Despertó lentamente al sentir su móvil sonando. Tardo un poco en darse cuenta de que se había quedado dormido en el suelo del cuarto de baño todavía abrazado al bidé.Se intentó incorporar sin muchos esfuerzos. Sentía el cuerpo pesado y frío. Se volvió a recostar cerrando a medias los ojos, no había soñado nada y eso era algo que llevaba días sin experimentar.
Su móvil volvió a sonar exigiendo su atención, lo sacó de su bolsillo torpemente y miró ido la pantalla. ¿Quien lo llamaba? No tenía ganas de contestar, en realidad la sola idea de hablar con alguien ya le desagradaba. Hubiera dado todo por estar en ese momento en su habitación, en su oscura habitación. Una pequeña punzada de dolor en la cabeza le llegó cuando se incorporó apoyando se contra la pared, tal vez había pillado mucho frío. No le dio importancia, aquel dolor no era nada.
- ¿Si? - musitó cuando atendió a la exigente llamada
- ¿DONDE ESTAS? - fue el grito furioso que recibió por parte de su líder.
Cerró los ojos tratando de mitigar el dolor de cabeza y luchando contra su dolor corporal al intentar ponerse en pie y caminar.
- hola Hyun - dijo en un tono neutro. No entendía el por qué del enfado del mayor ni tampoco quería entenderlo.
- ¡¿Como que "hola Hyun"?! - le espetó el otro enfadado - ¡Son las 3 de la madrugada! ¡¿Dónde cojones estas?!
La mente de seungri tardo un poco en comprender esa información. ¿Las 3? ¿Había dormido 8 horas sin soñar nada? No sabía como debía sentirse.
- ah...- fue lo único que dijo.
- ¿¡Me estas escuchando!? Estamos todos muy ocupados como para tener que estar ocupándonos de ti, no se donde estas y no me interesa. Ven ahora mismo a casa y deja de hacer tonterías ¡Ash! ¡Por tu culpa mi día esta saliéndome como el culo!
Y colgó.
Seungri se quedó contemplando la pantalla del móvil y tras varios minutos lo guardó en su bolsillo con la mirada perdida. Salió del cuarto de baño dandose cuenta de que las luces estaban apagadas y solo se oían unas lejanas voces y movimientos que procedían de los pisos superiores donde estarían todavía trabajando. Caminó por los pasillos tratando de ignorar el dolor de cabeza y la sensación de mareo provocada por su nula alimentación. Llevaba varios días sobreviviendo de agua, café y pastillas. Oh si...pastillas.
Una sonrisa amarga surco su rostro. Si sus hyuns se enteraban de lo que guardaba debajo de su almohada seguramente lo llevarían ante un psicólogo. Pero el no necesitaba ningun psicólogo, el no necesitaba a nadie. Se bastaba con sus pastillas y ya las estaba empezando a extrañar.
Nada más salir del edifico por la salida de emergencias llamó a un taxi. No tenía fuerzas para caminar. Se dejó caer en el asiento en cuanto el vehiculo apareció y cerró los ojos.
- lléveme aquí - le dijo al conductor mostrándole un papel con la dirección de su departamento. Siempre llevaba uno para evitar hablar o por si surgía un imprevisto.
- ¿No prefiere ir a médico? - le dijo educadamente el taxista con un tono preocupado y no era para menos. El chico parecía un muerto en vida.
- No - fue lo único que contesto y desvió la mirada hacía la calle dando por zanjado el tema.
El taxista no hizo más comentarios y cumplió con su deber. Lo dejo enfrente del edificio solicitado y preocupado vio los movimientos lentos que realizaba el muchacho para salir de su coche. Le pregunto una vez más si no quería ir a un médico y ante una segunda negativo suspiró derrotado. Nada se podía hacer contra la terquedad de los jóvenes.
Seungri pagó y entró en el edificio. se montó en el ascensor y presiono el botón de su planta. le parecieron horas hasta que las puertas se abrieron y pudo salir tambaleándose. Necesitaba sus pastillas.
Llegó hasta la puerta del apartamento y con cuidado la abrió tratando de no hacer ruido. Para su suerte parecía que todos estaban ya dormidos. Con lentitud se fue ha su cuarto y una vez dentro se abalanzó sobre su cama con las manos temblando y la respiración acelerada. Encontró el frasco de cristal donde mismo lo había dejado la noche anterior. Lo abrió tembloroso y sacando unas cuantas pastillas se las hecho directamente a la boca y mastico. Tragó y se dejo caer sobre la cama notando como su cuerpo lentamente dejaba de temblar y empezaba a relajarse.
Nadie lo podía ayudar porque el ya tenía lo que necesitaba. Ya tenía su medicina.
- seungri ah
su cuerpo enteró se paralizo. Se incorporó sobre la cama encontrándose con la mirada dormida de daesung. Escondió con rapidez el frasco debajo de las mantas y disimuló estar acomodando la almohada.
- ¿Acabas de llevar? - preguntó el mayor con voz pastosa y tallando se los ojos.
- mas o menos - mintió el menor y prefirió cambiar de tema - ¿Que haces levantado Hyun?
- he ido al servicio. No metas ruido y duérmete ¿Ok?
Parecía que eso se lo decía más así mismo pues estaba bostezando y con una expresión de querer entrar cuanto antes al mundo de Morfeo. Asintió a lo dicho por el mayor y este se largo cerrándole la puerta bien. Una vez solo seungri saco la pequeña botella y la miró. Tendría que esconderla mejor, si sus Hyun lo descubrían tendría que darles muchas explicaciones. La guardo debajo de su cama dentro de una caja de zapatos, sin embargo pensó que en caso de emergencia como lo había sido esa noche no podría ir corriendo al departamento en medio de sus ataques por lo que en bolsitas cuadradas de plástico guardo unas cuantas que repartió entre los cajones de su armario y en los bolsillos de sus chaquetas y pantalones. cuando su trabajo estuvo terminado de tumbo en la cama y con esa sensación de felicidad artificial se sumió en un profundo sueño que estaba repleto de pesadillas.
Se mordió el labio mientras tenía una lucha interna. Su lado más sensato le decía que se levantase y que se sacase de dudas sin embargo su otro lado le repetía que aquello no era lo que tenía en mente y de que solo se estaba imaginando cosas. Sacudió la cabeza con fuerzas, tomar decisiones no era lo suyo. Miró la puerta con indecisión ¿Que debía hacer? Podría fingir que no había visto nada y eso le quitaría un peso menos en su cabeza pero si se equivocaba y su intuición estaba en lo correcto...se arrepentiría eternamente.
Quiso gritar contra la almohada o mejor aún, despertar a su amigo que dormía en la habitación continua y pedirle a él consejo. Enseguida desecho esa idea, si le llegaba a decir a su amigo lo que creía haber visto este no dudaría ni un solo minuto en ir a la habitación del menor y registrarlo de pies a cabeza. No. Tenía que tomar una decisión él solo.
- mañana - dijo en voz baja. tenía que estar seguro de que su intuición era correcta y rezaba por que no lo fuera.
Se tapó con las mantas hasta la cabeza y cerró lo ojos. El último pensamiento que surcó su mente antes de caer por completo en los brazos de Morfeo fue lo mismo que había estado preguntandose una y otra vez
¿qué eran esas pastillas que seungri se había tomado?