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Historia de monstruos. por DMOll08

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Notas del capitulo:

Cuarto cap!

 

[editado 22/10/16]

 

re editado (?

16/02/2017

-Los monstruos te miran por las esquinas-

 

IV

 

-Pareces realmente enfermo- Armin caminaba junto a él.

-Ayer no fue un buen día.

-Deberías descansar.

-No he dormido bien- bostezo -No es la gran cosa, hoy que llegue lo primero que haré será dormir- sonrió.

-Un buen descanso no le sienta mal a nadie.

El auto de Hannes aparco cerca.

-Creo que ese es Hannes- señalo el rubio al auto.

-Sí, iré a ver unas cosas con él.

-Mañana nos vemos- se despido del castaño.

Eren entro al auto y se abrocho el cinturón.

- ¿Cómo te fue hoy?- pregunto. Desde lo de ayer se dio cuenta que no le prestaba la debida atención al chico. No es cuestión de que no le falte nada material, hay algo que el no podía darle, pero quería intentarlo.

-Lo normal.

- ¿Qué es "lo normal"?- cuestióno. Deseaba que Eren lo mirara como lo más cercano a un padre. El no es Grisha.

-Ni bueno ni malo, no sé qué diré.

-Solo di lo que viste.

-Incluso un oficial sospecho de mí.

-No tienes pinta de asesino- se burló.

-La mayoría no la tiene.

-Quizá eres algo así como Buffalo Bill ¡devuelve esos vestidos!

-No es gracioso- reprocho.

Condujeron hasta legar a la fiscalía. Un hombre bebía café dentro de una patrulla, los miro de reojo y luego saco una hamburguesa, los saludo con un ademan.

- ¿Lo conoces?

-Un viejo amigo- respondió Hannes.

Entraron al lugar, el olor de café y cigarro lleno sus pulmones, Eren observo un cartel de prohibido fumar.

-Esas cosas nadie las respeta- dijo Hannes.

-Apesta.

Una mujer tecleaba algo en la computadora, a través de sus lentes los miro con desagrado.

- ¿Qué se les ofrece?

-Es por una declaración sobre algo que vio este chico.

- ¿Algo como qué?

-En el bosque, personas muertas.

- ¿Hablas de los de ayer? - se mostró curiosa.

-Si.

-Pasa a la oficina del pasillo, es la tercera.

-Gracias.

- ¿Exactamente que viste? - pregunto Hannes sentado en el vestíbulo.

-Personas muertas.

- ¿Qué tan muertas?

-Empaladas…

Golpeo la puerta sin mucho entuiasmo.

-Pase.

Eren entro mirando a todos lados. Una serie de pequeñas oficinas se encontraban adentro, al final una mas grande de ventanas trasparentes pintadas, con retazo de periódicos amarillentos cubriéndolo.

-¿Qué se te ofrece chico?- pregunto una mujer. Llevaba un gafete.

-Me dijeron que viniera a declarar.

-¿Sobre que?

-Sobre lo que se encontró ayer en el bosque.

-¡Ah!- se rasco la cabeza con un bolígrafo -Si, dejeron sobre unos campistas y un estudiante, es esa de ahí.

Eren camino unos cuantos pasos y se encontró con un joven. El mismo joven de ayer.

-Soy Darwin Stone- le ofreció su mano en un saludo. - Espero y no te cause molestias.

-No, bueno, solo quiero terminar ya.

-Son solo un par de formalidades, unas cuantas preguntas, probablemente nada más salga de aqui- soltó un largo suspiro.

Eren pensó en el detective Smith y que pese a se un hombre fornido lucia demacrado.

-Bueno, empecemos.

Eren asintió.

-¿Nombre?

-Eren Jeager.

-¿Edad y fecha de nacimiento?

 

 

--...--

 

 

-¿Ocupación?

-Estudiante.

-¿Grado en curso?

-Quinto semestre de bachillerato.

-Bien, Eren ¿Puedo llamarte Eren? - pregunto en tono amigable.

El castaño solo balbuceo un "si" .

-¿Qué hacías por ahí a esas horas?

-Estaba saliendo del colegio y camine para ir a mi casa, quería ir a ver las estrellas, cerca del bosque sin salir de la ciudad vi un gato extraño.

-Un gato extraño... - apunto.

-Lo perseguí por que era muy blanco y tenia unos grandes ojos azules- extendió sus manos abriéndo las palmas sobre su cabeza - Cuando me di cuenta perdí al gato y ya estaba muy lejos de la ciudad, camine un poco y vi eso.

-¿Solo así?

-Si...

-¿Corriste casi un kilómetro detrás de un gato?

-¿Un kilómetro?

-Si- ladeo la cabeza -Vaya que te gustan los gatos.

-No...

Darwin apuntaba otras cosas.

-Yo solo corrí un par de metros- sus ojos muy abiertos miraron al detective.

-¿Unos metros?

-¡No corri casi un kilómetro!

El joven detective no entendía al chico.

-Ok- pensó un poco - ¿Dices que perseguías a un gato y apareciste un kilómetro más lejos del lugar donde estabas?

Eren parpadeo al entender sus propias palabras.

-¿Cómo teletrasnportacion?

-Yo creo que...

-Quizá solo perdiste la noción del tiempo- añadió para tranquilizar al chico - Aveces me ocurre.

"No perdí la noción del tiempo"

-Ahora solo quiero hablar con tu tutor para que firme unos papeles ya que eres menor de edad- le extendió un folio - Esto no te causará problemas- finalizó con una gran sonrisa - Y ya deja de perseguir gatos.

Salió de la pequeña oficina arrastrado los pies hasta donde los esperaba Hannes, este solo ojeada una revista de finanzas.

-Dicen que vayas a firmar solo por formalidad.

Hannes se levanto acomodando su traje.

-Odio las formalidades, son tediosas y aburridas.

-No iré a la cárcel y no soy como ese tal Bill.

-Era solo un chiste chico, iré a ver que se le ofrece al detective, quédate a aquí, no vayas a ver otra escena de crimen.

- ¡No es gracioso! - hizo un puchero fastidiado.

 

 

--...--

 

 

Una Yuki-onna

La lluvia caía golpeando su cuerpo, no sentía el frio, tampoco el miedo, solo un profundo vacío rasgando su alma.

"Desde hace siglos que no siento frio que no siento nada, vaya existencia tan vacía porque ya no puedo llamarla vida…no estoy vivo"

Hace frio. Los mechones negros empapados por la lluvia obstruían su vista, solo sintió la profunda nada, como una sensación de soledad vertiéndose sobre su cuerpo.

Chasqueo su lengua con fastidio.

"¿Desde hace cuánto que no estoy vivo?" pensó en sus adentros. Miro sus manos con desprecio y la imagen de estas bañadas en sangres ensombreció su visión, la visión de sus manos repletas de sangre desapareció y en su lugar estaban unas pálidas e inertes, en las cuales caía lluvia, esa lluvia que no sentía y que nunca más sentiría, por el resto de su existencia. Eso lo hizo sentir enfermo.

-Vaya, vaya- una voz conocida lo alerto. Sabía quién era, y no tenía la más mínima intención de siquiera mirar ese rostro.

- ¿Ah? - levanto la mirada al oír aquella voz –¿Tu? - fue lo único que alcanzo a decir.

-Levi- murmuro –He vuelto- sonrió con malicia.

Petra solo se escondía detrás del vampiro.

-¿Quién es ella?- lo llamo, jalando de su chaqueta.

-Mantente detrás de mí- ordeno. Su mirada se ensombreció al ver la pequeña figura danzando frente a el –Suo- musito enojado.

-Levi- dijo con un tono neutral –Has traicionado a Vlad.

Petra solo tembló.

Amar, odiar y perder…

Las palabras de la joven le apuñalaron la espalda, levanto sus pesados parpados, sus negras y largas pestañas afilaban su mirada, como miles de dagas amenazando con atravesar a la joven. Esta mantenía la molesta sonrisa.

-Estas aquí para ayudar a Hanji ¿No es así? - cuestiono sin mostrar mucho interés, sus largas coletas se mecían con la suave brisa de la lluvia nocturna.

Silencio. Solo el crispante sonido de la lluvia caer en el suelo.

- ¿Por qué lo haces? ¿Te ha obligado? ¿O solo lo haces para sentirte bien contigo mismo? - esas palabras lo herían, esas heridas en su alma, estaba completamente expuesto a ella. Suo sabe, y sabe mucho. Lo miraba con cierto desprecio, casi con asco, no le importaba ni el frio ni la lluvia empapándolos, solo la cínica burla hacia el vampiro.

-El juego psicológico es lo tuyo, siempre atacando los puntos débiles de tus adversarios, porque sabes por muy fuertes que sean una vez inutilizados emocionalmente son solo marionetas que utilizaras a tu favor- cerro sus ojos por un instante, una risa salió de la garganta de la chica.

-Sabes…- dijo en tono de burla -Cuidare bien del niño- una risa cínica salió de los labios de la joven –Lo cuidare bien- sonó casi de manera despectiva.

-Petra- llamo a la novicia –Ve a casa.

-Pero…- balbuceo -Yo.

-Solo vete- gruño.

El silencio lo aplasto nuevamente todo y la lluvia aun caía. La joven novicia corrió, la lluvia mojaba su cuerpo, no era del todo un vampiro así que lograba sentir el frio, como agujas

- ¿A qué has venido Suo? - se mostró receloso ante la presencia de la joven. Levanto la vista, la mirada burlona de la chica lo atacaba sin piedad, la observo detenidamente – ¿Vienes por puntos extras? - dijo con sorna. Ella mostro desagrado en su rostro, como si Levi hubiera dado justo en el clavo.

-No seas ridículo Levi, he venido por el chico, a llevármelo, eso es todo- incluso con su apariencia de niña, Suo sabía perfectamente que si quería podía partir en dos a Levi –Ya quita esa cara de amargado y eterno sufrimiento.

- ¿Y piensas que te lo daré? - miro detrás de su hombro, la figura de Petra había desaparecido, eso lo tranquilizo, no se esperaba que de todos sus enemigos quien apareciera fuera esa mocosa, no podía permitirse que por su ineptitud Petra fuera herida, eso solo lograría que se odiara mas así mismo. Mas odio no podía almacenar.

-En realidad no, pero será fácil vencerte- la burla salía a borbotones de sus labios –Soy más fuerte que tú, mi querido Levi.

-No solo yo lo protejo, la legión de brujas está a cargo de él, en todo caso no soy solo yo un obstáculo.

La yuki-onna levanto una ceja como signo de sorpresa

-Ya veo…- la sonrisa desapareció de su rostro- ¿La legión de brujas? Vaya, pensé que solo era esa cazadora y tú.

La lluvia paro, la chica guardo su paraguas en una de las mangas de su vestido.

-Es problemático…

-No, no lo es- murmuro –No para mí.

-Entiendo…- miro al cielo y una gota de lluvia golpeo su nariz –Eso me molesta Levi, y me molesta mucho.

Una loca castaña, una sensata con pecas, un vampiro con un pasado oscuro, un curioso hombre lobo, una mujer serpiente, una joven yuki-onna, un príncipe vampiro y un gato de sombras.

 

 

--...--

 

 

SU insensatez lo llevo nuevamente al bosque.

La lluvia se detuvo y logro adentrarse en el lugar, tenía frio y la sensación de miedo amontonándose en sus viseras.

Logro ver a una joven de cabello corto corres, ella salía de un montón de árboles, completamente empapada lo observo.

- ¿Un niño? - se quedó frente a él, un par de metros los separaban -Te he visto antes.

Eren noto que la joven solo llevaba un vestido junto con un par de botas, y la piel tan blanca. Los ojos, los ojos le decía a gritos que ella no era algo humano.

-Vete- le dijo con una voz clara.

El chico solo retrocedió.

- ¿Qué eres?

-Nada.

-Tus ojos…

-No los veas.

Petra no sabía a donde ir. Reconoció al chico e inmediatamente lo relaciono todo.

-Ve a casa- fue lo único que dijo antes de desaparecer en el bosque.

Eren retrocedió asustado. El frio lo helaba, su campera empapada por la lluvia.

Últimamente las cosas se han puesto extrañas en esta ciudad.

 

 

--...--

 

 

Erwin rompió la regla de oro de los detectives.

"Por más horrible que sea un caso no debes tomártelo personal"

Esas fueron las palabras del viejo hombre ya retirado.

-Me han dicho que te estas tomando las cosas muy en serio- le extendió una caja de galletas -No deberías hacer eso- se sentó en la silla.

-No hay nada, sospechosos, pruebas o testigos, solo quienes encontraban los cadáveres.

-Hace años ocurrió algo así- el hombre canoso lo miro con ojos sabios -Pasa en determinadas épocas, la última vez ocurrió cuando yo era un novato como tú.

- ¿Qué intentas decir? - dejo de lado la caja de galletas.

-Lo que quiero decir es que no te metas demasiado en este caso- soltó un largo suspiro.

- ¿Por qué?

-Aun eres joven y no tienen los conocimientos necesarios para enfrentar esta situación.

- ¿Quieres decir que todo esto pasa con más frecuencia de lo que la gente se imagina? - se sintió repentinamente furioso.

-Soy un hombre viejo- le mostro su arrugada mano llena de manchas por la edad -Yo también quise detenerlos- dijo con deje de tristeza -Van y regresan- movió su cansada mano.

- ¿Ellos? ¿Quiénes?

-Esos monstruos.

- ¿Monstruos?

-No le digas a nadie, me retire para investigar un par de cosas, mi excusa fue que me volví detective privado, he dedicado gran parte de mi vida a investigar sobre esas cosas- abrió la caja de galletas sacado una -Si sabes mucho van y te matan, son como el gobierno, no quieren que se sepa mucho- se encogió de hombros.

Erwin lo miro incrédulo.

- ¿Es un culto? ¿Personas enfermas que hacen esto?

-No- negó con la cabeza -Ve a mi casa mañana, tengo algo que mostrarte- se levantó de la silla y se despidió -Entenderás mucho.

Erwin tenia aquel mal presentimiento. Se sintió asustado.

"Esos monstruos"

Notas finales:

¡Gracias por leer!


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