntarle–. "¿Una ilusión?" –ojea a un costado de su padre, reconociendo una borrosa silueta de cabello castaño claro– "Ruka-senpai..."

No le da tiempo a asimilarlo ya que "Zero" presiona el gatillo sin consideración, cayendo al suelo gravemente herido.

-Papá nunca me acusaría de esa manera... –balbucea seguro pese a esa sangre salir de su herida–. "Esta es una ilusión creada por Ruka-senpai. Mientras yo veo esto... Kaname se dirige hacia donde está Sara y Papá..."

 

 

En cuanto, en el cuartel de la Asociación, dos enemigas recién se encontraban, causando gran revuelo, ya que una de ellas quería matar a la otra sin importarle perder la vida en el proceso. Ignorando Sara completamente a la morena.

-Suéltenme! ¡Déjenme cobrar venganza en contra de esa mujer! –se sacudía esa morena de sus ataduras, estando dentro de ese cuartel de Cazadores, viendo a esa rubia con odio-

-Cálmate, si sigues luchando de esa forma activaras el hechizo de esas esposas. –recuerda Kaito tras ella sin liberarla–. No eres oponente para ella. –continua avanzando con esa fiera que se sacudía en cada paso-

-Zero, qué estás haciendo? –frente al albino se coloca Yagari–. Esconder a esta Sangre Pura de Kaname Kuran es una locura. ¿Acaso no has escuchado los recientes rumores?

-Qué rumores? –llega Cross con ellos, intrigado, ojeando a ambos-

-Los que dicen que independientemente de su integridad, no hay necesidad de que existan los Sangre Puras. –opina Zero–. Así que lo mejor es dejar que Sara y Kuran Kaname se maten entre sí.

-Eso tiene que ser una broma de mal gusto. –exclama Cross incrédulo. Ve a Yagari, notando la misma aceptación en su rostro, luego ojea a su alrededor– ¡¿Acaso todos ustedes piensa eso?! ¿Al ser cazadores y tener una conciencia acaso no se sienten avergonzados? Zero, tú lo amas...

-... –frunce el nombrado su ceño, queriendo escupir esas palabras-

-Ahora que estoy aquí, qué es lo que planeas hacer? –interrumpe Sara, viendo por sobre su hombro a ese cazador albino que la escoltó a ese lugar-

 

Mientras que, Ruka avanzaba junto a Akatsuki pasando por debajo de esa telaraña con su creadora, una araña, pegada en una de las esquinas de esa casa próxima.

-Para lograr detenerlo tuve que mostrarle a Ichiru-sama una ilusión verdaderamente cruel. –pone Ruka al tanto avanzando tras ese castaño Sangre Pura, siéndole imposible no poder mostrar un gesto de tristeza por su ilusión-

-Ya veo... –acerca Kaname ese dedo manchado de sangre a sus labios, besándola. Una pequeña parte del padre podía percibir en ella–. Te lo agradezco. –en firmeza avanzaba a esa edificación de la Asociación-

 

 

Tras esa rubia mujer aun esposada se coloca Zero, inclinándose en su cuello.

-Quienes no deseen presenciar algo desagradable salgan ahora de aquí. –aclara Zero ojeando a los cazadores presentes-

Sin dudarlo clava sus colmillos en esa piel, no exhibiendo Sara gesto, al contrario de los cazadores. Unos tratan de no ver tal acto, y otros solo se observan entre sí incrédulos.

-Está bien. Te prestaré el poder para que cumplas con tu venganza. Te ayudaré a destruir a la persona que pone  en riesgo mi vida y la tuya, a Kaname Kuran... El hombre que destruyó todo lo que te pertenecía. –describe mostrando una sonrisa de gusto por su plan ir a la perfección-

 

 

Contra esa madera coloca Kaname su mano luego de finalmente estar frente a la entrada Principal de la Asociación.

-¿Qué estás haciendo al ofrecer esa sangre contaminada a Zero? Y tú como te atreves a clavar tus colmillos en ella. –frunce levemente sus cejas castañas-

Notas finales:

En la próxima hay pelea e intento de asesinato ¿De quién? Pues una pista...

Noche 40 Invasión en la Asociación. 1ra Parte.


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