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Wife por metallikita666

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Notas del capitulo:

Ha llegado el día. Supongo que nunca se está totalmente preparado, pero al menos me siento más tranquila.

Les invito a leer el último capítulo de esta historia.

Veintiuno: La espada y el espejo

 

El jueves de la semana siguiente, uno de los dos pabellones del colegio fue prácticamente tomado. Chicos y chicas iban de aquí a allá con sus vestuarios, libretos, accesorios, maquillaje y un sinfín de cosas que habían sido preparadas desde hacía muchos días para la presentación, pero en relación con las cuales siempre surgían pormenores que les impedían quedar perfectas. Y como los equipos necesitaban la mayoría de espacios a su disposición, los profesores decidieron acomodar a los novenos y onceavos en el pabellón de la secundaria media, mientras que los demás grados se quedaron juntos en el de la preparatoria.

En nuestro caso, afortunadamente, el único que consideró que sus creaciones necesitaban auxilio en el último momento fue Takanori, pues los diálogos del enano habían sido corregidos y aprobadas sus últimas versiones, por unanimidad, un par de días atrás. No obstante, mi hermano no se sentía seguro con ciertos detalles de los trajes, así que llamó a papá para pedirle que dejara ir a Toshiya a nuestro colegio, a lo que el peliazul acudió con cinta métrica, alfileres y tijera en mano.

Como Ruki tenía el papel principal al ser Amaterasu, Hara-san optó por ajustarle primero el traje a él, quien de todas maneras insistió en ayudarle al mayor con el resto después de que terminó de maquillarse. Así, revisarían mi indumentaria, después la de Tetsu, el traje de Uruha y finalmente el vestuario de Reita, que de todas formas solo consistía en un yukata largo de color negro con un obi beige.

Takashima esperaba su turno junto a mí, que ya estaba preparado, mientras el bajista de Dir en Grey y mi hermano terminaban con Tetsuya. Un poco más a lo lejos, pero en el mismo salón que el castaño y yo, se hallaba Akira.

-Es una suerte que Tetsu se haya podido recuperar para hoy, ¿no crees?- Comentó el mayor, sonriendo con su usual mirada felina: esa que insistía en hacer contacto visual aun y cuando su interlocutor mostrara evidente incomodidad al sostenerla.

Hasta ese momento, no había cruzado palabras relevantes con el senpai más allá de lo necesario para decorar el espacio de nuestra pequeña obra, la cual tendría lugar en uno de los salones que había sido dotado de tarima. Esto porque varios equipos eligieron para su propuesta una representación teatral, por lo cual al final se optó por hacer horarios para que cada uno acomodara lo suyo, en medio de los cuales quienes habían planeado estrategias expositivas, museos, restaurantes u otro tipo de muestras, intervendrían. Así, le daría tiempo suficiente al próximo grupo para armar su escenario.

-En realidad, sé que sigue un poco adolorido. Es solo que no deseaba echar a perder todo el trabajo de los cinco.-

Ciertamente, me esperaba la pregunta desde hacía rato, o algún otro comentario alusivo a lo sucedido con el bobo que diera pie para conversar acerca de él. Kouyou no había cambiado su manera de dirigirse a ambos en público. A mí, además –y a pesar de que había notado su pasmo el día que detuve su mano-, siguió coqueteándome como antes. A lo mejor, para ese entonces lo hacía con el explícito afán de fastidiar, más que de ver qué podría sacar con su insistencia. Pero esas, por supuesto, eran solo interpretaciones mías.

-Es una suerte que el asunto no haya sido para tanto, porque sin duda me habría sentido muy mal. A pesar de que no lo demuestro abiertamente, he empezado a darme cuenta de todo lo que el enano significa para mí, y de que las cosas suceden por algo.- Él otro me miraba con los ojos un tanto abiertos y las cejas levantadas, señal inequívoca de la sorpresa que le generaban semejantes palabras, por más que intentara actuar con naturalidad. Pero es que era obvio que, viniendo de mí, eso sorprendería a cualquiera. A decir verdad, hasta yo me hallaba asombrado hasta cierto punto, pero satisfecho a la vez, pues por fin estaba diciendo las cosas como las sentía. –Ya sabes, me refiero a este trabajo que tuvimos que hacer todos juntos, y hasta a la historia que elegimos. Sé que represento a Susanoo y que Ruki tiene el papel de Amaterasu-omikami, pero Tecchan sin duda es la Ame-no-Uzume que ha hecho salir el sol de nuevo para mí.-

Para ese instante, Takashima estaba realmente estupefacto. Serio al principio, pero segundos después sonrió de nueva cuenta con su gesto de seguridad.

-Es… en verdad sorprendente escucharte a ti decir algo así.-

Yo me contagié de su risa, posiblemente porque estaba tan admirado como él.

-Me he dado cuenta de que también soy capaz de hacerlo. Por ese motivo quiero que dejes de intentar tener algo conmigo.- En ese punto, se acabó mi sonrisa. -No solo porque él esté primero, sino porque gracias a mis contactos, me he podido dar cuenta por fin de la razón por la cual tú y Suzuki fueron transferidos aquí.-

Su mohín autosuficiente no se extinguió como tal vez ingenuamente pensé que sucedería, ni el del trapo en la cara se removió siquiera, a pesar de que yo sabía que había escuchado la conversación completa.

-Ya se me hacía extraño que solo a ustedes les vetaran el uso de los computadores fuera de la hora de clases…-

Aiko, Reiko y Yuriko lograron dar con la información muy poco tiempo después de que se empeñaran en ello, recurriendo a todas sus conexiones tanto con los profesores, como con el personal administrativo (y muy en especial, con este. Las chicas, con el mayor de los sigilos, entrevistaban desde a las conserjes, hasta a las cocineras y secretarias). Takashima Kouyou y Akira Suzuki habían sido expulsados de su colegio en Kanagawa por mirar pornografía en los ordenadores del instituto, durante varios días en los que pidieron permiso para quedarse en el salón tecnológico por las tardes, con el pretexto de buscar información para sus asignaciones. Posteriormente al castigo, sus padres decidieron enviarlos a Osaka como escarmiento, a casa de los abuelos de Suzuki: juntos, como los grandes amigos que eran (en las buenas y en las malas), pero completamente solos.

-Bueno, ahora que conoces nuestro gran secreto, ya no tenemos nada que esconderte.- Dijo él con sarcasmo. –Y vaya que tus informantes hicieron un buen trabajo. Se ve que aprovechan bien el tiempo que otras chicas usarían en arreglarse, vestirse y maquillarse.-

-En fin, quiero retirar el acuerdo al que habíamos llegado aquella vez. No solo necesito que dejes de seguirme, sino que tampoco deseo que Reita prosiga con Takanori. Supongo que ahora que sabes que conozco el motivo de la presencia de ambos en Osaka, no quiero a alguien como él cerca de mi hermano. En ese caso, prefiero que siga perdiendo el tiempo con el bueno para nada de Makoto…- Agregué, rodando los ojos tras un suspiro. -Oh, y para asegurarme de que eso se haga así, les propongo otro negocio: obedecer, a riesgo de que le cuente todo a Ruki y ustedes no puedan ni siquiera audicionar para su banda.-

La última táctica fue fulminante, pues ambos dirigieron sus indignadas miradas hacia mí. Sin miedo a exagerar, creo que esa fue la primera vez que vi algo parecido a una emoción en ojos del rubio mal teñido y, personalmente, me dio mucho gusto que fuera una de ese tipo.

Uruha suspiró incómodo, pero tratando de conservar aquella molesta ecuanimidad suya. Acto seguido, apoyó el codo en el respaldo de la silla sobre la que estaba sentado, allegándose a mí por el flanco.

-Y si no es en ti, pimpollito, ¿en quién me voy a fijar? Tú eres el más guapo de todo el colegio…-

-Shiroyama está loco por ti, ¿no te has dado cuenta?- Me volteé, hablándole con el mismo tono idiota, y mirándolo directo a los ojos con una sonrisa dibujada en los labios. De seguro, al estar ataviado como el prepotente dios, me contagié de su vanagloria. –Pero es normal: le gustan todos. Aun así, creo que harías buena pareja con él. Anda.- Agregué, guiñándole un ojo. -Dale una oportunidad.-

 

“Tres sagradas doncellas produjo la magia de Amaterasu en la espada de Susanoo

Mientras que el hermano a cinco violentos guerreros engendró

¿Quién sería el ganador tras semejantes vástagos?

¿Qué deidad el laurel entregó?

Consensuados por un tiempo, en paz siguieron los dioses

Hasta que la furia del amo del mar y las tormentas se desatara

y a su brillante hermana afrentó

 

‘-¡Ese bárbaro no volverá a saber de mí; ni él, ni ningún otro viviente!-‘ Gritó ella

Y se encerró en una cueva, privando al mundo de su luz

Los campos morían, los animales agonizaban

Y los mortales fenecían de tristeza más que de hambre

Abandonados por aquella que tanto y con tanta dulzura los amó

 

Así fue que los eternos no lo soportaron

Y a asamblea convocaron

Organizaron una enorme fiesta que a la dama atrajera

Ella, la resplandeciente, llena de curiosidad se asomó a la puerta

Y se vio por vez primera

 

La que huye constantemente de Tsukuyomi estaba embelesada

Por las danzas de la Gran Persuasora

Uzume, semidesnuda, agitaba los pechos y el cuerpo todo

Mientras los demás reían, aplaudiendo

Hechizados por la Divina Hembra

 

Amaterasu, deidad poderosa, no volvió a encerrarse en la cueva

Y su hermano del cielo fue expulsado

Hasta que Orochi proveyó el presente

De su sangre, de su muerte

De la cuarta de sus colas.”

 

En la noche de ese día llamé a mi prima, con la cual conversé como de costumbre acerca de todo lo sucedido tanto en su semana como en la mía. Le conté con mucha emoción sobre nuestro proyecto, pues ella también estuvo al pendiente de todo el trabajo que nos significó tanto a Ruki como a mí, pero también a Tatsu-ojisan. Además, estaba sumamente orgulloso de la buena calificación que finalmente obtuvimos.

Después de un rato de charla, la mocosa se quedó en silencio durante unos momentos, pero rio a continuación.

-Y dime… ¿Ya tienes novio?-

Había olvidado lo que le dije la última vez sobre mi “disyuntiva”, así que la pregunta me tomó muy por sorpresa. Especialmente, luego de que me la planteara de la nada, pero supuse que la chica se había dado cuenta desde hacía tiempo de que todo tenía que ver con el famoso proyecto.

-¡Ja, ja, ja! Hmm… ¿Y para qué quieres que lo tenga?-

-¡Para que me lo presentes, y poder conocer a alguien diferente con el cual divertirnos! Porque cuando Nori-oniichan empezó su relación y creí que iba a tener cuñado nuevo, fue muy aburrido darse cuenta de que ya sabía quién era…-

El comentario me hizo muchísima gracia, al tiempo en que me puso a recordar todo lo acontecido, pues debía ordenar mis ideas para proporcionarle su respuesta a la más pequeña.

-Ya veo. Pues siento desilusionarte, pero creo que es bastante probable que acabe haciéndote lo mismo que mi hermano. Aunque confía en mí: me lo vas a agradecer. Definitivamente, no te habría gustado que me hubiera decidido por el otro…-

Notas finales:

Me confieso gran amante del bromance entre Reita y Uruha, y de pintarlos a ambos como pervertidos. Solo lo aclaro en caso de que no se hubiese notado ya :3 Por otra parte, hay que ver lo irónico del asunto: Yuki fomentando el Aioha que tanto detesto... Y bueh. Es que tiene altas probabilidades de suceder aquí también, y promete mucho desde las ganas irrefrenables de seguir mortificando al abuelo gazetto ¡MUAJAJAJA!

Y así, entre referencias míticas y un poco de lírica, llegamos al final. Nuestro pequeño Takanieves habrá aprendido sus lecciones, y de seguro que unos cuantos más de los involucrados también, si bien esto no se detiene. Queda abierto en todos sentidos, porque esa es su naturaleza y porque así lo hemos querido.

A modo de epílogo hay unas notas... que colgaré como capítulo aparte. Allá terminaremos de despedirnos.


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