Capitulo 13
— Me siento bien en llegar a casa ¿No sientes lo mismo cariño? — Preguntaba el peli azul dejando las maletas en la entrada.
— Siento lo mismo, además la casa que compraste es tan hermosa y espaciosa, hay demasiadas habitaciones— Estaba demasiado felíz, esta casa era tan hermosa, casi al igual que la casa que tenía Saga…
— Desde que llegamos te veo muy pensativo ¿Paso algo? —
— No, para nada cariño es solo que me siento cansado por el viaje, debería ir a dormir un poco—
— ¿Y si mejor nos damos una ducha juntos? — Angelo tomó mi cintura con ambos brazos para atraerme a su cuerpo, nuestras miradas se cruzaron y asi bese sus labios.
— Vamos antes de que me de más sueño— Bromee en aquel instante y el me regalo una sonrisa, ambos subimos al segundo piso donde se encontraba nuestra recamara, mi sorpresa fue enorme al ver los pasillos llenos de petalos rojos y blancos, el sabía el profundo amor que le tenia a las rosas.
— Hice que arreglaran todo para cuando llegaramos de la luna de miel, espero que te guste—
— ¿Gustarme?, me encanta Angelo, todo se ve tan hermoso— La habitación estaba decorada de la misma forma, la cama llena de petalos, y alrededor de toda la habitación estaban velan, le daba un ambiente tan romántico.
—Lo único que quiero desde que te conocí es hacerte felíz y ver aquella sonrisa cada día de mi vida—
Sin poder evitarlo más coloque ambos brazos alrededor del cuello del peli azul, besando sus labios con ternura al principio, pero aquel beso se fue haciendo más y más pasional, nuestras respiraciones se aceleraron, asi fue hasta que el se separo de mi al mismo tiempo que acariciaba mi cintura.
—Dita, quiero hacerte mío— Angelo pasaba la punta de su nariz por la extensión de mi blanco cuello, la respiración del ajeno hacia erizar mi piel.
—Si es así podemos hacerlo, porque también quiero ser tuyo Angelo—Murmure en su oído, moriendo el borde de este para después separarme de él, me acosté en la cama empezando a quitarme algunas prendas que traía puestas.
La mirada del peliazul se notaba satisfecha, aunque después de esto no debía olvidar tomar los anticonceptivos para no quedar embarazado, por unos segundos mi mente se habia ido haia otro tema, pues ya tenía al mayor sobre mi acariciando mi pecho con sus grandes manos, podía sentir a la perfección su cálida piel, nuestros labios una vez mas se fundieron en un profundo beso que iba calentando mas el ambiente.
—Te amo Angelo—Murmure entre el beso posando la mirada contra la ajena, nuestros ojos podían persivir la pasión ajena, mis manos pasaron a desabrochar la negra camisa del ajeno, poco a poco se podía ver la morena piel del italiano, se veía demasiado sensual, nuestros cuerpos quedaron desnudos rápidamente, pues así era el italiano, sus manos actuaban con rapidez.
En ese preciso momento, el no dudo en quitar mi última prenda que dejo ya totalmenteal descubierto mi cuerpo, sus besos que comenzaron en los labios fueron recorriendo hasta el cuello, luego el torso para finalizar en la pelvis, eso generaba muchas cosquillas en mi cuerpo,el mayor estaba siendo muy tierno conmigo, ya hasta cuando habpia levantado mispiernas para que se pudiera observar de mejor manera mi entrada.
—Algo que me encanta de tu cuerpo es lo delicado que llega a ser, y ese aroma a rosas que en ningunmomento se desprende de tu piel hace que me vuelva loco por ti—
—Entonces disfruta todo lo que tu quieras, además aun celebramos nuestra luna de miel—
El moreno no dudo en posar mis piernas sobre sus hombros, el se empezó a masturbar frente a mi paraque yo pudiera notar el tamaño que este tenía, muchas veces ya lo habia visto y sentido, pero llegaba a excitarme, era algo que me llenaba de lujuria, abrí lo mejor posible las piernas pero Angelo me detuvo para que juntara mas las piernas asi el de un momento a otro, acercó su duro mimbro a mi entrada la cual se fue expandiendo por el tamaño que tenia el mayor logrando que varios gritos salieran de mi boca.
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—Ya pasaron tres semanas desde tu boda Dita ¿Cómo te encuentras? —Preguntaba el pelilila de ojos rosados, quien al mismo tiempo estaba dando unos recortes al cabello delpeliceleste.
—Estoy tan feliz aunque ya empezó a trabajar nuevamente no deja de consentirme y darme obsequios caros, enserio amo todo aquello—Decia el peliceleste mientra se admiraba en el espejo, aunque tampoco podía dejar de ver al peli lila .
—Pero a él ¿Lo amas en verdad? —Pregunto el menos mientras terminaba de dar algunos recortes al cabello del mayor.
—Por supuesto, ¿Quién diría lo contr…—Antes de que el peli celeste pudiera terminar la oración unas tremenda nauseas lo invadían, además de unos repentinos mareos, por instinto se cubrió la boca para salir corriendo hacia el cuarto de baño.
El peli lila lo miro desconcertado dejando así las tijeras de lado, al tiempo en que cruzo los brazos.
—Al parecer llegó un regalo inesperado— Fue lo único que atinó a decir el menor mientras se reia un poco, pues conocía que a Dita le desagradaban los niños, quizá en esta ocación eso cambiaria.
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—No puede ser…No, no puede ser—Negue varias veces mientras me miraba aal espejo, mis ojos estaban algo llorosos después de haber vomitado, pase una de mismanos por el largo de mi cabello, la cabeza me daba vueltas.
—No..no esto no esta en mis planes, espero que no sea lo que estoy imaginando, pero tomé las pastillas…¿Qué salió mal? —Me pregunte a mi mismo,una rabia crecia en mi interior, no quería tener hijos, siempre habia odiado a los niños y esto simplemente afectaría mi vida con Angelo.
—Dita ¿Estas bien? ¿Quieres que llame un taxi? —Preguntaba Sorrento desde fuera del cuarto de baño, muy preocupado aparentemente.
—Si, llama a un taxi, no puedo regresar de esta forma hasta mi casa—Tratando de arreglarme las ropas, me habia mirado en varios ángulos el vientre, aun no se notaba si en verdad esaba embarazado.
Cuando salí de allí vi que varios clientes VIP habían llegado, fui a buscar a Sorrento quien ya tenia listo el taxi para que me llevase a casa.
—Dita debes descansar, tomar un reposo estos días, pues espero que no sea lo que yo imagino—
Cuando el menor habia soltado esas palabras, hice unamieca de disguto entrando al taxi indicándole al chofer a que lugar quería dirigirme, y no era precisamene a casa, tenia la curiosidad de saber si yo verdaderamnte estaba embarazado.
En todo el camino hasta el hospital donde trabajaba Angelo no deje de morder mis uñas, era el nerviosismo mas que otra cosa, temia la idea de qe pudiera tener un bebé,los paisajes que se motraban frente a la ventana no relajaba en nada el cerebro.
—Señor, ya llegamos al hospital—El conductor me habia bajado de la nube el la cual estaba todos esos minutos.
—Gracias, puede quedarse con el cambio—Le entregue un billete mientras salía del taxi, dirgiendome hasta donde era el consultorio de Dohko, pues este se habia convertido en mi doctor,al subir hasta el piso donde este trabajaba, habia bastante gente, me cubrí la nariz con la bufanda que traía puesta, busque un aciento en podría descansar, varios minutos habían pasado que a parte de ser largos eran tan lentos, cada paciente entraba y salía del consultorio hasta que esuche cuando la enfermera me llamó por mi nombre, al fin era mi turno.
—El Doctor lo esta esperando—
—Muchas gracias—Entre y vi a Dohko revisando los papeles de mi historial.
—Hola Dita ¿A que bien tu sorpresa?¡Angelo sabe que estas aquí? —
—En verdad no…pues quería hacerme un chequeo, apenas empece a sentir unos mareos y nauseas, pienso que quizá fue por algo que haya comido—
—Oh ya veo, bien entonces deberé revisarte un poco para cer si es solo un simple resfriado.
—Los resultados lo diran todo—Lo ultimo que dijo Dohko habia hecho eriar la piel de mi cuerpo, asi la revisión comenzado con cada uno de los casos, pero la mirada del peli castaño se notaba demasiado alegre,
—Vamos Dohko ¿Me diras que es lo que tengo?? —Pregunte ya todo desesperado-
—Pues esta noticia le alegrara el día a Angelo, mi querido estas embarazado, tiene todos los síntomas, aunque eres muy lento para darte cuenta. —Dohko tomo uno de los folletos que eran algo asi de “¿Cómo tener un embarazo saludad?” y me lo dio mientras aun sonreía muy contento.
Me quede en shock en ese momento, mi miedo se habia realidad, me toque el vientre con una de las manos y con la otra apretaba el folleto de embarazo que Dohko me habia dado.
Simplemente no lo deseaba tener.
Continuara…