Después de que Yami y Yugi se dieran el beso de recién casados, se separaron para verse a los ojos con amor a la vez que no dejaban de sonreír. Luego de observarse por unos cuantos segundos, dejaron de hacerlo para comenzar a caminar hacia la salida del salón de la boda pare dirigirse hacia al salón del baile de la mansión en donde seria la fiesta del matrimonio de los tricolores.
Sin embargo cuando iban a comenzar a salir, se quedaron paralizados al ver como su amigo Katsuya se acababa de desplomarse sobre los brazos de Seto, quien al ver a su cachorro inconsciente y en sus brazos no puedo hacer otra que gritar el nombre de su pareja.
Sus amigos los miraban preocupados menos uno que era Marik quien no dudo ni un segundo en llamar a la ambulancia. La cual llego a los diez minutos después, de ella bajaron los paramédicos quienes tuvieron que quitar a la fuerza a Katsuya de los brazos de Kaiba para poder llevárselo dado que el moreno no quería soltar a su amado por nada del mundo.
Luego que lograron quitárselo, lo pusieron en una camilla y se lo llevaron al hospital, seguido por sus amigos y pareja quien gracias a Honda quien le dio un golpe para que reaccionara pudo seguir en su auto a los demás quienes ya se iban marchado de ese lugar.
Cuando llegaron al hospital se sentaron en la de espera a esperar algún doctor que saliera para que les pudiese decir que era lo que tenía su amigo y el porqué se había desmayado de aquella forma tan inesperada.
No tuvieron que espera mucho ya que a los quince minutos después de su llegada, salió un doctor de cabello negro con algunas canas, ojos marrones, de estatura mediana y de contextura algo rellenita.
- Familiares del paciente Katsuya- llama el médico deteniéndose en la entrada de la sala de espera.
- Aquí doctor- dice Kaiba acercándose al especialista.
- ¿Qué familiaridad tiene con el paciente?- pregunta el médico con desconfianza ya que no se parecía nada al paciente.
- Soy su esposo- responde Seto seriamente.
- Pues, le tengo grandes noticia- comenta el doctor con una sonrisa.
- ¿Qué tiene de bueno que mi marido se haya desmayado?- cuestiona el castaño molesto ante la palabras del especialista.
- Pues gracias a ese desmayo, hemos descubierto que su esposo esta en cinta – le responde el médico sin dejar de sonreír.
- ¿Qué?, eso no es posible, Katsuya es tan hombre como yo- dice Kaiba sorprendido ante la noticia ya que es imposible que su esposo estuviera embarazado dado que él era un hombre.
- Sí, eso lo sé pero él es un hombre diferente- menciona el doctor aumentando su sonrisa.
- ¿A qué se refiere?- pregunta Seto confundido.
- Me refiero a que el es un doncel- responde el doctor como si hablara del clima.
- ¿Qué rallos es un doncel?- cuestiona el castaño mas confundido que antes.
- Los doncel son hombres dotados con un don especial que les permite tener hijos, después de unas cuantas intimidades-le explica el especialista.
- Ya veo, ¿Puedo verlo?- sonríe el ojiazul al fin después de comprender las cosas.
- Si, sígame
Seto siguió al doctor a la habitación en donde estaba Katsuya, quien aun se encontraba inconsciente y debido a aquello, el aun no sabía que dentro de su vientre se estaba formando una nueva vida.
Por otro lado Yugi no sentía nada bien ya que sentía que todo lo que había comido antes de su boda, se le iba a salir por la boca por lo que salió corriendo hacia los baños, siendo perseguido por un preocupado Atem quien no entendía porque su esposo había salido de esa manera.
Cuando llegaron a los baños, el pequeño tricolor comenzó a vomitar hasta que yo no le quedaba nada en su estomago. Mientras que el faraón acariciaba la espalada de su hikari en forma de apoyo.
Cuando Yami se dio cuenta que su pareja había terminado, lo tomo en brazos y lo llevo a urgencias para que lo revisaran y les digieran porque razón su ángel haya votado toda la comida que ingiero antes de que se casara con él.
No tuvo que esperar mucho dado que una doctora no tardo entrar en la habitación a revisar a Yugi. Luego que la doctora terminar con su revisión, se voltio a la pareja sonriendo al saber el motivo de ese síntoma que tuvo hace poco el pequeño tricolor.
- ¿Qué es lo que tengo doctora?- pregunta Yugi preocupado.
- Usted está en cinta, felicidades- les contesta la médica sonriendo.
- ¿Lo dice en serio?- Cuestiona Atem sorprendido.
- Claro que si, el joven Yugi lleva un mes de embarazo- los contesta la especialista antes de retirarse dejando solos a los futuros padres.
- Yami-emocionado- vamos hacer papas-
- Sí, mi ángel- sonríe al igual de emocionado que su esposo.
Atem se acerca a su hikari lo besa dulcemente en los labios, para después bajar su cabeza al vientre de su pareja y ahí depositar miles de besitos.
Por otro lado Seto se encontraba sentado al lado de Katsuya, el cual acababa de despertar y no comprendía porque su esposo acariciaba su vientre a la vez que lo veía con ternura, emoción y mucho amor.
- Gatito ¿tengo algo malo en el estomago?- pregunta el rubio preocupado.
- No, mi cachorro, es algo muy bueno- le responde Seto sonriendo con ternura.
- ¿Qué es?-cuestiona el ojimiel mas angustiado aun por su salud.
- Pues estas en cinta, nos vas a dar un hijo- le contesta el castaño con emoción en su voz.
- ¿En serio?- interroga Katsuya sorprendido ya que no se esperaba esa noticia.
-
- Si y no eres el único en estado- le responde su esposo a la vez que besa sus labios dulcemente.
- ¿Quién mas esta embarazado?- pregunta el rubio con curiosidad.
- Yugi y al parecer tienen el mismo tiempo de gestación
- Ya veo- dice alegre y acaricia su vientre.
Después que Yugi y Katsuya se entraran que estaban en cinta al mismo tiempo, decidieron que el día del parto de ambos bebes, sería el miso día. A lo cual sus parejas no se negaron dado que ese era el deseo de las futuras madres.
Los meses pasaron rápidamente y al fin había llegado el parto de ambas criaturas. Tanto el tricolor como el rubio se encontraban en la sala de parto mientras que sus parejas esperaban afuera en la sala de espera como leones enjaulados a la vez que caminaban de un lado a otro.
Mientras tanto en la sala de partos, el primero en entrar en trabajo de parto fue el rubio, el cual comenzó a pujar con todas sus fuerzas hasta que se escucho un llanto por toda la habitación, lo que alegro al ojimiel y le pidió al doctor a ver su bebe. El médico no se lo negó y le paso una bebita de cabellos rubios y ojos azules. Katsuya al ver a su nenita no puedo evitar llorar dado que esa princesita era la cosita más bella que hayan visto sus ojos. Así que además de derramar algunas lagrimas y la abraza con amor.
A los minutos después comenzó el de Yugi quien también dio su mejor esfuerzo para que saliera su bebe, el cual fue recompensado cuando escucho el llorar de su bebe. El tricolor le pidió a la doctora que le pasara a su bebe, ella no se lo negó y le paso a un varoncito que tenía el cabello de Yami pero los ojos de él. Al tener a su hijo en brazos le dio besitos en la cabecita y no pudo no evitar no llorar al tener a ese angelito entre sus brazos.
Después que los doctores vieron su trabajo realizado salieron de la sala de partos los dos médicos que atendieron los partos de las madres y se acercaron a los padres para darles la buena nueva sobre sus hijos y esposos.
- Felicidades- dicen los dos doctores al unisonó.
- ¿Qué fueron?- pregunta seto emocionado y preocupado.
- ¿Cómo están?-interroga Yami angustiado por saber sobre la salud de su pareja y su hijo.
- Tranquilos, señores, el joven Joy tuvo una niña- al escuchar eso Seto sonrió- y el joven Yugi un varoncito- al oír aquello Yami se alegro.
- Y los cuatro están bien y desean verlos
Los dos primos se fueron juntos hasta la habitación de sus parejas y cada una se acero a la suya, las cuales tenían a sus bebes en sus brazos sin dejar de verlos con un amor intenso de madre.
- ¿Cómo les pusieron?- Pregunta Kaiba al llegar al lado de su amado. al
- Yo le puse a nuestra princesa Kajo- responde el rubio acariciando a su nenita.
- Y yo a nuestro príncipe Yuya – dice Yugi mirando con amor a su Yami y a su bebe.
- ¿Qué les parecen los nombres?- preguntan las dos madres al mismo tiempo.
- Nos encantan- responden los padres al unisonó.
Tanto Atem como Seto se acercaron a sus parejas las besaron en los labios y besaron las frentes de sus hijos a quienes les darían todo el amor del mundo ya que ellos no deseaban que pasaran lo que ellos pasaron en su infancia sino que sus bebes tuvieran una infancia llena de alegría, amor y sobre todo en paz.
FIN