-Los monstruos deambulan por la ciudad-
VII
Una carnicería. Un detective estresado.
Erwin miro la escena estupefacto. Su compañero solo se mantuvo en silencio.
- ¡Maldición! - gritó - ¿Qué clase de enfermo hace esto?
Cuerpos desmembrados, el carmín adornaba las paredes.
-Solo están los cuerpos- Darwin habló temblando.
El olor de sangre seca.
- ¿Qué significa eso?
-No están las cabezas.
- ¡No muevan nada! - grito Erwin.
Los forenses se detuvieron abruptamente.
-Pero Detective Smith...
-Debemos recolectar todas las pruebas posibles.
-Detective- un forense le entregó un collar en una bolsa -No encontramos huellas digitales, esto es lo único que hallamos.
Erwin tomó la bolsa.
-Y esto- el forense entregó un papel.
- ¿Esto es todo?
-Sí, no hay nada más- respondió -Solo quedan las muestras de ADN, pero, es probable no encontrar nada.
Erwin salió furioso del lugar, se arrancó los guantes lanzándolos al suelo, corrió a un árbol y vómito
- ¿Qué clase de enfermo hace esto?
-¿Detective?..
- ¿Quien?
Un oficial nunca debe dejarse llevar por sus sentimientos, algo que Erwin aprendió de la peor manera. Esto ya era demasiado.
-Que...- tosió -Clase de persona...
Un hombre está por quebrarse. Cosas extrañas pasan en esta tranquila ciudad.
--...--
Más allá de la complejidad humana. Un vampiro observa por la ventana.
-Está sucio- musito al cerrar la cortina.
-Comparada a esa horrenda cabaña esto es lo que hay- Hanji acomodaba las bolsas de sangre -No está tan mal.
Un vampiro, un cazador, una novicia y una yuki- onna. Habitando un apartamento.
-Si actúas con normalidad nadie sospechara de tu naturaleza.
-No planeo quedarme mucho tiempo.
-La legión de brujas nos está observando, si tienes algún loco plan lo mejor será que lo olvides.
-No tengo nada en mente- deslizó su dedo por la mesa polvorienta -Solo limpiar este mugriento lugar.
Hanji cerró la nevera.
-Pues me alegra, ya me has causado muchos problemas.
-Oh, lo lamento- la miró de reojo.
Petra olisqueo algo.
-Humanos…- asomo por la puerta
Una mujer anciana le sonrió a la novicia.
-Su hija es muy bonita.
-No es nuestra hija- Levi le hizo un ademan a Petra para que se acercara, ella obedeció.
- ¿Están casados?
-No, señora Collin's.
-Creí que estaban casados.
-Nunca me casaría con una loca.
- ¿A quién llamas loca, enano?
Petra soltó una risilla.
-Les traje galletas- tintineo la anciana -Espero y les gusten- las dejó sobre la mesa.
-Muchas gracias- Hanji tomo una galleta.
-Ahora que tengo nuevos vecinos no me siento tan sola- acomodo su falda y se sentó en una silla -Últimamente han ocurrido cosas raras ¿Vieron las noticias?
-No veo noticias- Hanji comía alegre las galletas.
-Asesinatos, muchos asesinatos- susurro la mujer -Ustedes lucen como gente honrada, pero uno nunca sabe.
-Me alegro que nuestra presencia le haga sentir segura- Petra sonrió a la mujer.
-Me alegra que le gustaran mis galletas- se dirigió a Hanji.
-Están riquísimas.
- ¿Usted no quiere? - le pregunto a Levi.
-Gracias, acabo de lavar mis dientes- se excusó.
-Tiene los ojos de alguien que ha visto demasiado.
-Es solo su cara de amargado, no se le ha quitado en estos años- se burló Hanji.
-Entiendo- asintió la señora Collin's -No les quito más el tiempo- se levantó -Me marcho.
-Que tenga un buen día- se despidió Hanji.
Levi intentó sonreír.
-Gracias por las galletas- dijo Petra.
-Hasta luego- la mujer salió por la puerta.
-Lo hicimos bien, no sospecho nada- Hanji se relajó.
-Una mujer quisquillosa- abrió la nevera y sacó una bolsita de sangre. La vertió en un vaso y se la entregó a Petra -Bebe, no puedes comer nada más.
-La otra vez te vi con Eren- Hanji guardaba galletas en su gabardina -No te lo comas.
Petra bebía el vaso de sangre. Miraba las galletas con tristeza.
-Es solo un mocoso- Levi se sirvió sangre.
-Es un descendiente de Vlad, te pediré algo.
Levi no le tomo importancia a Hanji.
-Ahora que se llevan bien- miró con desagrado al vampiro y la novicia alimentarse -Él probablemente posea una habilidad especial- encendió un cigarrillo -Averíguala.
-Hazlo tú- gruñó Levi.
-Lo haría, de no ser porque estoy ocupada evitando que la legión de brujas te asesine- fingió una sonora carcajada -Agradécemelo luego.
-No te agradeceré nada- golpeó el vaso en la mesa.
-Pues lo harás.
--...--
Eren intentaba entender todo. Vampiros, cazadores y licántropos. Su aparente tranquila vida dio un giro brusco. Él ahora está aquí, asustado e intentando mantenerse cuerdo.
Últimamente no ha logrado dormir bien, no es su culpa, son el montón de cosas acumulándose sobre él. Lo están aplastando. No hay mucho que decir. Los vampiros existen, los licántropos deambulan por el bosque y los cazadores lo tienen en la mira. Ellos no parecen gente mala, de hecho, Hanji es bastante amable, la única, a decir verdad, el resto lo mira por un margen autoimpuesto. Están curiosos, pero no quieren acercarse. Eren, a sus diecisiete años deambula por el bosque, no tiene nada que hacer. Tiene tantas cosas que decir. Nadie está para escucharlo. Se recostó en el pasto, está húmedo y huele bien. El olor de la vida rodeándolo. Mirando el etéreo cielo nocturno. Eso lo tranquiliza. El silencio y la soledad. Ni humanos ni monstruos, solo las estrellas en su infinita belleza.
--...--
Las luces del baño titilaban. Levi solo miraba su reflejo.
Un vampiro mirándose en un espejo. Muchos dicen que lo vampiros no pueden reflejarse en los espejos. Bueno, es falso. Tan falso como el palpitante corazón de Levi. Los vampiros, diseñados como el depredador máximo poseen "ciertas habilidades" una de ellas es manipular la percepción sensorial de los humanos, dicho esto se explica el mito de vampiros que no se reflejan en los espejos.
Por ahora Levi quería ver su deslumbrante y espectral silueta letárgica recordándole que está muerto. Muerto, muy, muy muerto.
Todo se vuelve pesado cuando miras las luces de la ciudad a lo lejos. Inverosímil y sublime. Levi parpadea. No hace más que observar, después de todo no tiene otra cosa que hacer.
--...--
Los días de Eren, antes tranquilos hoy llenos de cosas extrañas. No tiene nada interesante que hacer. Solo ir al bosque. Hanji le había pedido que fuera a verla en una cafetería, después de ver a la cazadora iría al bosque, llevaba cargando el telescopio, a su bicicleta se le estaba gastando el aceite de las cadenas, así que se sentía un tanto dura, recordó que ya no tenía aceite para bicicletas, pasaría a comprar más.
Hanji le entregó una dirección, él no conocía muy bien la ciudad, pero tampoco podía perderse.
Mientras miraba a sus costados logró visualizar a Ymir y Jean, Jean lo vio y le hizo una señal obscena, Ymir le dio un puñetazo en el estómago, el licántropo se retorció.
-Llegas tarde- Ymir cruzó los brazos enojada.
-Lo lamento, me perdí- se disculpó Eren.
Jean se levantó reincorporándose.
-Te dije que llegaría tarde.
-A nadie le importa Jean.
-Como sea…
-Hanji está en una cafetería a dos cuadras, dijo que la viéramos ahí- Ymir parecía bastante absorta en las luces de la ciudad.
El trío camino por la ciudad, Jean no mostraba el menor interés en nada, Eren solo caminaba junto a Ymir, la chica se alejaba un poco al entretenerse mirando algo.
-Es aquí- Jean los llamo.
- ¡Oh! - Ymir se detuvo jalando a Eren por la camisa -Me distraje.
Eren observó el lugar.
-He venido aquí antes- dejó su bicicleta en la entrada -Un amigo trabaja aquí, ahora es su turno
- ¿Un amigo?
-Sí, se llama Marco, tiene este trabajo de medio tiempo.
-No me interesa- bufo Jean.
El trío llegó hasta la cafetería. Ahí Hanji comía una dona y bebía café.
- ¡Ahí está! - Ymir le hizo una seña, Hanji dejó su dona sobre una servilleta.
Jean entró despreocupado y arrastró una silla hasta quedar frente a Hanji, un joven de pecas se acercó entregando el menú, Jean no lo miro, eren saludo al joven mesero.
-Eren- saludo Marco - ¿Qué haces por aquí?
-Nada en especial- tomó el menú ojeando - ¿Es tu hora de trabajo?
-Sí, pero ya casi es mi hora de salida.
- ¿Trabajas ocho horas? debe ser pesado.
-En realidad trabajó seis.
- ¡Oye, tu! - Jean gruño -Tráeme una rebanada de tarta con fresas y un frappe de vainilla.
Eren se disgustó por la interrupción de Jean.
-A mi tráeme solo una dona- pidió Eren devolviendo el menú.
-Un café muy cargado- ordenó Ymir.
Marco se marchó, le entregó la orden a la cocinera.
- ¿Conocido tuyo? - pregunto Hanji mordisqueando la dona.
-Un amigo del colegio- respondió Eren dejando su telescopio debajo de su silla.
-Espero y no escuche nada- sorbió el café -Bueno, mis pequeños discípulos.
Ymir rodó los ojos fastidiada.
-Les hablaré sobre cómo lidiar con todo este desastre- extendió los brazos -Ymir tiene idea de esto, y aunque Jean se la pasó dos años debajo de una roca ¡Ahora tenemos a Eren! - aplaudió la mujer.
- ¿Por qué nos trajiste aquí? - preguntó Jean.
-Por nada en particular- respondió Hanji -La verdad quería salir, estoy traumatizada luego de ver a Levi beber sangre en bolsitas, así que decidí salir y tomar aire.
-Me voy- Ymir se levantó de la silla para marcharse.
- ¡Espera! - grito Hanji -Es broma ¡Broma!
-Explícate- se sentó nuevamente la chica.
-Como les decía, sé que ustedes se sienten presionados debido a todo lo que ha ocurrido- les guiño un ojo -Y a decir verdad todo está por buen camino, así que por ahora podrán llevar una vida normal.
- ¿Y eso que? - cuestiono Jean - ¿Que ves normal en mí?
-Luces como un chico normal, a excepción de tus ojos, pero podríamos comprar unos lentes de contacto marrones y ya
-Sigo siendo un…- miró alrededor -Ya sabes, eso.
-Eres el único que no es humano…- Ymir miro a todos lados -No del todo, a diferencia de Hanji que es mitad vampiro y ese idiota que es solo un humano, yo por mi parte soy un genio- dijo Ymir triunfante.
-Se cuidarme- refuño Jean.
-Subiste de peso- Hanji sacó su PDA -Cinco kilos y tu masa muscular esta baja, debes entrenar.
-Como sea ¿Y qué hay de él? no tiene ninguna habilidad- señaló a Eren.
-Ustedes están aquí para cuidar a Eren. Jean solo bufo.
-Aquí está su orden- Marco le entregó el frappe y la rebanada de tarta, asentó la taza de café junto a Ymir, le dejo la dona a Eren y se marchó. Jean solo observo al chico de reojo.
- ¿Qué tantas miras? - lo interrogó Ymir.
-Nada que te importe- gruño el licántropo.
El grupo solo se dedicó a comer en el transcurso de la tarde, la noche cayó sobre la ciudad.
-Aveces salir y despejar la mente es bueno- Hanji estaba relajada.
-Sí, es una buena idea- asintió Eren.
Ymir se despidió alejándose.
-Iré a comprar unas cosas- Jean camino por el lado contrario
-Está bien, sé que hoy salió a la venta ese famoso videojuego- se burló.
- ¿Y tú?
Eren pensó, no tenía nada que hacer y ya era demasiado tarde como para ir al bosque
-Nada…- recordó la lata de aceite –Tengo que ir a comprar aceite para las cadenas de mi bicicleta.
-Está bien, te acompaño, un niño de tu edad no puede andar solo.
-Lo dices porque tú tampoco tienes nada que hacer ¿Verdad?
-Cállate y camina.
-Iré por el sitio de bicis.
-Pues yo caminaré con mis sensuales y gloriosas piernas.
-Sabes…- el chico miro al cielo –Creo que nunca conocí a mis padres, me refiero a que…tengo esa extraña sensación.
-Es por todo lo que ha pasado, tus padres realmente te querían, pasaron cosas y todo terminó así- Hanji no sabía realmente que decirle al chico. Ella era consciente del dolor de una pérdida –Una vez me contaron sobre tus padres, tu padre colaboró en la legión de brujas- dijo sonriente –Una vez tu madre habló sobre cómo se conocieron.
- ¿Conociste a mi madre?
-No realmente, yo tenía quince o dieciséis años cuando la vi por primera vez, tenía esos enormes ojos verdes, como los tuyos.
- ¿Cómo se conocieron? Me refiero a mi madre y mi padre.
-es una larga historia, pero tengo entendido un par de cosas.
-Cuentamelas- Eren sonrió al saber que de algún modo sabría más de sus padres.
-No hay nada más que hacer.
Ambos llegaron a un parque, Eren dejó la bicicleta aun lado y se sentó en una banca.
-Entonces te contaré, cómo se conocieron- sonrió -Pero será otro día, ya está oscureciendo.
--...--
Erwin logró conseguir un viejo y desgastado reproductor VHS, todo el día de ahí para hay en el trabajo, calentó agua y se preparó un café. Cansado de un día de mierda, conecto en VHS tal y como se lo había explicado el vendedor.
Logro encenderla luego de un rato maldiciendo el aparato.
-Bien- sonrió al ver esta encenderse. Tomo la cinta y dejó que esta se reprodujera en la televisión.
Lo que vio fue un video viejo, incluso más viejo de lo que indicaba la fecha escrita en la cinta. En él se veía a un grupo de hombres observando con recelo a un sujeto atado a una silla con los ojos cubiertos, la luz no alumbraba su cabeza, solo se distinguía por la lámpara colocada en una mesa a unos centímetros del sujeto, este movía la cabeza. No emitía sonido alguno. Parecía un cadáver al cual sentaron en una silla.
Erwin entrecerró los ojos escépticos.
Un hombre hizo una pregunta.
- ¿Es usted un vampiro?
El sujeto no respondió.
-Si lo es diga "Si" con la cabeza.
El sujeto afirmó.
- ¿Ha matado humanos?
-Todos lo hacen- respondió con una fría voz.
- ¿Por qué?
-Supervivencia.
- ¿Qué come de los humanos?
-Sangre.
-La sangre no es un buen alimento, el exceso de hierro los mataría en pocas semanas.
-Estamos diseñados para lidiar con eso.
- ¿Cómo lo hace?
-La cosa viviente.
Un silencio y la cinta siguió.
- ¿Qué es la cosa viviente?
-Lo que nace dentro de nosotros.
- ¿Qué es exactamente "la cosa viviente"?
-Lo que nos mantiene vivos.
- ¿Hay más como tú?
Afirmo con la cabeza.
- ¿Cuántos? Dinos una cantidad aproximada.
-No muchos, no estamos interesados en ser mayoría, el alimento es cada día mas difícil de atrapar, los humanos cada día desarrollan algo y se vuelve más difícil obtener alimento.
La cinta se cortó y pareció un cuadro negro. Apareció un cartel que rezaba.
"Autopsia a un espécimen femenino"
El cuerpo de una mujer yacía tendido en una cama de laboratorio. Luces alumbraban el cuerpo, la criatura no se movía, tenía la cabeza cubierta y la piel quemada.
- ¿Fue expuesta al sol?
-Sí doctor- afirmó una enfermera que traía un par de pinzas.
-Las quemaduras aún son visibles- tocó la blanca piel con sus manos envueltas en guantes de látex.
- ¿Desde cuándo no la alimentan?
-Hace como dos semanas.
-Entiendo, pásame el bisturí.
La enfermera le extendió el bisturí, el doctor hizo un corte y la carne quedó expuesta, la criatura se retorció.
-Abriremos todo el estómago, del cuello hasta los genitales, de ahí sacaremos los órganos para estudiarlos.
La criatura gruñó al oír eso.
La herida lentamente se curó.
-Doctor, se está curando- dijo la enfermera.
-Si la abrimos s curara- secó su frente con un pañuelo -Eso lo complica todo.
En la mesa el doctor tomó un cuchillo diseccionador, abrió el estómago y observó.
La criatura quedó abierta sobre la cama.
El doctor cortó las costillas con el costotomo.
-Es como un humano normal- vio los pulmones y el corazón -Su respiración y latidos son más lentos.
-Diez latidos por minuto- afirmó la enfermera leyendo el cronómetro.
-Y esa cosa- observó el estómago - ¿Es eso la cosa viviente? - señaló el órgano que se aferraba al estómago, llegaba a los pulmones y corazón. La sacó al tiempo que la criatura emitía un sonido desgarrador, esta se hizo polvo en un abrir y cerrar de ojos, la cinta término. La pantalla quedo en negro.
Erwin estupefacto se quedó mirando el televisor.
-Un vampiro…