Ha transcurrido un mes desde que mis amigos, mi novio y yo obtuvimos nuestros diplomas con los cuales comenzamos a buscar trabajo en los diferentes establecimientos de empleo que hay en la ciudad de Domino. El primero en encontrar trabajo fue Honda como armador de motos y este fue contratado en uno de los talleres más importantes de motocicletas del país.
La segunda en obtener empleo como enfermera fue Serenity, la cual fue contratada en una de las clínicas más importantes de China dado que ella domina a la perfección tanto el Japonés como el chino mandarín. El tercero en encontrar trabajo fue Atem quien fue contratado como economista de la Kaiba Corp; Al principio mi Faraón no quería trabajar para Seto por ningún motivo hasta que Katsuya le tubo que rogar de las mil y un maneras para que mi Yami aceptara y luego de muchos ruegos por fin mi novio acepto solo para que nuestro amigo lo dejara en paz.
El ultimo en obtener empleo fui yo, amí me contrataron como arqueólogo en una empresa de arqueología, la cual se dedica a investigar lo pueblos originarios de todas la partes del mundo por lo que he tenido que eh estado estas últimas dos semanas en Roma dedicado al cien por ciento a mi trabajo hasta que ayer me dijeron que hoy volveríamos a Domino por lo que al fin podre ver y recupera el tiempo perdido con mi Atem.
Cuando regrese a mi casa me di cuenta que aun no había llegado lo que se me hacia extraño dado que el regresa de su trabajo a las siete de la tarde y ya son las once de la noche por lo que me sentare a esperarlo en sala hasta que regrese. Sin embargo estoy tan cansado que no me di cuenta cuando me quede dormido sino hasta que desperté al otro día dándome cuenta que Yami me había traído de la sala hacia nuestra cama.
Me pare de la cama y comencé a buscarlo por toda la casa para darle las gracias pero no lo encontré por ningún lado por lo que suspire resignado ya que el ya se había ido a trabajar, así que suspire y comencé hacer que hacer de la casa. Luego de haber terminando con el aseo, me puse hacer un rico almuerzo el que consistía en una carne al jugo acompañada de puré de zapallo. Después de haber terminado la comida, me senté en la mesa a esperarlo para que comiéramos juntos sin embargo el no ah pareció a la hora del almuerzo y yo me moría del hambre por lo que me serví y comencé a comer.
Al terminar de alimentarme, me fui a la cocina en donde lave la losa, la deje estilar y me fui a sentar a la sala a ver la televisión. En la tele no había nada interesante hasta que encontré una película y me puse verla para ver de qué se trataba, esta cinta se trataba de una mujer que huye de su país para ser feliz. Al principio estaba interesante pero al poco tiempo después me aburrió y me volví a quedar dormido, cuando desperté me di cuenta que me había quedado dormido en la sala, que era de noche y que no había pista de Atem.
Las actitudes de Yami en esta semana me estaban colmando la paciencia por lo que tome la decisión de seguirlo para ver que se traía en entre manos. Así que temprano en la mañana fingí que dormía mientras el se vestía para irse a trabajar, espere a que saliera de la casa, se subiera al auto y se fuera. Mientras que yo lo seguía con una distancia prudente para que no se diera cuenta de mi plan de seguirlo por todo este día.
Atem estaciono su auto en frente de una joyería a la cual entro y comenzó a buscar una joya, no se cual era por que donde yo estaba no se podía ver bien lo que tenía entre sus manos. El faraón pago aquella joyería para luego salir hacia su auto e irse a su trabajo y estuvo todo el día hasta las seis de la tarde por lo que me tuve que ir a la casa antes de que el llegara para que no sospechara de lo que yo había hecho.
Gracias a Ra pude llegar a tiempo a la casa y me senté a la sala a espéralo dado que teníamos que hablar seriamente. No tuve que esperar mucho dado que Yami llego a los minutos después que yo llegara.
- Atem ¿Tenemos que hablar?- le pregunto seriamente a la vez que me cruzo de brazos.
- ¿De qué?- me pregunta parándose en frente de mi.
- De que últimamente llegas muy tarde por las noches, no vienes almorzar y en la mañana te vas sin decirme nada ¿Por qué estas tan frio conmigo?- le interrogo mirándolo a los ojos temiendo su respuesta.
- Porque eh tenido mucho trabajo- me responde desviando la mirada.
- No te creo, dime la verdad- le respondo molesto al mismo tiempo que me paro quedando a centímetros de él.
- Yugi…yo
- ¿Qué?- pregunte impaciente dado que su silencio me estaba irritando.
- Yo necesitaba estar a solas para tomar una decisión- me dice seriamente a la vez que mete una de sus manos al bolsillo derecho de su chaqueta.
- ¿Cuál?- le cuestiono algo temeroso dado que parte de mi quería saber la respuesta y la otra parte no quería oírla.
- Yugi Moto- se arrodilla ante mí y abre una cajita terciopelo azul-¿Te casarías conmigo?
- -mis ojos se llenan de lagrimas de alegría- Acepto
Atem me pone el anillo para después abrazarme yo le respondo felizmente para luego besarme a la vez que me toma en brazos para llevarme a nuestra recamara para comenzar con nuestra sección de entrega amor y pasión mutua.
Al día siguiente de su pedida de matrimonio, les escribí a todos mis amigos un email con la noticia de nuestra boda por la cual todos me respondieron felices por la noticia y no solo eso sino que también me ponían en que quería ayudar para ese gran día y así quedo: Katsuya y Seto serán los padrinos, Serenity y Mai las encargadas de decorar el lugar de la boda y la fiesta, Honda y Duke serán los encargados de la música, Mokuba el encargado de los anillos y Ishizu y Marik los encargados de los trajes de los novios y Ryo de la comida.
Los meses pasaron volando hasta que al fin llego el famoso día mi boda, esa mañana me desperté al mismo tiempo que me levantaba para dirigirme al baño en donde me bañe, me seque y me vestí. Mi traje no era un traje sino era un vestido de princesa egipcia de color crema hecho de seda además tenia puesto una gargantilla de oro en el cuello, dos bracéeles de oro en los brazos y las piernas y mi calzado eran dos chalas de oro.
Al estar listo me senté en la cama a esperar a Ishizu quien me penaría mi cabello y al terminar me puso una tiara de plata encima de la cabeza. Al finalizar los dos salimos de la cabeza hacia el auto en donde nos esperaba Katsuya para llevarnos a la mansión de los Kaiba pero esta residencia se encuentra en la playa no en la ciudad.
Al llegar a esta, me baje con cuidado y camine guiado por mi mejor amigo hacia donde estaba mi Yami quien se veía extremadamente guapo vestido de Faraón sino estuviéramos con todos los demás ya me hubiera tirado encima de él y comérmelo a besos. Sin embargo me tuve que aguantar por lo que lo tome de la mano a la vez que me sonríe con amor para después dedicar nuestras miradas al Juez.
- Estimados amigos estamos reunidos aquí para celebrar la unión de estos jóvenes, ¿si alguien se opone a este matrimonio? que hable ahora o calle para siempre- dice el juez mirando a todos los presentes.
- - silencio-
- Bien, Atem Yami Halataki aceptas como esposo a Yugi Moto para amarlo, serle fiel, respetarlo en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la enfermedad, hasta que la muerte los separe- menciona el señor representante de la ley mirando fijamente a mi Atem.
- Acepto
- Yugi Moto aceptas como esposo a Atem Yami Halataki para amarlo, serle fiel, respetarlo en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la enfermedad, hasta que la muerte los separe- me dice el Juez mirándome fijamente a mí por lo que apreté fuertemente la mano de mi Faraón ya que la mirada de ese señor me estaba poniendo nervioso.
- Acepto
- Entreguen las alianzas- ordena el representante a Mokuba quien se acerca a nosotros con el cojín de los anillos en sus manos.
- Yo Atem te doy este anillo como símbolo de mi amor y mi fidelidad- me dice sonriendo a la vez que me pone el anillo.
- Yo Yugi te doy este anillo como símbolo de mi amor y mi fidelidad- le digo sonriendo al mismo tiempo que le pongo el anillo.
- Con el poder que la ley me concede, yo los declaro maridos, ya pueden besarse – nos dice el juez sonriendo.
Los dos nos besamos muy felices ante los aplausos de nuestros amigos, ambos nos separamos sonrojados estábamos a punto de salir de la sala de la boda hacia la sala de la fiesta pero de repente…
CONTINUARA