Era un a mañana como cualquiera en la casa Kurosaki la única novedad había sido que Isshin no había golpeado a Ichigo
-Familia querida- llamó Isshin a sus hijos solemnemente golpeando un vaso con la cuchara pero nadie le hizo caso; Ichigo le pedía más arroz a Yuzu y Karin leía el periódico- OIGAN AGANME CASO NECESITO DECIRLES ALGO IMPORTANTE.
-No fastidies el desayuno viejo- dice Karin regañando a su padre por gritar
-Que ocurre que es tan importante- dice Ichigo sin prestarle mucha atención.
-Pues verán he estado pensando en lo que dijeron y ustedes tienen razón debo de dejar a su madre en paz y debo seguir adelante. Hace mucho me dijeron que sería bueno para mí encontrar a una nueva pareja sentimental y… pues he decidido casarme otra vez.
El silencio que se formó debido a la confesión fue roto rápidamente por la risa desenfrenada de los 3 hijos.
-Jajaja, ay papá que bromista eres.- decía Yuzu doblándose de risa.
-Jajaja, que buen chiste viejo
-NO SE RIAN, ESTO ES EN SERIO
-Jajaja si claro viejo, ¿tu? ¿Con pareja?
Para demostrarles a sus hijos que hablaba en serio, Isshin se levanto de la mesa y retiró el cartel de Masaki de la pared. Todo el mundo enmudeció aunque no por mucho tiempo entre los 3 empezaron a interrogarlo.
-Como paso eso.
-Donde y como fue.
-Acaso la drogaste viejo.
-NO HICE TAL COSA COMO SE ATREVEN.
-Lo siento papá, pero es un poco difícil de creer.
-¿Un poco? Esto podría ser el inicio de una catástrofe de proporciones apocalípticas.-dice Ichigo
-Tampoco exageres Ichi-nii. Bueno, ya que la cosa va en serio, ¿quién es la pobre desdichada?- dice Karin dejando el periódico en la mesa
-Como que desdichada-dice Isshin indignado.
-Karin tiene razón viejo, para haberte dicho que si debe de estar algo perturbada, tal vez está loca o en su defecto estaba ebria.-dice Ichigo.
-En primer lugar no le hice nada, en segundo me quiere de verdad, y en tercera no es una mujer...es un hombre.
El silencio se hizo presente de nuevo, sin embargo las reacciones no eran lo que Isshin esperaba.
-Ah, bueno eso cambia todo, porque estaba segura de que ninguna mujer en su sano juicio se fijaría en ti - dijo Karin
-Hija como puedes ser tan grosera con tu padre- dice Isshin a punto de llorar.
-Ya, ya papá tranquilo dinos entonces de quien se trata, debe ser un hombre muy especial si desea aceptarte con 3 hijos- dice Yuzu
-Lo es, el también tiene un hijo de hecho Ichigo lo conoce –
-¿Como que lo conozco…?
-Ya viejo dinos quien es
-Es Ryūken Ishida.
-¿QQQQQUUUUUUUUUUEEEEEEEE? EL PADRE DE URYŪ- Ichigo no daba crédito a lo que decía su padre
-Wow, viva, viva, un papá y un hermano nuevos que emoción 2 papás y al menos uno será responsable que alivio- dice Yuzu emocionada
-¿Tú también Yuzu? Que dolor mis hijos no me respetan.
-Basta viejo, estamos felices por ti.
-En serio hija entonces ¿lo aceptan?
-Claro, además será bonito que por fin tengamos una buena figura paterna y alguien que te meta en cintura verdad Ichi-ni… ¿Ichi-ni? Ichi-ni ¿a dónde vas?
Ichigo no dijo nada solamente camino hacia la puerta y salió corriendo de su casa.
-¡Vaya noticia!- dijo Ichigo llegando a la orilla del rio y sentándose en un escalón.
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Mientras tanto en la casa de la Familia Ishida. Ryūken y Uryū se encontraban desayunando juntos algo muy poco usual en ellos; Uryū estaba un poco extrañado por la actitud de su padre en estos últimos días aunque recientemente habían arreglado las cosas entre ellos aun no se acostumbraba a pasar tiempo juntos. Entonces su padre le dio una noticia que hizo que escupiera el jugo que estaba bebiendo.
-Me casare con Isshin Kurosaki esa es la noticia- dice Ryūken como si nada
-Y me lo dices ¿así? Como si te valiera un soberano pepino- dice Uryū limpiándose la boca.
- ¿Que clase se expresión es esa? Hijo sabes que no me gustan los rodeos solo te digo las cosas como son y que tienen que ver los pepinos en esto tampoco me gustan.- dice Ryūken pasando un trapo por la mesa
-Olvida los pepinos, es solo una expresión, pero en lo que refiere al padre de Ichigo es en serio…digo no se odiaban por su culpa te enfermaste hace 2 meses
-Pero gracias a eso tú y yo ya hicimos las paces-
Flashback
Ryūken despertaba en una cama de hospital ¿cómo había llegado ahí? Lo último que recuerda es que fue a la cama como todos los días después de de un ajetreado día de trabajo
Uryū estaba sentado a su lado pero antes de que pudiera preguntar algo la puerta se abrió
-Buenos días Dr. Ishida
-Hola Dr. Mente brillante
-Dr. Atalante por favor Ishida ya no estamos en la universidad.- dice con cierta molestia el doctor
-Dime quien es el responsable de esto porque si se trata de una broma desde ahora te digo que no es graciosa
-Ishida, Kurosaki te trajo estabas muy mal tu presión estaba por debajo de los 40 estuviste 2 días inconsciente
-¿2 días?, ¿Kurosaki? Qué demonios hacia Kurosaki en mi casa.
- Yo…llame al señor Kurosaki…-dijo Uryū
- ¿Qué?- Ryūken miro a Uryū como diciendo te voy a matar
-Yo te explico al no venir, nos extraño que no avisaras que no vendrías a trabajar, llamamos a tu casa pero nadie contesto, llamamos a tu hijo, y no supo dar razón de ti-entonces el doctor hizo una pausa
-Ahí fue donde llame al señor Kurosaki para preguntarle por ti, pero luego de un rato llego a recogerme a la escuela y fuimos a la casa donde estabas dormido pero luego nos dimos cuenta de que algo no andaba bien y te trajimos al hospital.- termino Uryū la explicación
Ryūken se quedo en silencio
-Bueno te dejo, no saldrás de aquí hasta que te recuperes
-¿QUE? No puedes obligarme a estar aquí
-Sí que puedo y lo hare no me tientes- al fin Ryūken se rindió mientras que el doctor salía del cuarto dejando a los Ishida solos
-Supongo que no hago nada bien ¿Verdad?
-Tenias que llamar a ese idiota
-PUES DISCULPAME ESTABA PREOCUPADO POR TI Y NO SABIA QUE HACER
-URYŪ -Ryūken se sorprendió, nunca había levantado la voz mucho menos a Uryū , este solo le miraba con su expresión eterna de respeto y desprecio
-Lo siento no lo volveré a hacer – dijo yéndose de la habitación dando un portazo a la puerta.
Cuando se quedo solo, Ryūken se puso a reflexionar. ¿Por qué?, Porque tenía que ser tan egocéntrico, tan hipócrita. Porque no podía alegrarse de que aun hubiera alguien que se preocupara por él en este asqueroso mundo, alguien que le importaba su bien estar. Y sin darse cuenta había comenzado a llorar desesperadamente. Ryūken se llevo ambas manos al rostro, para luego subirlas lentamente hasta jalarse el cabello; pequeños quejidos salían de su boca no importando cuanto apretara su quijada.
Estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que su hijo estaba de pie a su lado sorprendido y muy asustado.
Uryū se acercó y paso sus brazos lentamente por los hombros de su padre acunando su cabeza en su pecho. Ryūken no lo soportó mas se abrazo fuertemente a la cintura de su hijo y ya no se reprimió mas, lloro como nunca antes lo había hecho por fin sentía la calidez del contacto humano uno que había perdido hace mucho tiempo.
-Uryū , perdóname hijito
- Tranquilo… tranquilo…no llores- le pidió Uryû, aún acariciando su cabeza-, no llores por favor.
- Perdón hijo, perdón por ser un padre nefasto, por ser haberte descuidado, por…
- BASTA… no tengo nada que perdonarte… solo estoy un poquito enojado, porque… porque no me aceptas como soy, todo te molesta de mi, nada de lo que hago es suficiente y… no quieres que sea un Quincy como lo eres tu o como lo era mi abuelo.-Ya. lo había dicho, todo lo que en su corazón pesaba desde hace años desde que era niño.
Claro que no quiero que seas un Quincy…porque sabía que era peligroso…es una vida llena de incertidumbre no solo propia si no para todos los que te rodean, no te permite tener una vida normal y al final no te queda nada, eso no es lo que un padre quiere para su hijo, que padre en su sano juicio dejaría que su hijo corriera ese tipo de peligros y que arriesgara su vida como si su existencia no importara.-esas palabras vinieron desde el corazón del Quincy mayor y Uryū las sintió tan cálidas que de no haber estado llorando le hubiera pedido que las repitiera.
- Yo… no sabía… no sabía que te preocupabas por mí de esa forma…no sabía que solo intentabas protegerme- Uryū se sujetó a su padre con más fuerza – Perdóname papá, no sabía que era tan importante para ti…no sabía…que me querías…Papá.
Ryūken reacciono y sonrió como nunca por esas palabras; esas palabras que eran como un bálsamo para su corazón, tan simples pero tan poderosas por fin las palabras que lo definían como lo que siempre debió ser… Papá
- ¿Cómo no voy a quererte?, eres mi hijo, Uryû-
-También te quiero papá- Uryū sonrió bellamente
Fue una sonrisa brillante, tan brillante que Ryūken se convenció que había visto el amanecer, y en el próximo instante los brazos de ambos sostuvieron hacía el otro con frenesí, derrochando palabras sagradas de amor filial. Aún había lágrimas en ambos pares de ojos azules como zafiros, lágrimas que se atropellaron entre sí, para pedir perdón por las ofensas, para decir te quiero, para decir, te creo y te necesito, pero sobre todo, para decir estoy aquí y nadie nos separara jamas.
Fue tal la presión ocasionada por todos los eventos que ambos lloraron hasta dormirse justo allí, en la cama del hospital.
Fin del flashback
-Nunca me dijiste el porqué de tu descontrol ese día
-No quisiera hablar de ello hijo.
-Bueno, puedo imaginar que es lo que ocurrió pero quisiera oírlo de ti.
-De acuerdo listillo, Isshin y yo tuvimos historia, yo lo ame mucho aun a pesar del tiempo lo sigo amando.
-Y ¿qué paso?
-Masaki eso fue lo que paso, contra ella no podía pelear, Isshin siempre me hablaba de que deseaba una familia con hijos, algo que por obvias razones yo no podía darle así que decidí irme lo más lejos que pudiera y dejarlo ser feliz.
-Lo amabas tanto que renunciaste a tu felicidad- entonces el Quincy menor – y mi madre…
-Tu madre fue una mujer maravillosa, fue la luz al final de mi túnel de desesperación, la ame y siempre la recordare.
-Entiendo- Dijo Uryū abrazando a su padre- más le vale que te haga feliz o le meteré una flecha por el…
- Uryu no termines esa frase
-Bueno, igual ya lo entendiste.-entonces Uryū se separa de su padre y corre escaleras arriba, dejando a un confundido Ryūken en la cocina-
-Hijo que ocurre
En poco tiempo Uryū regresa con una cinta métrica
- Papá, quiero hacerte tu traje para la boda por favor y también el del señor Kurosaki, te prometo que lucirás increíble tanto que el señor Kurosaki perderá el aliento.
-jajaja, de acuerdo pero antes déjame llamar a la escuela y al trabajo para avisar que no iremos este día pasaremos tiempo de calidad Juntos.
-Genial- dijo Uryū entusiasmado