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Un amor de sangre. por Mirada sangrienta

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Notas del capitulo:

Soy de la clase de personas que les viene la inspiración a las dos de la mañana y que tiene que ponerse a escribir en ese momento o quién sabe cuando aparecerá el capitulo de nuevo en su cabeza. 

Pues bien, yo ya tenía escrito el segundo capitulo aunque sin correguir alguna falta ya que yo al estar inspirada escribo muy rapido y si ademas estoy escribiendo en el móvil debemos sumarle la interpretación del corrector, bueno en resumen que aqui teneís el segundo capitulo y no tardareís en tener el tercero ya que también lo tengo escrito pero falta de correguir y cambiar algunas cosas.

También pretendo hacerles más largos, pero eso ya depende de cuanto pueda estirar mi inspiración.

Dicho esto, me despido, espero no haberos aburrido mucho y también que os guste el capítulo. 

El camino que llevaba a los dormitorios luna nunca se le había hecho tan largo, parecía que llevase horas corriendo cuando hacía menos de un minuto que había salido de su habitación. Al llegar a la puerta se detuvo y dudo por un instante, pero, ¿para que dar la vuelta y salir huyendo?, su anfitrión ya habría notado su presencia y por consiguiente adivinado sus intenciones. Al menos las de conversar con él, pero esperaba que no averiguara lo que pasaba por su mente.

Mientras pensaba en eso, la puerta había sido abierta, seguramente a petición de quién lo esperaba hacía ya varios minutos. Sin preocuparse por quien la hubiese abierto, entró deprisa, subió las escaleras. A cada escalón que subía, su cuerpo experimentaba un temblor nuevo y el miedo se apoderaba de su pecho en el que su corazón no hacía más que golpearse, inundándolo todo con ese rompedor sonido. Esos fuertes y descontrolados golpes que quebraban sus pensamientos de una forma dolorosa, pues seguía recordando esas perturbadoras imágenes. Estaba claro que a su pesar, su deseo por ese arrogante ser iba creciendo.

Al llegar a donde se encontraba a escasos metros del objeto de sus pesadillas se detuvo en seco. Volvía a tener ganas de gritar. De salir huyendo. Sin embargo no tuvo tiempo de reaccionar, pues la puerta (como la anterior) se abrió mientras él se sumergía en sus pensamientos.
Una voz firme le invito a pasar. No, no era una simple voz. Era esa voz que le hablaba en sueños para hacer que sus latidos despertaran. Cumplió las órdenes del dueño, pero no pudo articular palabra. Se le había secado la garganta y notaba como era incapaz de tragar saliva.
-Y bien, ¿no piensas decirme a que has venido? 
Silencio, nada más que silencio. Eso era lo que salía de su boca. La que abría con el fin de decir algo, pero no lograba emitir sonido alguno.
-Ya veo, parece que tu garganta se ha secado. ¿Qué pasa? ¿Acaso yuuki se niega a seguir siendo tu alimento y has venido a rogarme por ser su sustituto? 
Odio. O ardor. Sentía como esas palabras eran tan hirientes que le hacían arder el pecho. ¿Enserio pensaba eso de él? ¿O simplemente quería enojarlo?
-Yo... ¡No!
Sólo fue capaz de decir eso.
-Quizás lo de yuuki sea incierto, pero, dime. ¿Acaso tu garganta no te pide de mi sangre? 
¿Qué se suponía que estaba haciendo? ¿Acaso pretendía tentarle?
Aunque debía admitir que el cuello del joven vampiro lucía apetecible.
-Tu silencio clama que estoy en lo cierto. Clava tus colmillos en mi cuello entonces, así podrás recuperar el aliento  y mantendremos la conversación que venías buscando.
Sus ojos se abrían como platos, las pupilas se le dilataban. Extrañaba ese sabor derramado por sus labios, pero no podía creer que otra vez se lo ofreciera. Ahora no era de vital importancia. Al menos para él no. O eso creía, no era importante para el líder vampiro, ¿o se equivocaba? Dejo de dudar y se aproximó a ese apetitoso cuello. Lo lamió previamente, como queriendo disfrutarlo, pero sin dejar que se notase.
Después. Más despacio, hundió sus colmillos y sintió fluir la sangre lentamente por él cuello del joven Kuran, también por sus labios y más tarde, notó como se deslizaba por su garganta. Se sentía tan bien. Esa sangre era tan, ¿pura? No, esa no era la palabra que andaba buscando, quizás debiera decir... diferente.  Era tan deliciosa, pero sabía que tenía que parar antes de que se descontrolara, no quería herir al líder kuran y aunque por él habría seguido bebiendo hasta ahogarse en su sangre, paró.
Esos ojos amatistas ahora con un tono más rojizo, se cruzaron con los de pelicastaño. Y tuvo que contener la sonrisa.
-¿Ya estás más calmado? ¿Podemos hablar entonces?
Lo miraba y, se preguntaba como era capaz de ser así, por un lado era el reflejo de Zero, en cuanto a sentimientos y en algunos comportamientos. Pero eran tan diferentes, él era tan elegante y carismático. Tan serio y a la vez sexy. Era un líder nato. Zero también era sexy, claro está, pero era más introvertido, quizás no siempre fue así, pero no estaba seguro.

Lo que estaba claro es que el no valía para liderar a nadie.
-Sí, supongo que ya me siento mejor. Gracias.
-No las des, simplemente, comienza.
Comenzar. ¿Cómo hacerlo? Tenía tantas cosas que decir que no conseguía ordenar las palabras de forma que tuvieran el sentido que quería darles.
-Está bien, yo... Venía a hablar sobre qué planes presentas ahora.
Los pensamientos de Kaname eran más claros, aunque había demasiados borrones. Desde que Zero había llegado se había limitado a decir y dejarse hacer. Pero temía que ese estado de sumisión pronto llegaría a su fin. Hacía ya tiempo que varios sentimientos, (por fin se decidía a clasificarlos así), se le habían anclado en el pecho y la cabeza, por no decir en todo el cuerpo. Pero quería llevarlo con la mayor serenidad posible, sabia que esto era peligro y que, al igual que él, el peliplateado siempre le había odiado, seguramente si se enteraba de esos pensamientos se reiría de él o se enzarzarían en una pelea y por supuesto no quería pelear, no contra él.
Aunque había notado un comportamiento extraño en él, como si tratase de ocultar algo. 
-Zero, ¿que tratas de ocultar bajo esa seriedad tan diferente a la que portas normalmente?
Se había dado cuenta de que trataba de ocultarle algo, porras, al final no había sido capaz de tranquilizarse y mostrase igual que siempre. A la par había notado que Kaname también trataba de esconder algo. Si Zero no era el mismo de antes estaba claro que él tampoco.
Pero no quería responder a esa pregunta.
-¿Yo?, estoy igual que siempre, no sé a que te refieres.
-¡Mientes! 
Los ojos de Kaname se encendieron de una forma muy distinta a la que había observado otras veces. Dudaba entre sí ese resplandor desentrañaba tristeza o preocupación.  Quizás se pasaba algo por alto. De una forma u otra el dolor y el temor que sintió al recibir esa mirada era tan grande que su cabeza se descoloco tanto que se precipitó encima de él.
Con tan mala suerte (o tan grandiosa jugada del destino) que sus labios aterrizaron en los del joven vampiro.
Sentían sus labios chocar con los del otro y ninguno se apartaba.
Las dudas las dejaron para cuando el beso terminara.
-Tú, acabas de...
-Lo_lo lamento, me sentí mal y de repente me vi precipitado sobre tus labios. Te juro que esa no fue mi intención.
Que estúpido, trataba de excusarse, como si no estuvieran seguros de que a ninguno le ha desagradado ese momento. Era extraño, pero sentía tantas ganas de repetirlo.

En realidad de extraño tenía más bien poco, sus pensamientos últimamente ya clamaban este momento. Pero está vez deseaba ser el que diese el movimiento, así que se aproximo a sus labios, rozándolos ligeramente con el filo de los suyos. Como tratando de prevenir un corte que sabes que, tarde o temprano te harás.
-Kka_nna___me.
Era todo tan poco creíble, hacía un rato había venido con intenciones de hablar, de mentir tratando de ocultar sus sentimientos, sin embargo ahora estaba disfrutando de los labios del líder kuran. Se sentía tan asustado y dichoso a la vez.
El lider vampiro no pensaba tanto, por lo menos no en ese instante, ahora mismo estaba concentrado en que era la primera vez que el joven de ojos amatistas le llamaba por su nombre y eso le producía una calida sensación.

Al final la ligera rozadura se hizo más gruesa y termino por fundir a los dos vampiros en uno. Forjando un beso más profundo, pero con el mismo temor por ambas partes, aunque alguna lo ocultara mejor que otra.

Notas finales:

Quizás voy un poco lenta respecto a las acciones de los personajes, pero pretendo plasmar bien sus sentimientos.

En cualquier caso podeís dejarme vuestros reviews dandome vuestras opiniones y sugerencia. 


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