Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vendetta por Inaba Hiroshi

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-Gaara, ¿Por qué? No tenias que protegerme.

-Lo siento mi Naruto, te amo.

-No, no me dejes. Trataba de contener el llanto mientras veía como la persona que mas amaba cerraba sus ojos, a su alrededor solo había llamas. –así que esto es el infierno…

 

-Naruto, Naruto…. Sentía los parpados pesados aquella voz era insistente. -¡NARUTO! Abrió los ojos para encontrarse  con el rostro molesto de su padre.

-¿Qué hora es?

-Las 8:00am llegaras tarde al colegio.

-No quiero ir hoy.

-No porque sea tu cumpleaños puedes hacer lo que quieras.

-Pero no me siento bien, creo que no tuve un buen sueño.

-Eso no es escusa pequeño tramposo, vamos dúchate  te espero abajo.  Aun con sueño hizo lo que le ordenaron. –Iruka es demasiado estricto.   Al bajar se encontró con su desayuno favorito que era un gran tazón de rameen que no dudo en devorar todo bajo la atenta mirada de su castaño padre. –feliz cumpleaños mi pequeño. Le da un abrazo mientras coloca una caja con un moño delante de él. –Gracias… padre. Abre la caja y se encuentra con un peluche en forma de zorro, una sensación extraña recorre su cuerpo es como si algo le dijera que eso ya había sucedido. –Es muy bonito gracias. No le toma importancia a eso y le da un abrazo. –Me tengo que ir ya que no me dejaste dormir almeno sire al colegio. Dijo de mala gana mientras caminaba hacia la puerta seguido del adulto antes de salir recibe un beso en la frente.  Al llegar al colegio se encontró con su amiga Sakura una vez más una sensación extraña le recorrió su cuerpo, algo le decía que tenía que recordar cosas importantes, sus intentos fueron en vano lo único que podía observar era aquel color tan llamativo, tan atractivo y apetecible así era como se podría describir al color carmesí. Durante el día le hartaron con una dichosa fiesta de cumpleaños, no entendía como después de tantos años aun no entendía que en realidad le molestaba estar reunido entre tantas personas. Cuando la hora acordada llego se despidió de su padre, no sin antes ordenar su habitación, a pesar de ser el heredero de una de las más importantes corporaciones desde pequeño su padre le había impuesto que si quería algo tenía que ganárselo así que el precio por salir de casa hasta tarde era ordenar su habitación la tarea mas difícil del mundo. Al llegar se encontró con pocas personas supuso que aun era temprano por lo que decidió pasear por el jardín, sumido en sus pensamientos entro a un pequeño laberinto. -¿Qué es lo que tengo que recordar? Esa era la única pregunta que rondaba su mente, llego a lo que parecía el centro del laberinto ahí había un kiosco con una banca en el centro, tomo asiento y se recostó un rato. Gritos, suplicas y el olor a muerte era lo único que encontró es ese pequeño sueño que tuvo, aun mas confundido se levanto para entrar nuevamente a la casa ahora había muchas más personas, supuso que ya era momento de irse antes de llagar a la salida se topo con su amiga Sakura ella impidió que se fuera y le ofreció una bebida antes de tomarla como un flash paso una imagen donde estaba el mismo en esa situación pero en cuanto tomo el liquido se sentía mal. Extrañado por esto decidió fingir tomar la bebida y también los supuestos síntomas. Llego a una habitación ahí escucho como las personas en las que confiaba hablaban algunas cosas relacionadas con su condición, después escucha entrar a unos sujetos abre los ojos al sentirse tocado, el no era débil así que sin ningún esfuerzo se los quito de encima solo eran dos personas, ellos intentaron agarrarlo de nuevo pero no contaron con el arma que siempre guardaba antes de salir. Sin ninguna señal de duda le disparo en el pecho al primero que cayó al suelo dejando ver ese color que se le antojaba tanto en ese momento. El segundo de los extraños intento quitarle el arma, comenzaron a forcejear a pesar de ser doncel  y tener menor fuerza logro ganarle, una pequeña sonrisa se formo en sus labios no entendía por qué sentía esa satisfacción es como si ya hubiera matado a alguien antes. Salió de la habitación la fiesta continuaba pero eso ya no le importaba solo regreso a su casa. Al llegar se dispuso a dormir… despertó agitado sentía desesperación en sus sueños apareció una persona, un joven pelirrojo de expresión indiferente pero en sus ojos observaba amor, no sabía porque pero necesitaba a esa persona. Toda la noche se la pasó pensando en aquel extraño, contrato a uno de los mejores detectives para que lo buscaran, era algo difícil ya que lo único que sabía era su apariencia. Cuando se encontró una vez más con sus antiguas amigas ellas no mencionaron nada sobre el asesinato, no era una persona rencorosa así que solo huso toda su influencia para hundir las empresas de sus respectivas familias, en cuanto a su prima Karin a ella la mato después de enterarse que era su media hermana. Desde aquel día en el que cumplió quince años su punto de vista hacia la vida humana cambio ahora ya no tenía importancia le quitaba la vida a cualquier persona sin dudarlo, de tan solo ver e imaginar el color de la sangre era suficiente, lo sabía algo andaba mal con el pero no lograba entender que, ahora contaba con 20 años  por fin tenían información sobre aquella persona, un detective entro a su despacho.

-Señor Namikaze, tengo la información que pidió después de 5 años al fin encontré al pelirrojo.

-Bien, dígame todo.

-Su nombre era Sabaku No Gaara, y lleva muerto cerca de 20 años, según todos los datos que me dio su descripción es precisa. Le muestra varias fotografías donde aparecía Gaara. Eso despejo alguna duda que pudiera tener su semblante no cambio cuando le dijo al detective que saliera, en cuanto se quedo solo no pudo evitar que lagrimas salieran de sus ojos, a pesar no de conocerlo sabía que Gaara sería su único amor por el que espero tanto, reviso todos los papeles que le fueron entregados, hasta que encontró donde estaba su tumba. El viaje fue corto, llego a un cementerio que parecía abandonado, entro con algo de duda, llego a un lecho no parecía tan descuidado como el resto se agacho y retiro un poco la hierba que tenia.  Ahí estaba su nombre, nuevamente comenzó a llorar, en una de las esquinas de la lapida había una flecha señalando hacia abajo solo había una roca la tomo en sus manos se sentía hueca así que le dio la vuelta y ahí se encontraba una carta parecía vieja, la tomo con cuidado y la desdoblo para comenzar a leer.

Mi querido Naru.

Tal vez nunca llegues a leer esto, pero si lo haces quiero que sepas que te amo me hubiera gustado que nuestra segunda oportunidad la pasáramos juntos te preguntaras de que hablo, bueno para ti parecerá un sueño por que también lo fue para mí no sé en qué momento del tiempo sucedió o si realmente sucedió, déjame decirte que las personas en las que confiabas te traicionaron desde ese momento todo cambio, tu planeaste una venganza, la llevaste a cabo pero en el proceso te destruías yo te ame en ese momento nunca deje de hacerlo pero estabas cayendo en una espiral carmesí tu personalidad se distorsionaba ya no eras tú… cuando te protegí de esa bala mi único deseo antes de morir fue que tu volvieras a ser el de antes. Cuando creí que ya había muerto abrí los ojos me encontraba en una casa extraña no parecía la nuestra, me encontraba confundido no sabía nada del lugar en el que estaba, amor yo te busque pero no estabas conmigo… me encontré con kurama el dijo que el precio por mi deseo era nunca tenerte otra vez. La segunda oportunidad que te dieron sería distinta a la mía yo recordaba todo, al no tenerte decidí que lo mejor que podía hacer era morir sé que es algo extremo pero una vida sin ti no es más que una existencia vacía. Mi amado Naruto se que en algún momento sentirás que ya has pasado por varias experiencias, te sentirás confundido el único consejo que te puedo dar es que no vivas con rencor, amor no te pido que dejes que te pisoteen solo te pido que sepas perdonar y no te quedes atrapado en el pasado, pero sobre todo nunca cambies porque tú eres perfecto con tu personalidad inocente, tu carácter explosivo, tus hermosas sonrisas  y tu hiperactividad. Sé que no seré el único hombre en darse cuenta de esto, se feliz mi amado no dejes pasar ninguna oportunidad que se te presente y si no es mucha carga para ti recuérdame.

Siempre tuyo Gaara.

Cuando termino de leer una pequeña sonrisa acompañada de lagrimas adornaban su bello rostro de solo pensar que su amor fue correspondido le hacía feliz pero al mismo tiempo sintió aun más la soledad que siempre lo acompañaba  ahora entendía un poco mas aquellos sueños en los que siempre aparecía mutilando a algún inocente, se odio la razón por la que su amado nunca estaría con él era esa, pero no podía hacer lo mismo que hizo Gaara si se quitaba la vida sería como si el sacrificio hecho por el fuera en vano solo le quedaba vivir recordándole, de nada serbia ya arrepentirse, se limpio las lagrimas acerco sus labios a la lapida para darle un pequeño beso después de eso salió no sería la última vez  que le visitaría, ahora el tendría que vivir por los dos. Dejo de asesinar personas ahora apreciaba la vida gran parte de su fortuna fue destinada a obras de caridad bajo el nombre de su amor, a lo largo de los años intento hacer lo que su amado Gaara le aconsejo pero fue inútil nunca llego a amar a una persona lo suficiente para querer pasar su vida con él.  Lo único que le hacía sentir aliviado era que su padre Iruka se caso y tuvo unos lindos hijos, dedicaba la mayor parte de su tiempo en cuidar de sus pequeños hermanitos. Cuando sus padres Minato y Kushina murieron el cambio su testamento dejándoles todo a esos pequeños niños, su vida sigue transcurriendo viendo crecer a sus hermanos, esperando el día en el que pueda encontrarse una vez más con su verdadero amor Gaara.

50 años después.

Un niño rubio jugaba en un cajón de arena solo los demás niños no se acercaban a él eso le hacía sentir triste a pesar de ser pequeño no quería preocupar a su madre por lo que siempre aparentaba ser feliz.

-¿Por qué estas triste? Un pequeño niño pelirrojo se sentó delante del rubio, sus ojos color aguamarina estaban clavados en los azules del otro niño.

-No estoy triste. Cuando ese extraño niño se le acerco lo asusto un poco, además su pregunta le pareció extraña ya que él estaba riendo.

-Si lo estas tus ojos se ven como los de mi mama cuando le pregunto sobre papa.

-Es que nadie quiere jugar conmigo. Comenzó a sollozar se sentía muy triste estando delante de ese niño.

-Ya no llores yo jugare contigo. Se sorprendió un poco cuando vio llorar al pequeño rubio por reflejo le dio un abrazo ya que eso hacia su mama cuando él estaba triste. –Soy Gaara, tu cómo te llamas.

-Naruto, tu nombre es bonito Gaa-chan. Vio con gracia como el pelirrojo hacia cara de enfado ante el apodo.

-Solo por ser tu dejare que me digas así, vamos a hacer un castillo. Y así ambos niños comenzaron  a jugar ambos se sentían muy felices sin saber porque pero esa sensación les llenaba de calor. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).