Capitulo 11
—Hasta que por fin el gran día llego, y pensar que hace tres meses enviaste las invitaciones, me fue muy ajetreado venir aquí desde Italia—Hablaba un hombre mayor de cabellos largos y canos, vestia un traje de color negro, ayudando a su hijo a prepararse, pues ya dentro de unos 45 minutos la ceremonia empezaría.
—Padre, no deberías quejarte tanto, al menos ya estoy por casarme, y no niegues que todo este tiempo ya pedias que te de un nuero o nietos—Decia mientras se acomodaba la corbata mirándose en el espejo de cuerpo completo.
—Ay Angelo, la verdad cuando me dijiste que te casarías y cuando enviaste la invitación pensé que ahí veria el nombre de Mu—Al decir eso último, el peli gris se fue a sentar en uno de los sillones de la estancia.
—Mu solo es mi amigo, fuimos compañeros durante años, y la verdad solo lo vi como un hermano menor—El peli azul revisó mejor su ropa una vez mas y asi sentarse frente a su padre en el sillón adverso.
—Solo fue una teoría hijo, en verdad parecía que el te quería mucho, pero cambiando de tema, aun no me presentaste a tu futuro esposo,¿Quieres sorprenderme? —Al preguntar aquello rei tomando uno de los vasos de agua que se encontraban en la mesita.
—Lo único que puedo decir es que enserio es un encanto— Terminando de decir aquello mi padre me miro con cierta extrañeza, ya quería que él conociera a Dita.
—Espero enserio sorprenderme—Fue lo único que dijo mi padre cruzando los brazos.
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—Dita te ves muy hermoso, yo cuanto quisiera verme dela misma forma que tú—Arreglaba la ropa del peli celeste que tenia el cabello ondulado, sus ropas eran blancas y algo sueltas, una corona de rosas blancas adornaba su cabeza.
—Nadie puede negar mi perfección—Hable ya listo, aunque debían arreglar mejor mi cabello, me encontraba en un salón de belleza.
—Como tu estilista solo puedo decir que todo te queda bien, serás el novio mas hermoso del mundo—El estilista de cabellos cortos de color lavanda y ojos rosados pasaba un ondulador por las puntas de los cabellos ajenos haciendo varios retoque, para que asi durara todo el dia.
—Tus halagos alegran mi dia Sorrento—El peli celeste estaba bastante relajado cerrando sus ojos mientras que se concentraba en la música de fondo del salón de belleza, el cual solo habia sdo reservado para él.
Varios minutos habían pasado hasta que por fin estaba listo, el peinado y vesturio se veina impecables, se encontraba listo para salir y asi fue donde se vio con Mu, es estaba encargado de cuidarlo, era algo asi como una “dama de honor” seleccionado por su futuro esposo, no le agradaba para nada verlo, y asi también era por parte del ajeno.Por como habia sido el trato en estos dos años entre ellos dos, quedo en cuenta que este estaba enamorado de Angelo, le encantaba verlo sufrir en silencio.
—Dita tardaste mucho, además no quiero que lleguemos tarde—
—Ahg que estirado eres, ya vamos, estoy listo además Angelo se sentirá muy contento de que me aya arreglado especialmente para él—Entre al auto acompañado por Mu, el cual lucia desganado.
El conductor no tardó en empezar a conducir, por suerte la iglesia no era muy lejana, o a si le parecía a el que estaba tan relajado, por fin dentro de pocos minutos seria el esposo de Angelo.
—Además sabes…Creo que si te arreglaras tanto como yo lo hago ,al menos Angelo hubiera volteado a verte—Diciendo aquello mientras me miraba las uñas, miraba de reojo al peli lavanda, su mirada fue de sorpresa, el como trago saliva me hizo darme cuenta que en todo este tiempo habia estado en lo correcto.
—É-Él…¿Te dijo algo?... —Negue con la cabeza riendo.
—Para nada pero solo mírate en serio eres horrendo, esos lentes no quedan para nada bien en ti y esa ropa anticuada, te hace ver ridículo—
Cuando habia temrinado de hablar por fin habia llegado a la iglesia, el peli lavanda tenia la cabeza gacha, parecía que una lagrima resbalaba por su mejilla,ese chico era tan débil, baje primero del auto,me acompaño en el acto Mu que ahora tenia un aura mas melancolica.
—Imaginate, si no fuera por mi ahora tu serias el que se casaria con Angelo, vaya que perdiste el tiempo. —Al llegar junto con Mu a la puerta, me prepare de inmediato para entrar, pronto se encucharia la marcha nupcial, Mu habia entrado primero, casi escapando a informas que ya había llegado.
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—Tu prometido en serio es un impuntual, ya debería haber llegado—Miraba el reloj de pulsera que traía puesta en la muñeca izquierda.
—Ya llegará padre—Solo escucharlo decir eso me hizo suspirar hondamente rodando lo ojos, volvi a tomar asiento en la primera banca de la iglesia.
—Ya llego el novio—Dijo uno de los amigos de mi hijo, ya de pronto se escuchó la marcha nupcial, todos los presentes se habia puesto de pie, las puertas se abrieron dejando ver la silueta de un chico de cabellos celestes, este se hacercaba a pasos cortos, no iba acompañado de nadie que pudiera entregarlo, posiblemente este seria huérfano, pero cuando este se fue acercando cada vez mas, notaba algo raro en su mirada.
Esa mirada no la podía tener cualquiera,era mirada era de alguien que no lucia para nada inocente o alguien que fuera en quien confiar, lo único que esos ojos celestes podía transmitir era ambición, sabia como era ese tipo de mirada, mi primera esposa también poseía esa mirada, no sabia como mi hijo no podía darse cuenta de aquel aura que ese chico trasmitia, al momento en que todos se sentaron fue cuando ya ambos novios se habían encontrado, durante toda la ceremonia no habia puesto atención a las palabras del cura, la ceremonia fue larga.
—Y asi puede dar un beso al novio—El cura dio el permiso, ya estaban oficialmente casados, aplaudi lo mismo que los demás, cuando los novios salieron, yo era el ultimo en salir, pero escuchaba los sollozos de una persona no muy lejos de la puerta principal, me dirigí a ese lugar, vi a Mu que se limpiaba las lágrimas de los ojos con un pañuelo de color crema.
—¿Mu? —Me acerque mas al menor y este se habia presipido al escuchar mi voz.
—Señor Sage…—Acaricié la cabeza de este, para mi el era como un hijo mas, lo habia visto crecer al mismo tiempo que Angelo.
—¿Lloras por Angelo? —Pregunte dejando que llore en mi pecho.
—Él hace mal…No debio casarse con Dita—
—Pienso lo mismo que tú, no me agrada ese joven, el aura que posee es demasiado oscura—
—¿Usted también lo noto? —Asentí ante aquella pregunta.
Continuara…