-Mascara, sí. Tú la tenías bien puesta.- eso me dio risa porque es verdad.
-En Japón presumía acerca de un amigo que después de perder a su padre siendo niño, siguió adelante como si eso no fuera un problema. ¡Realmente te presumía!- Yui me golpeó el pecho pero sin ser agresiva, más bien diría yo que en juego.
-Hasta que un día alguien nos dijo “¿y no se ha muerto? Mínimo un intento de suicidio hubiera hecho yo en su lugar” y…-
-¡Boom!- dijeron las dos al unísono.
-Tu mascara está hecha a medida porque por años me has hecho creer que era verdad.- Yui me miró sonriendo pero negué lentamente.
-Yo también creí que era real.- dije susurrando.
-Eso es lo malo, que si a mí me hiciste crear que era verdad, lo más seguro es que Key o Jonghyun también lo crean.- bajé la mirada porque también es verdad. –ChangMin no te cree, así que se esperaba algo así desde hace tiempo. Dijo que había estado provocándolo, algo, cualquier cosa para que estallaras pero no lo hacías.- alcé una ceja sorprendido.
-No le puedes mentir a tu hermano.- Nana se recargó en mi hombro.
-También me…-
-Sí ChangMin me llamó en la mañana porque lo habías dejado varado en Icheon, yo hubiera ido por él pero no sé en dónde está Icheon así que fuimos junto con Yunho.- suspiré cansado, si hubiera aceptado las palabras de ChangMin nada de esto estaría ocurriendo.
-Él dijo que estaba echando todo a perder.-lo repitió una y otra vez y no le quise hacer caso.
-Todos podemos cometer errores no es algo de lo que haya que arrepentirse.- dijo Nana mirando hacia la nada.
-Alive de Raiko.- contestó Yui.
Decían partes de canciones que podrán ser de ánimo, pero me dejaron olvidado, lo malo es que estoy entre ellas dos por lo que seguramente me veré como su estuviera mirando un partido de ping pong.
-Bueno sí, todos tiene canciones muy buenas.- dije levantándome para salir de entre ellas dos. –Pero no me ayudan.-
-Minho, cierra los ojos.- lo hice. –Suspira tres veces hasta que te tranquilices.- también lo hice, el viento del cementerio siempre se me ha hecho más relajante. –Siente lo que está sintiendo Taemin en este momento.- abrí los ojos y miré a Yui sonriendo.
-No puedo.- dije.
-Vamos, si puedes.- me alentó. –Vuelve a cerrar los ojos y hazlo.-
-¿Esto para qué me va a servir?- pregunté desviando mi mirada a la lápida de mi papá.
-Lo que importa realmente es si tú lo quieres, si vas a hacer algo para solucionar todo esto y qué tan dispuesto estás para seguir con él. Recuera que tus papás también tuvieron un encuentro así.- asentí pesadamente ante cada una de sus palabras.
-Varias veces al día pensé en escribirle un mensaje, en llamarle o ir a su casa, pero si lo hago estaría doblegándome de nuevo.-
-Eso es orgullo en su más egoísta y pura presentación.- dijo Nana mirándome aun sentada en el suelo.
-No, no es orgullo, es darme a respetar.- dije.
-Machista.- contestó.
-No soy machista.- me defendí. –Quiero que sea- él quien me busque, pero entonces los aviones de papel me dicen que ya lo ha hecho, quizás y sí me estoy haciendo del rogar.
-¿Pida perdón?- preguntó Yui. –¿Crees que él tiene que disculparse contigo por algo?-
-Infiel.- dije por inercia.
-Puedes ahogarte en esa palabra o puedes vivir una más bonita “amor” son cuatro letras. Siempre habrá infidelidades Minho, y las hay porque tú eres atractivo pero Taemin no se queda atrás. El día en el que ustedes dos se vayan a vivir a la selva dejarán de tenerlas. Somos humanos Min.- quizás tengas un punto.
-Dime cómo sobrellevaste la tuya para yo hacerlo.- le dije a Yui mirándola, ella se sonrojó y desvió la mirada molesta. Estoy tan seguro que gritaría “¡Es diferente!” pero ahora sí la tengo entre la espada y la pared. –Tengo entendido que no podemos dar consejos que no somos capaces de seguir.-
-Mi infidelidad fue diferente.- ¡lo sabia! –Lo que yo hice es todo lo que tú estás ignorando. Yo no le grité, bueno sí poquito ¡pero se lo merecía!- sonreí con autosuficiencia, la tengo en donde quería.
-Mi primo y Key tiene más de cinco años juntos, seguro ha habido infidelidades y ellos no hacen lo que tú, porque por más brutos que sean ellos se sientan a hablar lo que ocurrió, además, claro está, que sí hacen sus berrinches pero de una manera sana.- ahora resulta que tengo que aprender de ellos dos?
-Mira Nana, lo que pasa entre ellos dos es diferente.- diferente, diferente, diferente me estoy cansando de esa palabra.
-Ni tanto, hay una pareja y un tercero que quiere con uno de esos dos factores. No te voy a dar el gusto, Min, yo hablé con él. Le pregunté si esa infidelidad se debía a que yo no completaba sus deseos. No digo que tú seas incapaz de satisfacer al pequeño… pensándolo bien.- me miró entrecerrando los ojos.
Eso sin duda me puso nervioso por lo que miré hacia ambos lados intentando buscar algo que pudiera distraerla del tema.
-¿Estás seguro que él fue quien comenzó y no víctima de un abuso?-