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Wife por metallikita666

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Notas del capitulo:

Ahora, de vuelta al conflicto padre-hijo.

Ocho: Señor presidente

 

-Siguen descargando cajas por las noches, y ya tenemos ubicadas las bodegas a las que las llevan. El problema es que corresponden a varias empresas de Tokio, muy distintas entre sí.- Me dijo papá, mientras masticaba alguna porquería a modo de merienda del otro lado de la línea.

-Ya veo…- Suspiré frustrado: justo como me lo temía, las pesquisas no habían avanzado demasiado. –Al menos, las averiguaciones parecen indicar que todo proviene de la capital, ¿no crees?-

-No, Yuki. Tú bien sabes que el hecho de que una empresa o firma esté radicada en una ciudad, no quiere decir que sea dinero proveniente de allí. Ni siquiera da una pista sobre el origen de sus dueños o fundadores. Recuerda que nosotros tenemos subsidiarias allá con otros nombres, pero que al fin y al cabo todo es lo mismo.- Asentí a su acotación, pero intentando pensar rápido en algo. –Ahora, aquí el verdadero problema es que lo están haciendo todo muy bien, porque no sabemos qué demonios contienen las malditas cajas, y ni siquiera podemos intentar adivinarlo enterándonos del lugar en que las están guardando. A como podrían ser repuestos defectuosos para coche, podrían ser cigarrillos de contrabando, municiones, yerba…-

-No creo que sean repuestos ni municiones; ruedas de cigarros o cualquier cosa más liviana, sí.- Interrumpí, acordándome del argumento tan válido que había pronunciado Tetsuya horas antes, y llamando con ello la atención del mayor. –Tetsu y yo estuvimos conversando sobre eso hoy: las cajas se ven muy poco pesadas. ¿No crees que pueden estar vacías incluso, y que el único objetivo que tienen esos idiotas es molestar? Como sea, yo no pienso volver a Suminoe-ku a ver lo mismo que todas estas noches. Murasaki-san me dijo que no podemos hacer nada si no es en compañía de la policía. Y eso, la verdad, no me hace ni la más mínima gracia…-

-¡Ja! ¿No será que te quieres quedar por ahí vagabundeando con tu amiguito? No me extrañaría… Porque ni siquiera estás en el colegio en estos momentos.-

Su insoportable comentario me sacó de quicio, y por más interesado que estuviera en resolver de una vez por todas aquel estúpido misterio de las cajas en el puerto, tampoco estaba dispuesto a aguantar más de sus majaderías. Viejo del demonio: encima de que le colaboraba con cuanta diligencia medio clandestina le salía, se pasaba el tiempo reclamándome mis métodos.

-A ver, señor presidente, absténgase un momento de tragar frituras y abra los oídos: no pienso volver al puerto a perder el tiempo durante toda la noche y madrugada, si cuando vemos que descargan las famosas cajas y se las llevan a las tales bodegas no podemos hacer más que eso.- El de melena bicolor estaba contrariado; pude advertirlo perfectamente en el sonido que hizo al querer tragar lo que comía de una sola vez, para poder responderme. Pero yo no me detuve. -Y aunque crea que soy un mocoso tonto que no sabe nada de nada, le voy a decir que lo mejor que podemos hacer es intervenir de una vez por todas hoy o mañana; no vaya a ser que acaben con los descargos y no hicimos nada, esperando “alguna otra señal”. Por hoy, eso es todo lo que oirá de mí.-

-¡Takayuki, crío insolent--!...- Fue lo último que escuché antes de colgarle el teléfono.

Afortunadamente, hablé desde el aparato que se hallaba en el cuarto de los tíos, y ninguno de ellos se encontraba cerca en esos instantes. Todos los presentes se reunieron en la sala de estar, para mirar una conocida comedia cuya trama giraba alrededor de situaciones familiares bastante parecidas a las suyas, titulada “Endorama”.[1]

Molesto, decidí no ir al colegio lo que quedaba de la tarde, pero tampoco acudir al puerto o encargarme de aquel tonto asunto en manera alguna. La restante alternativa era aparecerme, sin avisar, en alguna de las salas de ensayo apartadas especialmente para las bandas de la subsidiaria de mamá, pues no debía descuidar por demasiado tiempo las prácticas del grupo que intentaba armar en medio de todos aquellos alborotos de negocios musicales.

Únicamente pasaría por el centro antes de dirigirme a Namba[2], por si lograba ver a alguno de los chicos que no estuviera para entonces en la Free-Will.



[1] El nombre salió del disco de Kreator que por supuesto que no tiene que ver absolutamente en nada con esta gente, con el visual o con Japón. Y el programa, se supone, es una especie de incepción de la telenovela que es la vida de la familia Endo, con sus mil y un rollos.

[2] Distrito de la ciudad de Osaka que se localiza entre los barrios de Chuo y Naniwa. Es conocido por albergar muchísimos sitios de entretenimiento.

Notas finales:

¡Felices fiestas! Espero que la pasen muy bien en compañía de sus seres queridos. Y muchísimas gracias por seguir esta historia.

Mis mejores deseos para todos y todas :D


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