-Los monstruos esperan expectantes-
VI
El viento soplaba rumbo al norte, su largo cabello se mecía casi en una danza sutil impuesta por los caprichos del aire que lo movía, el viento le acariciaba el rostro
¿Qué haces cuando nada tiene sentido?
¿Intentas mantenerte firme
¿O te desmoronas?
No puedes huir, jamás estarás a salvo, solo y sin nada que te haga compañía, ¿has aprendido de tus errores? ¿O seguirás engañándote a ti misma
Historia de fantasmas
"Nada cambiara"
Una chica alegre, falsas sonrisas y solo un deseo…ser libre
Miro al cielo anaranjado, el atardecer venía lentamente acechando junto con la noche, amenazando con devorar a la joven
"Ya es tarde" se dijo así misma "Debo ir a casa". Si, a casa, no quería ir ahí, la realidad la atormentaría.
Ya es tarde…no hay marcha atrás, es inevitable.
INEVITABLE
Viviendo en un castillo era esa su fortaleza, lo que la alejaba de ser quien realmente era, después de todo solo era un humano, un débil y frágil…humano.
"Hace unos momentos vivir o morir para mi eran lo mismo, pero ahora, no, no quiero, mi cuerpo impactara contra el piso…moriré…ya nada me salvará" Miro sobre su hombro y vio cómo se acercaba al suelo
"Soy egoísta ya no quiero morir"
Cuadros negros
Cuadros grises
Blancos
¿Cuál es la diferencia?
Su cuerpo se mecía como una pluma por un momento sintió una libertad embriagadora, abrió sus ojos en un golpe de entusiasmo.
«A cambio de un deseo»
Debajo de esta oscuridad.
La muerte es un buen escondite.
Krista pensó en ello. Krista está aterrada.
Ymir miraba a lo lejos.
-Que idiota- bufó enojada.
Tenía otras cosas que hacer. Hanji estaba de cacería con Jean, en su día libre se topó con una joven rubia lanzándose de un acantilado. La tomó entre sus brazos. Krista abrió sus preciosos ojos azules, en la oscuridad solo distinguió una silueta. Ymir la dejo en el suelo.
- ¡Espera! - grito Krista - ¿Quién eres?
Ymir no respondió. No tenía tiempo para charlas.
- ¡Responde! - exigió Krista.
Aun así, Ymir se esfumó en el cielo nocturno.
--...--
El montón de cajas apiladas. El olor a humedad y cosas viejas.
-Vampiros, vampiros reales…
Abrió una de las cajas, aquella que decía 21/oct/1967.
Leyó cada uno de los papeles con sumo cuidado, se pasó horas y horas leyendo cada papel amarillento, mientras fumaba sin parar y bebía grandes cantidades de café.
-Todas son la misma mierda- arrojó los papeles por los aires furioso -No hay nada sobre vampiros, ese viejo, se burlaba de mí- apretó la mandíbula. Recordó la mirada del hombre, algo le decir que él no mentía o solo era el mero deseo de creerle para hallar respuestas.
Una caja mal cuidada destacaba de entre todas. La abrió con la ira contenida de alguien que ansiaba la respuesta. La caja se abrió, los papeles eran más recientes, sacó una carpeta que decía "Investigación de los sucesos ocurridos en las últimas décadas" "Prueba de la existencia de los vampiros y una sociedad creada por ellos" rezaban con letras feas escritas con un desgastado marcador rojo.
Las leyó, letras por letras, hoja por hoja.
"Los vampiros existen desde hace siglos, alimentándose de humanos desprevenidos, algunos pueblos le rendían culto por la protección que le otorgaban y como agradecimiento le entregaban vírgenes cada equinoccio"
"Son recelosos de su naturaleza y no conviven ni siquiera entre ellos"
"Hay registros de vampiro milenarios llamados «Antediluvianos» otros menos viejos nombrados «Matusalén»
"Deben alimentarse cada tres días, aunque los más viejos logran resistir años invernando"
"Son débiles ante la plata, es muy difícil matarlos"
"Se dividen en clanes"
"No están interesados en aumentar su número"
"Se dividen territorios"
De entre el montón de carpetas vio una vieja cinta VHS, ahí escrito con pluma "Estudio de un vampiro real" "Autopsia"
Miro a todos lados y recordó que no tenía un reproductor VHS, leyó la fecha en la cinta 11/mayo/1993
Ya ha pasado un mes. Un mes desde que la angosta perspectiva de Eren se expandió, abriéndose paso a todo un mundo desconocido, donde nada es lo que parece. El mundo está repleto de secretos y mentiras. Ahora las criaturas mitológicas de la vieja Europa le hacen compañía a Eren. Incluso ante todo eso los días del chico han logrado ser un poco tranquilos. Cansado y estresado.
Abrió los ojos con pesadez, el día iniciaba. No tiene ánimos. Se levanta con pereza y recuerda lo ocurrido anoche, la presencia de Levi, los ojos olivos mirándolo por la ventana, fue ahí donde vio la pajarita de papel sobre la mesilla, aquello le dijo que todo ha sido real. Tan real que está aterrado. Eren asustado y temeroso inicia su vida escolar con nulo entusiasmo. Ly ronroneo extendiéndose sobre la cama, solo observa dejando a su anchas al felino.
Bajo por las escaleras, cada paso sus piernas temblaban
-Buenos días- Hannes ataba su corbata. Sonreía amablemente.
-Buenos días- respondió sin muchos ánimos.
- ¿Estas bien? - pregunto -Últimamente luces cansado ¿Ocurre algo?
El hombre lo miraba preocupado.
-No he podido dormir- dijo sirviéndose cereal -Es solo eso.
-Intenta dormir, eres joven, podrías enfermar.
-No creo que sea grave.
-Quizás sea el estrés de la escuela.
-Sí, es solo eso.
Hannes se colocó su chaqueta, parecía muy animado. No podía contarle sobre Hanji, Ly o Levi. No tenía a nadie a quien contarle eso. Se sentía solo. Esto es algo que no puede contarle ni a Armin, mucho menos a Mikasa. Solo, terriblemente solo.
El día iniciaba como cualquier otro. Eren tomó el autobús, se siente cansado. Por la ventana del bus vio a Ly paseando tranquilamente. Una sonrisa lo relajo. El gato blanco trepó una barda, se acicalo con gracia. El autobús avanzó, Eren perdió a Ly de vista.
Mikasa y Armin esperaban a Eren como todos los días. Eren los saludo. Se sentía tranquilo al llegar a la escuela, como si los monstruos de antes no existieran. Solo la realidad de ser un estudiante ordinario. Eso lo mantenía cuerdo.
-Buenos días chicos- saludo Eren
-Buenos días- respondieron el rubio y la japonesa.
-Hoy llegaron los nuevos estudiantes.
Eren dio un respingo al escuchar eso
-Un chico y una chica- dijo Armin leyendo un papel.
-Pidieron hablar contigo- Mikasa miró de reojo a Eren. El solo mantenía la mirada baja. - ¿Y bien?
- ¿Que?
-Has actuado extraño- Mikasa lo jalo de la chaqueta - ¿Ocurre algo? -Mikasa tranquilízate- pidió Armin.
-No es nada- Eren ni siquiera la miró.
-Mientes- deshizo el agarre -Si pasa algo dínoslo.
Eren no podía decir nada. Y quizás así es mejor.
Recibió un mensaje de un número desconocido.
«Te vemos en el aula»
Entro al aula vacía. Observando por la ventana se encontraba Ymir, intentando acomodar su corbata Jean gruñía fastidiado.
-Llegas tarde- Ymir tenía el semblante tranquilo.
-Es un idiota ¿Que esperabas? - Jean logró acomodar su corbata.
- ¿Qué hacen aquí? - Eren cerró la puerta - ¿Los envió Hanji?
-No te preocupes- Ymir lanzó un sobre, Eren lo tomó entre sus manos -Nadie sabrá que soy un cazador de vampiros y Jean un licántropo, actuaremos como personas normales.
-No hay algo normal en ustedes.
- ¿Has visto tu cara? - dijo Jean con sarcasmo.
-Aun así...- Ymir colocó su flequillo detrás de su oreja -Seremos algo así como tus niñeros.
- ¿Por qué?
-Nunca sabes lo que puede ocurrir- Jean se mecía en un pupitre.
-Ly te cuida en tu casa, nosotros en el colegio.
- ¿Y luego qué? - Eren levantó la voz -Hay estudiantes aquí, están arriesgando vidas.
-Nadie morirá- negó Ymir -Si algo ocurre nos encargaremos de destruirlo lo antes posible.
-Quita esa cara de idiota- Jean recogió unos libros -Y lee esto- le entregó unos pesados libros.
-Obtendrás la información necesaria- afirmó Ymir -Preocúpate por ti, nosotros sabemos cuidarnos.
Jean abrió la puerta, se alejó despreocupado. Ymir se despidió.
-Hasta luego- hizo una seña con su mano.
El día pasaría rápido. Eso era lo que esperaba Eren.
Decidió hacer aquello que tanto le gustaba. Montó su bicicleta en dirección al bosque, quería mirar las estrellas. Acomodo el telescopio. El cielo estaba despejado, luciendo un hermoso azul con pinceladas de un brillante negro. Un par de nubes se movían con la suave brisa nocturna dejando a la vista una media luna. Eren sonrió ante al maravilloso cielo nocturno.
-Es una buena noche.
Sus nervios se crisparon al oír sus pensamientos. No era él hablando. Una voz letárgica y melodiosa. La voz de Levi.
- ¿Qué haces aquí mocoso?
Le tenía temor al vampiro. En el fondo sabía que Levi no le haría nada. El vampiro no pretendía lastimarlo, su interés iba más allá de beber la sangre del chico. Algo extraño nacía.
-Nada- retrocedió un poco ante la intimidante presencia -Solo vine a ver las estrellas.
Levi camino hasta el chico sentándose a su lado
-Quita esa cara- gruñó -Siéntate- no fue una orden, fue una petición en un suave tono de amabilidad.
El chico se sentó junto al vampiro. Levi mantenía ese semblante estoico.
-Solo...- murmuró -Vine a ver las estrellas.
-El cielo es hermoso- su duro semblante se relajó, al igual que Eren.
- ¿Le gusta ver las estrellas?
-No realmente- la respuesta del vampiro desánimo al chico -Hoy es una buena noche.
-El cielo es hermoso.
- ¿No me tienes miedo?
La pregunta tomo por sorpresa a Eren.
-No realmente, bueno...- ladeo la cabeza -Al principio sí, pero ahora que lo veo usted no es una mala persona- sonrió -Me regaló una grulla.
-No soy una buena persona.
-A mi parecer sí.
-Eres un mocoso incrédulo.
-O usted quiere aparentar algo que no es.
Hanji había estado siguiendo a Levi, no confiaba del todo en él, pero al percatarse que este no tenía la menor intención de herir a Eren solo observo a lo lejos.
-Qué extraño, creí que iba a comérselo…