El antiguo reloj de madera negra marcaba las 3:00 de la mañana. ¿Es esa la hora del diablo? Bueno, que importa eso...
La oscura cabaña estaba sumergida en un silencio absoluto. Los objetos permanecían quietos, petrificados como si nadie los hubiera tocado en siglos. En completo contraste con todo ese polvo y telarañas, al final del sombrío pasillo del segundo piso, existía una habitación moderna, limpia y peligrosa: La Sala De Tortura. Permanecía siempre cerrada con llave, escondiendo las malignas máquinas y armas. ¿Que clase de malévolos usos tiene esta habitación? Está reservada para disfrute personal, un juego infernal...¿Acaso el dolor puede ser divertido? ¿Y el sufrimiento? La felicidad y la tristeza son la misma cosa, dos extremos de un mismo hilo. El dolor y el placer, mismo caso: Dos caras de una misma moneda. Y yo me pregunto...¿Será el dolor mejor que el placer? Es un sentimiento, una sensación más intensa, profunda y peligrosa...Y son el dolor, la tristeza y el sufrimiento necesarios. Necesarios para poder apreciar la felicidad y la alegría. Porque si aquellos sentimientos negativos no existieran, ¿Con qué compararíamos a la felicidad?
El mundo está compuesto de luces y sombras...Luces que están, aveces, escondidas, no extintas, sino ocultas en lo más profundo del abismo llamado vida.
¿Tú también tienes luces? ¿O sólo estás hecho de sombras? Yo quería encontrar la luz que se esconde en tu corazon maldito...
Por eso, ¿Me dejarías...?
A esa hora, había algo extraño en la cabaña. Algo inusual. La habitación prohibida estaba abierta. Inmersa en un frío sobrenatural, el piso blanco manchado de sangre, las paredes heladas, en el techo, un péndulo de cristal afilado y transparente, en el centro de la sala, una mesa de metal muy brillante.
Jeff se despertó algo mareado. Se encontraba en aquella habitación, acostado sobre la mesa metálica y completamente desnudo.
Jeff: -¿Donde estoy? ¿Por qué estoy amarrado? ¿¡Y mi ropaa!? -gritó, alarmado-
El chico estaba inmovilizado con pulseras gruesas de cuero negro en sus muñecas, tobillos y cuello. Tenía los brazos arriba a la altura de su cabeza y las piernas algo separadas.
Jeff: -Apuesto a que así es como quieren verme todas mis fangirls...
De repente, la puerta se abrió lentamente y Slenderman entró a la habitación. Avanzó hacia Jeff y lo observó detenidamente.
Jeff: -¿¡Slenderman!?
Slenderman: -Que linda vista.
Jeff: -¡No me mires! *blushes*
Slenderman: -¿Tienes un cuerpo espectacular y no quieres que te miren?
Jeff: -Gra-gracias...*blushes* Oye...¿Cómo es que puedes...Ver? No veo que tengas ojos.
Slenderman: -Practico magia negra, las artes oscuras...¿Eso hace algún click en tu cabecita?
Jeff: -Si-si...¿Podrías decirme por qué demonios estoy aquí y por qué estoy desnudo?
Slenderman: -Digamos que comenzarás a pagar tu estadía gratuita.
Jeff: -¿A qué te refieres? -preguntó, algo asustado por la respuesta-
Slenderman: -¿No te gustaría jugar a un juego infernal?
Jeff: -Oh, ¿Y a ti te gustaría que te metiera mi cuchillo por el culo, bastardo?
Slenderman: -Wow, eres súper perra, muy sexy. Y tu cuchillo está aquí conmigo. -dijo, mostrándole el cuchillo a Jeff-
Jeff: -¡Dámelo! ¡Oye! -gritó-
Slenderman: -No. Planeo hacerte algo con el. -Se alejó y tomó un bowl que contenía cera caliente-
Jeff: -¡NO! ¡No te acerques! ¿Que quieres hacer con eso? ¡Sácame estas cosas! -se desesperó-
Slenderman: -No. No hasta que pagues lo que me debes. Nadie se queda en mi casa gratis, niño. Eso no me conviene. -dijo, al tiempo en que vertía un poco de la cera negra con el cuchillo de Jeff sobre sus rosados pezones-
Jeff: -¡Auch! ¡Quema! ¡Está muy caliente! No lo hagas...¡Detente, por favor! ¡No ensucies mi cuchillo!
Slenderman: -Creo que es mi cuchillo ahora.
Jeff: -¡No! ¡Le gusta que lo limpien con agua tibia y sólo le gusta estar manchado de sangre!
Slenderman: -Puedo hacer lo que quiera con tu cuchillo. ¿Así que le gusta estar cubierto de sangre? Es bueno saberlo...-dijo, mientras deslizaba el cuchillo sobre el pecho aporcelanado de Jeff.-
Jeff: -¡Oye! ¡No me hagas daño! ¿Quién te crees que eres?
Slenderman: -Vamos, solo un cortecito, my sexy bitchy killer. -dijo, al tiempo en que hundía un poco la punta del cuchillo, generando un leve corte que comenzó a sangrar inmediatamente.-
Jeff: -¡Aaaay! ¡Duele! ¡No lo hagas! -dijo, derramando una sola lágrima-
Slenderman: -Que niñita eres. No puedes estar llorando. Creí que eras un cruel asesino.
Jeff: -¡Ser un asesino no quiere decir que me guste sentir dolor! Eso es para enfermos sadomasoquistas. ¡Y no estoy llorando! *blushes* -gritó-
Slenderman: -Cálmate. Te ves lindo cuando lloras. -dijo, al tiempo en que tomaba nuevamente el bowl y vertía un poco de la cera negra y lustrosa sobre el cuello y los genitales del asesino.
Jeff: -¡Auch! ¡Cuidado con eso! ¡Sácala! Se siente raro...*blushes*
Slenderman: -De inmediato. -dijo, sacando la cera solidificada con sus dientes afilados y su lengua-
Jeff: -*blushes* No-no así...Tu lengua...
Slenderman: -Eres demasiado sensible. -dijo, al tiempo en que lamía la oreja izquierda del chico-
Jeff: -Aaah...No...*blushes* Para...No hagas...Aah...Eso...
Slenderman: -Gemiste. Vamos, hazlo de nuevo. Gime para mi. -dijo, lamiendo el cuello blanco de Jeff-
Jeff: -No-no...Aaaah...Aah...-gimió de excitación- No puedo evitarlo...Esto está mal. -pensó-
Slenderman: -Vamos. De nuevo. Gime de nuevo.
Jeff: -¿Por qué? *blushes*
Slenderman: -¿De verdad quieres que te diga? Tus gemidos son muy excitantes, Jeff...-susurró, mientras estimulaba los pezones del chico, girándolos y dandóles suaves toques-
Jeff: -¿Qué? Aah...*blushes* No hagas eso...Aaah...
Slenderman: -Jeff, esa cara que pones...Es muy erótica.
Las mejillas de Slender se fundieron en un tono negro, posiblemente por que sus sangre también lo era. El monstruo comenzó a tocar a Jeff, que estaba cerca de venirse.
Jeff: -Aaah...Slend...Aah...Si sigues así...Yo...*blushes*
Slenderman: -Así es, Jeff. Te vas a mojar.
Jeff: -¡No! Deja de...Aah...Tocarme...*blushes*
Slenderman: -Con sólo tocarte ya estás a punto de correrte...Puedes hacerlo si quieres. No te resistas. -susurró al oído de Jeff-
Jeff: -No-no...Aaah...Me vengo...*blushes* ¡Aaaaah!~
El semen escurrió y manchó el traje negro de Slenderman, quién lo lamió un poco.
Slenderman: -Mmm...Delicioso.
Jeff: -¿Cómo? ¿Cómo puedes comerte eso? *blushes*
Slenderman: -Mira, apenas te conozco, pero ya siento que quiero todo de ti. -dijo, mientras lamía el semen que estaba en la punta del pene de Jeff-
Jeff: -Aah...No lo lamas...*blushes*
Slenderman: -¿Qué, sigues caliente?
Jeff: -Un poco...Pero no hagas nada. ¿Por qué me haces esto? Y lo de la cera...¿Qué clase de lunático hace esas cosas?
Slenderman: -¿Te olvidaste de que estás hablando con Slenderman?
Jeff: -Quizás. -dijo, desviando la mirada-
Slenderman: -Pues quizás me gustaría seguir tocándote. -dijo, al tiempo en que apretaba los pezones del chico y los lamía-
Jeff: -Aaah...Eso no...*blushes* Tus manos están frías...
Slenderman: -Entonces derrítelas con tu calor...
Jeff: -Oye, ¿Eso no es cita de Junjou Romantica?
Slenderman: -¿Te gusta esa clase de animé? Nunca me lo hubiera imaginado. -se rió-
Jeff: -No-no...Sólo conozco el nombre y una vez me obligaron a ver un capítulo.
Slenderman: -Si, claro, te obligaron.
Jeff: -¡Enserio! ¡A mi me gusta el Gore, no el Yaoi! *blushes*
Slenderman: -Ya, está bien, no te esponjes. Ahora, ¿En qué estabamos? Ah, si. -dijo, mientras besaba el cuello de Jeff-
Jeff: -Aaah...No me beses...*blushes*
Slenderman presionó las piernas del chico hacia atrás y las separó un poco más.
Jeff: -¡Oye! ¡No te atrevas! ¡¿Que haces, imbécil?! -gritó-
Slenderman: -¿Cómo me dijiste? -dijo, en un tono amenazador-
Jeff: -Ah, yo lo siento, no quise-
Slenderman: -Ahora si no me voy a detener. Prepárate. -dijo, mientras se bajaba el cierre del pantalón-
Jeff: -¡NO! ¡Por favor! ¡No vallas más lejos! No hagas esto...*sniff*
Dos lágrimas se deslizaron por el pálido rostro de Jeffrey. Estaba tan asustado. De repente, Slender se detuvo, soltó las piernas del chico y se quedó quieto por un momento.
Jeff: -¿Que...Pasa? *sniff*
Jeff no podía dejar de llorar. Slenderman apretó un botón de la mesa metálica y el chico quedó libre.
Slenderman: -Tu ropa está en ese cajón. Con permiso.
Jeff: -¡Espe...!
El monstruo salió de la habitación y dejó la puerta abierta. Jeff abrió el cajón y se vistió rápidamente.
Jeff: -¿Qué...Qué acaba de pasar? -pensó-
Más tarde...
Afuera, ya estaba casi oscuro. Slenderman se había ido de la cabaña, probablemente había ido a matar personas y a vigilar su bosque. Jeff estaba tomando una siesta en el sillón de terciopelo rojo de la sala de estar. Estaba soñando. Soñaba que estaba tratando de asesinar a una niña pequeña que corría detrás de él y se reía de una manera macabra. El no podía atraparla y se cansaba mucho. De repente la niña desaparecía y se escuchaba una voz helada que decía: "Ayúdame. Por favor ayúdame, Jeff" Y el sueño terminaba. Otro sueño invadía su mente. Estaba acostado sobre un pasto muy verde y se encontraba en un bosque muy diferente al de Slenderman. De pronto, todo se volvía rojo y una sombra aparecía sobre el, era Slender que comenzaba a tocarlo y a besarlo. En el sueño, Jeff gemía de placer y no se resistía a los lujuriosos tentáculos de Slenderman. De un momento a otro, el sueño se desvaneció y el asesino se despertó gritando. Sus mejillas estaban rojas y se sentía excitado y confundido. Cuando pensaba en cómo lo habían tocado...Su cabeza giraba y sus pensamientos se mezclaban.
Jeff: -¿Por qué tengo que soñar esa clase de cosas? No es como si deseara que ocurriera de nuevo...-pensó- Pero el otro sueño fue muy extraño...¿Quién era esa niña? Parecía un fantasma. ¿Y por qué necesitaba mi ayuda? Bueno, no hay por qué pensar en esto, fue sólo un sueño. *suspiró*
Jeffrey se levantó y fue a la cocina para buscar un tomate rojo y brillante que estaba en el refrigerador. Cuando cerró la puerta del electrodoméstico, sintió una brisa helada en la nuca y volteó a mirar a su derecha. Se paralizó al ver a una niña semi-transparente parada justo frente a él. Ella permaneció inmóvil por un momento, pero luego se lanzó hacia Jeff gritando y éste cayó de espaldas al piso del susto. Hasta los asesinos le temen a las apariciones de vez en cuando.
Jeff se dió cuenta de que el fantasma de la niña había desaparecido. Se escuchó una voz gélida, idéntica a la voz del sueño, sólo que ahora era más clara y decía: "Lo siento, no quise asustarte, sólo quiero que me ayudes. ¡Ayúdame!" Y eso fue todo.
El chico no podía moverse del miedo. De repente, Slenderman entró de golpe por la puerta e irrumpió en la habitación. Tenía los labios manchados de sangre y su ropa estaba algo desgarrada. Verlo así asustó más a Jeff, quién se cubrió el rostro con las manos y comenzó a gritar. Slender corrió hacia el, le tocó un hombro y le preguntó que era lo que pasaba.
Slenderman: -¡Jeff! ¿Qué pasó?
Jeff: -...-no habló, tenía los ojos abiertos como platos-
Slenderman: -Responde, Jeff. ¿Qué te pasa? ¿Por qué gritabas hace un rato?
Jeff: -...¿Slenderman? -dijo, con un hilo de voz-
Slenderman: -¡JEFF! ¿QUE SUCEDIÓ?
Jeff: -Ella...
El homicida miró a Slender directo a los ojos o al sector de su cara en donde deberían estar. La imagen se hizo difusa y el chico perdió el conocimiento. Empezó a soñar. En su cabeza comenzaron a aparecer imágenes terroríficas y pesadillescas, eran un montón de cosas horribles mezcladas que lo enloquecían. Luego, todo se volvió negro y un segundo después, más imágenes violentas comenzaron a aparecer: cádaveres, sangre, insectos, fuego, demonios, masacres, asesinatos, espectros, mosntruos y otras atrocidades. Lo último que apareció fue la extraña niña quién se acercaba a Jeff y le susurraba al oído: "Ya es tarde" En ese momento, Jeff se despertó sobresaltado. Slenderman estaba sentado a su lado en una silla de madera.
Slenderman: -Oh, ya despertaste.
Jeff: -¿Que...Pasó? -preguntó, llevándose una mano a la frente-
Slenderman: -Llegué y te encontré en la cocina mirando algo como si no supieras que fuera. Estabas paralizado y comenzaste a gritar, así que te pregunté que te pasaba, dijiste mi nombre y luego te desmayaste. ¿Pasó algo?
Jeff: -No lo sé...Creo que vi un fantasma.
Slenderman: -¿Un fantasma?
Jeff: -Si...Era de una niña pequeña, como de doce años. tenía el cabello negro y los ojos muy grandes y azules. ¿Sabes quién es?
Slenderman: -¿Por qué tendría que saberlo? -preguntó, desviando la mirada hacia la derecha-
Jeff: -No lo sé, tu eres un ser paranormal, ella es definitivamente un ser paranormal, creí que podrías saber algo.
Slenderman: -...No sé nada.
Jeff: -¿Me estás ocultando algo?
Slenderman: -Bueno, si, quizás yo tenga algo que ver con esto.
Jeff: -¡Lo sabía! ¿Quién es ella?
Slenderman: -Ella es-
Jeff: -Espera, antes de que me contestes...¿Por qué no llevo puesta mi sudadera?
Slenderman: -Ah, yo, sólo aproveche la oportunidad. *blushes*
Jeff: -¿Qué? ¡No puede ser! Es horrible saber que abusarías de mí si me duermo. *blushes*
Slenderman: -Ajá, si, volviendo al tema, ¿Te dijo algo cuando la viste? ¿Estás seguro de que la viste?
Jeff: -¿No me crees? ¡Si la vi, estoy completamente seguro! ¿Por qué crees que te estoy mintiendo?
Slenderman: -No es que no te crea, esque no quiero tener nada que ver con fantasmas. Quiero ahorrarme problemas.
Jeff: -Escucha, esa niña se me ha estado apareciendo en sueños y me pide ayuda. En el último sueño que tuve me susurró "Ya es tarde" ¿Qué significa?
Slenderman: -No lo sé, pero esa niña, creo que sé quién es. Su nombre era Rylee Copper y era muy hermosa. Todos querían formar parte de su círculo de amigos. Era muy popular entre los chicos. Su belleza no tenía comparación. Y ella usaba eso a su favor. Se aprovechaba de las personas utilizando su apariencia. Fue justamente por eso que decidí acosarla. Era la víctima perfecta. La seguí a todas partes. Le gustaba andar en bicicleta. Un día la estaba siguiendo mientras pedaleaba en su bici azul y de la nada pasó un automóvil muy rápido, ella no pudo evitarlo y murió al instante en que ambas máquinas chocaron. Llamalo karma, si quieres, pero el accidente fue horrible.
Jeff: -Así que eso fue lo que pasó.
Slenderman: -¿Dices que te pide ayuda?
Jeff: -Así es. No sé por qué.
Slenderman: -Ella murió cerca de esta cabaña. Quizás quiere pasar "al otro lado" pero no puede por que tiene algún asunto pendiente. Esas cosas son comunes.
Jeff: -¿Comunes?
Slendeman: -Si, es más frecuente de lo que parece. Posiblemente está atrapada en nuestro plano terrenal. Lo mejor que podemos hacer es esperar a que aparezca y tratar de ayudarla.
Jeff: -No estoy muy seguro de eso...
Slenderman: -¿Qué? ¿Te dan miedo los espiritus?
Jeff: -No, ¡No es eso! *blushes*
Slenderman: -Já, a qué más le temes, ¿A la oscuridad? ¡Jajjajajajajaja! -se rió-
Jeff: -¡No le temo a la oscuridad! ¡No le temo a nada! -exclamó, enojado-
Slenderman: -¡Yo creía que eras un asesino, no una niñita miedosa y llorona, jajsjajajajaja!
Jeff: -¡No te rías! ¡No soy una niñita llorona! *blushes*
Slenderman: -¡Si lo eres, si lo eres! -se burló-
Jeff: -¡Que no!
Slenderman: -¡Que si!
Jeff: -¡¡Que no!!
Slenderman: -¡¡¡Que si!!!
Justo en ese momento, la casa empezó a temblar y a vibrar, la lámpara de lágrimas de cristal oscuro del techo comenzó a moverse de un lado a otro y algunas cosas cayeron al piso.
Jeff: -¿¡Que está pasando!?
Slenderman: -No lo sé, al parecer la cabaña se transformó en un vibrador gigante. -se rió-
Jeff: -¡Oye, esto es serio! ¡Algo muy extraño está pasando!
Slenderman: -¿Que hacemos?
Jeff: -¡No lo sé! -gritó, atemorizado-
De repente, la niña muerta apareció delante de Slender y comenzó a gritar.
Rylee: -¡Ya es tarde! ¡Ya es TARDE! ¡¡Demasiado tardee!!
Jeff: -¿¿A qué te refieres??
Rylee: -El tiempo se acabó, Jeff. No me ayudaste cuando podías hacerlo. Ahora me quedaré atrapada en este plano por toda la eternidad.
Jeff: -¡No, podemos ayudarte! ¡Sólo dinos que tenemos que hacer!
Slenderman: -¡JEFF!
Jeff: -¿Qué? ¡Hay que ayudarla!
Rylee: -¿Pueden ayudarme? -dijo, suavemente-
Jeff: -Por supuesto. ¡Sólo haz que se detenga esto, la casa!
Rylee: -Muy bien.
La casa paró de temblar y todo volvió a la normalidad. La niña se acercó a Jeff y lo miró directamente a los ojos. Los ojos de Rylee eran tan grandes y carecían de expresión.
Rylee: -Es oni-chan.
Jeff: -¿O...Oni-chan?
Slenderman: -Ah, si, se me olvidó esa parte de la historia. Su hermano, Trent Copper, un joven tan apuesto como ella está gravemente enfermo en un hospital muy cerca de aquí.
Rylee: -Tú... -dijo, señalando a Slenderman-
Slenderman: -...
Rylee: -¡TU, MALDITO! ¿¡Creíste que no me daba cuenta de que me seguías a todas partes?! ¡Tu causaste mi accidente! ¡Infeliz!
Slenderman: -No, Rylee, te equivocas, yo si era tu stalker, pero no provoqué tu accidente.
Rylee: -¡Mentiroso! ¡No necesito tu ayuda!
Jeff: -Rylee, cálmate, te ayudaremos para que puedas ser libre. Sólo dime que hay que hacer.
Rylee: -Debes llevarle esto a oni-chan. Debes decirle que es de parte mía. Si lo haces...Podré dejar el plano terrenal y pasar al espiritual. Tenía que hacer esto cuando estaba viva, pero no pude...-dijo, al tiempo en que le daba un paquete a Jeff-
Jeff: -Está bien. Llevaremos esto al hospital.
Rylee: -Gracias por ayudarme. Nos vemos.
Y desapareció. Sólo quedaron Jeff y Slenderman en la sala.
Jeff: -Así que sólo hay que llevarle esto a su hermano. No parece muy dificil. -dijo, caminando hasta la puerta-
El asesino se detuvo un minuto y volteó a mirar a Slenderman.
Jeff: -¿No vienes?
Slenderman: -No lo sé...Que flojera.
Jeff: -¡Slenderman!
Slenderman: -Ve tu solo. Prefiero quedarme a ver la tele.
Jeff: -¿Tenemos televisión?
Slenderman: -See. Ya, ahora ve. ¿No tienes trabajo que hacer?
Jeff: -Muchas gracias, Slenderman. Más te vale que no me pidas ningún favor. -dijo, mientras cerraba la puerta de un portazo-
Slenderman: -Que delicadito. Bueno, ahora veré si están pasando American Idol o Sex In The City. -dijo, encendiendo la televisión-
Jeffrey caminó a paso acelerado por el oscuro bosque. Llegó a una carretera y divisó un cartel que decía "Hospital a 2 kilometros".
En la cabaña, el control remoto no parecía funcionar.
Slenderman: -Que raro. Parece que la presencia de Rylee influye en los aparatos electrónicos. Que más da. -dijo, levántandose- Iré a ver que está haciendo ese perdedor.
El monstruo salió de la casa y se desvaneció. Volvió a aparecer justo enfrente del hospital. Allí esperó a que llegara Jeff. Unos minutos después, el chico salió de entre unos arbustos y caminó hacia la entrada del hospital. Cuando estuvo lo bastante cerca de él, Slenderman saltó y sorprendió a Jeff, quién se puso a gritar del miedo.
Slenderman: -¡JEFF!
Jeff: -¡AAAaaaaaa! ¡Slenderman! ¿Por qué me asustas?
Slenderman: -¡Jajsajajajajajaja! ¿Que clase de asesino eres? ¡Jajajajajaja!
Jeff: -¿Cúal es tu problema?
Slenderman: -Oh, ¿Cúal será? ¡Pues, tú, genio!
Jeff: -Ah, ok, ¡Yo soy el problema!
Slenderman: -Oye, ¿Que tal si dejamos nuestra discusión para más tarde y entramos a ese hospital de una vez por todas? Tengo una vida, ¿Sabes?
Jeff: -Ya entremos.
Los chicos entraron y caminaron por un largo y tétrico pasillo. El hospital parecía estar desierto, abandonado. Era frío, blanco y parecía sacado de alguna película de terror.
Jeff: -Este lugar no me curaría para nada, está bastante terrorífico.
Slenderman: -Si, ¿Esque no hay nadie aquí?
Jeff: -Oye, esas luces están parpadeando. Eso quiere decir que...Va a haber...
En ese momento, la luz se cortó en todo el hospital.
Slenderman: -...Un corte.
Jeff: -¿Esto no es peligroso para los pacientes conectados a respiradores artificiales?
Slenderman: -Jeff, creo que todos los pacientes de este hospital están muertos y sus cádaveres se pudren en las salas.
Jeff: -¿Puedes seguir hablando? Esque no veo nada...-dijo, caminando a ciegas-
Slenderman: -Ven, estoy aquí. Sigue el sonido de mi voz.
Jeff: -¿Donde estás?...Slend...¡Wooaa! -gritó, al chocar con el monstruo-
Ambos terminaron en el piso helado del hospital. Jeff estaba encima de Slenderman y sus pupilas comenzaban a acostumbrarse a la oscuridad. Ahora se podía ver al menos el rostro del monstruo. Jeff movió su mano y sin querer tocó la entrepierna de Slender, luego se deslizó un poco hacia arriba y su boca quedó muy cerca de la de Slenderman. Podía sentir la respiración del espectro, su calor y su aroma, que impregnaban su sudadera blanca.
Jeff: -Lo-lo siento, no quise tocarte...
Slenderman: -Vaya, tú si que no puedes esperar. Jeff...
Jeff: -¿Si-si? -preguntó, nervioso-
Slenderman: -Puedes tocarme todo lo que quieras.
Jeff: -¡No voy a tocarte! *blushes*
Slenderman: -Sólo quieres que te toquen, eso es algo injusto, ¿No crees?
Jeff: -¡Nunca dije que me gustaba que me toques! *blushes*
Slenderman: -¿Ah, si? Vamos a comprobar eso...-dijo, al tiempo en que tomaba a Jeff de las muñecas y lo sometía debajo de él, luego deslizó su mano derecha por debajo de la sudadera del chico y comenzó a tocar sus pezones, que se erectaron enseguida-
Jeff: -Aaah...*blushes* No...Hagas...Aaah...eso...
Slenderman: -Con sólo unos toques ya se erectaron tus pezones, es increíble. -dijo, mientras los giraba-
Jeff: -Slender...Aah...Por favor...Me voy a calentar...Si sigues...*blushes*
Slenderman: -¿Que crees que intento hacer? -susurró, al tiempo en que desabrochaba el pantalón de Jeff y metía su mano en los calzoncillos rojos del chico-
Jeff: -¡Oye! No...No toques eso...*blushes* Aaah...Waah...Aah...
Slenderman: -¿Se siente bien?
Jeff: -No-no lo sé..Aah...
Slenderman: -¿Entonces por qué gimes tanto?
Jeff: -No puedo evitarlo...*blushes* En esta posición...
Slenderman acercó su cara a la de Jeff, sus bocas estaban muy cerca, sus labios casi se tocaban, pero justo en ese momento, la luz volvió y Jeff se levantó rápidamente, tratando de disimular lo incómodo que estaba con la situación.
Jeff: -Bueno, bueno, busquemos la habitación del hermano de Rylee.
Slenderman: -¿Por qué estás tan nervioso?
Jeff: -No, yo, no estoy nervioso, ¡Tu estás nervioso!
Slenderman: -No lo estoy.
Jeff: -Mejor vamos a buscar a Trent, ¿Quieres?
Slenderman: -Está bien. Pero relájate. No te haré nada...Por ahora.
Jeff: -¿Haa?
Slenderman: -Oye, algún día tú y yo podríamos ir a andar en bicicleta juntos.
Jeff: -Si, claro, ¿Para que nos pase lo mismo que a Rylee? No, gracias.
Slenderman: -No seas tan pesimista.
Jeff: -...
Los chicos siguieron caminando y doblaron hacia la derecha, subieron por unas escaleras y se detuvieron delante de una puerta con el número 29.
Slenderman: -¿Por qué nos detuvimos?
Jeff: -Creo que es aquí.
Slenderman: -¿Por qué?
Jeff: -No lo sé, sigo mi instinto.
Slenderman: -¿Instinto?
Jeff: -Si. -dijo, mientras abría la puerta-
La habitación era pequeña, tenía una ventana, una mesita y una camilla blanca. En ella estaba recostado un niño de más o menos 15 años, de cabellos negros con ondulaciones románticas y ojos de color celeste hielo.
Trent: -Oh...Hola. Hace mucho tiempo que no recibo visitas. ¿Quienes son ustedes?
Jeff: -Soy Jeff y el es Slenderman, tu hermana nos pidió que te trajeramos esto. -dijo, pasándole el paquete-
Trent: -Mi hermana lleva muerta cinco años. Es imposible-
Jeff: -Claro que es posible. Ella quería que tuvieras ese paquete.
Trent: -¿Qué es esto?
Jeff: -No lo sabemos. ¿Por qué no lo abres?
Trent: -Está bien.
El niño abrió el paquete y sacó un pequeño muñeco que tenía la forma de un gato.
Trent: -Oh, así que esta era la sorpresa que me tenía. Es muy lindo. ¡Me encantan los gatos!
Slenderman: -¿Ella lo hizo?
Trent: -Si.Todos los días me decía que estaba haciendo algo muy especial para mi. Cuando me enteré de que había muerto, yo...*sniff*
Jeff: -Es tan triste...Hasta yo me conmuevo con esto.
Slenderman: -Bueno, te gustará saber que ahora que te entregamos esto, tu hermana podrá pasar al plano espiritual.
Trent: -¿Enserio? ¡Muchas gracias por ayudarla! Ahora que ella ya está en paz...Yo también lo estoy. -dijo, cerrando los ojos-
Jeff: -¿Trent? ¡Trent!
Slenderman: -Déjalo, Jeffrey, se ha ido.
Jeff: -¡No! ¿Por qué? ¡Trent! ¡Despierta!
Slenderman: -Jeff, vámonos.
Jeff: -Pero...
Slenderman: -Vamos.
Los chicos salieron del hospital y corrieron hasta llegar al bosque. En el solitario hospital, en la habitación de Trent, sólo quedaron el cuerpo del chico y el peluche de gatito encima de la camilla. A lo lejos se escuchó un fantasmagórico "gracias".
Cuando estaban a punto de llegar a la cabaña, Jeff se detuvo.
Slenderman: -¿Jeff?
Jeff: -Perdón, yo...*sniff*
Slenderman: -Jeff, no llores...-dijo, acercándose al chico-
Jeff: -Esque...Cómo...¡Es tan triste! Al fin le entregamos el regalo y el chico se muere...*sniff* -dijo, desmoronándose hasta caer al pasto-
Slenderman: -Jeff, piensa, ahora dejó de sufrir y está con su hermana en algún lugar mejor que este mundo. No estés triste.
Jeff: -Esque...*sniff* *sniff* -dijo, llorando-
EL asesino no dejaba de llorar y se cubría el rostro. Slender se agachó y tomó sus manos, apartándolas de su cara húmeda de lágrimas. Luego abrazó al chico por un largo rato.
Slenderman: -Ay Jeff...Quién diría que fueras tan sensible en el otro sentido.
Jeff: -¿Slenderman? *sniff*
Slenderman: -A ver...Esto funcionó una vez en un animé.
Slender acercó su boca a la de Jeff y le encajó un suave beso en los labios. Giró la lengua del chico con la suya y lo empujó suavemente hacia atrás, hasta que quedó acostado sobre el pasto húmedo de rocío. Luego le quitó la sudadera y la polera.
Jeff: -Slenderman...El pasto está húmedo. Tengo frío...
Slender se sacó su costosa chaqueta negra y la colocó debajo de Jeff.
Slenderman: -No te preocupes, te calentarás enseguida.
Jeff: -¿A qué te refieres?
Slenderman: -A que si no haces nada, en serio te haré el amor.
Jeff: -*Blushes* No...
Slenderman: -¿Qué pasa?
Jeff: -¿No puedes esperar hasta llegar a la casa?
Slenderman: -No, no puedo. Espera...¿Estás aceptando que te voy a tocar?
Jeff: -¡No-no! *blushes* Aaaa, mátenme.
Slenderman: -Nunca haría eso. -dijo, mientras sacaba su tentáculos y comenzaba a tocar a Jeff en todas partes-
Jeff: -¡¿Qué haces?! Aaah...Esas cosas están resbalosas...Aaah...*blushes*
Un tentáculo giraba los pezones del chico, otro acariciaba su miembro que ya estaba duro y a punto de venirse, otro más se metía en el agujero de su trasero y otro se metía en su boca.
Jeff: -Mmhp...*blushes* Aaah...-gimió- Es...Increíble...No puedo negarlo...Esto es lo más maravilloso que me han hecho...No puedo resistirme...Es demasiado. -pensó-
Jeff gimió de placer y luego se vino, manchando los tentáculos y la ropa de Slenderman.
Jeff: -Lo siento, manché tu ropa...
Slenderman: -No importa. Ya vamos adentro.
Jeff: -Si, mejor. Está helando.
Slenderman: -No me refería a la cabaña. -dijo, al tiempo en que metía un tentáculo en el ano de Jeff-
Jeff: -Aaah...*blushes* Si ya me vine...¿Qué más quieres? Aaah...
Slenderman: -Sólo quiero hacerte sentir bien. Lo quiero todo de ti.
Jeff: -...
Slenderman: -¿Jeff?
Jeff: -....Zzz...
Slenderman: -Oh, genial, se durmió. -dijo, mientras retiraba su tentáculo- No puedo violarlo mientras duerme. Oh, acabo de darme cuenta...¡Mañana es Navidad! Lo olvidé completamente. Bueno, algo haremos.
Slender tomó a Jeff y lo llevó a la cabaña, en donde lo acostó en su cama. Luego se acostó a su lado y apagó las luces. Se giró para abrazar a Jeff y ambos se quedaron así, en posición de "cucharita" toda la noche. De pronto, Jeff se despertó.
Jeff: -No puede ser...Este tipo...*blushes* ¿Por qué me siento así cuando estoy contigo, Slenderman?
Y volvió a dormirse.
Por otro lado, la Navidad se acercaba cada vez más. De hecho, sólo faltaba un día. ¿Los pasta monsters celebran la Navidad? La respuesta es si, pero claro, la celebran a su estilo.