Al día siguiente después de desayunar Gou pasa por mi casa para irnos juntos, el muy suertudo ya tiene carro.
- Hey Misaki ¿Me vas a acompañar a la boda de mi hermano?- me pregunta cuando paramos en el semáforo.
- Claro, recuerda que lo prometí, pero ¿No querías pasar un tiempo a solas con Hana?- le pregunto extrañado.
- Y lo hare, pero necesito compañía masculina hermano, puedes llevar a Rika-chan si quieres- me guiña un ojo.
- Baka ¿Cómo crees que haría algo así?- estoy seguro de que mi cara esta roja
- Oh por favor, es obvio que se gustan, así que ya déjate de tonterías e invítala a salir- me da un amigable codazo.- Y de pasada a la boda.
Asiento lentamente, supongo que no es mala idea. Planeaba esperar hasta su cumpleaños, pero supongo que no hará mucha diferencia.
Cuando vamos llegamos a la escuela noto que hay varias camionetas blancas estacionadas y al acercarnos un poco más noto los símbolos en los costados. El corazón se me detiene. No recordaba que este era “ese” día. Respiro profundamente e intento tranquilizarme, aunque a mí se me haya olvidado es imposible que se les pase a mis padres.
- Parece que llego el día del examen médico- dice Gou sacándome de mis pensamientos.- Mira ahí, es tu papá.
Volteo hacia donde apunta y en efecto veo a mi papá y no muy lejos de él está mi mamá. Eso explica porque se habían ido tan temprano esta mañana. Al instante me tranquilizo, todo iba a estar bien.
Bajamos del auto y veo a varias niñas saludándonos coquetamente, entonces me doy cuenta de que es a Gou, pues es el dueño del auto y además según mi punto de vista no esta tan feo.
Después de que Gou termina de recoger los números de celular de sus admiradoras nos dirigimos al salón.
- Apenas alcance a terminar el ensayo- me dice frunciendo el ceño
- No lo encargo hace un mes- le dijo con una gotita en la cabeza
- Pero una persona como yo tiene una vida y mucho que hacer, no tengo tiempo para ese tipo de trabajos
- Lo bueno es que lo hiciste y no te matara con su puntería de demonio
Entramos al salón y pongo mi trabajo en el escritorio, gracias a Dios el profesor aun no llega casi por instinto busco a Rika, le encuentro sentada en su pupitre pero algo anda mal. Hay dos alumnos de último grado frente a ella y sea lo que sea que le estén diciendo a ella no parece gustarle.
- Vamos linda, sólo di que vendrás- oí que le decía uno de orejas enormes
- Por favor… sólo déjenme…- Rika parecía asustada
- No puedes negarte, después de todo no tienes novio ¿verdad?- el otro era bastante alto y pelirrojo
Eso fue suficiente para mí, estaban molestando a mi amiga, a la persona que me gustaba y no lo iba a permitir. Camine directo hacia Rika y la abrase por atrás.
- Buenos días mi amor- la salude.- ¿Estos son tus amigos?
En realidad quería atacarlos, pero al último momento decidí usar otra estrategia. No porque ambos fueran más altos que yo y porque se veían bastante musculosos, sólo era una manera de conservar mis dientes.
- M-Misaki-kun, yo… este, si ellos son amigos que vinieron a saludar- Rika tenía la cara súper roja
No quería avergonzarla, pero tenía que aguantarlo un rato.
- Jeje así que este debilucho es tu novio Kinomoto-san- le dijo el orejón sonriendo
- Mejor así, no será difícil quitarlo del camino- el alto comenzó a acercarse a mí con clara intención de golpearme.
Justo cuando estaba a punto de hacerlo Gou apareció detrás de él y les doblo el brazo a ambos chicos. Suerte que mi amigo sea tan grande.
- Parece que un par de insectos molestan a mis amigos.- los arrojo fuera del salón- Sera mejor que no vuelvan idiotas- Tenia una mirada asesina.
Los chicos salieron corriendo asustados, pero algo me decía que no sería la última vez que los vería.
El profesor llego y todos nos sentamos. El trabajo de hoy era estudiar para el examen que se había aplazado para mañana por los exámenes médicos, mientras que Kamijou revisaba los trabajos.
Voltee a ver a Rika varias veces, pero siempre me evitaba ¿Estaría enojada por lo que dije? Prácticamente había declarado mis sentimientos hacia ella, pero aun así, esperaba que ella respondiera igual o al menos…
- Señorita Rika Kinomoto- llamo el profesor.- Me parece que su tema está un poco fuera de lugar.
Rika voltio a verlo confundida.
- ¿A qué se refiere profesor?
- Lo que propone aquí no tiene sentido, sabe perfectamente la razón por la que no se pueden mezclar con los Niji, es peligroso para nosotros
- En teoría usted no es un Niji- le respondió Rika
Oh no, mala idea ponerse a debatir sobre ese tema con el profesor Kamijou.
- Pero lo soy- Parecía ofendido, pero el enojo brillaba en sus ojos- de hecho muy pronto me casare con un joven llamado Nowaki, un Niji de ojos azules.
Para sorpresa de todos se sonrojo. Nunca ni en mis más locos sueños pensé que un demonio se pudiera sonrojar, pero ahí estaba y parece que se dio cuenta porque rápidamente volvió la vita a los ensayos.
- De cualquier forma, el tema no está a discusión, al menos no hasta que la población de Nijis crezca lo suficiente- y con esto dio por zanjado el tema.
Después de que les entregaran sus ensayos calificados todos salieron en fila india hacia la sala de exámenes médicos. Como siempre estaba llena de doctores en bata blanca y aparatos diversos con los que analizaban a los estudiantes.
- No puedo creer que me pusiera un 7, mi ensayo era de los mejores, trabaja durante todo el mes para que así fuera- se quejaba Rika
- Tranquila, seguro fue sólo porque se ofendió, nadie duda de tu esfuerzo- le dije sonriendo
- Eso lo dices muy fácil, tu sacaste un 10- me contesto enojada.
Trate de tranquilizarla, pero al perecer sólo lo empeore, cada vez gritaba más fuerte. En cierta forma entiendo al profesor, después de todo fue criado con los Niji y de alguna forma debe sentirse “diferente” al estar con ellos y el cometario de Rika seguro echo sal a la herida.
- Uhm, Rika-chan… este, sobre lo que paso esta mañana…- le voz me tiembla
- Etto… Muchas Gracias Misaki- hace una reverencia.- N-no te lo agradecí apropiadamente antes… y sobre lo que pienso al respecto… pues yo… tú me gus…
Antes de que pueda terminar llegan algunos doctores con nosotros. Nos separan en grupos de hombres y mujeres, noto que Rika me lanza una sonrisa tímida antes de desaparecer tras la puerta siguiendo a las doctoras. ¿Qué me habrá querido decir? ¿Acaso se iba a confesar? El sólo pensarlo me hace sentir mariposas en el estómago y se me escapa una sonrisa.
- Uyyyy galán- me dice Gou.- Parece que ya tienes novia Misaki.
No puedo más que sonrojarme, siempre soñé con esto, ahora no hay nada que me impida invitarla a salir, esta vez no como amigos sino en una cita.
Los doctores nos indican que los sigamos con excepción de mí. Ya lo esperaba, siempre es así, mi papá será el que me hará el examen médico en privado. Tengo mucha suerte de que mis padres sean los que administran el hospital en cargado de mi escuela, de ser diferente yo…
Sacudo la cabeza alejando esos pensamientos, las cosas son como son y debo dar gracias por eso. Me dirijo a la sala privada donde siempre me analizan, pero antes de entrar siento como me sostienen de los hombros.
- Ahora no eres tan valiente mocoso- me susurran en el oído.
Sin que pueda hacer nada soy arrastrado hacia atrás y me tiran en el suelo. Cuando levanto la vista me encuentro con los chicos que molestaban a Rika esta mañana. El más alto me levanta por el cuello de la camisa y me golpe en el estómago sacándome el aire.
- Más te vale que te alejes de Rika, es nuestra- me grita el orejón.
Les escupo y sonrió, no hay forma de que me muestre débil frente a ellos. Trato de levantarme pero siento un horrible golpe en la cara y caigo de espaldas.
- Te crees tanto idiota- me patean en la espalda.
- Sólo porque eres un poco lindo crees que eres mejor que otros- patada en el estómago.
El dolor hace que me sea imposible respirar, las patadas y los insultos siguen uno tras otro. Entonces me levantan la cara y veo que el orejón trae algo en los brazos, perece… UNA MANGERA PORTATIL.
- Míralo, parece que por fin entiende que no estamos jugando- se burla el alto mientras sostiene mi cara en alto.
Miro con terror el artefacto, se lo que tengo que hacer, debo cerrar los ojos y gritar por ayuda, debo hacerlo pero el miedo no me permite moverme.
Cuando estoy a punto de reaccionar me doy cuenta de que es demasiado tarde, siento el agua caliente por toda mi cara y los ojos me arden… Escucho como ambos ríen a carcajadas mientras me retuerzo de dolor, escucho pasos y gritos, parece que el ruido atrajo gente.
Escucho a Rika y Gou cerca de mí… Quiero verlos, pero sé que no debo… no debo abrir los…
- Misaki- es la voz de mi mamá y por instinto abro los ojos.
Al instante me doy cuenta de mi error. Veo las caras de todos, aunque están algo borrosas puedo notar la sorpresa en sus facciones, escucho uno que otro gemido de sorpresa y finalmente ubico la cara aterrada de mi madre.
Parece como si todo pasara en cámara lenta, lo escucho todo como en un sueño… distante y amortiguado.
Lo hice, lo eche todo a perder, todo por lo que tanto habíamos trabajado y planeado… todo estaba perdido ahora.
- No puede ser…- escucho a Rika, parece asustada
Veo como se levanta, está llorando y antes de que pueda decir algo sale corriendo.
A mi lado Gou parece haber visto un fantasma, trato tocarlo pero se echa para atrás. Más que asustado parece sorprendido, confundido y de cierta forma enojado. Intento levantarme pero el dolor hace que me doble y casi lloro.
- Aléjense todos de el- escucho a mi padre y siento como me toma por la cintura y me levanta.
Veo frente a mí al profesor Kamijou impidiéndonos el paso. Me mira y sus ojos se llenan de asombro.
- Tus ojos…- la sorpresa se le pasa rápido y frunce el ceño, voltea ver a mi padre.- ¿Qué hicieron?
Mi padre lo mira enojado y lo aparta del camino. Siento a mi mamá a mi lado, está diciéndome que todo estará bien, que no me preocupe. Pero sé que no es así, sé que nada será igual y sé que ellos también lo saben.
- Llama a Takahiro y dile que vuelva a casa, lo necesitamos ahí rápido- dice mi padre.
Yo no digo nada, no sólo por el dolor de todo mi cuerpo, sino por el dolor en el corazón. Siento como con cada paso algo en mí se rompe. De haber sabido que esto pasaría mejor no me hubiera levantado esta mañana… si hubiera dejado a Rika sola… si hubiera gritado por ayuda… si hubiera cerrado los ojos… Si hubiera…
Mientras pasamos a prisa por los pasillos logro ver mi reflejo en uno de los vidrios, tengo un moretón en la mejilla y me veo bastante cansado, pero eso no es importante, lo que si lo es son esos ojos verdes que me devuelven la mirada.